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Capítulo Seis


Capítulo seis.

Kurt.


Espero pacientemente mientras escucho el tono de llamada, sin embargo, frunzo el ceño cuando la vídeollamada no es contestada. Recuesto mejor mi espalda la cabecera de la cama y lo vuelvo a intentar. Ella no responde.

¿Por qué no lo hace? Le escribo.


Kurt: ¿Qué sucede?

Kurt: no soy tan feo de ver

Mi ilusión sexy: tenía que vestirme

Kurt: ¿qué?

Kurt: ¿Estabas desnuda? ¡Eso era perfecto!

Mi ilusión sexy: estaba bromeando. No estaba desnuda.

Kurt: ¿Nunca te dijeron cuán triste es jugar con los sentimientos de las personas?


Veo que está escribiendo, pero el cursor se detiene y es retomado. Pienso que va a enviar un mensaje largo, pero nunca llega. ¡Vamos, April! Sé que algo quieres decirme. Pero nada llega, estoy por revisar algunos mensajes en instagram cuando mi celular vibra y me toma por sorpresa ver que ella está devolviéndome la vídeollamada.

No le doy tiempo a arrepentirse, respondo.

En un primer momento todo el plano es su cuello y su boca, no me quejo, pero cuando parece acomodar su teléfono, sonrío viéndola. Lleva el cabello en una trenza floja de lado, mechones de su cabello castaño caen de manera desordenada, alcanzo a ver las mangas de su camisa blanca. Aunque sus ojos llevan algo de ojeras, lucen igual de encantadores como los recuerdo y sus labios esbozan una sonrisa. Me es inevitable no ampliar la mía.

— ¿Kurt falso? —bromea en voz baja.

No puedo evitar reír, su sonrisa crece.

—Kurt verdadero —respondo y alzo mi mano en un saludo—. Un placer verte de nuevo, April.

—Puedo decir lo mismo —Ve hacia el techo y luego respira hondo, lo sé por la caída de sus hombros.

— ¿Qué sucede?

—Esto es extraño. Quiero parece normal, pero la verdad es que soy muy entusiasta y no sé cómo contenerme.

—No quiero una April normal, quiero a la que me responde los mensajes.

—Te daré esa April.

—Con honestidad, admitiré que me gusta cómo suena eso —Me acomodo mejor para estar completamente cómodo.

Pretendo que esta llamada sea duradera.

—Cuéntame, Kurt. ¿En dónde está tu camisa? —Recarga su espalda del cabecero de la que supongo es su cama y vislumbro los corazones en su camisa.

— ¿Qué pasa si duermo desnudo?

—Tendría que ver eso para comprobar.

—Como gustes —Bajo el celular y corro las sabanas, escucho su risa cuando se encuentra con mi pantalón de chándal.

Regreso el enfoque a mi rostro y noto que sus mejillas están sonrojadas, pero dudo que sea por timidez. Me queda claro que ésta mujer está muy lejos de ser tímida.

—No importa, ya te he visto el culo —Enarco una ceja ante su astucia—. Hace casi dos años, hiciste esa película apasionada donde tuviste una escena de sexo con una toma perfecta de tu culo.

—Apuesto a que hiciste zoom —señalo.

—No, le puse pausa durante un minuto para evaluarlo mejor.

¡Mierda! Ésta mujer tiene cada ocurrencia, me gana totalmente con el juego del coqueteo y astucia, eso me gusta mucho, casi diría que demasiado.

Me gusta de una manera que va en contra a mi supuesta declaración de: no puedo involucrarme en una relación en este momento.

—Eso te hace tener ventajas.

—Si quieres ver mi culo desnudo entra a esta página porno...

—Dimen cuál y ya mismo la busco —anuncio siguiéndole el juego—. ¿Debo poner algo como Milf follando duro...?

—Mejor pon: Milf recibe a repartidor de pizza en cueros...

Lucha contra la risa, pero acaba riendo y hace ligeros ruidos de resoplido que me hacen reír, es agradable bromear con tal facilidad.

—Avísame si pondremos esta conversación caliente con ese tipo de temas. La temperatura está subiendo.

— ¿Por qué debo avisarte? —pregunta dejando de reír lentamente.

—Para preguntar algo como: ¿Qué llevas puesto?

—Mi pijama, nada despampanante. Como podrás ver es de corazones.

Baja la cámara y veo su pantalón rojo con corazones blancos, vuelve el enfoque a su rostro.

—Yo si duermo desnudo —anuncio y ella enarca una ceja.

—Entonces me siento estafada, vas muy vestido.

—Para la próxima no te estafo —aseguro. Detallo su rostro—. La verdad es que eres hermosa, April.

—Oh, halago inesperado —Hace una mueca con sus labios como si estuviera pensando algo—. Gracias.

— ¿En dónde está mi halago inesperado de regreso? —pregunto.

—Como si lo necesitaras. Pero está bien —Toma un profundo respiro—. La verdad eres muy ardiente.

