CAPITULO 11. CHOCOLATE.
Olivia se encontraba al borde de un techo del edificio del Hospital, sabía que si caía definitivamente moriría, pero eso ya no le importaba, sintió el aire fresco de esa mañana mirando hacia el horizonte, apenas se asomaba el sol y por eso cubrió el rostro con su mano. Tenía una bata blanca del hospital que le llegaba a las rodillas, miro sus muñecas aun con vendas y las empezó a quitar. Desde niña le había temido a las alturas y ahora estaba a punto de lanzarse aun así el miedo la estuviese consumiendo por completo.
-Lo lamento mamá, por no ser fuerte como me enseñaste, por no defenderme como quisieras. En verdad lo siento, pero ya no puedo. Tengo que fingir al sonreír desde tu partida, en verdad lo intente, seguir con mi vida sin que la culpa me consumiera, pero ahora que lo sé, supongo que este es mi castigo. – cerro los ojos y dejo que su cuerpo cayera por gravedad, pero sintió que unos brazos la jalaron hacia atrás cayendo de espaldas sobre alguien.
-¿Qué haces estas loca?
-Déjame en paz, suéltame – trataba de forcejear con alguien que la sostenía firmemente sin soltarla, hasta que la sujeto completamente, sin que pudiese moverse quedando arriba de ella. Era un chico de pelo castaño, de buen parecido, entonces lo recordó, el chico que había llegado cuando ella ingreso al Hospital desde aquella noche lluviosa. "El chico milagro" como habían dicho las enfermeras. - suéltame, déjame, no te metas en mis asuntos.
-Olivia...
La chica se quedo completamente desconcertada, como es que conocía su nombre si jamás lo había visto, aunque el parecía estar seguro de haberla nombrado.
-Voy a dejarte libre si te calmas, y me prometas que no vas a saltar. ¿Está bien?
-Que te hace creer que voy a hacerte caso.
-Se que no lo harás, por eso traje esto. - de su bolsillo saco una jeringa y sin dudarlo se la clavo en la pierna de la chica sin que pudiese decir algo. Solo se escuchó un quejido.
-Pero que fue lo que hiciste, tu estúpido. - lo empezó a golpear- porque me siento mareada. – la chica empezaba a ver borroso y todo le daba vueltas como si estuviese borracha.
-Es un sedante, lo lamento Olivia, pero es lo mejor, después me agradecerás, por cierto, soy Elías. – esas fueron las palabras que el chico alcanzo a decir hasta que Olivia se desvaneció, la tomo en los brazos y la cargo como pudo bajándola por las escaleras, por suerte el piso donde se encontraba no estaba tan abajo, bajo con cuidado por las escaleras, decidió no hacerlo por el elevador o seguramente asustaría las personas que bajaban. Llegando se encontró con un montón de enfermeros asustados que minutos antes buscaban a Olivia por todo el edificio.
Salieron corriendo para ayudar al chico que sostenía a Olivia toda sedada, se la quitaron y la auxiliaron.
-¿Y esta sangre?, por dios que hizo esta mujer nuevamente. – dijo uno de los enfermeros al notarle sangre en la bata.
-Solo esta dormida, le administre un sedante y la sangre bueno ... es mía- el chico se desplomo enfrente de todos con el abdomen sangrante. Elías no se había recuperado por completo, y sus heridas se habían abierto por el esfuerzo que había hecho al cargarla.
Había enfermeros y médicos corriendo en ese piso de recuperación auxiliando a los dos muchachos que se encontraban custodiados por policías y agentes. El piso era un caos, había familiares que se miraban entre si por el desastre ocasionado. Trataban de no estorbar mientras atendían a los dos chicos.
-Háblenle al Doctor Dariel Luna, su paciente requerirá ajuste en sedantes.
Se llevaron al chico a su cuarto de recuperación y la chica a uno que estaba a 4 habitaciones de la del muchacho.
UN MES ANTES ...
