Buscando un lado bueno, Magma sufrió bastante daño, así que solo queda rogar en silencio porque Kohaku llegue a tiempo.

- Alargaré la pelea lo más que pueda, así que ustedes estén atentos para cuando regrese Kohaku

Le tocaba el turno de pelear a Chrome con el enano faldero de Magma. Después de haber visto la pelea de Kinrou y el gorila, esto era como ver a dos niños pelearse.

Al cabo de un rato, alcanzamos a ver que Kohaku ya se encontraba en el límite del bosque, llegando al primer puente de la aldea.
Pero entonces el bastardo de Magma decidió aprovecharse también de sus influencias en el torneo, y su maldito compañero perdió a propósito la pelea contra Chrome justo en ese momento.

Se pasó al siguiente combate en cuestión de segundos, y Kohaku no alcanzó a llegar a tiempo por lo que Senku fue declarado ganador de esa ronda. Esto es horriblemente malo porque ya no tenemos a Kohaku para que se cargue a Magma, pero también es malo porque en verdad quería ver como es que Senku iba a fingir una pelea contra la leona.

- ¿Suika? ¡Suika, estás bien!

Bajé a la niña de mis hombros y dejé que fuera a encontrarse con Kohaku, que casi parecía venir al borde del llanto.
Al quedar Kohaku fuera, prácticamente toda la aldea asumió en automático que Magma sería el próximo líder y marido de Ruri. Y para sorpresa de nadie, el mismo Magma lo asumió también, comenzando a presumir de inmediato.

- ¡Alégrate Ruri, a partir de hoy eres mi mujer!

Magma hizo unos ojitos perturbadores y lanzó un beso en dirección a la chica.
No le tengo ninguna clase de cariño o aprecio a Ruri, pero aunque la odiara no le podría desear tener como futuro marido a Magma.

- Cebollín, entre tus cosas tenías una cuerda con rocas, ¿No?

- Ah, sí, un momento

Senku rebuscó un momento entre las armas escondidas que había tirado hace un rato, hasta que finalmente me pasó una cuerda de mediano tamaño que tenía un par de pequeñas rocas para hacer peso en ambos lados.
La recibí y comencé a envolverme parte de los extremos en ambas manos mientras me abría paso al centro de la pista de combate.

- Bueno, deja de mandar besos o me vas a hacer vomitar. Eres alguien repugnante en todos los sentidos

- Tch, ¿Qué hace la maldición de la aldea aquí?

Sonreí y miré en dirección a la chica, ella no parecía nada asustada e incluso me devolvió la sonrisa. Me pregunto si Chrome le dijo algo de mi supuesta maldición.

- ¿No es obvio? Necesito una bella esposa y sirvientes para mis hechizos, así que... ¿Contra quién me toca pelear?

- ¡Eso es una amenaza! ¿No cuenta para descalificación?

Miré al árbitro cuando uno de los aldeanos se quejó, él dijo que mientras no pasara de algo verbal no había nada que las reglas tuvieran contra eso.

- Perfecto entonces

Mi contrincante pasó a pelear con una de esas lanzas sin filo y acolchonadas que se solían usar en estos combates.
El arma era a elección (mientras no fuera tan directamente mortal), pero muchos solían usar esas cosas ya que eran más prácticas por lo largas que eran.

- ¿Vas a pelear con eso? Pensé que los hechiceros eran más listo, ¡Pero solo son unos idiotas debiluchos!

Hablando de idiotas, mi rival se lanzó a atacar sin pensarlo.
Me hice a un lado con facilidad y atrapé sus manos con la cuerda y un giró rápido impulsado con las piedras. Sujeté ambos extremos, y solo fue cuestión de doblar a direcciones opuestas.
Las muñecas del tipo se torcieron y soltó de inmediato la lanza.

- Soy hábil con mis manos, no necesito fuerza si sé dónde sostener tus huesos

Apreté un poco más antes de soltar las rocas. El tipo cayó al suelo y apoyé mi pie sobre su cabeza, levantando la vista hacia el árbitro.

- ¿Es suficiente así o tiene que estar inconsciente?

- Mientras no sea declarado incapacitado físicamente o siga dando pelea, puede continuar

- Entiendo, en ese caso...

Fui a por la lanza del tipo y la levanté con ambos brazos.

- ¡Dulces sueños!

Los espectadores se mantuvieron en absoluto silencio desde el inicio de la pelea hasta el momento en que dejé inconsciente al tipo con un golpe.
Y al ser reclamada mi victoria, comenzaron a abuchearme como era de esperarse.

- Claro, linchenme a mí pero no al animal que atacó a su oponente por la espalda. Malditos borregos

Me rasqué la mejilla mientras volvía a mi sitio.
No recibí ninguna palabra de mis compañeros, más que una rápida felicitación nerviosa de Suika y Chrome.
Pasaron de inmediato a la pelea de Ginrou, la cual fue... muy curiosa.

Llevaba la boca llena de una de las hierbas que Senku mencionó que podían servir como dopaje. Dudaba que eso hiciera efecto, pero parece que la ilusión de que lo hiciera fue más que suficiente para que Ginrou ganara al terminar por empujar a su oponente al agua.
Claro que después tuvo que irse corriendo cuando su estómago le reclamó por haber comido tantas de esas hierbas de una sola vez.

Después de dejarse el alma en su dolor de estómago, y de los buenos golpes que se alcanzó a llevar por su rival, Ginrou quedó visiblemente destrozado, por lo que el arbitro lo declaró fuera de la competencia.

Y ahora solo quedabamos Senku, Chrome y yo contra Magma. Sinceramente, ya nos estaba dando por muertos.
No había manera de que Magma me dejara acercarme tanto a él, y sin las armas adecuadas (que desgraciadamente entraban en la categoría de mortales) no podría enfrentarme a él de ninguna forma.
Y bueno, Senku es... Senku. Tendríamos suerte si le gana una pelea a una papa.

Por lo que entonces, teníamos que confiarle todo a Chrome.

- ¡Chrome!

Lo llamé antes de que fuera a pelear (por no decir a su muerte).
Le ofrecí mi mano, él la aceptó con una sonrisa y nos abrazamos brevemente.
Al hacerlo, Chrome me mantuvo un momento más de lo necesario ahí para susurrarme algo.

- ¿Crees que gane?

- ¿Las personas vuelan?

Mi hermano río ligeramente.

- Senku dice que en su tiempo si volaban, pero si me tienes tan poca fe... Te propongo algo

- Te escucho

- Si yo gano, irás con Senku y...

Lo demás me lo susurró en un tono más bajo.
Sentí calor en la cara, pero tomando en cuenta las posibilidades que teníamos ahora...

- Si eso te da alguna clase de motivación extra para ganar, está bien

- ¡Genial! ¡Ya verás!

Nos separamos y Chrome partió directo a su pelea con Magma.
Senku se aproximó y me miró con curiosidad.

- ¿Qué le dijiste?

- Que me aseguraré de que su tumba sea colocada junto a la de Ruri

- Que cruel... te ayudaré con eso

Y yo soy el cruel. Sonreí para mí mismo y mejor me puse a ver la pelea.
Aunque más que pelea, era una masacre de un solo lado.
Ya sabía que Chrome no tenía una oportunidad, pero era horrible verlo tan golpeado. Sin querer me comencé a mordisquear una uña al ver la cantidad de sangre que le salía de la nariz y su labio partido.

Y encima de eso, todavía desperdició fuerza en proteger las semi destrozadas gafas de Suika, solo para colgarlas del extremo de su arma y amenazar a Magma con ellas.

- ¿Qué está haciendo? ¿Tanto le afectaron los golpes?

- No, no es eso. Está intentando prender fuego a la ropa de Magma

Miré a Senku con confusión, él me explicó que con las gafas adecuadas se podría crear fuego en un día soleado y despejado como este gracias a que enfocaría la luz a través de ellas en un solo sitio, pero al parecer el tipo de gafas de Suika hacían todo lo contrario así que no había ninguna manera de que Chrome pudiera hacer fuego con eso.

- Él solo está perdiendo el tiempo inútilmente

Miré a Chrome, parecía tan seguro de su movimiento...

- ¿Estás seguro de eso, oh gran científico Senku?

Senku miró atentamente la escena unos segundos, pero después terminó sonriendo.

- Chrome, tú en verdad... Convirtió el lente de Suika en uno apto para hacer fuego con sus lágrimas y sudor, literalmente

- Bueno, ¿Pero es posible prender fuego con eso?

- Es posible, se llaman "gafas ardientes"...

Senku dejó de hablar bruscamente y todos giramos al darnos cuenta de que esa voz que lo interrogó no era de ninguno de nosotros pero nos resultaba conocida.

Gen, el mismo tipo que se había ido hace más de un mes a dejar su falso reporte a Tsukasa aún estando bastante herido, acababa de hacer su regreso triunfal.
El tipo se acercó y nos saludó rápidamente, pero de inmediato fue a la cuestión de Chrome.