—Gracias.

Permanecemos en silencio observándonos, ella se acuesta de costado y supongo que apoya el celular contra la almohada mientras con su mano sostiene su cabeza. Hago lo mismo apoyando mi codo del colchón. Casi se siente como si estuviésemos frente a frente. Nos observamos y ella sonríe.

— ¿Qué miras? —Me pregunta.

— ¿Qué miras tú?

—Lo guapo que estás sin que te arregle ningún estilista antes de salir en pantalla.

— ¡Joder! No juegas limpio, April. Me ganas con tus palabras.

— ¿Soy buena en ello?

—Diría que una experta.

—Ahora dime que me miras.

—Intento descifrar si llevas sujetador debajo de tu camisa.

Por un momento se queda en silencio, luego con su índice estira su camisa y ve debajo de ella. Trago cuando vuelve su vista a mí.

—No, no llevo, pero es lo suficiente gruesa para que no se me marquen los pezones —Ríe—, al menos en esta posición.

—De acuerdo, eso no me pareció nada excitante —Desvío el tema para no terminar sufriendo—. ¿Qué tal tu día?

—Bien. Tomé la decisión de inscribir a mis pequeños terremotos en una guardería. Creo que les hará bien relacionarse con otros niños y así podré hacer más trabajo en la tarde y luego poder dormir un poco más temprano —Señala hacia sus ojos—. Mira mis ojeras, necesito descansar un poco más.

—Te sigues viendo guapa.

—Ya, pero no me quiero ver guapa, quiero dormir —Se ríe—. Fuera de eso, me encontré con una amiga del trabajo y me presentó a su hermano.

—Dime que estaba feo y su personalidad era horrible.

—Feo no era y actúo como un caballero.

— ¡Demonios! —Me quejo, sonríe—. Dime que no pidió tu número.

—Uhmm, no te diré —Sacude su cabeza—. Dime, ¿Qué tal tu día?

—Algo agotador...

Pienso en la cantidad de veces que repetimos la escena y en que mi director no me agrada mucho que digamos. También pienso en que tal vez mi coprotagonista y yo nos acercamos demasiado, estoy captando las indirectas que me envía y estoy tenso, porque me veo tentado.

No me malinterpretes, me gusta April, no pongo eso en duda, nuestro coqueteo es...Bestial, pero no me queda claro si es inofensivo o de verdad, no puedo involucrarme en una relación, siento que no soy el hombre para ella en este momento de mi vida. Y aunque bromeo sobre que conoció a alguien, y me dé un poco la piquiña de celos, entendería si saliese con alguien. No me gustaría, pero lo entendería.

¿Somos amigos? ¿Cómplices? ¿Platónicos? No sé lo que somos, pero el punto es que llevamos tiempo hablando y admito que ello ha hecho estragos en mí, porque ahora me encuentro escribiéndole cada vez que algo sucede o preguntado cómo fue su día. Incluso, conozco muchas de las cosas que hacen sus hijos.

—Planeta Tierra llamando a Kurt —Me hace una seña con su mano y parpadeo—. ¿A dónde ha ido tu mente?

—Nada importante. Pero sí, tuve mucho trabajo hoy, sin embargo salimos un poco más temprano —concluyo—. ¿Qué hacías antes de que te llamara?

—Veía una serie, son como mi cuento para dormir. Veo algunos capítulos antes de caer rendida.

— ¿Qué hay de los terremotos?

—Dormidos. Jugaron tanto que al final quedaron noqueados.

— ¿Hoy no hubo peleas?

—Solo un par de empujones —Se ríe.

—No los conozco, pero ellos me gustan.

— ¿Si? —Parece entusiasmada—. ¿Quieres que te los regale?

La pregunta me arranca una carcajada, pero ella luce seria. ¿No está bromeando? Dejo de reír con lentitud. Ella no habla en serio ¿Verdad?

— ¿No estás de broma?

Durante unos segundos no dice nada, luego ríe. Respiro aliviado ¡Joder! Ni siquiera entiendo por qué me puse tan serio ante la idea de ella regalando a sus encantadores hijos.

—Claro que bromeo. Es mi chiste favorito, ofrecer a mis hijos.

— ¡Ufs! Ya me había asustado pensando que no eras súper mami.

Rueda sus ojos y suspira, de nuevo nos observamos fijamente y esa mirada de verdad que hace las cosas por mí. Haber hablado con ella por mensajes todo este tiempo, hace que se sienta diferente. Incluso mientras nos vemos por la pantalla, ansío verla en persona. Me estoy preocupando por mi cordura.

Le pregunto por sus amigos y así vamos hablando poco a poco, la única diferencia entre esto y los mensajes, es que ahora veo sus reacciones, escucho su voz y su risa. En mi celular aparecen constantes notificaciones de mensajes, pero las ignoro mientras conversamos. Por momento nos quedamos en silencio y solo nos observamos.

