62. El demonio del cielo
- Pero bueno, ¿Por qué estás llorando, panterita?
- ¡N-no lo hago! ¡Y Chrome está llorando también!
- ¡Por supuesto que lo hago! ¡Los humanos están volando! ¡VOLANDO! Para toda la maldita era moderna de Senku seguramente esto es algo cotidiano, ¡Pero esto es lo más conmovedor y emocionante para personas de la era de piedra como ______ y como yo!
- Cállate, nos terminarás de humillar
Le di un pequeño golpe a Chrome mientras él continuaba asomándose por el borde de la canastilla, mirando la tierra desde acá arriba.
Yo no me decidía por qué mirar, sentía que podría ver las nubes y el cielo por horas, perdiéndome en su diseño profundo y sereno. Pero, por otra parte bastante grande, también quería ver a detalle todo desde aquí arriba aprovechando que todo ya estaba bastante iluminado.
Ver qué tan buenas eran las rutas que había seguido durante todo mi vida, los nuevos lugares escondidos que se veían desde aquí... Todo, no me alcanzan la vista para ver todo lo que quería.
Ryusui soltó una repentina carcajada, supongo que por el comentario de Chrome ya aue después le respondió.
- ¡Eso no es cierto! Aunque ciertamente solía usar aviones privados para hacer cosas como las compras diarias, ¡Pero esta es mi primera vez en un globo aerostático!
- Incluso para la era moderna tú eres un así totalmente único
Senku miró a Ryusui con desconcierto antes de suspirar y mirarme a mí.
Aparté la vista de inmediato, un poco avergonzado, y busqué otra cosa en la que centrar mi atención.
La respuesta llegó directamente del cielo... O mejor dicho un poco más adelante a través de nuestra trayectoria entre las nubes.
- ¡Chrome! ¡Chrome mira!
- ¡Ahh! ¡Pájaros! ¡Son pájaros! ¡Estamos volando con los pájaros!
Tanto Chrome como yo nos movimos al lado de la canastilla por el que iba a pasar la bandada de pájaros. Esto es increíble, es tan increíble... Son aves de la costa, las he visto antes pero nunca a esta distancia y menos mientras vuelan.
¡Están pasando tan cerca que puedo ver sus maravillas plumas blancas!
- No se emocionen, hay una cantidad ridícula de accidentes aerostáticos por culpa de las aves... ¡Idiota, no hagas eso!
- Quiero atrapar una para ti
- ¡No es momento para tus impulsos felinos! ¡Te puedes caer, imbécil!
- No soy tan idiota como para caerme, ¡Déjame!
Senku me jaló con toda la fuerza que sus brazos de ramita de cebollín pudieron cuando me incliné un poco sobre el borde de la cesta para intentar por lo menos tocar alguno de los pájaros.
Terminé por volver al centro de la cesta de mala gana, y mientras Senku me regañaba, Ryusui aprovechó para corregir un poco la trayectoria del globo y alimentar la caldera que nos servía de motor.
- Así que mantente dentro del globo por lo menos hasta la altura de los hombros o voy a amarrarte al motor
- Idiota
- Bueno, ¡Basta de peleas! ¡El clima y la vista son maravillosos como para pasarla mal!
Nuestro capitán interrumpió la discusión con una gran sonrisa, anunciando que con este clima deberíamos llegar pronto al objetivo.
- ¿Objetivo? Es verdad, ¿Hacia dónde va el globo?
- A la aldea Ishigami
Senku y Ryusui le respondieron al mismo tiempo, Chrome de inmediato se sorprendió visiblemente y con razón, ya que hay que recordar que apenas ayer regresó de un intenso viaje sin descanso de un par de días enteros para apenas llegar a tiempo.
- Sí, pero en globo nos tomará dos horas llegar a la aldea, ¡Es el poder del viento!
Igual si Chrome hubiera tomado parte de la ruta por el río probablemente a habría tardado mucho menos, pero al menos ya comprobó que pueda moverse bastante rápido cuando así lo quiere.
- Es increíble, viajar está distancia normalmente requeriría un gran esfuerzo, ¡Pero nosotros podemos hacerlo fácilmente! ¡Viajar por el cielo es toda una locura!
- Honestamente, no es tan sencillo. Viajar al oeste para ir a la aldea Ishigami es bastante complicado en realidad
- ¿De qué hablas, cebollín?
Entre Ryusui y Senku nos explicaron que durante todo el día y todo la noche en Japón el viento soplaba hacia el este, por lo que si quisiéramos ir en esa dirección todo sería más que sencillo.
Pero ya que queríamos ir justamente en dirección contraria, Ryusui nos explicó que usaríamos algo llamado "áreas de bajs presión".
Según lo que recordaba de alguna pláticas que tuvimos y la explicación que dió de nuevo, eran los vientos indeseados que normalmente producían las tormentas, pero ya que estos giraban hacia la derecha constantemente podíamos usarlo para alterar nuestra ruta.
- ¡Claro que es muy difícil y riesgoso, pero manejar eso es lo que me convierto en un aventurero experto! Además, nunca arriesgaría la seguridad de mi lindura así que ustedes novatos pueden disfrutar del viaje, ¡Y déjenme todo a mí, su capitán!
Ryusui parece muy confiado, y con buena razón.
En nuestras conversaciones durante las sesiones de modelaje pude darme cuenta de que la reportera no mentía para nada al decir que no podríamos encontrar a nadie mejor.
Aunque me parece que Chrome se tomó algo mal el que lo llamaran "novato".
- Bueno, ciertamente tienes razón, Ryusui. Puede que seas un experto aventurero de los mares... Pero me pregunto qué tal se te dan las aventuras por tierra, seguro que en este terreno no eres más que un principiante
Tuve que aguantarme un poco la risa, incluso el tono de voz de Chrome cambió mientras intentaba sonar interesante.
- Oh, parece que el globo está volando junto al río
- Precisamente, mi colega científico Senku. Cerca del suelo el viento goma las características del terreno, y siempre sopla paralelamente al río
- Hmm, me parece que no sería buena idea terminar llegando al mar, ¿Cierto, Ryusui?
- Es verdad, lindura. Deberíamos tomar más altitud antes de quedar atrapados en esa dirección. Qué raro, llevo un rato echando carbón... Tal vez necesite más, ¿Me ayudarías con eso, lindura?
- Seguro
Me acerqué a la caldera, de todas formas tenía ganas de verla desde hace rato.
Mientras le echaba algo más de carbón para avivar el fuego, Ryusui y Chrome comenzaron una discusión pasivo-agresiva sobre el conocimiento de cada uno en se aventureros. Era algo ridículo, así que mientras yo me reía Senku vino con su propio método a detener esa estúpida discusión.
- Paren de una vez, si queremos vee los vientos que están debajo de nosotros simplemente soltamos un muñeco teru teru bozu y ver su dirección...
La voz de Senku se apagó unos instantes después de que lanzara un sencillo muñeca de tela por el borde de la cesta.
Terminé de echar el carbón y me incorporé para ir a su lado, parece que se dió cuenta de algo.
- ¿Qué sucede, Senku...? Oh, maldición. ¡Ryusui! Creo que vamos hacia una tormenta
- ¿De qué estás hablando lindura...? Hmm, para que las cosas se pongan así de repente en un giro inesperado... Esta será una verdadera batalla entre los vientos del oeste y el dios de los cielos. Observa bien, lindura, porque lo que estás viendo es algo que nadie querría ver tan de cerca. No es una simple tormenta, te presento al demonio de las nubes que da a a luz a las mismísimas tormentas... ¡Cumulonimbus!
Las nubes de tormentas eléctricas siempre se ven imponentes desde tierra, pero vee algo así en el propio cielo... Es infinitamente más imponente y aterrador.
Una gigantesca masa de nubes oscuras frente a nosotros, tan solo iluminada desde el interior por los rayos ocasionales que nacían fugazmente de ella.
Un enorme cúmulo de creación y destrucción... yendo directamente hacia nosotros.
O tal vez sea mejor dicho que nosotros íbamos directo a perdernos en ese oscuro infierno.
Incluso el aire se volvió más pesado y rudo a nuestro alrededor, haciendo que nuestro viaje pasara de ser como un tranquilo paseo en barco a ser similar a una tormenta en un lago.
Un lago que estaba a 1,200 metros de altura, sin tierra cercana en la que refugiarse mientras pasaba el caos.
Ryusui dió indicaciones de inmediato, y todo atendimos al momento.
No era necesario que lo dijera, pero aún así nos aclaró lo obvio de que si entrábamos ahí con el globo estábamos perdidos.
La idea era aterrizar lo más pronto posible al abrir una escotilla en la parte superior del globo con ayuda de una cuerda, mediante esta liberariamos aire caliente y podríamos descender rápido.
Sin embargo esta idea fue descartada bruscamente cuando Senku nos hizo darnos cuenta de que la escotilla ya estaba abierta. Muy abierta, y no de la manera que necesitábamos.
La escotilla se había separado de parte de la tela del globo, desgarrandola y dejando un agujero por el que se había estado saliendo el aire durante el último rato.
Senku creía que pasó cuando nos topamos con el grupo de pájaros, pero realmente a estas alturas importaba poco lo que lo había causado. Necesitábamos encontrar otra manera de solucionar esto, y tenía que ser rápido.
El viento ya traía la lluvia hacia nosotros mientras nos arrastraba inevitablemente hacia esa nube del infierno.
Y para empeorar las cosas, más que simplemente estar acercándonos también estábamos ascendiendo rápidamente sin posibilidad de bajar de ninguna forma.
- ¡Maldita sea, en este estado...! ¡No hay ninguna escapatoria!
Todos nos aferramos a dónde pudimos para soportar ls mezcla del brusco ascenso, la fría lluvia y el despiadado viento que se volvían cada vez más amenazantes sobre nosotros.
Maldita sea, maldita sea... ¡Les dije que debían traer gente útil!
¿Qué de supone que hagamos ahora? Yo no puedo hacer nada para ayudar, ¡Debo pensar en algo!
Miré a Ryusui y a Senku. El capitán parecía decidido mientras miraba al frente, seguramente intentando idear alguna forma de salir de esta aunque él mismo había admitido que ya no teníamos escape.
Y Senku... Casi podía escuchar a su cerebro trabajando intensamente en medio de este caos para buscar una manera de salvarnos a todos.
Maldita sea, maldita sea... ¡No me puedo quedar sin hacer nada!
Alguna forma de evitarlo, alguna forma de evitar la tormenta... ¡No podemos evitar la maldita tormenta! ¡Ya estamos atrapados por ella...!
Un fuerte trueno resonó a través del cielo, y justo en ese mismo instante me llegó un momento de claridad en mi mente.
Una claridad increíblemente alocada y estúpido que seguramente era producto del brusco ascenso que estábamos teniendo por esta corriente de aire.
He estado en pequeñas tormentas en el gran lago que hay alrededor de la aldea Ishigami, y nunca han sido cuando estoy en la orilla y puedo esquivarlas a salvo.
Nunca puedo hacerme a un lado, así que yo solo...
- ¡A la mierda! ¡Si no podemos huir, usaremos nuestra cabeza y corazón para sumergirnos lo más que podamos!
Chrome me leyó ls mente u se lanzó de inmediato hacia la caldera, poniéndose a alimentarla de más carbón.
Si vamos a hundirnos en la tormenta sin importar lo que pase, ¡Entonces iremos a través de ella!
- ¡Pasaremos a través del demonio de las nubes!
- ¡Estás demente Chrome, el globo no aguantará mucho ahí dentro!
- ¡Entonces no nos quedaremos dentro!
Me acerqué a Chrome y lo ayudé a echar combustible al globo.
- Cuando hay tormentas en el lago, si no puedo cruzar a través de ellas me sumerjo en el agua para evitar la parte más fea. Tal vez no podamos ir debajo de la nube, ¡Pero las nubes no son eternas! Me lo acabas de mostrar con este globo, Senku. ¡Si no podemos ir por debajo de la nube, entonces...!
- ... Iremos por arriba de ella
Senku nos miró tanto a mí como a Chrome con incredulidad, antes de formar una amplia y retorcida sonrisa.
- Por supuesto, en lugar de descender... Pasaremos a través de este monstruo y subiremos unos cuantos miles de kilómetros. Llegaremos incluso más alto que este cumulonimbus, aunque estemos muy alto la falta de oxígeno no debería see suficiente como para matarnos, ¡Buen trabajo ustedes dos!
Miré a Ryusui, qué parecía estar procesando toda la locura que estaba escuchando.
- Ryusui, yo puedo pasar por debajo de las tormentas del lago aún con lo agitado del agua porque soy un buen nadador... Tú eres el mejor y único capitán que tenemos, ¿Nos puedes llevar por encima de esta cosa?
El desconcierto de Ryusui le duró unos breves segundos más antes de que sus labios formaran una sonrisa similar a la aterradora emoción que mostró Senku al escuchar la idea.
- Lindura, con todo el respeto... ¡Ustedes dos son un par de bastardos dementes! ¡Por supuesto que lo haré, esto es una total locura así que hagámoslo! ¡Domaré a este monstruo y pasaré a través de él!
- ¡Genial! ______, rápido, ¡El frasco!
Le pasé a Senku lo que me pidió, pero entre el revuelo por la lluvia y la idea suicida que habíamos acordado tardé un momento en reaccionar que era lo que le acababa de pasar.
- Un momento, pero eso...
- ¡Es la cosa que rompió mi petrificación! ¡Ese líquido de resurrección!
En cuanto Ryusui reconoció también lo que era, nuestro valioso recurso fue a dar directo al horno que alimentaba al globo.
- Así es, es nuestra última botella. Es realmente un desperdicio pero necesitamos una gran aceleración instantánea para atravesar el cumulonimbus. La fórmula de despetrificación es una mezcla de ácido nítrico y alcohol, ¡Así que arderá mucho! ¡Estén preparados!
Todos nos sujetamos bien a lo que teníamos a mano, tan solo esperando a que en medio de la gran tormenta que ya estaba encima de nosotros el frasco terminara de romperse por el calor.
Sentí que segundos que le tomó al calor romper el envase del líquido se marcaron con los latidos de mi corazón, pero fue sumamente fácil sabe cuándo finalmente se rompió ya que el horno estalló en una fuerte y enérgica llamarada con una explosión que lanzó al globo bruscamente hacia adelante, a través de la oscuridad de las nubes frente a nosotros.
Todos nos sacudimos bruscamente por el repentino acelerón, pero además de eso Senku fue empujado más fuertemente por la explosión ya que era el que estaba más cerca, así que vi el momento justo en que salió volando por encima de la canastilla.
No sé si fue porque me moví por reflejo, por la confusión del momento o por el mismo impulso que llevábamos, pero de alguna forma logré lanzarme a por él incluso antes de tener oportunidad de preocuparme.
- ¡Te tengo!
Apenas alcancé a sujetar a Senku por una de sus muñecas, mientras me aferraba con toda la fuerza que tenía al borde de la canastilla usando mi mano libre.
Senku se agarró a uno de los rieles de aterrizaje de la canastilla para darse apoyo, pero también se aferró a mí de vuelta con la misma mano por la que yo lo sujetaba.
- ¡No te vayas a soltar o juro que...!
- ¡Créeme que no pensaba en eso!
Maldita sea, dos gracias porque Senku no sea muy pesado, pero me pregunto si es por eso mismo que casi siento que el viento me lo está intentando arrebatar.
Es complicado, soy resistente pero tampoco soy tan fuerte y menos cuando me estoy mareando un poco por el ascenso.
No sé si pueda aguantar mucho más, Senku igual puede sostenerse de la base de la cesta... Pero no sé si sus brazos puedan aguantarlo hasta que salgamos.
No quiero soltarlo, no debo soltarlo... Si tan solo... Tuviera algo más de fuerza...
- ¡Ryusui!
- ¡Sujetense bien! ¡Allá vamos! ¡Tanto el mundo como su cielo y sus monstruos me pertenecen!
Un poco más, solo un poco más...
Y de repente, por fin pasó.
La intensa lluvia que nos golpeaba tan despiadadamente cesó por completo, el viento se volvió tranquilo de nuevo.
Mis oídos dejaron de bloquearse por el sonido de la tormenta, y de hecho por un par de segundos reinó una calma prácticamente total... Hasta ya un pequeño resbalón de la mano de Senku me recordó que aún lo tenía colgando de la canastilla.
- ¡Senku!
- ¡Estoy bien! ¡Solo ayúdame a subir rápido antes de que deje de estarlo!
Los brazos me temblaban un poco, ni siquiera sabría decir el motivo de entre tantas cosas, así que Ryusui terminó ayudándome a hacer subir a Senku de nuevo dentro de la canasta.
- ¡Maldita sea! Me estaba muriendo ahí abajo
- ¡Estúpido cebollín, eres tan débil que ni siquiera te puedes sujetar bien!
- Tch, como si tú fueras... ¿Uh?
Senku se interrumpió cuando me lancé a abrazarlo, sin siquiera esperarme a que se pusiera incorporara del suelo de la cesta.
Lo abracé firmemente y me aferré a su ropa húmeda, escondiendo a medias mi rostro en su cuello. Puedo sentir la marca que le dejé anoche en esta parte.
- ¿Panterita...?
- No hagas eso de nuevo. Jamás, nunca jamás... Basta caerse en lugares peligrosos. Nada de lagos de ácidos, ni ríos ni desde un globo aerostático... No lo hagas más o seré yo quien te aviente la siguiente vez, ¿Entiendes?
Senku tardó un poco en reaccionar, pero finalmente sentí como me regresaba el abrazo a medias mientras con una de sus manos me acariciaba la cabeza.
- De acuerdo, es una promesa entonces... Pero en ese caso nada de llevarme a aventarme de acantilados
- Hecho
- Hecho... ¿Y ustedes dos que miran? Vamos, aún hay que hacer aterrizar esta cosa sin que se rompa
Escuché movimiento, por lo que supongo que tanto Chrome como Ryusui se pusieron manos a la obra.
Debería ir a ayudarlos, pero me quedaré un poco más aquí.
Solo un poco más... Hasta que me asegure totalmente de que él sigue aquí y el viento no alcanzó a llevarlo lejos de mí.
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