CAPITULO 12. ROJO I
Una línea de sangre se combinaba con el agua, poco a poco sentía que su cuerpo se sentía más cansado. Los ojos se le entrecerraban. No fue hasta que escucho un grito de su amiga entrando al baño.
-Olivia no que hiciste, no espera cariño, no, respóndeme, Olivia, no me dejes espera, espera. Estarás bien, háblame, ¡Olivia háblame! - el ruido de una sirena se escuchaba a los lejos, en su camino por llegar Gris había llamado a emergencias y les dio la dirección en caso de que ella no llegase a tiempo, pensó que había exagerado cuando iba conduciendo, pero prefirió hacerlo pues sería demasiado tarde si solo llegaba ella.
Como pudieron le brindaron primeros auxilios, la chica no respondía y Gris solo lloraba orando por que despertara. En 15 minutos llegarían al Hospital, solo rezaba porque la atención fuese rápida o en verdad perdería a su amiga por siempre.
🍷🍾
La lluvia había comenzado sobre la fiesta que celebraba la familia Soler. Los invitados llegaban y gozaban de aperitivos, había mas socios e inversionistas que familia y amigos. Las dos familias ya estaban reunidas conversando sobre el futuro de la pareja, aunque la familia de Corina aun estaba en la mira de los periodistas todos sin excepción hicieron aparición, incluso su hermana mayor que enfrentaba un divorcio reciente ocasionado por según las notas amarillistas por una infidelidad de la chica. Pero en ese momento lo único importante por ahora por cubrir era el compromiso de uno de los hijos de la familia Soler del consorcio de cadena de hoteles MBB y la hija menor de la familia Del Olmo de la Corporación "RAISING PROJECTS".
Elías observaba desde una ventana todo la gente reunida, no conocía a la mayoría, hacia muecas mientras se acomodaba la corbata, trataba de pensar en que esa noche seria inolvidable no solo para él, si no para Corina. La lluvia se sentía melancólica, triste no podía dejar de ver eso, por un momento quito la imagen de las personas y se concentro en el vidrio donde escurrían las gotas.
El cielo parecía caerse, algunos rayos demasiado luminosos se posaban por la ciudad iluminando todo el lugar, por un momento uno de esos casi lo dejaron ciego y sin quitar la vista del vidrio la imagen de una mujer joven de tez pálida apareció, su mirada era triste, depresiva. Elías no parpadeo y tampoco tuvo miedo, su mano se fue levantando levemente para tocar el vidrio y el rostro de esa chica estaba a pocos centímetros de poder tocar con sus dedos esa imagen, pero se sobresalto al sentir una mano en su hombro.
-Elías – era la voz de Daniel estaba detrás, con un traje demasiado elegante en compañía de Marco quienes lo miraban con una sonrisa enorme y un poco extrañada porque Elías no respondía al 3er llamado- ¿te pasa algo amigo?
-Si... si, yo solo estaba desempañando el vidrio- desvió la mirada un poco y cuando se poso nuevamente ya no había nada, quizá había sido el rayo que casi lo deja ciego o sus nervios por la velada.
-Ohm, bueno date prisa son las 9:35 pm. Ya tienes que bajar.
-¿Qué hora dijiste?
-9:35 pm, exactamente. – Marco miro su reloj para verificar la hora- ¿Listo amigo?
-Si, vamos.
-Que guapo- sonrió el chico rubio.
-Cállate Marco.
-Sabes, odio que llueva, arruina mi traje formal, además mi madre dice que en las fiestas es de mal augurio.
-Marco ya basta, no digas eso en estos momentos no lo pongas mas nervioso de lo que ya esta.
-Tranquilo Daniel, nada va a arruinar esta noche, aunque la fiesta parezca reunión de negocios mas que una de compromiso.
-Pues tu madre se lucio esta vez, el lugar es excelente, la decoración. – miro los alrededores con detalles elegantes.
-No olvides la comida.
-Exacto la comida, un montón de periodistas esperan tomar fotos, amigo pareces celebridad. – lo tomo de los hombros sonriendo.
-Esto no me emociona, la verdad quería que fuese lo mas privado posible, no es mi idea de iniciar mi vida con Corina de esta forma, pero si esto puede ayudar a no manchar la imagen de mi hermano, supongo que será lo mejor.
-Lian ¿sigue sin dar señales?
-Si, no se que vamos a hacer con ese niño.
Los chicos bajaron del segundo piso al salón principal, estaba rodeado de flores de colores y velas aromáticas, aunque afuera parecía diluvio no opacaba la decoración que se encontraba en toda la finca. Elías llego con su familia, estaban rodeados de tíos y primos, la familia Soler se caracterizaba porque en su mayoría eran hombres, las mujeres Soler eran tan escasas que se contaban con los dedos de la mano. La mayoría empresarios todos en la edad de 20 años en adelante excepto por Lian que era le menor de la familia. Pero el padre de Elías era el mayor así que era el accionista mayoritario.
-Elías, un gusto verte querido sobrino.
-Tío Lucas, que bueno que vino.
-Este es un momento importante en la familia Soler, el siguiente en la linea en contraer matrimonio y de los menores, les das el ejemplo a tus primos.
-Padre no comiences.
-Papá porfavor solo tenemos 28 aun somos jóvenes.
-Ulises, Noe, un gusto verlos.- alzo su copa frente a sus primos.
-Y tu hermosa novia ¿Dónde esta? Quiero conocerla.
-Tío Owen, pensé que no llegaría para este día.
-Siempre que sea algo de la familia estaré aquí. Mis hijos también están aquí Hernán, Sofia y Joel, pero están platicando con unos amigos.
-¿Donde esta Gael? – pregunto curioso Elías.
-Fue a tomar una llamada de negocios- apareció Valeria con un hermoso vestido negro que entallaba su figura junto con una nena que estaba vestida a juego con su madre.
-Tío Elías- la niña abrió sus bracitos hacia el muchacho quien la recibió alegre.
-Princesa hermosa, que linda te ves hoy. – le dio beso en la frente a la pequeña.
-Tío tengo celos de tu novia, ¿ya no me vas a querer como antes?
-¿Porque dices eso? tu siempre serás la niña de mis ojos, mi pequeña princesa.
-Valentina no molestes a tu tío.
-Esta bien Valeria.
La madre de Elías apareció junto a otros familiares. Al parecer mas familia se unía al encuentro.
-Hijo ve y busca a Corina ya esta pronto a empezar esta velada.
-Si madre.- Elías salió a buscar a Corina, vio a sus amigas reunidas todas, vestidas elegantemente, riendo y platicando con algunas otras personas.
-Chicas, buenas noches.
-Hola Elías. – dijeron casi al mismo tiempo.
-¿Saben donde esta Corina?
-Oh ella, dijo que iba a buscarte, pensé que ya estaría contigo.
-Quizá se fue por la otra escalera, iré por ella.
Elías salió del salón principal y se dirigió por la escalera que se escondía hacia un final del pasillo, subió y busco en cada cuarto, tocando cortésmente pero no la encontró. El sonido de la lluvia escondía el ruido de sus zapatos sobre el piso, por un momento un relámpago hizo estruendo por todo el lugar, ocasionando un apagón en el lugar. Elías se quedo a oscuras y por poco tropieza con algo en el piso, tomo su teléfono y se metió en uno de los cuartos, el cuarto tenia vista a una de las jardinera, se asomo para ver si Corina estaba ahí pero no la encontró.
Dentro de la habitación había otra puerta que daba a la siguiente, dudo un poco en abrirla pero lo hizo, se metió y la dejo a medio cerrar, tampoco había rastro de nadie, pero la puerta principal estaba cerrada, estaba a punto de volver por donde había entrado pero antes de empujar la puerta noto que una pareja entraba, dio un paso hacia atrás. No quería interrumpir a la pareja que se había escabullido a esa habitación, así que no hizo ruido y pensó en salir por la puerta principal de ese cuarto pero cuando dio vuelta escucho la voz de Corina. Porfin la había encontrado, regreso y antes de poder tocar la manija, escucho otra voz ... Gael. Por un momento eso no le habría resultado extraño pero sin poder evitarlo escucho algo que lo hizo detenerse un momento.
-¡No te cases!.
-A caso eres estúpido, porque me pides eso ahorita.
-Corina yo te amo. Siempre lo he hecho, lo sabes.
-Gael entiende yo ya no te amo. Lo deje de hacer hace mucho tiempo, amo a tu hermano grábatelo. Además estas borracho. Deja de seguirme, voy a casarme con Elías te guste o no. Vuelve con tu esposa e hija.
-Siempre me dices eso, como si te molestara y la verdad es que siempre lo hiciste.
-Un día te dije que si apreciabas a tu hermano te alejaras de mi. Lo que paso entre tu y yo quedo en el pasado.
-¿Vas a ocultarle a Elías que lo engañaste cuando apenas empezaban?
-No tiene porque saberlo.
-Y si se lo digo, eso acabaría con tu compromiso.
-No lo harías, tú tienes mas que perder.
-Así que déjame en paz. Una vez que me case con él le diré que nos mudemos al extranjero no quiero volver a verte, fuiste un error que quiero borrar por siempre Gael Soler.
Corina camino hacia la salida, pero la mano de Gael la detuvo.
-Suéltame, te digo que me sueltes.- la chica forcejeo.
-Si te dejare ir pero antes repíteme en la cara que ya no me amas- Gael la beso a la fuerza con tanta intensidad mientras Elías estaba temblando por todo lo que había escuchado, abrió de golpe la puerta y los miro a los dos besándose. Un rayo ilumino el cuarto y con eso llegó la luz de nuevo. Una figura apareció a espaldas de la pareja que se besaba, Gael miro de reojo a su hermano y soltó a Corina al fin. La chica se quedo paralizada observando a Elías, no sabia que tanto había escuchado pero si sabia que los había visto besándose. Elías se fue contra su hermano y le propino un golpe, tirandolo al suelo. Corina dio un grito y se fue sobre Elías para que no cometiera una locura. se metió entre ambos chicos, no para proteger a Gael, si no para que Elías no se lastimara.
-Elías amor no se que viste o escuchaste pero puedo explicarlo.
-Que vas a explicarme, que me mentiste sobre que estuviste con mi hermano ¿desde cuando?, ibas a casarte así con mentiras.
-No es lo que crees puedo explicártelo, solo escúchame yo se que eres un hombre que razona antes de sacar conclusiones.
-Te escucho...- contesto aunque no estaba seguro de lo que iba a escuchar.
-Gael y yo... si salí con el, pero...
-Cuando salías conmigo... sabia que había algo raro te pedí que fueras sincera Corina, yo nunca te mentí sobre nada.
-No voy a negarte nada, solo déjame explicarte. Conocí a Gael antes de conocerte a ti antes de España, salimos por una tiempo pero después supe que estaba comprometido, después te conocí pero no sabia que era tu hermano. El error tan estúpido que cometí fue que me lo volví a topar justo cuando tu y yo estábamos en nuestros primeros meses, el ya estaba casado y con su hija.
-Lo hiciste o no... dilo... ¡DILO MALDITA SEA!.-grito Elías buscando respuesta.
-Si, Si , estuve con él, pero esa fue la única vez, estaba confundida, realmente me había enamorado, nunca te mentí cuando te conté que amaba a alguien más por eso tarde un año en darte el si. Después en verdad me enamore de ti, como una loca, en verdad te amo, no dejes que esto nos separe, todos estos años, lo que pasamos, tenia miedo de que me dejaras, no quería perderte.
-¿Es real lo que dices?
-Si.
Elías se calmo un poco y tomo postura, su hermano ya se había levantado y se limpiaba la boca por la sangre que salía originado por el golpe. Sonrió casi riendo, en realidad algo mas le causaba gracia, en sus 5 sentidos no habría hecho nada de eso, pero ahora la bebida ya no lo dejaba pensar, había bebido tanto desde que se entero del compromiso de su hermano. Tanto que le había originado problemas con su esposa.
-No quiero que te el vuelvas a acercar Gael, escúchame, si vuelves a tocar a mi prometida olvidare que eres mi hermano, me entiendes.- Elías jalo a Corina quien aun tenia lagrimas en los ojos. Antes de poder salir del cuarto Gael tomo fuerzas y los detuvo con una confesión.
-Ella no te conto todo.
Corina volteo y miro a Gael negándole con la cabeza.
-Te conto parte de lo que paso, pero ya que estamos sincerándonos. ¿Por que no le confiesas Corina?
-Gael cállate, no lo hagas.
-En verdad crees que me importa, mi matrimonio fue arreglado. Tú lo sabias.
-Gael, no, piensa en Valentina.
-No me vengas con eso, ya no seré manipulado con ella. Elías me tiene ahora como un patán pero tu eres peor.- la señalo.
-Gael, si sigues diciendo estupideces ...
-Ella estuvo embarazada...
Lo soltó sin mas y un aire frio recorrió todo el cuerpo de Elías, su mente estaba en blanco, pero lo negaba, pensaba que Gael inventaba todo eso porque sentía celos y porque seguramente seguía amando a su novia.
-Gael, porfavor.
-Corina dime que lo que dice mi hermano es mentira. ¡DIMELO!
-No te molestes ahora viene mi revancha, ella seguramente lo negara porque sabe que la dejaras, y si lo siguiera negando tengo evidencia, que creías que dejaría esto así, aun tengo los mensajes y llamadas incluso una copia de la prueba de embarazo que me aventaste en la cara en esa hoja de papel. Pero eso es lo peor, el bebe no era mío, era tuyo hermano.
-Gael ya basta, ya basta.- la chica lloro aun mas, siendo soltada de la mano de Elías.
-Corina dime que lo que die es mentira, dime que esta mintiendo, habla. ¿Qué fue lo que hiciste?
-No lo quise tener. No estaba casada contigo apenas tenia unos meses contigo, Gael volvió estaba asustada, tu sabes que cuando inicie la universidad mi familia no pasaba por un buen momento, nunca quise que esto pasara. No es justificación a mis actos pero si me arrepiento no sabes toda la carga que llevo desde ese momento, tu no estabas, fue cuando te fuiste de intercambio.
Elías no podía creer todo lo que escuchaba, la cabeza le iba a explotar, le dolía el pecho y todo en su mente era un desastre, pensaba que estaba en una pesadilla, quería salir de ese lugar. Miro a ambos con decepción, no podía creer que su propio hermano lo había traicionado, toda la felicidad de ese momento se vino abajo.
-Incluso te hubiese perdonado que me engañaras con mi propio hermano en nuestro primer año de noviazgo pero lo que hiciste con nuestro hijo eso jamás. – salió de la habitación tan enojado que arrojo un jarrón a su paso, a sus espaldas salió corriendo Corina y Gael aun mareado pero tratando de detener a su hermano para que no cometiera una locura.
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En la fiesta su madre ya estaba buscando a Elías y Corina para que dieran frente a la prensa la noticia, haciendo formal todo ese evento, tenia las copas llenas y a todos esperando.
-Esta noche dos familias se unirán, no por los lazos de negocios, si no por la felicidad de nuestros queridos hijos. Conformando una familia por dos jóvenes que se aman, que se respetan, donde la confianza y la prosperidad serán el pilar. Sobre todo con el ejemplo de los padres aquí presentes. Me da muchos gusto tener a tantas personas aquí reunidas por la felicidad de nuestros hijos. – la madre de Elías seguía buscando con la mirada a su hijo mientras hablaba, hasta que lo vio cruzar el pasillo, junto a Corina detrás.
-Oh miren aquí vienen la feliz pareja de esta noche – señalo a espaldas de los invitados y las luces buscaron a la pareja que parecía estar un poco melancólica, en realidad no sabían que expresión era esa, porque Corina lloraba y Elías parecía estar de la misma forma o peor. Algunos socios lo pararon y lo condujeron al escenario haciéndoles camino a ambos Elías puso resistencia pero sentía todo el cuerpo agotado así que solo dejo llevarse hasta el escenario.
-Hijo que bueno que estas aquí es hora de dar la noticia, ¿te pasa algo?
-No madre- fue lo único que dijo Elías antes de tomar el micrófono y mirar a todos los presentes, Corina subió de igual forma al escenario llorando. Daniel y Marco observaban a su amigo lo conocían tan bien que notaron que algo no andaba bien pero dejaron que las cosas continuaran.
Elías miro a todos los periodistas esperando su discurso. Por su mente pasaban muchas cosas, pero la decisión ya la había tomado en el momento en que subió a ese escenario. Iba a descargar todo lo que traía atorado en contra de su hermano, de ella y toda su familia por formar parte de esa mentira. Pero antes de poder decir todo lo que pensaba en una mesa vio a la niña que impaciente lo miraba con esa cara de ángel, de todos los presentes había un ser inocente que no tenia la culpa de las acciones de los mayores. Y como ultimo sacrificio en su vida lo pensó una vez mas y tomo aire para poder hablar.
