CAPITULO 1. AZUL
"No teníamos ninguna relación, ni conexión, no éramos siquiera compatibles aun así el destino se encargó de unirnos de manera dramática y así comenzó como subir a la superficie para poder respirar manoteando con todas mis fuerzas, luchando por obtener una bocanada de aire para poder vivir..."
Olivia pasaba sus horas libres observando al chico de piel bronceada en el campo de futbol americano, sus marcados músculos remarcados con la ropa ajustada resaltaban aún más cuando a plenos rayos del sol el sudor mojaba la playera con el número 05 y el nombre del equipo de su campus "TITANES". Tomo el lapicero que tenía en la boca y comenzó a dibujarlo detalladamente, tomando así la belleza de su figura, su rostro.
No le era difícil había comenzado a dibujar desde los 13 años de manera profesional y ahora cursando el segundo año de diseño gráfico sus habilidades eran las mejores. Pauso de manera súbita cerrando su boceto por la aparición de Gris su amiga y compañera de habitación.
-Vaya así que aquí estas, te he buscado por todo el campus, ¿Vas a faltar otra vez a la clase de Mercadotecnia? – se acerco la chica de pelo platinado con una bebida en sus manos y con la otra bloqueando los rayos del sol.
- ¡Gris! No... yo solo estaba despejándome es todo- sonrió, acomodándose en el asiento de las gradas.
-Claro, entonces por qué dibujabas los pectorales de William, no pongas esa cara de sorprendida te vi, ¿porque no solo vas y le hablas?
-Gris no, ya sabes lo que dicen de él, además no quiero quedar en ridículo frente a todos si me rechaza, mejor vamos a la clase antes de que le llegue la queja a mi padre otra vez- tomo sus cosas y se dispuso a caminar .
Ambas dejaron el campo de futbol y caminaron entre los árboles frondosos que con su sombra atajaban del radiante sol de ese verano con una temperatura tan sofocante que los 40°C parecían ser 50°C.
A lo lejos William observaba la figura de Olivia con ese vestido azul cielo que combinaba con su cabello negro recogido con media coleta y su piel blanca. Sonrió y volvió a su entrenamiento como siempre, lanzando la pelota unas cuantas yardas.
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Solo a unas escasas 3 horas se encontraba el campus universitario de Elías, marcando casi las 2pm la clase de finanzas término y se puso en marcha hacia la salida principal, pero fue detenido por Daniel gritándole desde la puerta hacia el pasillo.
-Elías, ¿así es como abandonas a tus amigo?, hey acuérdate de ir al entrenamiento recuerda que el campeonato es más importante que tu novia. ¿Hey me escuchas?
-Anotado, espero llegar, tú me cubres- corrió y se subió a su camioneta, vio a Daniel que corría casi sin aliento sin poder alcanzarlo. Aun así, arranco y sonrió por la forma en que Daniel lo correteaba.
Recorrió el centro universitario hasta llegar a Arquitectura, se aparcó y espero a su novia ... Corina quien ya iba saliendo, saludándolo desde el fondo con unos tubos enormes donde parecía llevar unos planos junto a sus amigas.
-Corina ¿Revisaste las listas de popularidad del campus?, Elías es el más lindo del centro universitario, 2 años consecutivos en los primeros puestos – dijo Beatriz revisando su teléfono a prisa, buscando una foto y enseñándosela a todas.
-Serian 3 pero su hermano aún estaba en último año cuando él entro, porque no le dices que me presente a Daniel o a Marco- replico Mariela palmeando el hombro de Corina de forma suave.
-A caso crees que te harán caso solo piensan en su campeonato, quizá si te conviertes en flecha sería posible- dijo Beatriz de forma burlona.
-Chicas ya, conocer a Elías fue lo mejor que me paso y ahora que llevamos casi 4 años ya veo nuestro compromiso-
Elías se acercó subiendo los escalones y dirigiéndose a tomar las cosas de Corina.
-Amor déjame ayudarte, hola chicas- volteo a verlas con una sonrisa coqueta.
-Hola Elías- dijeron todas con un suspiro
- ¿No iras al entrenamiento hoy? -
-Llegare un poco tarde Daniel me cubrirá, iremos a comer, no recuerdas que cumplimos un mes más, tontita- sonrió y tomo su mentón de forma dulce.
-Elías yo... enserio lo siento he tenido exámenes y proyectos- reacciono admirada tocándose el pecho con la mano en forma de disculpa.
-Lo sé, no te preocupes, iremos a un lugar muy especial- Sonrió como siempre y tomo su mano.
Corina volteo para ver a sus amigas y les aventó un beso con su mano despidiéndose y guiñando un ojo.
-Adiós chicas, bonito fin de semana-
Salieron del campus y se adentraron en la carretera para ir por toda la costa, llegando a la plaza principal donde se aparcaron frente al restaurante "Amanecer", un lugar fresco con vistas a la playa. Llegaron y Elías pidió su reservación y fueron llevados a una mesa con vista al mar.
-Este lugar es hermoso, desde ahora será mi lugar favorito- dijo de forma alegre formando un corazón con las manos.
-Me encanta que te guste, tu sonrisa es lo más hermoso que me gusta ver cada día-
-Que dices entonces ¿No soy bonita? -
-Claro que sí, pero esa belleza brilla aún más cuando sonríes- se acercó a besar su mano y tocar su mejilla. Cuando fueron interrumpidos por el mesero.
-Perdón, yo los atenderé, ¿están listos para ordenar? -
-Por supuesto, esto es lo que ordenaremos- dijo Elías tomando la carta y señalando su pedido.
La tarde se pasó entre risas, en una cita inolvidable por el aniversario que Elías había estado preparando para estar con Corina, sabía que la temporada de exámenes ponía locos a todos, pensaba en su campeonato que estaba cerca pero aun así quería pasar más tiempo con ella pues sabía que el amor que sentía era puro y verdadero.
Había ordenado lo que más le gustaba a Corina incluso un postre que ella solía pedir siempre que salían. Llegaron unas flores rojas mientras Elías tomaba de su saco una cajita que contenía un collar con el dije de un sol.
-Amor esto es tan hermoso, me encanta, me encanta-
Elías se acercó a colocárselo, removiendo su cabello y dándole un tierno beso en el cuello.
-Amor perdón, iré al entrenamiento, además sé que tienes exámenes te compensare más tiempo en esta semana, es una promesa.
-Está bien, yo solo quería pasar más tiempo contigo, aunque tenía la idea de pasar esta noche en un lugar más privado- lo miro con una cara picara y metió su mano bajo la mesa para acariciar su pierna.
-Creo que Daniel estará encantado de cubrirme el día de hoy ¿a dónde quieres ir? -
Llegaron al hotel y Elías cerró la puerta besando apasionadamente a Corina, solo se escuchaban suspiros y labios chocando. No era la primera vez que estaban juntos, pasaban noches de amor y lujuria siempre que podían, sin embargo, por temporada de exámenes y actividades extracurriculares tenían semanas sin encontrarse de esa forma. Corina desabotono la camisa de Elías poco a poco dejándolo sin ropa, recorriendo sus anchos hombros con sus uñas. Mientras Elías quitaba lentamente la ropa de Corina, la tomo entre sus brazos y la cargo hacia la cama donde sus cuerpos se hacían uno y la noche era tan corta para disfrutar de aquel sublime momento.
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