Capítulo 11. El comienzo de algo genial.
Perspectiva de Billie.
Llegué temprano a la escuela, lo cual era todo un milagro porque yo siempre llegaba tarde, la razón es porque iba a hacer una gran venta de marihuana.
Estuve esperando durante dos horas a que llegaran los sujetos, había faltado a dos de mis clases, estaba muy aburrido, eran pocas las veces que me fumaba mi mercancía y esta sería una de esas veces.
Iba fumando el tercer porro, cuando empezaron a gritar, no sabía que, pero el ruido resonaba una y otra vez dentro de mi cabeza, era como un eco, se volvía cada vez más tenue y al mismo tiempo parecía acercarse, de pronto vi una mancha con forma humanoide que caminaba entre los árboles que se movían en ondas de forma vertical dirigirse hacía mí.
No recuerdo muy bien lo que pasó estaba muy drogado pero podía suponer que era algo como:
-¿Sr Armstrong qué hace fumando en mi escuela?-
-Ya cállese-
-¡Billie Joe Armstrong usted vendrá conmigo a la dirección!-
-No, aquí estoy bien- algo así le dije y recuerdo que me jaló del brazo, me dolía pero en ese momento todo se sentía bien, así que no me queje
-Sr Armstrong usted siempre ha sido un problema para esta institución... bla... bla... bla...- me echó su sermón
-¿No quiere un poco?- le interrumpí ofreciéndole un porro
-¿Trae más?-
-Todos los que usted quiera- dije mostrandole mi mercancía y él me la arrebató -¿pero qué hace?-
-Están confiscados- dijo
-¡Maldito viejo! ¡Chupeme esta y luego váyase al c*** de su madre!- dije tocándome la entrepierna algo molesto aún inconsciente por el efecto de la marihuana
-¡Es suficiente está usted expul... expul... expulsado... ado... ado...!- así sonaba en mi cabeza
-¿Qué?- pregunté sin poder reaccionar a sus palabras
-¡Que está expulsado!- gritó molesto el director y eso hizo que todo el efecto de la marihuana se me fuera, por fin reaccione, pero era demasiado tarde, aún si le pedía disculpas no me perdonaría así que sólo me fui, pude ver a algunos muchachos sentados afuera de la dirección que estaban esperando por pasar mandando mensajes de texto.
Tomé mis cosas de mi casillero y me fui, era la tercer clase, sí llegaba temprano a mi casa mi mamá me preguntaría por qué y se daría cuenta de todo así que decidí vagar por el centro un rato.
Me encontraba pensando en posibles soluciones pero nada se me ocurría, habían pasado ya poco más de dos horas, entonces pensé en Matt Bellamy, él podía darme un consejo, era un joven extravagante que tocaba la guitarra en el centro de California y que había hecho varios amigos de esa forma, entre ellos yo, lo llamé y él me colgó, supuse que estaba en clases, igual lo llamé otras dos veces.
Eso me llevó a otra solución cuando vi entre mis contactos a Mike Dirnt, le llamé y buscamos un remedio a mi problema y a los que iban surgiendo.
Me dirigí a mi casa, al llegar traté de evadir a mi mamá pero no pude.
-Billie...-
-¡Mamá, hola!-
-¿Por qué llegas tan temprano, no tuviste las otras clases?-
-No, si, no, si pero no porque fui expulsado- dije rápidamente, me era imposible mentirle a esa buena y linda mujer
-¡Billie! ¡¿Cómo que expulsado?! ¿Qué vamos a hacer? estabas a punto de terminar...- dijo preocupada
-Tranquila mamá, te explicare todo: fui expulsado por vender drogas, no las consumo, o más bien si, más bien no, quise decir a veces, en fin... ya lo planee y seguiré con mis estudios por ahora, así que estudiare en la escuela del Norte de California, entonces tú dirás: ¿y cómo te transportaras? y yo diré: me mudare a la casa de Mike Dirnt, ¿quién es Mike Diunts? me preguntarás y yo responderé que es Michael Pritchard mi mejor amigo, luego te recordaré que ya lo habías conocido, amm... y me iré allá cuando Mike pase por mi hoy en cuanto acaben sus clases- dije muy velozmente dejando a mi mamá un poco confundida
-¿Quieres que llame un camión de mudanzas para tu batería?-
-Si, por favor mami ¿no estás molesta?- le pregunté
-No, me alegra que me seas sincero y que ya lo hayas resuelto todo, preparare tus papeles para que te inscribas y te ayudare a empacar tu ropa- dijo sonriendo mirándome con ternura
-¡No podrías ser mejor!- dije besando su mejilla y abrazándola
-Te voy a extrañar pequeño travieso- dijo correspondiendo mi abrazo y empezó a llorar.
Cuando mi mamá se tranquilizo empezamos a preparar todo para la mudanza, mientras mi mamá me ayudaba con mi ropa y mis papeles yo desarmaba la batería, todo estuvo listo para cuando llegó el camión así que salí y empecé a meter las cosas en el.