Veo como sus ojos se van haciendo más pequeños debido al sueño, ambos bostezamos de vez en cuando, pero mantenemos la llamada.

—Mi celular va a apagarse, Kurt y estoy cayendo del sueño.

—También tengo sueño, pero también quiero seguir hablando. Dilemas.

Ella ríe con suavidad y cierra sus ojos durante unos pocos segundos, luego los abre sobresaltada.

— ¿Qué pasa? —pregunto. Bosteza y se incorpora tomando el celular.

—Es Nathan, me está llamando y debo ir antes de que despierte a su hermana.

Hace un puchero. Tiene sueño, la he hecho mantenerse despierta y ahora tiene un bebé despierto. ¡Mierda! No es fácil y aun así, ella no se queja. Me da una sonrisa que carece de arrepentimientos y que tampoco tiene reproches.

Parece que siempre le ve el lado bueno a la vida y que para todo tiene una sonrisa.

—Llegó el momento de ser súper mami.

—Siempre lo eres —afirmo y no miento.

Ella de verdad es una madre increíble basándome en todo lo que hemos hablado.

—Sí, siempre lo soy —Su sonrisa crece—. Descansa, Kurt.

—Tú igual... —Hago una pausa y en última instancia hablo—. Dale un beso y abrazo de mi parte a Nathan, mi compañero de tetas.

Eso le arranca una carcajada y yo sonrío complacido.

—Lo haré —garantiza.

—Dulces sueños, corazón —Me despido terminando la llamada.

Bostezo y veo todos los mensajes que tengo, solo respondo el de las mujeres de mi vida. Conecto el teléfono al cargador y apago las luces. Cierro los ojos porque sé que debería ponerme a descansar de inmediato pues mañana será un día duro de trabajo. Tardo en dormir y te diré por qué: porque como un adolescente comienzo a recordar la conversación con April.

Estoy perdiendo la cordura.

***

20 de julio, 2015.

— ¿Cómo que una reunión? No está programada en tu agenda —Me dice tía Karina al teléfono.

—Creo que es algo inesperado, simplemente mi director quiere reunirse conmigo.

— ¿Hiciste algo que deba saber, Kurt?

—No, me he portado bien.

— ¿No te lo has guardado? —sisea y me estremezco. ¡Ufs! Qué miedo.

—Uhm, Michelle y yo fuimos un poco amistosos.

— ¿Cuándo?

—Hace un par de días —respondo con cautela.

En una fiesta. Desde que comenzamos a grabar la primera vez hubo química entre nosotros y atracción, no es que intentáramos ignorarlo. Es una buena mujer y antes de hacerlo me dijo algo como: ninguna relación, solo para liberar estrés y tensión. Me pareció un acuerdo excelente para una noche y hemos estado bien después de ello.

Me parece estupendo que como mujer decida qué hacer con su cuerpo sin importarle los demás, lo es que es mejor, me gustó que fuera sincera al igual que yo con sus expectativas y lo que esperaba. No hubo dramas, solo diversión y placer. El sexo no debería ser complicado o siempre traer consigo dramas, a veces obtengo mucho de ello.

— ¿Tuvieron inconvenientes después de ello? —cuestiona nada feliz de mi admisión.

—No, hemos seguido siendo los mismos. No hay tensiones, dramas o discusiones. Es una buena mujer, Kari. Ella está bien con lo que sucedió.

—Qué bonito tener una excepción entre moscas —susurra y puedo apostar que rueda sus ojos—. Entonces, ¿Por qué tu director está llamándote a una reunión inesperada cuando yo estoy en otra ciudad?

—No lo sé.

—Bien, ve y me dices qué pasa. No aceptes nada sin haberlo hablado conmigo.

—Lo sé, Kari.

—Seguiré negociando aquí una mejor oferta para la campaña. Ya tenemos boleto para viajar este jueves a Londres. Cuídate, bebé. Te amo.

—También te amo —Le digo.

Finalizo la llamada y antes de ir a la caravana de mi director, paso por la de Michelle. Apenas toco y preguntan quién es, doy mi nombre y me deja entrar. Se encuentra envuelta en una bata y acostada en el sofá. Me da una sonrisa amistosa despegando la vista de su teléfono.

—Paso rápido —anuncio. Ella enarca una ceja.

—Si no hubiésemos tenido sexo y supiera de tu resistencia, creería que es que me adviertes que te vienes rápido.

Ruedo mis ojos, pero termino por reír, recargo mi espalda de la puerta y ella se incorpora sentándose.

— ¿Qué sucede? —pregunta.

— ¿Ha sido extraño entre nosotros? ¿Te ha incomodado alguna actitud mía mientras rodáramos? Me refiero a luego de que tuviéramos sexo.

—No, no has sido más que un profesional, por lo cual estoy encantada. Algunos suelen ser idiotas creyendo que después del sexo debo suspirar por ellos —Sacude su mano—. Incluso si son buenos polvos, no suspiro por nadie.

— ