Capítulo XXIX
La noche llego y el ambiente en aquella casa era silencioso.
Hinata estaba encerrada en su habitación, las palabras del Uchiha le dolían pero saber de él la había tranquilizado.
Miro cada rincón de aquel dormitorio y suspiro, era triste para ella saber que amaba un hombre que estaba renunciando a todo.
Se levantó de la cama, necesitaba tomar aire, necesitaba pensar mejor las cosas.
Tomo una chaqueta de Sasuke y pudo oler el grato aroma qué salía de aquella prenda.
Cerro los ojos mientras la sostenía con más fuerza recordando los momentos mágicos con aquel azabache.
Sonrió tan solo de pensar en el rostro de el Uchiha, era difícil amarlo pero no podía mandar en su corazón.
Salio de su habitación con cautela pues despertar a alguien no era lo mejor.
Camino despacio tratando no emitir algún sonido, necesitaba estar sola, pensar y solucionar el embrollo qué sé aloja a en su mente.
La luz de la luna iluminaba de manera especial aquel jardín, camino sobre aquel césped pensando una y otra vez por todo lo que había pasado.
Desde la muerte de su padre su vida había cambiado abruptamente, ahora ella sería madre.
El viento movía su cabellera corta, su mirada se fija en aquel obscuro y estrellado cielo mientras recordaba los momentos de felicidad que vivió junto a su azabache.
. - Es noche y podrías resfriarte. -La voz de aquel joven la hizo sobresaltar,no esperaba encontrarlo ahí, a su lado.
. - Necesitaba pensar. - Lo miro y pudo notar la sonrisa del pelirrojo.
. - Pensé que nunca nos volveríamos a ver. -
. -Lo se,paso mucho tiempo Gaara. -
. - Demasiado, llegue muy tarde Hinata,cumplí mi sueño de ser medico pero sacrifique otra parte de mi felicidad. - Aquel hombre se acerco aun más a la ojiperla, verla ahí bajo la luz de la magnífica luna le hacía perder la cordura.
La Hyuga vio extrañada el comportamiento de su antiguo amigo, sus palabras no las entendía.
. -Será mejor que vayas a dormir Hina. - La voz de Kiba hizo qué ambos lo vieran con sorpresa.
. - Si, creo que es lo mejor.
Buena noche Gaara, buenas noches Kiba. - La joven comenzó a caminar hacia la casa, el ambiente entre aquellos jóvenes era tenso, no lo entendía.
Los tres habían tenido una buena infancia juntos y ahora parecía que aquello había sido mentira.
Gaara también comenzó a caminar para irse a su recamara pero el agarre del castaño lo hizo parar.
No quería discutir una vez más con el pero no tenia ni la más mínima intención dejar de intentar ganarse el amor de la Hyuga.
. - Basta Gaara, deja en paz a Hinata. - La voz de aquel castaño demostraba lo enojado qué sé encontraba, no quería pelear con aquel pelirrojo pero no dejaría que su antiguo amor sufriera una vez más.
. - No voy a dejar de luchar por su amor, no lo haré hasta que ella me lo pida.
Asi qué deja de joderme. - El pelirojo se soltó del agarre del castaño, no entendía el actuar de su amigo pero no decistiria.
Kiba se sentó en uno de aquellos lujos sillones de la sala, se sentía tan decesperado, quería que aquella ojiperla fuera feliz y sabia que junto a Gaara no encontraría aquella felicidad.
Suspiro cansado, quería regresar a su casa junto a su madre y continuar su vida como si nada pasara pero en esos momentos no podía lograrlo.
Era algo improbable el qué un joven como el estuviera envuelto en aquellos problemas.
Tampoco podía asimilar el cambio tan drástico que había dado la vida de la joven, era como una película.
Cerro sus ojos pues el cansancio estaba comenzando a surtir efecto en su cuerpo.
Después de algunos minutos los abrió pues la presencia de alguien frente a el llamo su atención.