---- Ciudad Costa Azul 10 horas antes de los incidentes---
-Tortuguita hermosa ...- la voz de un chico pelinegro, alto y delgado se escucho desde el otro lado de un parque donde estaba una banquita junto a una fuente y ahí sentada una chica comiendo un helado.
-¡Gabriel!– grito la chica que salió corriendo, saltando sobre el chico para ser cargada al llegar y besarlo aun con los labios helados con sabor a chocolate.
-Mi sabor favorito.
-Que dices, tú no eres muy fan del chocolate.
-Exacto, pero si soy fan de tus besos bebe.
-Gabriel, te extrañe tanto, pero como sabias que estaría aquí.
-Tu amiga Julianna.
-Oh esa bruja, con razón me pidió ubicación pensé que se había fugado del hospital.
-Amor ¿quieres ir a comer?
-Si, muero de hambre.
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-Entonces estarás aquí en la Ciudad ¿Cuánto tiempo?
-Solo lo que dure este evento, hoy en la noche empiezo a tocar como H.ONE. Pero pedí una semana mas para estar contigo antes de que entres a la Universidad. Amor se que esto no es lo que había planeado. Pero tu no quieres casarte aún.
-Gabriel aun no termino la Universidad, además no me lo has pedido formalmente.
-Tienes razón soy un mal novio.
-Claro que no, eres el mejor. Además, no te sientas mal, te extraño, pero no estoy triste por eso.
-¿Es por lo de tu amiga?
-Si, ya no sabemos como sacarla de esa casa y no tenemos contacto con ella, desde hace semanas.
- ¿Quieres que la raptemos? – bromeo.
-Gabriel ...
-Ok, ok solo decía. Después de mi presentación de hoy, te juro que te ayudare a que puedas verla.
- ¿Enserio harás eso por mí? Pensé que te molestaría por que no paso tiempo contigo.
-Por que me molestaría, solo hare lo que te haga sonreír. Bueno comamos por que se enfría. Antes de que salgas no olvides llevar un paraguas, te esperare cerca del escenario. Terminando de tocar te llevare a algo que tengo para nosotros.
-Oh si es verdad el pronostico de lluvia. Bueno, solo iré porque que no veo en vivo a mi Dj favorito. Julianna no podrá ir, tendrá que estar en el Hospital después del castigo que le pusieron para no dejarla con una mancha en su expediente tendrá que ir a hacer prácticas, incluso si no esta en clases y son vacaciones.
El chico sonrió, definitivamente esa sonrisa cautivaba a Gris. Separarse de él, la entristecía, pero sabía que no podía detenerlo en lo que el amaba hacer. Después de todo así lo había conocido. Esa mañana la paso con él, para después despedirse y dejarlo prepararse para el evento de música "ALIVE ELECTRO MUSIC".
------ SANTA MARIA 9 HORAS ANTES DE LOS INCIDENTES-----
Desde la mañana se habían los preparativos para la cena de la noche que se tenia planeada sería el anuncio oficial del compromiso de Elías Soler y Corina del Olmo.
La madre de Elías se había encargado de hacer todo, desde el más mínimo detalle. Había reservado el mismo lugar donde su esposo había organizado la cena de compromiso de ellos cuando eran jóvenes. Era una finca pequeña afuera de la Ciudad, con aspecto colonial, pero bien conservada para la antigüedad. Contrato un banquete de diferentes platillos, aperitivos, con una fuente de chocolate enorme, cristalería fina para las mesas y las copas con las que se brindaría. El lugar estaba rodeado con jardines de rosas rosas, por lo que adorno con luces amarillas todo el lugar y le dio un toque aún más romántico con velas el centro de cada mesa.
Seguramente luciría espectacular al caer la noche. Con la probabilidad de lluvia, solo imploraba que no fuese un diluvio, aun así, el lugar no estaba sin techo mas que en los jardines traseros, desde la entrada un gran arco se alzaba hasta la entrada del salón principal. Esa noche dos familias además de socias en la empresa se unirían, la emoción de la madre de Elías solo estaba opacada por la desaparición de su hijo menor quien solo la había contactado días anteriores para decirle que estaba bien sin darle la ubicación exacta, pero eso la tenía todavía preocupada. Llamo a su hijo para corroborar que todo estaba bien con los preparativos de su traje formal que ella misma había mandado a hacer para tal evento.
-Elías, cariño como estas te quedo bien el traje?
-Hola mamá, me quedo muy bien solo harán algunos ajustes.
-Te dije que ha estado bajando de peso. Pero bueno me alegra que te gustara. Mi amor te veré mas tarde en la fiesta, ya solo estoy esperando a los chicos de la música para instalarlos. Saliendo me iré al salón de belleza. ¿Tu pasaras por Corina?
-Si mamá, de todos modos, tenemos que llegar al mismo tiempo. Saldré a comer con los chicos Daniel ya está mejor así que me confirmo su asistencia. Después de ahí me alistaré para el evento y pasare por mi novia ... prometida-corrigió- vaya se siente tan raro decir eso y me emociona.
-Cariño lo sentirás aún más cuando digas esposa, pero bueno recuerda que este evento solo será un momento, no te molestes con tu padre, solo evita las preguntas que te hagan de la empresa o de Lian.
-Esta bien, ¿sabes algo de él?
-No cariño, pero cuando me hable nuevamente tratare de convencerlo de volver. Bueno no hablemos de algo tan triste ahora. Prepárate te veo mas tarde y colgare porque ya llego el personal de la cocina.
-Ok mamá te veo más tarde a todos.
Elías colgó y se vio al espejo con un perfecto traje hecho a la medida. Sonrió, en sus ojos solo se veía una emoción por el momento mas importante de su vida. Se acomodo la corbata y se giro nuevamente para que le ajustaran el traje. Miro hacia la ventana donde observo unas nubes grises y amenazantes, aunque el Sol aún no se ocultaba por las enormes nubes. Nada arruinaría ese día, tan especial para él y más para su ahora prometida. Saliendo se encontró con Marco y Daniel quienes lo esperaban para salir antes de que su soltería acabara en unos meses.
----- Ciudad Costa Azul 7pm------
Esa noche apenas unas gotas empezaban a caer antes de que la tormenta como se había pronosticado llegara, a veces cambiaba repentinamente pero realmente empezaba a llover. La familia de Olivia se había reunido por el cumpleaños de una de sus primas.
Ella estaba sentada al borde de su cama, había accedido a cenar, pero ver a toda su familia señalándola seria un sufrimiento sobre todo porque siempre había sentido la hostilidad y por eso vivía alejada de todos. Bajo las escaleras silenciosamente y todos estaban reunidos en la sala charlando había familiares que tenia tiempo de no ver por lo que le resultaban unos extraños. Se acercó, pero las miradas eran algo como de burla por parte de algunos y de otros tan falsas que sentía la hipocresía cuando se acercaban a saludarla.
-Cariño pero que hermosa estas, cuanto tiempo sin verte.
-Olivia eres de nuestras sobrinas mas chicas y aun así de las mas olvidadas, tienes que pasar mas tiempo con la familia.
-La abuela pregunta por ti, ven siéntate a lado mío.
-Tu padre debería hacer reuniones mas seguidas, la familia es lo más importante.
-Esta bien yo solo, estaré un rato...es que no me he sentido bien. – se alejo un poco Olivia de toda la multitud.
-Debe ser por toda esa situación ... - comento su prima una chica de pelo rojizo con un vestido entallado.
-Camila cállate, eso no se va a mencionar en esta cena.
-Que es lo que no se va a mencionar – desde la puerta principal llego su madrastra junto a su padre quienes traían un enorme pastel para celebrar el cumpleaños numero 20 de su prima, lo noto por la enorme vela con ese número.
-Oh nada, querida que hermosa estas tienen meses que no te veo. – se dirigió hacia la señora elegante que caminaba desde la entrada.
-Oh Dina tu siempre tan encantadora conmigo.
