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65. Cinco segundos

Rayito

Estoy muy seguro de que esa fue una de las noches que mejor y más profundamente había dormido en mi vida.
Y aún con eso, lo que me terminó por despertar fue un detalle tan sutil como notar cierto vacío a mi lado.

La luz intensa del sol de la mañana me pegaba directamente al rostro a través de la sección abierta del observatorio, así que por un momento tuve que limitarme a entreabrir muy apenas los ojos mientras intentaba buscar con la mirada al cebollín que no estaba acostado a mi lado como normalmente debería.

Palpé torpemente las pieles y mantas vacías del lecho antes de, finalmente, llamarlo con voz adormecida.

- ¿Cebollín...? Senku, ¿Dónde...?

- Buenos días, panterita. Pensé que dormirías hasta tarde, ¿Cómo te sientes?

Finalmente mis ojos se acostumbraron más o menos a la luz, aún así no me incorporé y simplemente me limité a girar en la cama para poder mirar a Senku, siguiendo su voz.
Él estaba sentado en el suelo junto a una mesita muy baja, parecía estar armando algunas cosas ya que en las manos tenía un aparatito curioso y sobre la mesa había un montón de piezas y materiales esparcidos.

Me pregunto qué estará haciendo ahora, seguramente algo interesante.

- Nada mal en general, y creo que dormí bastante bien

- Era de esperarse. Ese tipo de... Eh, actividad antes de dormir suele ayudar a tener un sueño rápido y profundo

Senku bajó la vista hacia su trabajo en proceso, al parecer restándole importancia a su propio comentario.
Aún me sentía un poco soñoliento, así que me tomó un momento recordar lo de anoche y entender a lo que se refería Senku.

De inmediato sentí que la cara se me ponía caliente, y me abracé a las mantas para esconder mi avergonzado rostro entre ellas.
Recién entonces me percaté de que no llevaba ninguna prenda que cubriera mi pecho, así que me acurruqué un poco para mantenerme cálido entre las pieles.

Miré de reojo a Senku, sin poder evitar que mi mirada se deslizara un par de veces a su cintura... Y un poco más abajo.
Ya se vistió con su ropa de siempre, y cuando usa esas prendas en específico... Él no lleva pantalones cortos o largos debajo de esa especie de túnica que le llega a las rodillas, tan solo su ropa interior.
Está cruzando sus piernas así que realmente no veo nada más... Pero aún así, lo recuerdo de anoche.
Lo recuerdo con toda la claridad que me permitía la poca iluminación de las estrellas y la luna.
Anoche yo... Nosotros en verdad hicimos algo así...

- Bu-bueno, tampoco debe ser para tanto. Tú siempre despiertas primero, y esta vez también fue así. Debes estar acostumbrado

- Más bien estoy acostumbrado a despertar temprano. Hay que aprovechar el tiempo al máximo cuando se trata de ciencia

Por supuesto que tenía que ser otro de sus motivos prácticos.
No sé ni por qué me sorprende.
Suspiré y me acomodé de nuevo entre las mantas, pero esta vez acostándome vientre arriba mientras miraba el techo.
De acuerdo... No sé qué pensar. Supuse que Senku hablaría más de lo de anoche, pero tal parece que no.
Igual supongo que tampoco es algo tan relevante, después de todo apenas si fue una masturbación un poco diferente. Seguramente para él no es mucho, e igual no sé qué se supone que podríamos decir de eso.

Pero aún así... Estoy un poco inquieto.

- Hmm, ¿Senku?

- ¿Qué sucede?

Me senté en la cama despacio, recién notando un par de pequeñas marcas curiosas que Senku me debió de haber dejado en el pecho anoche mientras me besaba la piel.

- Es sobre lo de anoche, tú... ¿Lo disfrutaste?

Senku dejó de trabajar en sus cosas de golpe, desviando la vista hacia otra parte con expresión avergonzada mientras parecía pensar un poco.
Al cabo de unos segundos, finalmente me volteó a ver con un curioso rubor complementando la respuesta que me ofreció.

- Claro que sí, fue... Una buena primera experiencia si he de decirlo. ¿Cómo se sintió para ti...?

- Hmm, bueno...

Pretendí pensarlo un poco, pero realmente no había nada que meditar sobre eso.
Había sido un gran avance en comparación a nuestro primer contacto más "cercano" en ese sentido, y aún si no era la "gran cosa" al compararlo con lo que nos quedaba por delante...

