CAPITULO 5. BLOND
Daniel caminaba por los pasillos de su facultad con paso veloz, llamando la atención de todos y no por su aspecto malhumorado de siempre si no por el parche enorme que tenía a nivel de la ceja y el labio con una cicatriz que le daba un aspecto rudo lo que aumentaba más las sospechas de ser un "bad boy". El pelinegro se pasó de largo al final del aula pasando a lado de Elías sin saludarlo. Elías se paró de su asiento un poco extrañado, lo notaba molesto quizá por haberlo dejado solo con Marco en el entrenamiento del viernes aunque no era para tanto como para no saludarlo, así que fue hasta su asiento donde lo vio oculto entre sus brazos y el pupitre.
-Daniel ¿estás bien?
-Déjame tranquilo- se hundió aún más, pero Elías le alzo la cara y le quito las gafas de sol oscuras.
-Daniel pero que... ¿Qué paso?- su cara expresiva de asombro era notoria ante tal masacre en la cara del chico.
-Ya Elías, no me hagas preguntas, estoy bien, solo fue una pequeña pelea, no me molestes.
-¿Pequeña? estás loco, tienes el labio partido y un parche en la ceja ¿en qué te metiste ahora?
-Ya siéntate que se nos quedan viendo, estaré bien para el entrenamiento si es lo que te preocupa-lo miro molesto levantando por fin la cara y volteando a ver a sus compañeros algo curiosos.
-Sabes que no, pero está bien si quieres ir a entrenar.
Elías se sentó a su lado, mirándolo durante toda la clase, "realmente se ve mal, pero ¿qué fue lo que le paso?" pensó, decidió no seguir insistiendo había cosas que Daniel prefería no decir y si lo hacía seria a su tiempo, sin presionarlo. Al termino de las clases los dos se fueron a su entrenamiento, al llegar a la duela deportiva, un chico con tinte plateado se acomodaba apuntando con las flechas hacia la diana, volteo en cuanto escucho la puerta abrirse, los miro entrar y por supuesto que llamo su atención las heridas de Daniel, aunque lejos de preocuparse se burló de él, a veces llegaba con rasguños de discusiones que tenía, pero esta vez había llegado como si hubiese tenido una pelea de box.
-Daniel, no sabía que te cambiarias de deporte, supongo que si regresaste es porque te fue muy mal. ¿Otra vez el novio de Angélica te golpeo?, te dije que la dejaras en paz o tal vez fue por la chica de ingeniería, o fue...-Marco decidió no seguir con el chiste pues Daniel lo apuntaba con una de las flechas- ya, ya tranquilo, baja eso es peligroso, capitán dile algo- Elías solo rio por la discusión de sus amigos.
-Ya cállate Marco, además fue culpa de ambos por abandonarme.-bajo su arco y los miro a ambos con cara de enojo.
-Vamos a entrenar, ya Daniel te compensare el abandono.-dijo Elías mientras le palmeaba el hombro sonriendo de manera burlona.
Elías se preparaba para el entrenamiento mientras Marco acomodado con su arco, comenzaba a disparar algunas flechas haciendo berrinche por que no podían dar en el centro, cuando fue interrumpido por Daniel que por detrás se acomodaba y tomando sus brazos, lo direcciono haciendo que la flecha diera en el punto rojo. Marco suspiro derrotado mientras Daniel sonreía victorioso.
-Te falta paciencia, el viernes no estabas así, te pone nervioso nuestro capitán- sonrió de manera coqueta.
-Me pones nervioso tú, nuestro capitán nos abandonó todo el fin de semana y el día de entrenamiento se fugó con su novia.
-Marco, ya solo, entrena, que Dani te ayudé con tu tiro, pensé que habían salido este fin de semana, bueno Daniel no quiere decir pero ¿tú saliste?.
-Lo de siempre, mi programa de radio, proyectos finales- se posiciono y tiro dando en el 8- ¡AH! Maldita sea así no vamos a ganar.
-Te dije que te cambiaras de carrera pero querías estudiar comunicaciones, estarías más tiempo con nosotros.
-¡IUGH! negocios internacionales, mi facultad es la mejor, además ustedes me van a abandonar están casi en su último año mejor me quedo en mi carrera, solo pero feliz.
-Solo será un año más en la universidad sopórtalo, además tu serás el capitán del equipo ¿Cómo vas con los nuevos?
-Ellos están bien entrenan más que nosotros, les fue bien en intramuros, dijeron que vendrían a vernos pero supongo que por sus diferentes carreras no se acomodaron con los horarios. Seremos los nuevos "PULSARS". Seré un buen capi no abandonare a mi equipo- miro a Elías quien ya estaba casi posicionado para lanzar.
-El día que te enamores no dirás lo mismo querrás estar con esa persona y aprender a sacrificar ciertas cosas, de hecho, eso es lo que quiero con Corina, una vida con ella, quiero proponerme en unos meses, el día de nuestro aniversario. – sonrió sonrojado ajustando su arco, mirándolos un poco avergonzado.
Marco hizo una pausa con el arco antes de disparar y volteo a verlo admirado, mientras Daniel apoyando sus manos a las caderas miraba ambos sin saber que decir. Entonces en ambos se dibujó una sonrisa corriendo a abrazar a Elías gritando y brincando.
- ¿Estás seguro de esto? ¿Qué dicen tus papas?
-Marco ellos estuvieron de acuerdo desde que inicie una relación con ella, mi padre estará encantado más porque su padre es su socio recientemente, pero no lo hago por eso en verdad la amo- tomo una flecha y se posiciono a disparar-en verdad la quiero- tiro y dio en el 10, sonriendo.
-Tú también deberías conseguir pareja oficial Dani-Marco le dio un pequeño empujón en el estómago casi sin fuerza y Daniel se arqueo por el dolor que le ocasiono el empujón.-¡Oh vamos!, ni siquiera lo hice con fuerza no seas llorón ¿o será qué? déjame ver- el chico se acercó queriendo alzarle la playera deportiva.
-Déjame tranquilo- se trató de alejar pero Marco lo tomo por la fuerza alzándole la playera-No, quítate-hasta que alcanzo a ver un moretón enorme que lo dejo un poco preocupado.
-Daniel en serio que te pasó ¿te asaltaron?- Marco cambio su expresión de juego por una cara de preocupación.
-No, ya dejen de hacerme preguntas.
Elías aun extrañado siguió con el entrenamiento, mientras sus amigos seguían discutiendo como niños pequeños, sonrió y continúo lanzando flechas.
Los días pasaban entre clases, exámenes, entrenamientos y clases extracurriculares. Elías se comunicaba apenas con Corina pero cuando lograba verla las salidas al cine, restaurantes y eventos sociales eran el momento perfecto para estar con ella. Llegar a su casa era apenas solo para comer y dormir. A veces prefería ir a dormir al departamento de Daniel a quien no le molestaba su compañía. Aun así esa noche fue diferente a su rutina. Llego a su casa y noto que el carro de su padre estaba muy temprano a pesar de ser muy noche.
- ¿Madre ya llegué, mamá? – camino buscando a su madre pero parecía haber un silencio.
Elías se acercaba a la cocina sin una señal ni siquiera del personal, y es que lo noto cuando nadie lo recibió, escucho un ruido y unos gritos que parecían ser más bien una pelea que lo alerto a ir a la sala de estudio de su padre. Y Ahí estaba su padre alterado agitando las manos frente a un muchacho castaño con vestimenta toda de negro un poco desaliñado, con su madre por un lado al borde del llanto.
-Eres un niño estúpido, el año pasado chocaste el carro si no fuera por nuestros contactos habrías enfrentado cargos por los daños que causaste y ahora esto, que no piensas tienes 19 años ya piensa en tu futuro ya deberías estar en la universidad. Te lo ganaste te iras a un internado crees que voy a cubrir todas tus tonterías.
-Acaso crees que voy a ceder, ya no quiero estar en esta casa donde controlas a todos, crees que porque soy el menor hare lo que me digas, no soy el hijo modelo como Gael ni el hijo bien portado como Elías, pero tampoco soy tu estúpido títere.
Lian fue interrumpido con una bofetada de su padre que le volteo la cara y retrocediéndolo un poco por el impacto. Su madre dio un grito ahogado y detuve a su esposo a seguir golpeándolo.
-Vaya solo te falto esto, me largo de esta maldita casa- alzo la cabeza con los ojos llenos de furia.
-¿Que está pasando? – se acercó detrás de Lian quien volteo a verlo con una sonrisa burlona y sangre en los labios, producto de la bofetada.
-Elías porque no te unes a este maravilloso encuentro familiar-alzo los brazos como si fuese a dar un abrazo y los bajo llevando una mano a sus bolsillos sacando una llave- me llevo mi moto eso es lo único que no puedes quitarme padre, apártate Elías- salió a prisa empujando a su hermano a pesar de ser menor que el por 6 años nunca se intimidaba frente a sus dos hermanos mayores, tiro un jarrón que alcanzo a ver en una mesita y se fue casi corriendo hacia la puerta principal.