. - No te entiendo, todo esto que estas haciendo me parece algo muy ilógico. - Konan lo veía de manera sería mientras se cruzaba de brazos.
Aquella joven quería respuestas pues la situación era rara e incomprensible para su mente.
. - ¿A que te refieres?. - Kiba masajeo su frente haciendo pequeños círculos con la yema de sus dedos , estaba estresado.
. - A todo, tu actitud frente a tu antiguo amigo, el rendirte con Hinata y el repentino interés en Ino. - El castaño hiba hablar pero la mirada de la peliazul lo hizo callar. - Y no me vengas con una excusa barata Kiba, así que explicate porque no pienso dejarte ir hasta que mi cerebro procese todo. - Konan se sentó junto a aquel castaño, era su amigo y quería ayudarlo.
. - Todos nosotros sabemos que Hinata de verdad ama a Sasuke, como lo mencione antes ellos van a ser padres y ese lazo jamás va a romperse.
Quiero alejarme y ayudarla a ser feliz, se lo merece,asi qué lo más sincero es que yo la proteja mientras ese imbecil no esta.
No quiero que salga lastimada por toda esta situación,Gaara también la ama pero me temo qué en estos momentos Hina no esta bien. - Kiba suspiro con pesadez, temía qué su decisión fuera equivocada.
. - Tal vez tengas razón pero la última decisión la tomará Hinata.
No sabemos todo lo que Sasuke le hizo, es difícil tratar de buscar lo que es correcto en esta situación.
Y cón respecto a Ino, ¿Qué te sucede?. - Konan pudo percatarse de el sonrojo por parte del castaño al escuchar el nombre de la rubia.
. - Solo quiero ayudarla.
Ambos estamos pasando por un mal momento, después de todo las personas que amamos aman a alguien más. - El castaño volvió a cerrar los ojos tratando de olvidarse de todo por un momento, estaba cansado física y emocionalmente.
. - No puedes engañarme pero esa respuesta me bastará por ahora.-La joven se levantó de aquel sofá para después tomar la mano del castaño y jalar con fuerza de el. - Es hora de ir a la cama así que mueve tu trasero y subamos, le dije a Yahiko qué iría por un vaso con agua así que no dudo que ahora esta pensando que escape de el. - Kiba sonrió un poco al imaginarse al pelinaranja formulando ideas locas en su cabeza.
Se levantó con ayuda de Konan y ambos se dirijieron a las escaleras.
Aquella noche Kiba disfrutaría más que nunca de acostarse y descansar.
.
.
La voz de Hanabi resonaba por su habitación, aquella pequeña se había encargado de despertarla con cuidado.
Parpadeo con pesadez al recibir los rayos del sol, bostezo un poco para después abrir sus ojos. Grande fue su sorpresa al percatarse de la presencia de aquella mujer azabache.
Se levantó de inmediato al ver frente a ella a Mikoto.
. - Buenos días Hina. - La voz de la mujer era baja una sonrisa se dibujaba en su rostro.
. - Buenos días Mikoto. - Hinata sonrió extrañada por aquella situación mientras qué la niña veía a ambas mujeres en silencio.
. - Lamento entrar de esta manera en tu habitación pero quisiera pedirte un favor. -
. - Claro que si Mikoto, ¿Qué pasa?. - Hinata se acomodo mejor en la cama esperando que la mujer Uchiha hablara.
. - Estaba pensando en ir a caminar un poco y quería saber si tu quisieras acompañarme.
Estos días no me hacieron bien y por ahora necesito pensar en la decisión que estoy a punto de tomar. -
Hinata se acerco a la mujer para después abrazarla, podía darse cuenta de lo mal que se sentía, le dolía verla de esa manera.
. - Si Mikoto, por supuesto.
Somos una familia así que cuenta conmigo, solo dejame tomar un baño y de inmediato bajo. - Ambas mujeres se separaron con una sonrisa es sus rostros.
. - Muchas gracias Hinata, pediré que nos hagan el desayuno. - Mikoto salio de aquella habitación junto a la pequeña niña.