-Lo siento pero, no hay compromiso. Yo Elías Soler rompo este compromiso con Corina Del Olmo, les pido una disculpa por venir aquí hoy. – soltó el micrófono y salió corriendo del lugar con un montón de fotos de todos los ángulos dejando a todos con la boca abierta, Corina salió corriendo detrás de él, mientras los padres de ambos salieron detrás de los jóvenes. Corina no pudo avanzar más porque se resbalo y quedo de rodillas en uno de los pasillos, llorando inconsolable mientras su familia ya la había alcanzado.
Daniel y Marco salieron corriendo detrás de Elías, pero el chico ya había salido al estacionamiento y no pensó demasiado tomo un saco que se encontraba colgado y se lo coloco, de su pantalón saco las llaves de su auto y se fue directo a encenderlo. Estaba mojado de pies a cabeza, la sangre le hervía de coraje y las lagrimas no le paraban.
Adentro los periodistas se lanzaron sobre la familia interrogando sobre lo que acababa de pasar, la familia de Corina estaba tan enojada que se hicieron de palabras, la chica no podía ni hablar seguía llorando sin parar, mientras sus amigas la consolaban y la madre de Elías trataba de llamarlo pero sin éxito.
Elías iba conduciendo, ni siquiera iba viendo los semáforos, en su mente pasaban muchas cosas, le dolía el pecho y ya no era la lluvia que nublaba su camino, si no sus lagrimas, iba maldiciendo al volante golpeando.
Se paro en una brecha mientras lloraba sobre el volante, se preguntaba porque a él, en que había fallado. Un teléfono comenzó a sonar, lo ignoro por completo porque seguramente lo estaban buscando, así que no contestaria, el teléfono se apago y sonó nuevamente, lo ignoro y dejo que pasara, observaba el parabrisas con el agua escurriendo.
El teléfono sonó nuevamente, su paciencia llego al limite y lo tomo del saco para apagarlo pero noto que no era el suyo ni tampoco uno actual, era un teléfono satelital, entonces noto que había tomado otro saco, como se mostraba insistente tomo la llamada.
-Diga...
-Señor Soler pensé que no tomaría esta llamada.
-Perdón creo que....
-Se me acabo la paciencia, le dije que si no recibía el pago uno de los miembros de su familia sufriría, adivine a quien tengo aquí, fue difícil acercarnos pero espero que valore la vida de este niño. Saluda idiota...
Del otro lado del teléfono se escucho un grito. Al principio pensó que era una broma pero reconoció la voz y en ese momento olvido lo que había pasado con su compromiso.
-Po r favor no me hagan daño, se equivocan de persona, ¡AHH! - se escucho un golpe.
-Di quien eres mocoso.
-Soy Lian Soler, hijo menor del Señor Gilberto Soler.
-Lo escuchó señor Soler, si quiere volver a ver este niño con vida, lo espero en la bodega de la estación de tren abandonada a las afueras de la ciudad Costa Azul. Si viene con alguien mas le vuelo la cabeza a este mocoso, si no viene le mandare a este niño en pedacitos.
Elías no alcanzo a decir nada porque el tipo le colgó. No podía volver a la finca seria un desastre ahora importaba solo la vida de su hermano, se hacia mil preguntas sobre de quien era ese teléfono, quien de su familia estaba involucrado.
Manejo durante mas de media hora, acelero a toda velocidad, el corazón le palpitaba, sentía que no podría llegar los minutos eran mas y mas eternos, hasta que llego al lugar se bajo del auto, no temiendo por su vida, sino por la de su hermanito.
El teléfono volvió sonar, lo tomo temblando, antes busco en la guantera el arma que nunca había usado pero que siempre había llevado por insistencia de su padre en caso necesario, la tomo y aunque sabia como usarla le aterraba tener que ocuparla, por el momento no sabia que hacer.
-Señor Soler, lo hemos esperando tanto, en verdad aprecia la vida de este niño, se que tenia un evento familiar pero no creo que quiera boda y velorio al mismo tiempo.
- Estoy aquí para negociar, dime donde estas, suelta a mi hermano.
Un silencio se hizo del otro lado, el tipo parecía a ver tapado el micrófono, pero podía entender que discutía con los demás.
