Capítulo 4. Examen de matemáticas.
Perspectiva de Patrick.
Era un día común, las clases eran normales, los maestros preguntaban y al ver que nadie respondía mencionaban mi nombre esperando alguna respuesta, yo me ponía nervioso a pesar de que nadie estuviera poniendo atención a la clase y aunque mis nervios me mataban, mi voz temblaba y tartamudeaba siempre trataba de dar mi mejor respuesta, la cual muchas veces era correcta o muy acercada; pero a mi no me gustaba participar en clase, no sólo por mis nervios sino también porque al finalizar todos me llamaban nerd, me asustaban sus mirada de odio y me disgustaba que a veces fueran tan crueles conmigo, trato de no darles importancia pero hay días en que estoy algo sentimental.
Al terminar la clase de biología, nos avisaron que el profesor no llegaría a la siguiente clase, lo cual significaba que tenía una hora libre para estudiar para el examen de la clase siguiente a la que no vamos a tener, matemáticas.
Tomé mis cosas de mi casillero y me dirigí a la biblioteca, el único lugar donde es posible estudiar en esta escuela, todos los lugares estaban ocupados excepto uno el cual estaba en la misma mesa que un muchacho de mi clase, Joe.
-¿Puedo sentarme aquí?- pregunté una vez que me acerqué al lugar desocupado
-Claro- dijo desinteresado sin siquiera voltearme a ver
Me senté allí, justo en frente de él, se notaba muy concentrado en lo que estaba haciendo, pero al mismo tiempo nervioso pues no podía mantenerse quieto, jugaba con su lápiz, alzaba y bajaba una y otra vez sus talones mientras mantenía sus pies en punta, se rascaba los brazos; no es que todos sus movimientos no me permitieran concentrarme en realidad lo que captaba mi atención era la curiosidad de saber qué lo mantenía en ese estado de nerviosismo, eché un vistazo a su libreta, matemáticas, estaba estudiando para el examen.
-¡Demonios, no entiendo nada! ¡Voy a reprobar! ¡Seguro va estar bien perra el examen! ¡Ese maestro hijo de puta!- maldecía el joven frente a mi en voz baja
Miré mis apuntes, no era difícil, al menos no para mi, quizás podría ayudarlo, pero me sentía nervioso de sólo pensar en hablar con él, más que nada porque yo soy muy tímido, no es lo mío hablar con las personas, quizás por eso no tengo amigos.
-Oye... ¿quieres ayuda?- le pregunté con un hilo de voz, pero él me ignoro, seguía borrando, escribiendo lo mismo que había borrado y volviendo a borrar, mientras maldecía, supuse que ni siquiera pudo escucharme
-¿Te gustaría que te ayudara a estudiar?- volví a preguntar está vez toqué su hombro para llamar su atención y me asegure de que mi volumen de voz fuera lo suficientemente fuerte para que pudiera escucharme pero no tanto como para que me corrieran de la biblioteca por escandaloso
-Es matemáticas ¿no hay problema con eso?-
-No... supongo que no-
-¿En serio quieres ayudarme?-
-Si ¿por qué no?- dije sonriendo
-Soy muy malo y puedo hacer que te desesperes-
-Soy paciente, dudo mucho que lo logres-
-¡Genial!- gritó con emoción
-Bajen la voz jóvenes- dijo la bibliotecaria mirándonos, lo cual me hizo reír un poco
-Bien, entonces empecemos- dije
En lo que quedaba de la hora libre traté de enseñarle a Joe lo que habíamos visto estas semanas, lo cierto es que si era difícil enseñarle, tuve que repetirle como 10 veces cada cosa nueva que le explicaba, podía notar que tenía varias deficiencias de lo que vimos el semestre pasado, pero ambos dimos nuestro mayor esfuerzo, él por aprender y yo por enseñarle.
Al sonar el timbre, nos dirigimos al salón, Joe estaba más nervioso de lo que ya estaba antes.