-No por nada eres mi cuñada favorita, mi hermano supo escoger una esposa tan linda como tú. Mi hija esta tan emocionada de estar aquí, quería venir a esta Ciudad y ahora que entrara a la misma Universidad que Olivia esta tan encantada de mudarnos aquí con ustedes.
- Y por eso este cumpleaños es también su bienvenida. Por eso traje este vino.
La familia se acomodó en una mesa enorme donde estaban 20 personas o más, la cena se sirvió mientras platicaban entre ellos. Olivia se había sentado a lado de su padre quien estaba al frente junto a su esposa del otro lado. Se sentía rechazada pero su tía Dina no dejaba de hablar de lo mucho que extrañaba Italia y de una amante que tuvo hace años por lo que trataba de fingir que le interesaba la plática.
-Me alegra de Camila y tú se muden a esta Ciudad. Les encantara, la Universidad es hermosa. Camila cariño te encantara Olivia puede enseñarte el campus cuando lo desees.
-No lo sé, preferiría ir sola. – se acomodó el pelo hacia atrás haciendo una mueca.
-¿porque lo dices cariño?
-Bueno, apenas voy a entrar y lo que quiero es entrar con una buena imagen a la escuela, no quisiera que me compararan con...- la chica sintió una patada del otro lado de la mesa por parte de su madre. Y una cara amenazante.
-Lo que ella quiso decir es que...
-Está bien. - interrumpió Olivia- creo que ese tema no se puede ignorar.
-Olivia, no toques ese tema en la mesa, te dije claramente que no quería volver a escuchar de eso, además hemos considerado cambiarla incluso, salir del país.
- ¿qué?, pero es una locura, creo querido hermano que exageras las cosas.
-Aún no lo decidimos, pero eso podría no estar a discusión. – dijo su padre mientras bebía de su copa.
Su prima era una chica muy bonita, pero demasiado arrogante y presunciosa. Y es que siempre desde niñas discutían jamás habían tenido una buena relación. Siempre que la veía trataba de hacerle la vida imposible pero nunca entendía de donde venia ese odio.
-Así que Olivia, dime tus planes son en esta Ciudad o ¿planeas salir?
-Me gustaría salir eso creo.
-Deberías ir a Italia hay muchachos lindos, seguro te gustara ese ambiente.
-Camila... - interrumpió su madre.
-Mamá, somos adultas, podemos hablar de eso.
-Pero no de esa forma.
-Bueno, ella también tiene rasgos italianos por su difunta madre, oh perdón tía espero no le moleste que hable de su antigua amiga. – dirigió su mirada a la madrastra de Olivia quien bebía una copa.
-No me molesta, ella y yo éramos amigas, por que debería molestarme.
-Bueno es que ahora que esta con el padre de Olivia hablar de su antigua mujer podría ser incómodo. - sonrió.
Olivia estaba incomoda entre esa conversación. Apretó el puño y arrugo una servilleta, pero trato de calmarse.
-Hija hablar del pasado a veces puede traer recuerdos, pero, todo está bien, pero ya no hablemos de eso. Mejor hablemos de algo más alegre.
-Por qué hablar de mi madre es un tema triste, desde cuando eso no debería ser mencionado. - Olivia alzo la voz haciendo que los demás salieran de su plática privada y dejaran incluso de comer.
-Olivia no le hables así a tu madre. – volteo su padre a mirarla.
-Ella no es mi madre. – gritó molesta.
-Olivia, si vuelves a alzar la voz dejaras esta mesa.
-Querido déjala esta bien, ella no debe llamarme así, si no quiere. – la mujer se acerco hacia su esposo quien estaba a punto de abofetear a su hija.
-No, ya he dejado que su comportamiento empeore, yo tengo la culpa por no ponerle atención cuando era niña, pero, ahora es una mujer tiene que entender su lugar.
-No tienes por que regañarme como si fuese una niña, solo por que esta señora te mueva como su títere. Porque no acepta que traiciono a su amiga.
El padre de Olivia dio un golpe en la mesa con el puño, tomo su copa de vino blanco aventándolo en la cara de la chica, quien se quedó inmóvil y con los ojos llorosos, no por la humillación ante su familia. Si no por el coraje que le ocasionaba que siempre la defendiera a ella y no a su propia hija. Se levanto de la mesa, pero fue tomada del brazo de su padre.
-No te he dado permiso de levantarte de la mesa.
-Tu no tienes autoridad sobre mí, te recuerdo que soy mayor de edad. - se safo del brazo de su padre y salió corriendo por las escaleras hacia su cuarto, se limpiaba las lágrimas como podía y con el impulso de su coraje tomo una maleta, la empezó a llenar de ropa cuanto pudo. Aunque afuera ya era un diluvio no le importaba saldría por esa casa y no volvería. O ese era su plan.
Abajo todos estaban sin nada que decir por lo que decidieron irse aun con la lluvia. La tía de Olivia decidió llevar a su hija a casa de una conocida en lo que se calmaban las cosas en la casa, antes de poderse mudar, aun con las suplicas de la Señora de la casa.
-En serio que vergüenza, supongo que yo también tengo culpa del comportamiento inmaduro de Olivia. Pero te juro que eso cambiara. Deberían quedarse.
-No, esta bien, dejaremos que se le pase el coraje que tiene. No te preocupes por nosotras. Además, mi hermano nos llevara quédate en la casa Olivia no la está pasando bien.
-Eso hare.
Mientras Olivia, se aseguraba que ya nadie hubiese en casa, salió corriendo del cuarto con la maleta, tomo las llaves de uno de los coches de su padre y se dirigió a la cochera trasera. Antes de poder arrancar a lo lejos vio una silueta de un joven, estaba parado bajo la lluvia hablando con una mujer que sostenía un paraguas, hasta que la reconoció, era su madrastra parecía que discutían, se acercó más aun así se estuviese mojando por completo. El agua estaba helada pero poco a poco eso ya no era importante porque entonces vio a William, no estaba entendiendo nada. Tomo valor para enfrentarlos a ambos, no sabía que relación tenia su madrastra con él, pero seguramente no era nada bueno sobre todo cuando escucho la conversación.
- "Te dije que te alejaras de ella, eres el pasado que quiero dejar atrás"
-Nosotros ya te olvidamos hace mucha mamá.
-¿mamá? De que están hablando- se acercó Olivia toda mojada completamente, temblando ya no de frio si no de coraje.
-Pero ¿qué haces aquí niña? – volteo la mujer algo molesta mirándola de pies a cabeza.
-El te llamo madre, tu dijiste que tu familia había fallecido en el extranjero. – replico.
-Por supuesto que morimos para ella, pero no de esa forma, así que le mientes a tu nueva familia. – respondió William mirándolas a ambas.
-Vete de aquí William, hablare con ella.
-No, tienes mucho que explicarme William, no te atrevas a irte.
La madrastra de Olivia la tomo del brazo fuertemente y mirándola de una manera que jamás había visto. La había descubierto.
-Lárgate de aquí, si no te vas el trato se termina entre nosotros, decide nuevamente a quien quieres ver sufrir más.
-Chris, dejo de preguntar por ti cuando creció, dejaste a un niño de 3 años que afortunadamente olvido ese infierno, sin su madre. Jamás sabrá que el hombre al que llama papá no es en realidad eso. Se ha convertido en un gran chico y eso no gracias a ti.
William se quedo parado bajo la lluvia, apretando ambos puños, y mirando a la chica que amaba, pero, con todo el dolor que sentía dio vuelta. Se subió a su moto arrancando y saliendo por el porto trasero. Olivia salió corriendo detrás de él pero su madrastra la tomo del brazo y la jalo hacia la casa. Como pudo la metió y la empujo tirándola al piso.
-No trates de explicarme, te voy a desenmascarar, frente a todos, no tienes a donde ir.
-Ya basta niña, si me descubriste, pero no es lo que crees. Ya no te mentiré, pero si quieres saber todo espero que sepas soportarlo.
-¿De qué hablas?