- ... Lo disfruté mucho. Estuvo... E-estuviste genial, Senku, gracias

Alcancé a notar como el color en las mejillas de Senku se le subía hasta las orejas justo antes de que él le regresara la atención a su trabajo.

- M-me... Ejem, me alegra que lo pienses así... ¡D-digo, porque de otra forma habría sido malo! La idea es que tú también lo disfrutes así que... E-es bueno saberlo

Me limité a sonreír en mi lugar mientras me quedaba mirando a mi novio trabajar.
Me pregunto si sería demasiado pedirle que hiciéramos algo así de nuevo ahora... Aunque tal vez sea demasiado temprano (¿o demasiado tarde?) para él, supongo que mejor intentaré pedírselo más tarde.

- Hmm, ¿Ya?

- No, y quédate quieto. Anoche no te lavaste adecuadamente porque te dormiste de inmediato, así que déjame a mí hacerlo ahora

Bufé y me resigné a quedarme sentado en la orilla del río, pataleando levemente con los pies en el agua mientras Senku lavaba mi cabello con jabón.
Últimamente cuando nos lavamos lo hacemos juntos, lo cual es divertido pero un poco fastidioso ya que Senku siempre insiste en que me lave bien antes de dejarme jugar en el agua.
Normalmente me metía en medio del agua y me ponía a jugar mientras dejaba que la corriente se encargara sola de lavarme. Sobra decir que desde que Senku se enteró de eso no me deja en paz aún cuando le diga que ya me había lavado antes.

- Bien, cierra los ojos

Obedecí de inmediato, recordaba perfectamente lo mal que me había ido la primera (y única) vez que me cayó jabón en los ojos. No tardé en sentir que una buena cantidad de agua tibia por el sol me caía sobre la cabeza, lavando el jabón de mi cabello y al mismo tiempo pasándome este a la cara, por lo que terminé con el rostro completamente oculto tras una cortina de pelo mojado.

- Perfecto

- Idiota, ¡Me toca!

Me hice a un lado el cabello empapado, descubriendome el rostro y girándome para poder ver a Senku detrás de mí.
Tanto él como yo tan solo nos cubriamos con una tela alrededor de la cintura, así que podía ver perfectamente todo su torso hasta el principio de su cadera.
En verdad es diferente verlo de esta forma según sea de día o de noche... Aunque de ambas formas tiene su particular encanto curioso y único.
Por ejemplo, el vello de Senku era tan escaso como el mío y además de un color tan claro que realmente no me había dado cuenta de que tenía hasta anoche, curiosamente fue más fácil verlo en ese momento que con la luz del día (supongo que el que me estuviera concentrando en esa parte de él también ayudó).

Y por otra parte, es más fácil ver todo el detalle y contraste de color de las marcas que le dejo en la piel con esta iluminación de parte del sol.

- Eh, ¿panterita...?

- El cuerpo de Senku es bonito

- ¿A-a qué viene eso de repente?

- ¿Puedo tocarte?

- Estamos lavándonos, no es momento como para que tú...

- Entonces, ¿Puedo tocarte mientras te lavo? En lugar de sólo hacerlo con tu cabello, puedo lavar tu espalda también

Senku abrió la boca para protestar, pero terminó por guardarse lo que iba a decir al pensarlo un poco.
Tal parece que mi propuesta no era del todo una mala idea ya que terminó por ceder.
Intercambios lugares, y ahora yo fui quién se posicionó detrás de Senku mientras él se sentaba en medio de mis piernas. Tuve que usar un apoyo para compensar la diferencia de altura pero valió la pena.

- Cuidado con el jabón, si me lo echas en los ojos voy a decolorarte todo el cabello

- No sé si caiga en tus ojos pero si no cierra la boca pronto averiguaras cómo sabe

Aún con las amenazas mutuas de siempre, me sentía más que feliz mientras hacía que el jabón sacra espuma mientras lavaba el cabello de Senku rápidamente.
Si bien he de decir que en general suelo disfrutar de hacer esto, estoy bastante más emocionado de lo normal por poder lavar la piel de Senku esta vez.

Desde este ángulo, puedo ver sus lindos hombros marcados al final de su fina clavícula. La curva suave de su espalda, y como baja lentamente hasta quedar oculta bajo la tela alrededor de su cintura...

Sentí un pequeño escalofrío mientras terminaba de enjugar el cabello de Senku.
De acuerdo... Ahora lo siguiente.

Senku soltó un suave suspiró cuando comencé a lavar gentilmente su espalda. Ya lo había tocado antes, pero nunca con tanto cuidado o atención.
Incluso la espalda de Senku es bonita si me tomo el tiempo suficiente para verla, y la manera en que el jabón hace que mis manos se deslicen en su piel...

Me gusta esto. Tocar a Senku mientras lo lavo, es extrañamente satisfactorio.

- Listo...

- Eh s-si, gracias panterita. Ahora tú... Ah, ¿Ahora qué estás haciendo?

Terminé de enjuagar su espalda con el agua, y después de meditarlo apenas un par de segundos abracé a Senku por la cintura, acercándolo a mí.
Pegué un pequeño respingo involuntario al sentir la diferencia de temperatura entre su espalda mojada y mi torso aún medianamente seco y cálido, pero aún así me negué a soltar a Senku mientras frotaba un poco mi mejilla contra la suya.

Senku es tan bonito, el cuerpo de Senku es muy bonito.
Me gusta mucho, él me gusta mucho.

- Mmmh, vamos panterita, los demás nos están esperando para la excursión en globo. No tenemos tiempo para que te dejes llevar por tus impulsos felinos

- Solo un poco más, cinco minutos

- Olvídalo, no

- Ahh, entonces... ¿Me das cinco segundos más contigo? Solo cinco

Besé suavemente la piel del lateral del cuello de Senku, disfrutando su suave textura.

- ... Ah, de acuerdo. Solo... Solo cinco segundos

Sonreí para mí mismo, sumamente complacido con esto, y me dediqué a dejar un pequeño besito en las clavículas de Senku por cada segundo que él comenzó a contar en voz alta.
En el último segundo lo mordí suavemente, después de eso finalmente lo solté (un poco a regañadientes) y ambos nos dispusimos a terminar rápidamente de lavarnos.

El siguiente viaje en globo fue tan emocionante como el primero, aunque de una manera menos mortal.

En el globo íbamos en total el límite de cuatro personas permitidas, mientras que por tierra Ukyo y Chrome seguían nuestras indicaciones gracias al teléfono.
El plan con esto era hacer un mapa de los alrededores para facilitar nuestra movilidad, para esto Senku y yo nos encargamos de trazar en papel, mientras que Ryusui iba dirigiendo el globo y Kohaku usaba su excelente visión para indicarnos si veía alguna cosa.
La chica iba agarrada de la parte inferior del globo, colgando sobre el vacío, pero parecía ir perfectamente bien.

Incluso lucía más que emocionada por todo esto, ya que no dejábamos de escuchar sus exclamaciones alegres.
Parece que se está sosteniendo con bastante facilidad....

- ¡Realmente estoy volando! ¡Esto es increíble!

- Deja de gritar como una niña leona, y mejor ponte a trabajar. Panterita, ¿Ya tienes el bosque de cedro rojo?

- Sí, acabo de terminar. Puedes tomarlo

Ya que yo era más rápido y exacto al trazar pero aún así Senku seguía teniendo más experiencia en esto, yo usaba mi conocimiento previo del terreno y la nueva información que iba reuniendo para trazar mapas rápidos de ubicaciones aisladas que íbamos señalando.
Después de eso, se las pasaba a Senku para que él las señalara de una manera más limpia en un mismo mapa de buen tamaño.

- La vista es muy buena desde aquí, solía venir por aquí con la ruta del río pero nunca llegué a adentrarme mucho en el bosque

- Esto está un poco alejado de la aldea, ¿Venías tú solo, lindura?

Ryusui parecía tener todo bajo control, así que nos pusimos a hablar un poco mientras Senku terminaba de arreglar las últimas ubicaciones que le pasé.
Le conté brevemente que, ya que yo vivía por separada de la aldea, solía ocuparme mucho buscando otras formas de obtener recursos, aunque eso significara alejarme un poco.

- A veces iba a los mismos sitios a los que iban a pescar o a talar los de la aldea, pero normalmente intentaba ir a sitios más privados

- Hmm, no es mala idea. Un sitio que solo tú conozcas probablemente tendría más recursos que el que frecuenta toda la aldea

- Sí, algo así

No todos los sitios eran muy buenos, y la mayoría estaban tan alejados o en lugares tan riesgosos que casi no valían la pena en comparación a lo que ofrecían.
Pero aún así, creo que nunca me sentí cómodo con la idea de sobrevivir de los mismos recursos de los de la aldea.
Tal vez fuera por resentimiento... O bueno, quizá también sabía de primera mano lo que tendría que vivir alguien si lo que yo tomaba hacía que sus reservas no fueran suficiente.

