Perspectiva de Gerard.

Llegué a mi casa un poco cansado, eso de socializar no iba conmigo, pero le había prometido a Billie que haría más amigos, aunque eso fue mucho antes de que se fuera de la escuela, de todos modos deseaba cumplir mi promesa, así que en cuanto Frank me habló no quise actuar indiferente como siempre, además se ve que es una buena persona, aunque siempre me pareció algo raro, pero bueno, es agradable.

Como siempre lo primero que hice al entrar en mi casa fue encerrarme en mi cuarto, pero está vez en lugar de ponerme a hacer mi tarea saque todas las cosas de mi mochila y me puse a buscar como loco entre ellas la hoja en la que había estado dibujando, la que había ido a buscar al salón poco antes de que terminara el receso y por la que había llegado un poco tarde a la clase; era inútil por más que la buscaba tenía que aceptar que no estaba y eso me alarmaba, si alguien la veía todo mundo sabría mi secreto, aunque habían posibilidades de que nadie supiera que yo lo dibuje, igual me harían burla con eso y pasaría de serle indiferente a todos a sufrir acoso escolar, de por sí hay quienes gustan de molestarme, pero ahora sería peor y...

De pronto Mikey entró a mi habitación interrumpiendo mis pensamientos.

-Gee tienes... ¿todo bien? te ves muy pálido-

-Si... no es nada- dije nervioso

-Soy tu hermano, sé cuándo algo te pasa, así que cuéntame-

No podía contarle, no quiero imaginarme cómo reaccionaría si le decía algo como: empecemos por el hecho de que creo que soy gay y me gusta mucho Billie Joe, pero lamentablemente el amor de mi vida se fue y ahora tengo problemas porque...

-¡Gee dime algo, estás más pálido!- exclamó asustado mi dulce hermanito sacándome de mis pensamientos de nuevo

-¿Qué haces aquí?- pregunté para cambiar el tema

-Se me olvidó-

-Bueno, entonces ya que no tienes nada que hacer aquí, así que... ¡adiós!- dije empujándolo fuera del cuarto

-¡Gerard tarde o temprano todo se sabe, tendrás que contarme!- gritó cuando le azote la puerta en la cara y le puse seguro

Sus palabras resonaron en mi cabeza una y otra vez haciendo que me preocupara más, no pude concentrarme mucho en la tarea, aunque logre terminarla toda a tiempo para la cena, después de la cena me bañe y luego me fui a dormir.

Apenas si pude dormir, no dejaba de imaginar que pasaría si todo mundo viera mi estúpido dibujo, me costó mucho despertarme en la mañana por lo que volví a llegar tarde a la primera clase.

-Buenos días ¿puedo...-

-No sigas Gerard... ¡no es posible que no puedas llegar temprano a mi clase!- dijo el profesor de manera dramática

-Es la segunda vez que llego tarde-

-¿Y, así vas a estar todo el semestre?

-No, yo...-

-Espérame afuera en lo que acaba la clase-

Cerré la puerta y me senté cerca de allí para esperar al profesor, en eso vi como llegaba Iero algo agitado y estaba a punto de tocar la puerta.

-¡Frank!- le grité y él se asustó, luego volteó a todos lados buscándome, pero antes de que pudiera verme yo caminé hacia él -yo no tocaría la puerta si fuera tú- dije, él me miró extrañado -oye, ahora tú también eres un impuntual- dije risueño al recordar nuestra conversación de ayer

-Si bueno... ¿y porque no debo tocar la puerta?- me preguntó con cierto enojo en su voz como si lo estuviera haciendo perder su tiempo

-Quiero decir que el profesor es muy exigente con la puntualidad, por eso estoy aquí afuera, pero si quieres intentarlo...- aclaré

-Bueno gracias...- dijo desanimado y empezó a caminar

-¿Todo bien?- pregunté con curiosidad, me era extraño verlo sin esa típica sonrisa que tiene o el leve rubor en sus mejillas

-Amm... si- respondió nervioso haciendo que yo me sintiera de la misma manera

Frank se fue y yo tuve que quedarme esperando al profesor, no lo sé, pero el nerviosismo de Frank al verme hoy me hizo pensar en si ya vio mi dibujo y por eso actúa tan raro y si él lo vio es seguro que todos ya lo vieron, me ruborice un poco de la pena y luego me fui corriendo tras Frank.