-¿Crees que apruebe?- preguntó
-No lo sé- contesté tratando de no matar sus esperanzas pero tampoco ilusionarlo
-Por cierto ¿cuál es tu nombre?-
-Patrick Stump-
-¿No eres el tipo listo del salón?- preguntó mirándome fijamente, lo cual me pareció un poco intimidante
-Si, supongo- dije tímidamente
-Bueno Patrick, yo soy Joe, es un gusto- dijo con una sonrisa, ofreciéndome su mano
-El gusto es mío- dije estrechando su mano
El examen estuvo fácil para mi, fui el primero en acabar, entregué mi examen, el maestro se puso a calificarlo mientras volteaba de vez en cuando para asegurarse de que nadie se copiara, me dio mi calificación, la cual fue 10, salí del salón feliz, me dirigí a mi casillero y estuve parado junto a el pensando en que estaría contestando Joe, realmente esperaba que le fuera muy bien.
-¡Patrick, aprobé! ¡Aprobé!- gritó Joe saliendo del salón, mientras se dirigía a mi con una enorme sonrisa en su rostro
-¡Genial! ¿con cuánto?-
-6-
-Vaya...- contesté un poco extrañado al ver a alguien tan feliz por un 6
-¡No lo puedo creer! ¡Gracias!- dijo dándome un enorme beso en la mejilla que además de incomodarme hizo que me sonrojara
-No fue nada- contesté tímidamente
-Oye voy a salir con unos amigos ¿no vienes?-
-Claro-
-Genial-
Ya era la última clase así que pensé que estaría bien, además lo poco que había escuchado de Joe y sus amigos no era nada malo, eran jóvenes normales, incluso Pete, el cual era algo conocido entre los demás alumnos porque se llevaba bien con uno de los jóvenes más populares y talentosos de la escuela, Brendon Urie y porque era lo que varios llaman buena onda o cool.
Joe y yo caminamos hasta un hermoso parque, muy tranquilo, allí me presentó a Andy y charlamos un poco
-¡En serio! terminé el examen lo más pronto posible para que el maestro me diera mi calificación en ese mismo momento, porque ya después no califica al instante y empieza a dejar que se acumulen los exámenes en su escritorio...- dijo Joe rápidamente con mucha emoción
-Ajá...- dijo Andy prestándole toda su atención
-Entonces lo revisó, me miró y me dijo: tienes 6-
-¿En serio? ¡Eso es increíble!-
-¡Lo se y todo se lo debo a este muchachote!- dijo abrazándome fuertemente
-No fue nada- dije tímidamente, en serio no entendía por qué la daban tanta importancia
-Oh no amigo, la máxima calificación de Joe en un examen de matemáticas siempre había sido de 2 y ahora sacó un 6 e hiciste eso posible en menos de una hora, no digas que no fue nada, porque eso que hiciste fue increíble- dijo Andy sonriéndome, dándome pequeñas palmadas en la espalda
-Bueno, cuando quieras Joe puedo ayudarte, no es ningún problema para mi-
-Si, sería genial-
-¿A mi también me ayudarías?- preguntó Andy dulcemente
-Claro- respondí con una sonrisa
Seguimos hablando por un rato esperando a que llegara Pete, tanto Andy como Joe eran muy agradables y tenían gustos musicales muy parecidos a los míos, pero a pesar de eso estaba muy nervioso de sólo pensar en que conocería a Pete, por alguna razón mi corazón se aceleraba cada vez que lo veía a lo lejos o mencionaban su nombre, él era alguien un poco popular, nunca habría imaginado que podría tenerlo tan de cerca y ahora en cuanto llegara hasta tendría una conversación con él, esperaba que mis nervios no me traicionaran y no hiciera el ridículo.
Una llamada al celular de Joe me saco de mis pensamientos.
-Dice que ya está muy cerca, que lo esperemos y que quiere conocerte- Nos avisó Joe dirigiendo sus últimas palabras hacia mi una vez que terminó la llamada, lo cual hizo que un escalofrio recorriera todo mi cuerpo, mi corazón se aceleraba con cada segundo que pasaba, estaba emocionado porque conocería a Pete.
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