34. Alguien especial
- Senku, ahora que lo pienso... ¿Cómo es que Taiju y Yuzuriha usarán el teléfono sin levantar sospecha? No dijiste nada así que pensé que ya tendría algo pensado, pero...
Debía faltar poco para llegar a la aldea con nuestra nueva prisionera, cuando repentinamente se me ocurrió eso.
Kohaku y Kinrou también pensaron que ser un problema, pero al ver a Senku sonreír supe que debía de tener algo previsto.
Nos contó que, tal y como ya sabíamos, Tsukasa lo había "matado" la última vez que se vieron de frente.
Al parecer, después de haber revivido, les dijo a Taiju y Yuzuriha que levantaran una tumba para él, y que no dejaran de visitarla nunca.
- Chrome y los otros tienen instrucciones de enterrar el teléfono ahí. Será un pequeño santuario ideal, ya que Tsukasa y su reino no deberían tener gran interés en mi tumba
- Además, no sería sospechoso visitar la tumba de un amigo, ¡Bien pensado!
- Increíble, y pensar que planteaste algo así desde hace tantos meses
Los otros dos parecían muy convencidos de su idea, pero yo aún así tenía mis dudas.
- ¿Y estás seguro de que ellos siguen visitando tu "tumba"?
- Son Taiju y Yuzuriha. Les confié mi propia vida antes, así que creeme que visitar un sitio a diario no es nada para ellos. Son un equipo ideal de paciencia y fuerza de voluntad
Senku sonrió con esa confianza tan típica de él, pero su mirada se suavizó un poco.
Tanta confianza les tiene... es increíble, ahora tengo más curiosidad de conocer a esos dos.
Al regresar a la aldea, Senku fue de inmediato a instalar el teléfono en el observatorio para esperar alguna llamada del otro lado, sin embargo, yo me entretuve ya que Suika salió de inmediato a recibirme.
Ella me dijo que había estado cuidando de mis cuervos en mi ausencia, algo que le agradecí mucho.
- ¡Todos comieron muy bien! Al de la cicatriz en el ojo le gustaron mucho las bayas que Suika juntó
- Él se llama Rojo, parece que encontraste su comida preferida. Muchas gracias por cuidar de ellos, pequeña
Cargué a la niña, subiéndola a mis hombros. Ella me continuó platicando acerca de cómo le había ido con los cuervos, tenía curiosidad de preguntarle acerca de Azul pero tenía el presentimiento de que él aún no regresaba.
Tal vez en verdad nunca lo haga...
- Suena a que hiciste un gran trabajo, Suika
- ¡Suika hizo su mejor esfuerzo...! Pero, aún así... Suika cree no lo hizo del todo bien
- ¿Hmm? ¿Por qué lo dices?
La pequeña se agarró suavemente a mi cabello, acariciándolo con sus dedos.
- Uno de los cuervos no quiso comer nada, y por más que Suika lo llamo no hizo caso
Me detuve frente a las escaleras que llevaban al almacén y al observatorio. Sabía perfectamente a cuál de ellos se refería sin necesidad de que dijera más.
- Ella es Tormenta, y no te preocupes Suika, no hiciste nada malo. Ella solo está pasando por un mal momento
- ¿Mal momento? ¿Le pasó algo?
- A ella no, pero a alguien importante para ella sí
- Suika no comprende
Bajé a la pequeña al suelo con cuidado, y me dispuse a subir al almacén con la niña siguiéndome de cerca mientras hablaba.
- Tormenta tiene una pareja, un compañero de vida. Ellos se quieren mucho y siempre están juntos, son felices así, pero su compañero ha tardado un poco en regresar, así que eso la pone... triste
- Oh, entiendo. Eso debe ser horrible
- Así parece
Me acerqué a revisar brevemente a los cuervos, todos parecían estar durmiendo.
Acaricié a Tormenta en el cuello, ella apenas si se removió un poco pero no me apartó. Qué raro, normal me aleja de un picotazo si no está de humor (lo cuál es casi siempre).
Si Azul no regresa... ella pronto se irá de una manera en la que no podrá regresar.
- ¿_______ también se pondría así si Senku se fuera?
La repentina pregunta de Suika me tomó por sorpresa, por lo que tardé un momento en pensar cómo responder.
- Yo... Eh, ¿Por qué preguntas eso, pequeña?
- Senku y _______ se ven felices siempre que están juntos, y la manera en que se miran es como si se quisieran mucho
- Bu-bueno, eso es más complicado que eso, pequeña
- ¿Pero si te pondrías triste? Porque en ese caso... ¡Suika se encargará de que Senku no deje a _____! Porque a Suika no le gustaría ver a _______ tan triste como Tormenta...
Me acerqué a la niña y me arrodillé frente a ella, intentando quedar más cerca a su altura.
- Eso es lindo de tu parte, Suika, pero no puedes obligar a alguien a quedarse a tu lado... Por más que a veces lo quisieras así. Y es por eso que te pone tan mal el que alguien especial desaparezca de repente
- Creo que me sentiría mal si cualquiera desapareciera de repente, no solo alguien especial. ¡O tal vez simplemente todos son especiales para mí!
Sonreí, ladeando ligeramente la cabeza.
Suika es adorable, tan dulce e inocente...
- Hmm, que lindo tener tantas personas especiales, Suika
Pero de esa forma también pierde un poco el encanto de ser algo "especial", pero supongo que un niño no razona del todo eso.
Simplemente se guía directo a lo que siente, y probablemente todas esas personas en verdad sean especiales para Suika, sin importar que tan amplia sea la lista.
En verdad suena lindo, pero yo no podría hacer algo así jamás. El tiempo en que hubiera podido extender tanto mi lista de personas especiales, pasó limpiamente con únicamente cuatro nombres en ella. Y aún así, hubo un largo tiempo en el que tan solo me quedó una de esas personas a mi lado.
En verdad es diferente el al fin poder añadir más nombres a esa lista. Aunque sean pocos, se siente bien de alguna forma.
Es agradable.
- Pero bueno, supongo que si podrías decir que Senku es mi "alguien especial". Pero no se lo digas, se le subirá a la cabeza y me torturará con eso
Me llevé un dedo a los labios, sonriendo.
Suika sonrió alegremente y asintió.
- No diré nada, Suika guardará el secreto
- Perfecto, ahora, ¿Qué te parece si vamos a ver qué tal fue la misión de Chrome?
Y justo en ese momento, casi como si lo hubiera invocado, se escuchó cómo el teléfono sonaba encima de nuestras cabezas, en el observatorio.
De inmediato ambos subimos, escuchando al instante una voz masculina nueva a través del teléfono.
- ¡SENKU!
Entonces ese debe ser... Taiju.
Miré a Senku de reojo, él sonreía de una manera suave, aunque sus ojos estaban ligeramente cristalizados por la humedad.
- Es tan nostálgico que hasta podría derramar una lágrima. Incluso con esa estúpida voz tuya, grandulón
- No puedo creerlo Senku, en un año... realmente conseguiste hacer un teléfono, es demasiado increíble... ¡Aunque debimos saberlo!
Ahora es una voz femenina nueva la que se escucha, esa debe ser Yuzuriha. Suena como alguien amable, pero no puedo imaginarme cómo sería físicamente.
El par comenzó a turnarse para hablar, se notaba que estaban hablando en voz un poco baja, pero se entendía muy bien.
A pesar de que en un inicio se dejaron llevar por la emoción del reencuentro, rápidamente Senku hizo gala de su capacidad de siempre posponer sus sentimientos para otra situación más adecuada.
De inmediato pasó a dar indicaciones, y le dijo a ambos que acercaran a un miembro del reino de Tsukasa al teléfono bajo la excusa que fuera.
Se me hizo un plan bastante apresurado considerando que el grupo de Chrome ni siquiera había regresado aún con Gen, aunque en teoría ya no deberían de tardar demasiado. Si van a buen ritmo, seguramente estarán de vuelta para mañana.
Sin embargo, me quedé callado, confiando en el juicio de Senku.
- Antes de eso, Senku, quiero que me confirmes algo. De esta forma, se derramará el mínimo de sangre posible, ¿No?
¿En verdad le importa eso a este chico? Vio morir a su mejor amigo frente a sus ojos, y lo vio volver a la vida también, ¿En verdad se preocupa por no derramar sangre del lado que quiere ver muerto a su amigo de nuevo, pero esta vez para siempre?
No lo entiendo, al reino de Tsukasa seguramente no le importa nada si alguien muere. De hecho, ellos mismos están eliminando estatuas que cuentan a medias como alguien vivo.
Estuve de acuerdo con evitar bajas solo porque Senku lo quiere así, pero realmente no lo comprendo.
- Sí, con esto se derramará el mínimo de sangre posible
- Bien, ¡Entonces iré de inmediato!
- Espera, grandulón. Empezaremos el plan mañana, cuando Gen regrese... Por cierto, ¿No te dejaron algún mensaje junto al teléfono?
Se hizo una pequeña pausa antes de que obtuvieramos una respuesta del otro lado.