-¡Frank!- le grité cuando lo vi, el volteó a verme y se quedó estático -tengo algo importante que preguntarte...-

-Dime-

-Ayer...- me detuve, es decir puede que haya visto el dibujo, pero no sepa que es mío y si pregunto por el lo sabrá lo cual empeoraría las cosas, por otra parte tenía que asegurarme de que sólo estoy de paranoico, además él ya me había visto dibujando ayer así que...

-Gerard...- pronunció sacandome de mi paranoia -¿vas a decirme o no?- dijo, en su voz había tanto reclamo como preocupación

-Ayer... mmm... no estoy seguro, pero creo que manche una de tus libretas-

-No importa...- dijo y se fue a la biblioteca

No sé si era mi imaginación o no, pero lucía un poco triste, lo cual por alguna razón causó preocupación en mí, era raro como apenas lo conocía y ya podía sentir que me importaba demasiado, quizás porque es el segundo sujeto que ha sido amable conmigo en toda mi estancia en la escuela.

El profesor habló conmigo sobre la puntualidad, luego fui a mis siguientes clases en las cuales todos me trataron como siempre, con indiferencia, lo más probable era que mi dibujo ya estuviera en algún bote de basura, así que ya no había nada de qué preocuparse, excepto por Frank...

La hora del receso llegó pronto, vi como Frank salía del salón, se dirigía a la cafetería y se sentaba solo, era muy extraño verlo sin Ray, lo cual me preocupó aún más, decidí ir con él.

-¿Frank todo bien?-

-Apenas si nos conocemos, no entiendo por qué te preocupas-

-Ayer fuiste muy lindo conmigo, creo que eres agradable y dulce- dije, él se sonrojo un poco, bajó la vista, pero después de unos momentos volvió a sostenerme la mirada

-¿Y qué? ¡déjame en paz!- dijo con un tono claramente enojado

-Pareciera que estás molesto conmigo-

-No Gerard, el mundo no gira a tu alrededor y ahora que lo sabes ¿podrías por favor dejarme solo?-

-Sólo si me prometes que vas a estar bien-

-¡¿Eres idiota o qué?!- me dijo y de alguna forma me hizo sentir mal

-Lo siento Frank, sólo quiero hacerte sentir mejor y no soy muy bueno en eso, no tengo amigos así que nunca sé qué hacer cuando alguien está triste- dije reteniendo lágrimas en mis ojos, no quería llorar y que todos me vieran vulnerable

-Soy yo quien tiene que disculparse, lo siento, ayer después de la escuela fue un mal día para mí...- dijo con culpa en su voz

-¡¿Frank que hace el rarito de Gerard contigo?!- gritó Ray muy alto para que todos lo escucharan y así fue porque todo mundo empezó a reírse

-¡Ya basta! ¡Todo mundo le dice rarito y ninguno de ustedes se ha molestado en conocerlo! ¡Si lo conocieran se darían cuenta de que es un sujeto genial, pero no hacen más que molestarlo! ¡Son unos idiotas prejuiciosos!- gritó Frank para todos y todo mundo se quedó callado, o no sé si era todo mi mundo el que se silenció, eso era de lo más dulce que alguien había hecho por mí, lo sé, es patético, pero es cierto

En ese momento tocaron el timbre y todo mundo se marchó a sus clases, no me importaba si después todo seguía igual, si después todos me seguían llamando rarito e ignorando o burlándose de mí, porque ahora sabía que tenía a alguien conmigo.

-Hey Gerard, lo siento- dijo Ray sacándome de mis pensamientos

-Descuida, no pasa nada- dije y me fui a mis clases

Las clases pasaron normales, entre apuntes, exposiciones, exámenes sorpresa y demás, a la salida vi a Frank dirigirse hacia mí.

-Gerard ninguno de los dos comió nada en el receso así que compre estos dos sándwiches- dijo dándome uno

-Gra... gracias Frank, no era ne... necesario- dije nervioso, sin saber por qué demonios estaba así

-No hay de que-

Estuvimos sentados comiendo y platicando unos momentos luego cada uno se fue a su casa.

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Una amiga hizo el dibujo con algunos editores y otros programas, dice que no le gustó como le quedó y que sólo digamos que Gerard (quien se supone que hizo el dibujo en la historia) no es muy bueno dibujando, yo digo que le quedó muy bien, así que sólo quería dedicarle este capítulo a ella, aunque no tiene cuenta se lo enviaré como siempre a su gmail, espero les guste la imagen y comenten porque mi amiga se esforzó mucho y yo en rogarle que la hiciera, igual espero les guste el capítulo.