La Hyuga se levantó y comenzó a buscar ropa en aquel armario,sabia que estaba tomando ropa de Sakura pero con todo lo sucedido ella aun no había podido hacerse de ropa propia.
Tomo un baño rápido y comenzó a alistarse, cepillo su cabello y se puso un poco de loción.
Salio de su habitación y comenzó a dirigirse al comedor.
El silencio demostraba qué la mayoría de los habitantes de aquella casa aun seguían descansando.
Al llegar al comedor pudo encontrarse con Mikoto y Hanabi desayunando con tranquilidad,tomo asiento y espero en silencio su desayuno.
. - Al parecer no fuimos las únicas, Ino salio a correr y Temari salio con Rin por la despensa qué hace falta.
Son tan fuertes. - La matriarca Uchiha sonrió mientras comía otro trozo de fruta.
. - ¿Como esta Ino?, bueno no es que...-La ojiperla callo de golpe, no podía ventilar el secreto de Ino.
¿Y si Mikoto no lo sabia?.
Se apresuró a tomar su té y pidió a dios que la mujer frente a ella ignorara aquellas palabras.
. - Tardará en superarlo, ambos se amaban pero las circunstancias no fueron favorables para ninguno de los dos. - Hinata miro con sorpresa a la mujer azabache, no podía creer que supiera que sucedía. - No me mires así,los conozco desde pequeños, podía darme cuenta de como Ino miraba a Naruto y como el después de una lucha interna termino aceptando lo que sentía por ella.
La verdad fue extraño poder escuchar los sentimientos qué tenia por Shion, estaba segura de que Naruto e Ino terminarían con unos hermosos hijos . - Mikoto limpio sus labios con delicadeza al terminar sus alimentos.
. - Yo nunca lo imagine, pensé que ambos eran muy buenos amigos.
Y con respecto a Shion, ella también lo ama. - Hinata seguía comiendo aquella deliciosa fruta con yogur.
. - Terminé, ¿Puedo irme a jugar abuelita Mikoto?. - La voz de Hanabi interrumpió aquella charla y tras recibir una respuesta positiva la pequeña niña se despidió de ambas mujeres y salió feliz del comedor.
. - Es tan adorable, al verlas puedo asegurar que su madre era preciosa. -
. - Si, era muy hermosa. - La Hyuga sonrió al recordar a su madre.
Era una mujer amable,sonriente, educada y dedicada a su familia.
Creció siendo testigo del gran ser humano que era.
. - Es mejor que nos vayamos. - La matriarca Uchiha se levantó de aquel comedor y agradeció a una de las empleadas por la comida.
Ambas salieron en silencio, la matriarca Uchiha caminaba con un rostro serio, una y otra vez su mente repetía su dilema, quería tomar una decisión pero era difícil para ella.
. - El sol es cálido y reconfortante. - La ojiperla caminaba con una sonrisa, sentir el aire tocar su piel la hacian estar de muy buen humor.
. - Recuerdo que Fugaku compro esta isla con la firme idea de qué sus nietos jugaran en la playa y que ambos envejecieramos aquí.
Este lugar tiene tantos recuerdos. -
. - Sin duda fue una gran idea, el señor Uchiha no pudo escoger mejor.
Espero que Sasuke y yo podamos amarnos tanto como ustedes lo hacen.-Hinta de inmediato se imagino una escena de su familia caminando por aquellas calles.
Ella, Sasuke y su pequeño hijo riendo y pasando un momento agradable juntos.
Sonrió al tener aquellos pensamientos pero al ver el rostro de aquella mujer azabache hizo desaparecer la alegría que tenia.
Aquella mujer mantenía un rostro firme, se notaba lo tensa qué sé encontraba.
No sabia si había dicho algo que incomodara a la mujer. - ¿Dije algo malo?. - Se acerco a Mikoto tratando de encontrar respuestas pero grande fue su sorpresa al verla llorar. - Lo siento, de verdad. - La abrazo con fuerza, no entendía aquella situación.
. - Quiero separame de Fugaku. -Las palabras de aquella mujer tomaron por sorpresa a la Hyuga, no lo podía entender.
No lo creía, Hinata no podía creer lo que la madre de Sasuke le habia confesado.
Prefirio quedarse callada,se limitó a abrazarla.-Esto está siendo más grande que yo Hinata. - Las lágrimas de la mujer bajan sin parar, sus manos se aferraban a la espalda de la joven.
. - Ustedes se aman, tienen una gran familia y en poco tiempo serán abuelos.
No pueden tirar a la borda tantos años de matrimonio, Sasuke no lo va a soportar. -
Sintió dolor al recordar a aquel azabache.
Ya podía imaginarse el dolor tan grande que sentiría.
. - Hay veces que el amor no logra sobreponerse.
Yo ahora no estoy bien, creo que soy el problema, estoy dejándome llevar por esto y aunque e tratado de superarlo no puedo. - La mujer se soltó de la joven y camino un poco más.
Hinata no sabia que hacer, no sabia que decir, no estaba preparada para la situación.
¿Qué pasaría con Sasuke?, no lo tomaría nada bien.
Miro a la matriarca Uchiha y se acerco a ella, un nudo en su garganta se formó, todo comenzaba a desmoronarce.
. - Ellos están logrando su propósito, terminar con SU familia.
Sasuke se fue tratando de encontrar a los culpables de la muerte de Naruto, dejando a su hijo y sin la seguridad de volver.
Shikamaru y Neji también dejaron a las mujeres que aman por mantener nuestra seguridad.
Usted no puede darse por vencida,el señor Fugaku también esta lidiando con la culpa que lo mantiene atrapado.
Saber que su propia familia es causante de tanto dolor no es nada fácil de sobrellevar, ahora más que nunca necesita del amor de su vida. -
Mikoto vio con una sonrisa a la joven, sabia que sus palabras estaban llenas de razón pero había algo que aquella Hyuga aun no conocía.
El dolor de perder a un hijo era tan devastador para una mujer, arrebatarle la vida a un ser qué creció a su lado nunca va a poder ser fácil.
Tenia que enfrentar un nuevo mundo en donde Naruto no estuviera más, por el resto de su vida llevaría ese dolor y por ahora quería alejarse de todo.
Había cometido algo aberrante al obligar a su hijo a cumplir una venganza, impidiéndole ser feliz y de poder disfrutar de su paternidad.
Lo sabia, se sentía culpable, pero ¿Qué podía hacer con ese odio tan grande?, estaba lastimando a todos, no quería seguir de esa manera.
Fugaku era un gran hombre, lo amaba con locura pero había algo dentro de ella que había cambiado.
. - Tienes razón Hinata,agradezco tus palabras pero mi decisión no va a cambiar.
Necesito tiempo y sobretodo espacio para poder reponerme y junto a él no puedo lograrlo.
Deseo sanarme antes de poder luchar por nuestro matrimonio, si es tan fuerte lo que nos une todo saldrá bien y si ellos lograron quebrantar mi familia lo mejor será que Fugaku y yo nos divorciemos. - Mikoto limpio sus lagrimas, estaba decidida a hacer valer su desicion.
Hablaria con Sasuke a su regreso, le pediría perdón, le explicaría sus sentimientos y confiaba en que su hijo las entendiera.
Le dolería dejar todo atrás pero debía hacerlo, por su bien y por el de su familia.
El hilo qué la unía con Fugaku era fuerte, quería creerlo.
Pero por ahora la sombra de Madara y Óbito estaban destruyendo todo, hasta la confianza que ella tenía.
Siempre había actuado como la esposa de Fugaku Uchiha, siendo fuerte y obstinada, pero tras la pérdida de su hijo todo dentro de ella se habia derrumbado.
Quería irse y sanar, dejar de lastimar y continuar,quería lograr atravesar ese obscuro pasadizo de su vida.
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