- Nop. Nada. Y enterraron el receptor un poco mal, no estaba a mucha profundidad
Miré a Senku, me terminé de convencer de que eso no era nada bueno al ver la expresión de su rostro.
- Es demasiado torpe como para el trabajo de ellos, ¿No?
- ¿Pasó algo...?
Suika me miró con preocupación. Quisiera poder decirle que probablemente solo tuvieron que darse prisa, pero sinceramente era casi totalmente seguro que algo debió de suceder para hacerlos apresurarse de esa forma. Y obviamente no podía haber sido algo bueno.
Decidimos (mejor dicho, Senku decidió) no desperdiciar tiempo preocupándonos por algo que aún no estaba confirmado, así que pasamos el resto del día y hasta parte de la mañana siguiente mejorando el tocadiscos para que se moviera a un ritmo constante y fluido que no podría hacerse a mano.
Senku estaba preocupado, por más que lo intentara disimular era obvio cuando notaba que no dejaba de mirar al bosque cada poco, esperando ansiosamente por la llegada de Gen y los demás.
A pesar de que yo estaba haciendo todo lo posible por lo preocuparme también, me estaba comenzando a poner nervioso cuando al fin Gen se asomó por los árboles, jadeando y sucio pero al menos estaba a tiempo.
- ¿Y bien, Senku-chan? ¿Quién es la primera lindura que tengo que convencer con mis encantos?
Senku llevó de inmediato a Gen al observatorio, estaba por acompañarlo cuando caí en cuenta de algo importante.
Pensé que simplemente iban atrasados, pero después de mirar los árboles varios segundos más me di cuenta de que Gen no venía con nadie.
No había rastro del enorme Magma que más que seguramente debía de hacer ruido al llegar... Y más importante, no había rastro de Chrome por ningún lado.
Me negué a entrar en pánico, así que cuando Suika fue a buscarme para escuchar la llamada de teléfono le dije que se adelantara.
Y me quedé esperando. Mirando atentamente los árboles por los que había llegado Gen durante varios minutos.
Escuchando y mirando el bosque nevado con la mayor atención que jamás le había puesto en toda mi vida, y aún así nunca encontré lo que buscaba.
- También lo notaste, Chrome y Magma no llegaron. Los demás están tan distraídos con la llamada que no se han dado cuenta
Apenas si desvié un poco mi atención del bosque cuando Ruri se acercó a mí lado, me limité a asentir como respuesta.
Tal vez debería de ir a interrogar a Gen acerca de lo que le pasó a Chrome, quiero creer que está bien, pero aún así estoy inquieto...
- Un momento, alguien viene
Crujidos de ramas, esos pasos de bestia furica y unos resoplidos de cansancio dignos de un animal... No es Chrome, pero me sirve de momento.
- ¡He vuelto! Ah... Ahg... ¡Tráiganme agua!
Magma llegó a la aldea armando revuelo como siempre, aproveché que se veía cansado y fui de inmediato a derribarlo, inmovilizandolo contra el suelo.
- ¡¿Qué mierda te pasa?! ¡Quítate de encima brujo maldito!
- Cállate o te romperé la muñeca, ¿Dónde está Chrome?
- Te lo diría si... ¡Si tan solo pudiera respirar bien! ¡Maldita sea traigan agua! ¡Viene corriendo desde allá!
Hice un poco más de presión en mi agarre, dispuesto a cumplir mi amenaza de hace un instante. Sin embargo, entre Kinrou y Kohaku (que habían llegado atraídos por los gritos de Magma) me hicieron quitarme de encima y permitirle al imbécil este recuperarse antes de dar explicaciones.
Tuvimos que esperar por lo menos diez eternos minutos a que el gorilón se bebiera todo el contenido de una jarra h se tranquilizará lo suficiente como para hablar. En ese tiempo Senku y los demás terminaron con la llamada, por lo que todos escuchamos las explicaciones de lo sucedido que el tipo nos dió, las cuales fueron de todo menos alentadoras.
- ¿Chrome fue...?
- ¡¿... capturado por el enemigo?!
Kohaku se lanzó de inmediato a correr con su katana en mano, sin pensarlo dos veces.
Probablemente la hubiera seguido, de no ser porque tenía el vago presentimiento de que no sería tan sencillo como eso.
- ¡Vuelve aquí, leona!
Senku la llamó fácilmente armando de inmediato un "megáfono" con los materiales que tenía a la mano en el observatorio y el teléfono. Milagrosamente eso funcionó, y cuando la chica se detuvo a gritar que no era una leona su padre de inmediato la contuvo.
- ¡Déjenme ir! ¡No podemos dejar a Chrome a que muera!