- ¿Cuánto tiempo necesita para encender el fuego, Senku-chan?

- Es un cálculo simple, veamos...

Casi pude escuchar el cerebro de Senku trabajar con ese supuesto cálculo "simple" que pretendía predecir el momento en que encendería el fuego.

- Exactamente sesenta segundos

- Entendido, ¡Es hora de hacer mi trabajo como mentalista!

Gen puso manos a la obra y se trepó encima de la casa abierta donde estaban la sacerdotisa y el líder de la aldea, llamando la atención de Magma de inmediato.

- Magma-cha... Muchas gracias por matarme el otro día

Incluso cambió el tono de su voz, increíble.
El tipo hizo algunos movimientos raros con sus manos antes de dejar caer una lluvia de puñado de pétalos sobre Magma, anunciando que acababa de poner un hechizo en él que haría que su corazón explotara si se movía aunque sea un solo paso de su posición actual.

- ¡E-eso va contra las reglas! ¡Es brujería y está interviniendo con mi pelea!

- ¡Solo lo es si tu corazón termina por explotar!

Intervine rápidamente para mantener el engaño, Senku se sumo también con una sonrisa escalofriante.

- Claro que también podría ser solo un engaño para burlarse de ti, es simple ¿No? Todo lo que tienes que haces para averiguarlo... Es moverte

- Si no explotas solo quedarás como un idiota, pero si explotas... ¡Felicidades, comprobaste que esto es una trampa contra las reglas!

Magma pasó saliva con visibles nervios.
Senku y yo intercambiamos una mirada cómplice y chocamos las manos.

Nos terminamos de convencer de que el engaño había funcionado cuando Magma se llevó una mano al pecho y se quedó clavado en su lugar.

Gen fingió debilidad y anunció que no podría mantenerlo así por mucho tiempo, Chrome pareció captar la idea y (con una pésima actuación) dijo que estaba tan aterrador que ni siquiera se podía mover.
Gen puso una terriblemente convincente expresión de cansancio diciendo que solo podría aguantar el hechizo por un minuto.

Magma mordió el anzuelo y se burló diciendo que todo lo que tenía que hacer era aguantar quieto por un minuto y después podría acabar con esto.

Es perfecto, Magma no se moverá y Chrome tiene una excusa de quedarse quieto. Ahora solo hay que rogar por que esto dure el tiempo suficiente.

- Ah, eso es...

- Sí, lo logró

Humo, un fino hilo de humo comenzó a surgir de la ropa de Magma.

- Ahora, arde

Magma intentó apagar su ropa, pero era demasiado tarde. El fuego se propagó por su ropa y entró en pánico de inmediato.
Chrome aprovechó y lo arrojó al agua, fuera del campo y de la isla y, por lo tanto, ganando su pelea.

Una rápida revisión del juez, que no encontró problema con las lágrimas y sudor de Chrome combinadas con la máscara de Suika (que era lo que había originado el fuego) dió por concluida la pelea, siendo totalmente validada.

Gen se retiró para no causarnos problemas por su presencia, pero dijo que nos esperaría en nuestra base.
Creo que es un tipo más interesante de lo que pensé.

- Oye, _______

- ¿Qué sucede, Chrome?

Mi hermano me sonrió y me apoyó una mano en el hombro.

- Gané, le gané a Magma

- Y vaya que lo hiciste

- No lo entiendes, gané... Así que tú, tú tienes que...

La voz de Chrome se fue apagando, y apenas si pude evitar que cayera al suelo cuando se desmayó.
Llamé a gritos a Kohaku y a Senku, los cuales de inmediato vinieron y lo revisaron.

- Maldita sea, justo cuando teníamos la oportunidad de que Chrome ganara...

- Senku y yo aún tenemos que pelear, tenemos tiempo para que despierte, ¿No?

- El árbitro tendrá que revisarlo

Esperamos a que el árbitro y lo más parecido a un curandero que teníamos revisaran a Chrome, hasta que finalmente nos dieron la mala noticia.
Magma lo había dejado sumamente magullado, y no se le podía permitir seguir en la competencia.

- Aunque se lo permitieramos, es muy poco probable que despierte antes del final de su ronda... Así que la final pasará a ser entre ustedes dos

Senku y yo peleando por el puesto de líder de la aldea... Los aldeanos no deben estar nada felices con la idea.
Miré a Chrome con pesar, estaba tan cerca de casarse con Ruri, incluso logró terminar de vencer a Magma.

"Si yo gano, irás con Senku y... lucharás por él, y lo que sientes."

