Una tenue luz despertó a Nolan. Se incorporó sintiendo sus músculos gritar de dolor, caminó hasta el baño,  se desnudó y miro al espejo su anatomía delgada cubierta por ematomas de distintas tonalidades y cortes irregulares. 

Se ducho para terminar de quitar la sangre reseca pegada a su cuerpo,  salió y se vistió con unos jeans negros y una camiseta blanca olgada de manga corta para no parecer tan delgado.

Tomó sus cosas y bajó a la cocina para desayunar por desgracia y para su desdicha su padre se encontraba allí y prefería no intentar comer pues sabia que eso desencadenaria otra pelea.

-Ya me voy papa...- Dijo,  su voz era suave pero temblorosa.

No recibió contestación ni movimiento alguno así que tomó sus llaves y salio.

El aire cálido pero fresco de la mañana se sentí bien contra el ardor de sus heridas y solo eso le hizo sentir un poco mejor pues parecía que aún algo en este mundo sabia de su dolor.

No tardó en llegar al instituto, fue a su casillero y luego a su primera clase de la que tuvo que salir para vomitar pues la falta de alimento ya hacía estragos en el.

El entrenamiento de lacrose   dio comienzo en las horas extraescolares.
Sentía que su pecho se oprimía con cada paso y la mirada de Liam, al que le había tocado correr a su lado,  no se apartaba de el y eso lo ponía nervioso pues sabía que se veía mal y que su respiración sonaba dolorosa.

Nuevamente las lágrimas se acomodaron en sus ojos pero el las mantuvo presas allí. Entonces el silbato de el entrenador indicando el final de el entrenamiento lo salvo.

Los chicos corrieron en estampida a los vestuarios y el los siguió tratando de evitar a Gave.

Nolan se sentó en una de las banquetas y miró su celular esperando a que todos se marcharán.
No podía permitir que vieran las heridas en su cuerpo porque se reiría de el y sabía que ya no podría con ello.

Al final todos salieron y se quedó solo,  se desnudó hasta quedar en ropa interior y miro lo que podía de su cuerpo  con asco y  tristeza,  sin poder controlarlo comenzó a llorar cómo si se estuviera muriendo. Lo que el no sabía era que no estaba solo.

Liam había entrado más tarde a los vestuarios pues se había parado ha hablar con su novia.

Abrió las puertas y sus sentidos se dispararon al oír el llanto. Caminó en silencio hasta toparse con la espalda de Nolan quien estaba de rodillas en el suelo llorando desenfrenadamente.

El odio fluyó por sus venas y en un principio le alegro que el niño llorará, pero cuando fijó la vista en el sintió un gran dolor.

El cuerpo pálido y casi esquelético de el menor estaba marcado a golpes por todas partes  especialmente en la espalda y en el pecho,  ahora Nolan lo había visto y estaba paralizado frente a el con el cuerpo temblando las lágrimas aun presentes y la mirada en pánico.

Liam se permitió mirarlo más a fondo, había marcas de estrangulamiento en su cuello,  de latigazos en su espalda, cortes y moretones por todas partes y la marca de las malditas manos de Gave  sobre sus caderas. Frunció el ceño asqueado, decepcionado y furioso. Entonces se lanzó sobre el niño frente a el y Nolan cerró los ojos esperando su fin.

Pero en su lugar unos cálidos y fuertes brazos lo rodearon y le dejaron un hombro para llorar.

-Lo..lo siento Liam...siento haberme equivocado...siento haberlo hecho todo mal... -Alcanzó a decir entre tenues sollozos.

El abrazo se intensificó más y la voz de el mayor sonó en un tono tranquilo y acogedor - Esta bien Nolan, te perdono -

Y así Nolan rompió a llorar en el hombro de esa persona que se había percatado de su existencia y de el dolor que lo consumía y se desahogo con esa persona que lo ayudaría a reconstruirse.

Porque Liam Dunbar era un lobo y ahora el era de su manada y el lobo lo protegería y estaría para el.

Hola!!!  ¿Qué tal ? ¿les gusta ? Espero que si, y no,  esto no es el final, aun queda otro capítulo y los finales dos finales. Espero que lo disfruten.❤❤
Bye

                         Addera.