-¿Quién eres, donde esta el señor Soler?
-Soy Elías Soler, no soy la persona que buscas pero el dueño de este teléfono ahora no te atenderá, ya estoy aquí, déjame ver a mi hermano, vengo solo como lo pediste.- sabia que estaba haciendo un estupidez pero no había pensado mucho y le valía muy poco su vida en esos momentos, trataría de hacer un intercambio, apreciaba mas la de su pequeño hermano que la de él.
-Busca la bodega 215, sin trampas mocoso o le vuelo la cabeza si noto algo sospechoso. -colgó.
Elías camino buscando el lugar, escondió el arma en su pantalón y entonces encontró el lugar estaba demasiado oscuro, solitario, entro y al fondo vio una persona atada a una silla con la cabeza tapada con una bolsa y unos dos tipos custodiándolo.
Elías camino lentamente, el lugar era enorme, parecía viejo, abandonado, húmedo, vacío, trato de acercarse.
-Alto ahí- se escucho una voz desde la sombras, salió un hombre que al parecer no le importaba mostrar su rostro. – señor Soler, el prometido, no deberías estar celebrando en estos momentos, decidido venir a arreglar asuntos de la familia.
-Déjame verlo, déjame comprobar que es el... que lo tienes vivo.
-Porque desconfía tanto de mi señor Soler, bien muchachos muéstrenle el bello rostro del niño.
Los tipos destaparon a la persona sentada, y si ahí estaba el rostro de su pequeño hermano, lo habían golpeado pero su hermano sonrió cuando lo vio.
-Elías, no deberías estar aquí.
-Lian, esta bien, ya estoy aquí pequeño- miro al jefe de esos tipos- déjalo ir, lo que sea que les deba yo lo pagare lo triple pero déjalo doy mi palabra.
-No, no muchacho la verdad es que este niño no tiene nada que ver con nosotros, el señor Soler es quien nos debe favores. Pero nos ignoro todas las llamas y eso no se hace, déjame decirte como funcionan las cosas con el Camaleón, favor con favor se paga, ojo por ojo y diente por diente. Pero rompe eso y entonces la respuesta es la muerte.- el tipo apunto a la cabeza de Lian quien empezó a saltar en la silla asustado y llorando.
-No, no, no espera espera, no porfavor, no Lian no te asustes mírame, por favor no se que tratos tiene mi padre contigo no soy igual yo poseo unas acciones ajenas a la empresa te las voy a entregar todas en efectivo, tómame, tómame a mi pero déjalo vivir, no le hagas daño – Elías imploraba por la vida de su hermano, el tipo no jugaba pero no sabia en que se había metido su padre pues era la primer persona que le venia a la mente, si no porque secuestrarían a Lian.
-Muy buen trueque, pero no puedo hacer eso no soy una persona blandita- hizo una señal con los ojos y la cabeza hacia atrás de Elías. Elías no había notado que detrás de él habían dos tipos más que lo tomaron de los hombros y lo arrastraron hacia el tipo. Lo hincaron al golpearlo detrás de las rodillas, quedando frente a su hermano quien no dejaba de llorar.
-Me quedare con uno de ustedes nadamos, pero no seré yo quien haga ese trabajo, serán ustedes, esto será un recordatorio a su familia que no estamos jugando- quito su arma de la cabeza de Lian y del cargador saco casi todas las balas menos una y se las mostro a ambos, cerro el cargador.- ¿han jugado ruleta rusa?- giro el cartucho- solo uno sobrevivirá suelta al muchacho de las manos esto será divertido.- indico a uno de sus hombres- Primero el niño será una suerte para ti claro si la bala sale, te aseguro que quien salga victorioso sobrevivirá hasta que su familia vea lo que ocasionan si se meten con nosotros.
Los tipos soltaron a Lian, el muchacho seguía llorando, miraba a su hermano que estaba en la misma situación, aun portaba su traje formal, estaba lamentando estar en esa situación y todo por su rebeldía de irse de la casa, le había arruinado el momento a su hermano el día de su compromiso.
-Tomalá, te aseguro que si no jalas el gatillo los dos se mueren, espero que aprecien la vida uno del otro.
-Lian mírame todo esta bien estaré contigo si- Elías trataba de calmar a su hermano. El niño tomo el arma y se la puso en la cabeza, lloraba y miro la ventana, jalo el gatillo y ...