-Olivia has vivido engañada la mayor parte de tu vida. Todos te han mentido en algo. Pero eras muy pequeña para recordar, yo te hare salir de tus recuerdos a ver si así sientes un poco de pena por ti y no ser siempre la víctima.
-De que estas hablando. Seguramente tú también tuviste que ver en esas fotos ¿no es así?
-No, en eso claramente no tuve que ver, pero si ese niño hizo algo así, supongo que puedes culparme por no educarlo adecuadamente. Por eso accedí al juicio, pero tu te negaste. La verdad es que, mi familia murió en el extranjero o eso dije para no ser señalada como la esposa de un traficante de armas, en ese entonces mi hijo menor tenia 3 años, tuve que dejarlos ya que ellos me atarían a el por siempre. Sobre todo, William, su viva imagen ahora que lo veo me recuerda su padre de joven. No sabes lo que sacrifique para venir aquí, tu madre entonces me conoció y yo entre a trabajar a su empresa, pero se entero de la verdad que éramos amantes desde hace mucho tiempo.
-¿Qué estás diciendo...
-Ambos lo sabían, sobre todo cuando se entero que mi hijo menor era hijo de su esposo- Olivia abrió los ojos, levantándose del piso poco a poco- así es de tu padre, producto de un encuentro en Francia, sorpresa tienes un hermano. Tu padre siempre quiso conocerlo, pero entonces mi exesposo le negó todo por que estaba bajo su apellido. Algo que mi hijo desconoce hasta el momento, parece que mi exesposo salió de la cárcel y entonces se hizo cargo de los niños. Tus padres se estaban divorciando por una infidelidad no de tu padre si no de tu querida madre.
-Mientes...
-Enserio crees que miento, mírame a los ojos y dime si miento. Es toda la verdad, todos pensaron que éramos amigas porque siempre nos veían juntas, pero la verdad es que nos veíamos para discutir sobre ustedes, quien sería el mayor heredero. ¿La hija primogénita o el único hijo varón de la familia?, por supuesto yo demandaría con pruebas y además tu padre odiaba a tu madre por meterse con su socio. Incluso dudaba que fueras su hija.
-¿por qué amenazaste a William?
-William no quiere que Christopher sepa toda esta situación, no sabe lo de su padre, y a mi me tiene como una mala madre que lo abandono. Le dije que, si no te dejaba aparecería nuevamente en sus vidas y entonces le contaría la verdad a mi hijo. Imagínate borrarle esa imagen de su padre como héroe, no se que historia le contaron pero seguramente le derrumbarían su mundo sobre todo por que es policía. Hijo de un traficante, seria muy malo para su perfil.
-Eres una ...
-ah ah, cuidado con lo que me dices. Además, ahí no termina esta historia. Te dije que, si querías saber todo tendrías que escuchar bien y tomar las consecuencias, así como tu madre no era lo que aparentaba, tu tampoco. ¿Recuerdas el accidente?
-Por que mencionas eso. Tu fuiste la causante de eso, pero jamás me creyeron.
-O eso es lo que recuerdas.
-Tu lo provocaste, ibas con mamá discutiendo, desperté del asiento trasero por los gritos de ustedes ¿crees que no lo recuerdo?
-Por supuesto que así paso, pero omitiste una parte la razón por la cual discutíamos. Yo tenia en mi vientre al hijo que crecería con su padre, me desaparecí unos meses, pero solo tu padre sabio mi ubicación hasta que enfrente a tu madre para que accediera al divorcio. Me subí a su coche en un semáforo, tu estabas dormida. Por supuesto trato de bajarme, pero entonces arranco el coche, hahahaha – se burló- esa mujer estaba loca, dijo que nadie se quedaría con nada y que ambas moriríamos, pero recordó que llevaba a su pequeña en el siento trasero. Yo la detuve, pero ella en verdad estaba mal de la cabeza, ahora entiendo que le heredaste eso. Mientras discutíamos tu despertaste, no era yo la que traba de matarlas, era ella. Pero entonces tu te abalanzaste sobre mi y tu madre trato de quitarte, pero mientras te subías sobre mí con tu pie moviste el volante haciendo que ella perdiera el control del coche y tuviéramos ese accidente. Tu tuviste suerte, pero mi hijo nonato no, y tampoco tu madre que no alcanzo a salir del auto por ayudarte a salir.
-Mientes, mientes, mientes- Olivia grito desesperada.
-Sabes que es lo más triste es que si tu no hubieses intervenido quizá ella estaría viva. Yo perdí a mi bebe y tu a tu madre quizá estábamos a mano. – sin embargo, fue interrumpida por una bofetada de Olivia que solo lloraba desconsolada.
-Me estas mintiendo yo no....
-Olivia crees que vas a esconderlo siempre, lo oculté aun con el dolor que me causaste, pero accedí por que entonces tu madre ya no estaba y ella era la única que sabia de mi otro hijo. Por supuesto que su imagen quedo intacta por que nadie más sabia de sus infidelidades y yo no dije nada sobre tu culpa, habías borrado eso de tu memoria por el golpe. Todos somos culpables en algo y ahora que lo sabes puedes cargar con esa culpa por siempre. Tu padre lo sabe y por eso te mantenía lejos.
Olivia salió corriendo de la casa, llorando, sentía que la cabeza iba a estallarle, pero no podía pensar, tomo el coche donde iba a escapar antes, arranco aun con la lluvia, todo le daba vueltas. Y entonces como si hubiesen desbloqueado su memoria ahí entre esas imágenes revueltas estaba esa escena la misma que describió su madrastra, tal cual lo había dicho. Se detuvo de golpe a la orilla de la carretera, y lloro cuanto mas pudo, en verdad ella había ocasionado ese accidente.
Le dolía el pecho y no estaba pensando en realidad. Se quedo un tiempo en el auto con la mirada vacía y perdida, miro la hora 09:35 pm, arranco el coche, pero se había atascado en el lodo. Salió aun así la lluvia la estuviera empapando aun mas y camino alrededor de una hora y media. En realidad, ya estaba más cerca de su departamento así que ahí se dirigió pesando que podía ver a sus amigas. Pero llego y no vio a nadie, estaba vacío tan vacío como su casa, en realidad no tenía nadie con quien desahogarse. De una cajita encontró su teléfono, lo prendió y marco el número de Gris.
- ¿Olivia? Eres tú.
-Gris yo, yo no estoy bien. – dijo con la voz cortada.
-Olivia, ¿dónde esta, dime donde estas?
-Estoy en del departamento, yo, yo hice algo y no se cómo lidiar con eso. – sollozo.
-Olivia, no te escucho bien estoy en el festival de música, tratare de ir a un lugar con menos ruido, ¿dijiste departamento?
-Gris, lo lamento, quizá no soy una buena persona como siempre me dijiste. Yo, asesine a mi madre y a mi hermano.
-Olivia, esper que dijiste, espera, espera
-Lo lamento Gris. - colgó.
Gris se quedó asustada, pero no dudo mucho y salió corriendo a su auto para ir al departamento, conduciendo como loca pasando semáforos, tenía un mal presentimiento y es que la voz con la que la escucho no era la de su amiga de siempre si no como una persona que estaba desesperada y pensaba lo peor.
Olivia se quedó un momento pensando, abrió los mensajes, aun eran demasiado hirientes y llegaban sin parar por lo sucedido con las fotos. Tomo el teléfono y lo azoto. Salió en dirección al cuarto de Julianna, ella sabía que a veces dejaba sus cosas de la escuela y no dudo en tomar un bisturí de una cajita.
Realmente no estaba pensando, pero la culpa ahora rondaba por su cabeza. Toda su vida había culpado a alguien mas y ahora que la verdad se había revelado no podía con eso. Se dirigió a la regadera y abrió la llave para lavarse el lodo de su vestido blanco achocolatado, se sentó debajo mientras veía el bisturí. La situación se señalarla ya era demasiado y ahora conocer sobre su pasado la habían llevado al borde la línea, su madre le había enseñado a ser fuerte pero realmente se sentía débil. Y entonces lo hizo...
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