-¡Lian ven aquí!, ¡Lian regresa! Elías detenlo no dejes que se vaya. –su madre salió casi corriendo detrás de él, pero le imploro a Elías detenerlo.
-Madre ya no llores, iré por él está bien.
-No, déjalo si das un paso fuera de esta casa te vas con él, ya no voy a tolerarle sus rebeldías de siempre, suficientes problemas nos han dado a toda la familia, la prensa esta sobre mí y Gael.
Elías bajo la cabeza sosteniendo a su madre que no paraba de llorar. Su padre salió furioso de la habitación maldiciendo y golpeando cosas.
-Madre ¿Qué paso ahora? ¿Por qué estaban así, reprobó otra materia?
-No eso hubiese sido mejor, ya no lo sé, tu hermano no había llegado a la casa en días, tu padre no lograba contactarlo así que fue a su escuela, dicen que no ha ido en semanas y lo peor del caso es que constantemente se pelea. Logro encontrarlo en una casa de apuestas, pero estaba todo borracho y unos tipos le pedían dinero que él debía. Tu padre pago y lo trajo, pero ahora no quiere quedarse en esta casa, mi niño pequeño no puedo dejar que siga así habla con él, ve que puedes hacer. No sé cómo dejamos que se desviara.
-Ya madre tratare de hablar con él, perdóname sé que has pasado por mucho ¿por qué no me dijeron nada?
-Hijo sé que estas ocupado en la escuela, además tu hermanito siempre ha sido así de rebelde debimos mandarlo con Gael cuando estuvo en el extranjero.
Elías paso toda la semana tratando de contactar a Lian, pero no supo nada de él. No fue hasta que su madre logro localizarlo. Sin embargo, logro muy poco, Lian se negaba a volver y su madre no tuvo remedio que ceder a que su esposo lo mandaran lejos. Sin embargo Lian sabia las intenciones de su padre por encerrarlo en un internado militar por lo que decidió desaparecer. Los chismes aumentaron sobre el hijo desaparecido de la familia. Lo llaman "la oveja negra del grupo MBB hoteles". Elías lidiaba con esa situación todos los días y por eso trataba de alejarse de su casa, pero aun así organizo para unos meses la propuesta de matrimonio y su padre aprovecho eso para lograr calmar los chimes de su hijo menor. La familia estaba al borde la locura, los negocios a penas se mantenían a flote y con el escándalo de uno de sus integrantes solo arruinaban la imagen recta que habían mantenido.
----------Ciudad Costal Azul----------
El rubio se miraba en el espejo del baño, el agua le escurría por todo el cuerpo, sonrió dulcemente y escribió el nombre de Olivia con un corazón en el vidrio empañado por el agua caliente de la ducha. Tomo una toalla y se cubrió a media cadera para salir. En la cama se encontraba Olivia aun dormida, la ropa en el suelo de ambos solo era evidencia de una noche pasional. La miro detenidamente, observando su rostro tan pequeño, se acercó besando su mejilla despertándola, ella se quedó un poco sorprendida y se sonrojo al ver a su amante tan cerca mirándola con esos lindos ojos negros.
-Después de tantas noches juntos aun te sonrojas, eres realmente linda.
-No es eso... tú me pones en esta situación, incluso si no estamos así.
-¿Así como?
-Pues así.
-Solo dilo, estamos solos... después que tuvimos sexo, dilo-se acomodó sentándose con media toalla por la cintura, se inclinó a besarla en los labios luego en el cuello y bajando a sus clavículas quitando poco a poco las sabanas que la cubrían. Olivia sentía su suave piel mojada más cerca nuevamente, sentía su piel fresca por la ducha que había tomado. Peros sus labios carnosos y gruesos la volvían loca cuando besaban sus senos. William se metió entre las sabanas y se quitó la toalla.
-¿qué haces?, acabas de bañarte.
-Solo la tome para quitarme las ganas de hacértelo de nuevo- William sonrió y la tomo nuevamente, delicadamente, a pesar de que no eran una pareja formal siempre trataba de hacerla sentir a gusto, pero sobre todo cuidarla en todo momento sin forzarla a hacer algo en lo que ella no estuviese de acuerdo.