-¡PUM! Nada, bravo, eres un suertudo niño- solo se escucho un clic sin que ninguna bala saliera.- Tu turno señor Soler.
-Elías no, dispárame, déjeme tomar su turno.- la mirada de Lian era de suplica
-Cállate así no es el juego, vamos hazlo- el tipo le acerco el arma a Elías y el la tomo, realmente si salía la bala su hermano estaría a salvo, pero si no seria el turno de Lian nuevamente y la suerte no estaba de ambos lados en esos momentos por lo que pensó mas las cosas que cuando había llegado, se la coloco a la cabeza y cerro los ojos.
Abrió los ojos y solo alcanzo a decir- ¡AL SUELO LIAN!- saco su pistola que tenia culta y disparo a los dos que tenían primero a Lian y que eran los únicos que tenían armas visibles, Lian se boto al piso, se escucharon tres disparos al mismo tiempo, dos tipos cayeron al piso y una bala le toco a Elías en el hombro, tomo a su hermano y salió corriendo disparando hacia atrás, se escuchaban varias detonaciones al fondo.
-Ten corre al coche- le lanzo las llaves a Lian- los voy a detener un momento.
-Pero...
-Que corras maldita sea...
Lian salió corriendo escuchado detonaciones, vio el coche y se arranco sin dudarlo hasta su hermano, escucho algunas camionetas arrancar que eran en las que el había llegado, como pudo visualizo a su hermano y lo subió, notando que tenia varios impactos.
-Elías- dijo chillando.
-Vámonos- Lian arranco pero sabia que los seguirían, mientras su hermano se desangraba poco a poco haciendo presión en el estomago.
Encontraron la carretera pronto, así que Lian le dio todo sin saber exactamente donde estaban, a lo lejos una camioneta los seguía por lo que le dio todo, no importando que el suelo estaba algo resbaladizo, temía por su hermano. Elías iba sufriendo de dolor y con la vista nublada, la perdida de sangre le estaba ocasionando ver su vida pasar frente a sus ojos, de pronto el auto empezó a dar vueltas, el pavimento estaba tan mojado que Lian no pudo controlar el auto y los dos chicos se fueron a estrellar y caer hacían un barranco que parecía no tener fondo. Los tipos vieron como el auto se fue de pique y exploto en mil pedazos, el tipo se alejo con los hombres que le quedaban.
Aunque el barranco no era demasiado alto, la oscuridad no dejaba ver que solo era maleza, el auto si se había estrellado pero los chicos habían salido disparados antes de que explotara, Lian despertó aturdido con un dolor en el hombro y como pudo busco a su hermano parecía inconsciente, se acerco y aun tenia pulso, busco entre su ropa el teléfono de Elías, llamo a emergencias, para su buena suerte aun funcionaba y dio mas o menos la ubicación al ver el kilometro.
-Elías no te mueras no me dejes solo, perdóname porfavor.
La vida de Elías pendía de un hilo, seguían pasando imágenes de toda su vida, de su corta vida, sentía que se ahogaba y antes de poder dar un último aliento vio de nuevo la imagen de una chica llorando, jamás la había visto pero parecía triste, quiso tocar su mano, ella no parecía verlo, solo lloraba y pronto todo se oscurecía para ambos. El ruido de la ambulancia lo despertó un poco pero sobre todo un impulso eléctrico que le llego al corazón, había luces y paramédicos a su lado.
-Ya respondió, súbanlo. – ordeno uno de los paramédicos.
En la ambulancia seguían vigilándolo pero la perdida de sangre era demasiado, Elías perdía el conocimiento por minutos y volvía, cerro los ojos nuevamente y lo siguiente que vio fue una luz mas luminosa y menos movimiento, ya no seguía en la ambulancia. ¿Ya estaba en el cielo? Una chica estaba sobre él, buscando pulso y abriendo sus ojos para ver sus pupilas.
-Doctora tenemos pulso y reacción, pupilas reactivas.
-Julianna, has espacio a los residentes van a estabilizarlo.
Después de eso todo fue como sueño demasiado largo. Escuchaba voces muy familiares, Lian, mamá, papá, Daniel, médicos, enfermeras, unos gritos proveniente de otra habitación. "Olivia ya cálmate, administren sedantes"...
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