- Kohaku, tranquilizate. No lograrás nada tú sola
En lo que Jasper intentaba razonar con la enfurecida chica, observé cómo Senku trepaba a lo alto del observatorio para tomar la delgada piel teñida que hacía de bandera del reino científico.
- Bueno, es verdad que no podremos hacer gran cosa si solo van unos pocos o alguien solo. Entonces, tendremos que ir todos juntos
Ante la sorpresa de todos, Senku elevó la bandera en su mano y anunció que prepararíamos la salida de todas las unidades del reino de la ciencia. Ya no teníamos a Homura vigilando nuestros movimientos, así que no había tiempo que perder.
Según Senku, para el plan debíamos llevar de todo. Provisiones científicas, equipamiento y mano de obra.
Por supuesto que para transportar todo eso no era una opción hacerlo de la manera convencial, y también por supuesto que para solucionar eso Senku tenía un invento científico bajo la manga.
Algo llamado "coche, "automóvil" o simplemente "auto". Senku ya me había hablado de ellos en otra ocasión, y si bien estaba emocionado por la idea (sobretodo cuando Senku me mostró unos vagos planos del motor y demás partes) no pude evitar pensar en lo que Chrome me había dicho acerca de no hacer nada genial en su ausencia.
Sé que usaremos esto para rescatar a Chrome también, pero conociéndolo...
Me pregunto si no se las arreglará para meterse en problemas antes de que podamos llegar a él.
- Pantera, ¿Qué tal estás?
Hice a un lado los planos y mapas que estaba revisando cuando Senku se asomó por la trampilla del observatorio.
Ya es bastante tarde, así que supongo que apenas terminó de organizar todo para el gran trabajo que se nos viene encima.
- ¿A qué te refieres?
- Sinceramente, pensé que tú también saldrías corriendo igual que la leona
Senku se acercó y se sentó a mi lado, apoyando su mejilla en su mano mientras me miraba. Me puse a acomodar los planos y mapas para mantener ocupadas mis manos mientras pensaba qué responder.
- ... Ganas no me faltaban
- Lo sé, pero te agradezco que te contuvieras. Si se trata de rescatar a Chrome, ni la leona ni tú podrían haber hecho nada por si solos. Es mejor que sigamos el plan de esta forma, así también podremos adelantarnos a Tsukasa
Escuché hasta la mitad de todo lo que dijo, ¿Realmente no hay nada que yo pudiera hacer por mi mismo?
Digo, el plan con el coche y todo el poder del reino de la ciencia en él suena genial, pero no teníamos eso antes.
Aún sin todo eso, Chrome y yo siempre pudimos salir de los aprietos en los que nos llegáramos a meter. Fuera enfermedad, una bestia, o un simple miedo. Siempre había bastado con nosotros dos.
Aunque es verdad que tampoco nos habíamos enfrentado a algo como el reino de Tsukasa.
- Ey, ¿Pantera?
Miré a Senku, ahora su mirada estaba llena de duda y preocupación.
Sonreí suavemente y me puse de pie.
- Tranquilo, entiendo la lógica de tu plan. Es lo más seguro para todos, pero sigo preocupado. Estoy cansado así que...
Me detuve junto a una pequeña mesa que habíamos subido al observatorio y dejé los planos y mapas ahí.
Me apoyé en el borde del mueble y me giré para mirar a Senku.
- ... ¿Tal vez estaría bien que n-nosotros nos... "acurruquemos" juntos? Digo, si no te molesta, claro
- E-eh... N-no... ¡Quiero decir que no me molesta! Si eso te ayuda a tranquilizarte está bien, solo iré a buscar unas mantas adicionales, hace más frío de lo normal
Senku se aflojó un poco el cuello de la ropa mientras se dirigía a la trampilla que bajaba al almacén a buscar las mencionadas mantas.
Apenas hubo desaparecidos por ahí, rebusqué apresurándome entre los mapas hasta que localicé un par que había marcado antes al doblar ligeramente una esquina.
Uno es el que hicimos durante la persecución de Homura, y otro me parece que es un garabato que Gen hizo cuando intentaba explicar a Chrome más o menos qué distancia quedaba el reino de Tsukasa.
Doblé ambos con cuidado y los escondí entre mi ropa.
Chrome y yo siempre estuvimos juntos, los dos. Fue hasta que llegó Senku que recibimos otra ayuda, pero hasta entonces siempre nos estuvimos apoyando con todo entre los dos.
Así que por supuesto que no voy a dejarlo colgado ahí, por más que estemos preparando otro plan más.
Haré lo que pueda por mi mismo, y ayudaré a Chrome. O aunque sea le ganaré tiempo.
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