Vi a Gerard llegar después de un rato, parecía preocupado o más bien triste, sabía que tenía algunos problemas y yo no quería ser uno más, así que me mostré lo más alegre y despreocupado posible para que él se sintiera igual.
Me costaba despedirme de Gerard él era como un hermano menor para mí, alguien a quién amar y proteger, era un joven dulce y muy tímido, estaba tratando de que las cosas no fueran difíciles sin embargo vi las ganas de Gerard de romper en llanto y yo decidí calmarlo con un beso, esperaba que no lo malinterpretara, sólo roce por un momento sus lindos e inocentes labios, luego fuimos interrumpidos por el claxon de Mike.
Fui por blue, le dije a Gerard lo lindo que era al sonreír, subí al auto de Mike y cuando éste arrancó me despedí de Gerard con toda mi alegría.
-¿Es tu novio?- preguntó Mike con desanimo en su voz
-Es un amigo- aclaré
-Ok- dijo y no volvió a mencionar palabra alguna en todo el camino, yo tampoco lo hice, estuve observando el camino con cierta melancolía y a la vez felicidad por un nuevo comienzo.
La casa de Mike estaba muy bien, lo único que le faltaba era amueblar un poco más pues no tenía sala, en el segundo cuarto no había cama, sólo una colcha, no tenía alacena en la cocina, entre otras cosas.
Lo primero que hicimos al llegar fue ordenar pizza, cuando llegó comimos mientras yo le contaba todo sobre mi expulsión, lo cual le causó demasiada gracia, luego me ayudó a desempacar y acomodar mis cosas, apenas terminamos notamos que eran las 10:00 pm, se nos había hecho de noche muy pronto.
-Mike gracias por dejarme quedar aquí- le dije una vez que terminamos de acomodar todo
-No es nada, tu mamá me dejó quedarme por mucho tiempo en su hogar en lo que conseguía mi propia casa, es lo menos que puedo hacer- dijo sonriendo
-No fue nada Mike, pero esto... en serio te lo agradezco-
-¿Quieres que te muestre donde dormirás?- preguntó tímidamente
-Si, claro- dije alegremente y nos dirigimos allá
-Es aquí-
-Mike este es tu cuarto, no me digas que tu dormirás en la colcha-
-Amm... si-
-No Mike, tú duerme aquí-
-Billie eres mi invitado, tú deberías dormir aquí-
-No Mike, precisamente porque sólo soy un invitado dormiré en la colcha- dije
-Billie yo insisto en que duermas en la cama-
-Está bien pero... ¿dormirías conmigo?- dije mirándolo insinuante y Mike sólo se sonrojó
-No Billie...-
-Hablo en serio, somos muy buenos amigos, podemos compartir lo que sea-
-Amm... no lo sé...-
-Por favor- le insistí
-Está bien- dijo tímidamente
Me empecé a quitar la ropa quedándome sólo con la interior, Mike se sonrojó al verme y volteó su mirada a otro lado, me puse un short, empecé a destender la cama, mientras Mike se cambiaba.
-Estás muy delgado Mike- le dije y él volvió a sonrojarse
-No me veas- dijo apenado
-No tiene nada de malo, yo me voy a dormir en short- dije
Me acerqué con cautela a Mike cuando se quitó la camisa y le apreté sus pezones con delicadeza.
-Ah...- jadeo -¿qué haces?- preguntó ruborizado
-Nada- dije riendo y Mike rió nerviosamente
Mike podía ser muy serio a veces pero últimamente parecía más bien tímido.
Me recosté en la cama, cuando Mike terminó de ponerse la pijama hizo lo mismo y ambos nos quedamos dormidos al instante.
A las 5:00 am sonó la alarma de Mike, me desperté con flojera y me dí cuenta de que nos habíamos dormido abrazados, era muy cómodo estar entre los brazos de Mike así que me quedé allí acostado con los ojos entrecerrados durante unos minutos, cuando Mike se despertó acaricio mis cabellos unos segundos y me contempló con una suave sonrisa en su rostro, creyó que seguía dormido así que me "despertó" luego nos preparamos para ir a la escuela.
Al llegar la mayoría me miraba extraño, pude escuchar a unos cuantos hablar de mi expulsión y llamarme two dollar bill, no le dí importancia y me dirigí a la oficina del director.
Mientras Mike estuvo tomando sus clases, yo estuve todo el día arreglando papeles con el director, hablando sobre mis antecedentes, preparando mis horarios, entre otras cosas.
-Sr Armstrong para ser sincero no lo admitiría en esta institución debido a sus antecedentes sin embargo su amigo, el Sr Pritchard me ha hablado muy bien de usted, así que sea bienvenido- concluyó el director y nos estrechamos las manos.
Me fui de allí alegre pues pensé que este iba a ser el comienzo de algo genial.
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