- Lindura, tal vez no te agrade la idea, ¿Pero podrías compartir alguno de tus sitios secretos?

Miré a Ryusui, el chico sonreía suavemente mientras miraba hacia abajo, apoyado en el borde de la canastilla.

- Llevamos un buen rato aquí y no hemos encontrado gran cosa que nos sirva como comida. Así que, incluso si no quieres compartirlo con la aldea, ¿Lo compartirías con nosotros?

Ryusui me volteó a ver mientras ladeaba un poco la cabeza.
Sé a quién se refiere con "nosotros", pero aunque no hubiera especificado de esa forma... Creo que para mí está bien, después de todo.

- Bueno, de cualquier forma compartirás todo lo que encontremos con la aldea, ¿No es verdad?

- Sabes que mis deseos son prioridades, ¡Y la comida rica es un gran deseo que quiero compartir con todos!

Suspiré, sonriendo. Era de esperarse.
Me acerqué al teléfono, notando como Senku nos miraba a ambos sin mucho disimulo.

- Chrome, Ukyo, ¿Me escuchan?

- ¡Por supuesto! ¿Qué sucede?

- ¿Encontraron algo?

- Algo así. Escuchen, hay una montaña frente a nosotros, asumo que la ven

Tanto Ukyo como Chrome respondieron de manera afirmativa.
Había venido aquí un par de veces, tampoco solía venir mucho ya que la escalada en esta montaña era sumamente difícil y pesada por lo inusualmente resbaladiza y empinada que era.
Sin embargo, con esta nueva tecnología y con personas tan habilidosas, creo que podríamos acceder fácilmente al tesoro que hay aquí.

- De acuerdo, a menos que nuestro capitán sepa algo que yo no o quiero intentar algún movimiento suicida, será complicado para el globo acercarse mucho aquí sin estrellarse por los vientos. Ustedes van por tierra, así que necesito que rodeen. Este es el frente de la montaña, cuando puedan ver el resto seguramente también podrán verlas

- ¿Verlas? Uhm, de acuerdo _____. No tardaremos mucho

- Lindura, subestimas a tu capitán. Puedo hacernos rodear la montaña sin estrellarnos contra ella el doble de rápido de lo que Ukyo y Chrome...

- Lo sé, pero Ukyo está en tierra

Ryusui se quedó bastante confundido por mi interrupción, y se dispuso a rodear la montaña tal y como había dicho, aunque me parece que fue más tranquilo y despacio intencionalmente.
Senku por fin pareció terminar y se acercó a nosotros para ver qué estaba sucediendo, justo cuando la parte trasera y alargada de la montaña quedó visible.

Tardaron un poco, pero finalmente tanto Ryusui como Senku pudieron apreciar el tesoro particular de esta montaña, aunque por supuesto que Kohaku fue la primera en darse cuenta.

- ¡Algo se mueve! ¡¿Qué son?!

- Se confunden con la roca y las copas de los árboles las ocultan un poco, pero justo en ese paso...

- ¡Genial! ¡Una manada de cabras salvajes!

Intenté cazar cabras en tres ocasiones, y solo una vez tuve éxito cazando un ejemplar bastante viejo.
Soy buen escalador, pero claramente mi habilidad no era nada comparada con el instinto natural de las cabras.
Ellas huían de mí apenas me veían venir desde varios metros, por lo que el terreno difícil no me le dejaba nada fácil como para acercarme lo suficiente con un cuchillo o incluso con una lanza.

Pero claro, en esta ocasión tenemos a Ukyo, y él tiene un arco.
Debí haber traído el mío también, sería muy fácil darles desde acá arriba.

- Nada mal, panterita

- ¡Muy bien, lindura! ¡¿Conoces más sitios así?!

- S-solo un par que valgan la pena, pero para ir a uno de ellos tendremos que esperar a mañana ya que es un viaje más largo

Senku me dió un par de palmaditas en el hombro que me hicieron sentir curiosamente feliz, mientras que Ryusui me revolvió amistosamente el cabello a un punto en el que casi hubiera resultado molesto si no le tuviera aprecio a nuestro capitán.


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