Conque lo que siento, ¿Verdad, Chrome?
Bueno, veremos como resulta esto.

- Chrome no está en condiciones de continuar, así que el puesto de líder será decidido por la pelea entre Senku y _______

Los abucheos daban a entender de manera bastante clara la opinión de la aldea.
No querían a una maldición que recién acababa de amenazar con convertirlos en esclavos como líder del pueblo, y tampoco querían al desconocido.

- Creo que es claro quien debe ganar

- Eso creo

- Intenta no lastimarme mucho

Sonreí y me envolví la cuerda con las rocas en una mano, sin siquiera molestarme en preparame para una pelea que no iba a ocurrir.
Senku se aproximó lentamente y apoyó la punta acolchonada de su arma contra mi pecho, empujándome con mucha suavidad.
Cerré los ojos y me dejé caer, los abrí hasta que mi espalda hubo tocado el suelo arenoso.

- Perdí

- ¡Ni siquiera diste pelea!

- Tal vez tu quieras venir a darla conmigo, si tanto te molesta

El tipo que me reclamó entre la multitud no dijo nada más, así que miré al juez.

- Puedo aventarme por el acantilado si eso ayuda

- No será necesario. Ah, el ganador, nuevo líder de la aldea y marido de la sacerdotisa es... ¡Senku!

Mierda, por un momento me olvidé de Ruri.
Y yo pensando que no tenía que preocuparme por el cebollín...

- Entonces, si me caso con Ruri seré el jefe de la aldea... Bien, acepto, ahora traigan el alcohol que era parte del premio

Aparté la vista cuando Ruri bajó de su posición para conocer a su nuevo... marido.
Solté una risa forzosa y me llevé una mano a la cara mientras me alejaba un poco.
Perdón Chrome, no me gusta esto de dejarme llevar por lo que siento.

- Ahh, es una lástima. El alcohol se volvió vinagre, pero aún me sirve... ¡Oigan, vamos, hay que llevar esto a nuestro reino científico!

- Un momento, tenemos que empezar la ceremonia del matrimonio para poder pasar la noche bebiendo

Me detuve a medio camino de cargar uno de los grandes jarrones con alcohol y miré a Senku.
Él pensó un poco lo que el aldeano le decía antes de sonreír y urgarse una oreja.

- ¿De verdad? Entonces quiero el divorcio

El divorcio... Tanto el lado del reino científico como la aldea nos quedamos helados con eso. Nunca había escuchado de nadie que se hubiera divorciado, mucho menos de una sacerdotisa.
Senku se rió y se alejó rápidamente en dirección al puente de la aldea, al pasar a mi lado me tomó de la mano y me llevó con él.

- ¡Lo siento pero no eres mi tipo, Ruri! ¡Traigan esas jarras acá y vámonos!

Kohaku se ocupó fácilmente de todas las jarras de barro y nos siguió, con el abuelo y Suika detrás.

- ______, lo estuve pensando un poco...

Miré a Senku mientras cruzábamos apresuradamente la aldea para volver a nuestro lugar.
Él me volteó a ver brevemente y me sonrió, antes de volver la atención al camino.

- ... dijiste que solo deberíamos compartir lo necesario entre nosotros, ¡Pero nunca especificaste lo necesario para quién! Y no sé si tú estés satisfecho ahora mismo después de ignorarnos casi todo el día, ¡Pero yo necesito más de ti!

Nos detuvimos un momento al finalmente abandonar el último puente de la aldea, creo que es la primera vez que Senku corre tan rápido ya que está jadeando mucho y logró dejarte bien atrás a Kohaku.

- Por... motivos puramente, ah, prácticos y científicos, claro

Senku me miró con una jadeante sonrisa.
Maldita sea Chrome, si tan solo hubieras perdido contra Magma...

- Creo que yo también necesito un poco más de ti también, Senku. Por motivos puramente prácticos, claro

- ¡Genial! Entonces... supongo que la regla de los besos se mantiene, ¿Pero estás bien con esto?

Senku estiró su mano y tomó torpemente mis dedos con ella.
Parecía que estaba tratando de sujetar mi mano, pero no parecía tener mucha idea de como hacerlo. La buscamos un poco hasta que, finalmente, terminamos con nuestros dedos índice y anular enganchados juntos.

- Creo que está... bien para empezar, ¿No crees?

- Si, está bastante bien

Senku se rascó la mejilla y me sonrió.
Le correspondí la sonrisa sin demasiado esfuerzo.
Estúpido cebollín.