Olivia sentía tocar el cielo cuando William la tomaba, su cuerpo era una obra de arte, sus marcados músculos de todo el cuerpo, la tomaban sin medida. Conocía cada centímetro de él, pero sobre todo conocer realmente a William la tenía hipnotizada. No por el buen sexo que recibía, realmente era una persona maravillosa, sensible, tierno y atrevido. La imagen que reflejaba de "fuckboy" no era para nada eso, y eso solo la confundía aún más porque realmente se había enamorado pero no quería tocar ese punto de "ser algo más", porque sabía que William no accedería.
Por su parte William había caído en lo más profundo del enamoramiento, ambos sabían que él se relacionaba con muchas chicas donde solo era sexo y nada más, pero después de Olivia él había alejado a todas sus pretendientes. Realmente no sabía qué hacer, llevaban viéndose un mes y a pesar de no ser descubiertos, a veces se veían en lugares públicos pero siempre fuera de la universidad. La quería tener solo para él, pero tenía miedo, por su pasado que no atrevía a revelarle a Olivia, al menos no por el momento.
Habían pasado ese sábado junto en su departamento, casi todo el día entre las sabanas, hasta que fueron interrumpidos por una llamada insistente del celular de William. Tomo la llamada y salió a su balcón enredado en una toalla. Olivia lo observaba pensaba que era un sueño y ahora no quería despertar nunca, sonrió en cuanto lo vio regresar.
-¿Crees que se me vería bien el pelo negro?
-Cualquier tinte se te vería bien, ¿Por qué te lo pintas de rubio si tu color natural es negro?
-Es por las revistas, desde que empecé a modelar cambian mi imagen, pero este es mi último año así que me enfocare más en el juego, la escuela y.... en ti.
-No entiendo lo que...
-Me gustas Olivia-lo dijo sin titubeos, con tono serio y firme.
-Siempre me lo dices-sonrió casi soltando una risita.
-Si pero, me gustas más de lo que imagine, pero quiero que me des tiempo, para hacer las cosas bien y presentarte oficialmente.
-¿Enserio harías eso?
-Si ya no quiero andar a escondidas, sé que te dije que no quería nada serio pero realmente me esforzare si tú me lo permites.
Olivia lo abrazo y asintió toda nerviosa. William tomo su celular y le enseño su galería.
-¿Me tomaste una foto?
-Si mientras dormías, te ves hermosa cuando duermes pareces un ángel en una nube.
-Entonces te tomare una foto, eres realmente lindo.
-Lo sé por eso me dibujabas en el campo-sonrió coquetamente, haciéndola ruborizar.
-Ya te explique esa situación, pero no lo voy a negar.-Olivia tomo algunas fotos y lo beso.
Ella confiaba ciegamente en él. Y William había quedado hechizado de pies a cabeza por esa pelinegra de ojos grandes y sonrisa tierna.
-¿Quieres que te prepare de comer?
-Sí, sabes que me gusta como cocinas, claro nunca me negaría.
Mientras William cocinaba, Olivia tomaba un baño y al regresar lo miraba desde la sala, él le había pedido que descansara mientras el cocinaba, tenía música mientras preparaba los alimentos, tarareando algunas líneas.
"'Cause you're the air inside my lungs
Suffocating when you're gone
I'm a mess and it's all wrong without you here
Oh, nothing's clear, and I need you to know"
Olivia observo el departamento perfectamente ordenado con una pared llena de trofeos de diferentes deportes, algunos reconocimientos académicos, fotos de las revistas en las que posaba y una foto reciente en la sala. Una donde aparecía William con un chico más bajito que él y más joven aparentemente, sonriendo en un rio pues tenían cañas de pesca por un lado. Su curiosidad la llevo a preguntar por la foto.
-Esta foto parece reciente ¿Quién es el chico de la foto?
William sonrió bajo a la música aún más, desde la cocina que no quedaba muy lejos y divida por un cristal le respondió.
-Tu cuñado-soltó una risa al ver la cara que ponía Olivia- Christopher, es mi hermanito es menor que yo por 3 años esa foto es reciente ahí estaba cumpliendo 21 años él es muy alegre y demasiado sociable.
-Como tú, parece que es de familia, no solo eres el mariscal de campo de la universidad también eres muy conocido entre las facultades, "el genio de la carrera de ingeniería automotriz", realmente tienes fama.
William sonrió casi avergonzado, puso algunos platillos en la mesa y le indico a Olivia acercarse a comer.
-Realmente no quería dedicarme a eso por eso tarde en ingresar a la universidad, estaba más interesado en los deportes pero el negocio de papá se quedaría sin alguien que lo continuara. Mi hermanito bueno él siempre fue más independiente y se salió joven de la casa. Yo... bueno cargo con las responsabilidades de hermano mayor y si puedo protegerlo aunque ya no lo necesita siempre lo hare, el siempre estará antes que nadie.
-Es realmente lindo, yo no tuve hermanos, me hubiese gustado tener alguno, tengo a Gris y a Julianna que son como mis hermanas pero mi infancia fue realmente solitaria y luego el accidente...-Olivia se perdió entre los recuerdos con imágenes un poco borrosas de un carro dando vueltas y una mujer embarazada a su lado, cerró los ojos y suspiro. Al abrirlos encontró la hermosa sonrisa de William quien luego la beso en la frente.
-Vamos a comer deja de pensar en eso, es mejor dejar el pasado en su lugar y ver hacia enfrente. Algunas situaciones pasan por accidente y otras por malas acciones. Las personas que toman esas malas decisiones sin pensar en quien afectar son las peores. Así que a nosotros solo nos queda avanzar. Ven siéntate.
Ambos compartieron la mesa disfrutando de la deliciosa comida de William, con algo de música.
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CHAT GRUPAL
Olivia cerro su chat y prosiguió a seguir en su computadora, algunos estantes de libros le bloqueaban la vista al pasillo, había poca gente contrario a mediados de semestre cuando está lleno o en época de exámenes donde se pelean por libros, lugares para estudiar y hasta por guardar silencio. Estaba perdida en su computadora cuando una presencia la sorprendió cubriéndole los ojos y dándole un beso en la mejilla.
-Julianna que rápido llegaste y que amorosa- dijo al tiempo que las manos la soltaban y ella volteaba a ver a...-¡William! ¿Pero qué? Que haces aquí pueden vernos- bajo la voz.
-Hola Olivia, tranquila vine a dejar un libro y te vi, aunque estas muy escondida. Así que era momento de aprovechar.
-¿Aprovechar qué?
-Esto...-repentinamente él se inclinó y la tomo del rostro besándola profundamente, mordiéndole un labio casi sin fuerza para no lastimarla. Sonrió victorioso y se sentó a un lado, se apoyó en la mesa observándola como un gatito tierno con esos ojos negros, "te amo" pensó pero de su boca salió- te extraño, cuento los días para que termine este ciclo y verte más seguido.
-Shh, quieres que ya todos se enteren-
-Sí, me gusta Oliv....-alzo la voz casi gritando al momento que pronunciaba esas palabras pero Olivia le tapó la boca antes de que la bibliotecaria los sacara por el alboroto.
-No seas imprudente-sonrió sonrojada y algo preocupada por si alguien los había escuchado.
-Bien está bien, bueno me voy solo quería saludarte pero tengo que volver a mi entrenamiento y faltaría pero soy el único mariscal.-hizo una mueca pero antes de irse se giró y le propino otro beso y salió corriendo por el pasillo tropezando casi con una pelinegra de piel blanca que no era otra más que Julianna quien la miro sorprendida y William solo sonrió alzándole las cejas y volteando a ver hacia atrás a su enamorada.
Olivia seguía paralizada por el último beso, mientras Julianna corría a toda velocidad con su amiga.
-Viste quien era, tu "crush", ¿Por qué venía de aquí? No dijiste que lo pensaste bien y que fue tu primera y última cita con el.
-Entonces tú no viste...
-¿Ver qué? Estaba por mandarte mensaje pero casi choco con el modelo.
-Nada, ¿quieres ver tus calificaciones?
-Sí, está bien. Déjame entrar a mi portal.
Olivia se quedó aliviada que Julianna o alguien más no los descubriesen, no era el momento y se sentía mal por mentirle a sus amigas pero por el momento se mantendría en secreto.
Por su parte William ya iba manejando a su campo de entrenamiento cuando un número desconocido le hablo insistentemente, por lo que paro el carro y contesto.
-Diga...
William se quedó petrificado después de colgar, habían pasado ya 15 minutos y solo bastaron unos minutos para que su cabeza le empezara a doler y empezara a golpear el volante de coraje maldiciendo a los mil demonios. Acelero su coche en dirección contraria a donde pretendía ir y pensando en que decisión tendría que tomar...
*Los pulsares son pequeñas estrellas, de los elementos mas veloces conocidos en el universo.
*La canción que canta William es un pedacito de losing you de Wonho.
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