Capítulo 6. Como por obra del destino.
Perspectiva de Matt.
Las clases estaban aburridas, estábamos repasando algo que acabábamos de ver el viernes de la semana pasada, lo cual ya me había grabado a la perfección, me encontraba componiendo una tonada en mi libreta pero terminé por levantarme y tirarla a la basura, el maestro de historia aprovechó para pasarme al pizarrón, estaba dando la clase por el maestro cuando se me ocurrió que la tonada que ahora estaba en la basura podría completar otra canción que había estado escribiendo, por si sola esa tonada era basura pero junto a la otra canción podría ser buena, tendría que sacarla del bote al terminar la clase, pero en eso pasó uno de los de limpieza a mi salón y para mi mala suerte, se le ocurrió vaciar el bote de basura, me quedé en shock en medio de la clase, mis compañeros incluyendo a Chris, mi amigo, se empezaron a reír de mi, iba a salir y correr tras el hombre de limpieza
-¿Señor Bellamy a donde va? ¡regrese a la clase!- dijo el profesor en un tono un tanto molesto
-Lo siento es que tengo una emergencia- dije y en eso sonó mi teléfono celular, no sabía quién era o que quería pero agradecía que eso haya pasado -¿puedo contestar?- pregunté sacando mi celular del bolsillo de mi pantalón
-Adelante, pero no se tarde-
-Gracias- dije saliendo del salón, era Billie Joe, supuse que no era nada importante, colgué la llamada y me fui tras mi hoja de papel
-¡Espere!- le grite al hombre de la limpieza cuando logré encontrarlo, el volteó a todos lados para asegurarse de que él era a quién yo le estaba hablando, en eso me acerqué a él
-¿Qué sucede joven?- me preguntó confundido
-Tiré algo importante y necesito recuperarlo- respondí asomándome al bote de basura que traía el hombre, estaba vacío
-Lastima joven, acaba de pasar el camión de basura por todo lo que recogí de los botes de los salones-
-Bueno, amm... gracias- dije triste y me dirigí al salón
Todos se me quedaban viendo al llegar, se preguntaban qué me había pasado y suponían lo peor.
-Tome asiento joven Bellamy, estoy por dictar la tarea- dijo el profesor y yo obedecí
-¿Todo bien Matt?- preguntó Chris
-Supongo- respondí
Durante las últimas clases estuve tratando de recordar la tonada, y cuando creí que todo estaba perdido, entre combinaciones de notas musicales en mi cabeza pude recordarla.
Al terminar las clases Chris quería presentarme a alguien, un viejo amigo con el que se había topado al finalizar el semestre pasado, pero para ser sincero no estaba interesado, quería llegar a mi casa a tocar en mi guitarra eléctrica la canción que había compuesto hace unos días, la canción que no estaba terminada y que ahora tenía la inspiración para finalizarla, esa canción por la cual había perseguido al hombre de la limpieza
-¡Matt!- me llamó Chris para que fuéramos a la cafetería de la escuela, el lugar donde me iba a presentar a su amigo
Decidí escabullirme entre la multitud de alumnos que acababan de salir de sus respectivas clases, rápidamente me dirigí a mi casillero, dejé algunos útiles y tomé las notas que había escrito para la guitarra, luego decidí correr entre la multitud con mis notas en mano, esquive a todos con éxito y cuando ya estaba a punto de salir de la escuela terminé chocando con un joven, mis notas salieron volando y yo caí al piso, no me molesté en disculparme, aún podía huir, tomé algunas de mis hojas, el otro joven me ayudó a levantar unas cuantas y me extendió la mano para ayudarme a pararme, tomé su mano, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, al alzar mi vista para verlo y darle las gracias me encontré con unos ojos inconfundibles, era él, un viejo amigo del cual había estado enamorado, pero se había mudado lejos y ahora estaba aquí tomando mi mano, con la nariz rota por el golpe que le di al chocar con él, no quería que me reconociera, así que bajé mi vista, agradecí y me fui.
-¡Hey tus notas!- gritó con esa voz desafinada y sexy que sólo él tiene pero lo ignore.
No me importaba que tuviera mis notas, podía recordar como iba exactamente la tonada de la canción, lo que ya no podía recordar era como quería finalizarla, tanto que me había costado recordar la tonada y ahora la había vuelto a olvidar, pero no importaba porque mi inspiración cambió de rumbo por su culpa.
Llegué a mi casa, tomé mi guitarra, toqué la canción una y otra vez sin poder terminarla, no podía dejar de pensar en los ojos de ese lindo y divertido joven que había sido mi amigo, sus ojos azules con centro verde y su rostro relajado con un leve sonrojo eran todo lo que había en mi mente.
Empecé a componer la letra de una canción que por pura casualidad iba muy bien con las notas que compuse para mi guitarra.
Puede que no sabía como terminarla pero ahora ya tenía letra, se la mostraría a Chris en cuanto lo viera y así bajaría un poco su enojo por no haberme presentado hoy a conocer a su amigo, porque tenía como diez llamadas pérdidas de él y otras dos.
Decidí dejar mi guitarra a un lado y descansar para no forzar mi inspiración, empecé a pensar en como todo lo que me había pasado en este día parecía más bien obra del destino que simple casualidad.
Dejé de pensar en eso para una vez más tratar de recordar la tonada de la canción, pero sólo pude recordar al joven que había sido el amor de mi vida, pasamos mucho tiempo juntos, momentos en los que él me hacia reír, era tímido y loco a la vez, una total contradicción que resultaba atraerme demasiado, a pesar de que no quería verlo porque no sabría como disimular mi actitud de joven enamorado está vez, quería volver a verlo, a reír junto a él, quería saber que había sido de su vida sin mi, quería volver ser su amigo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro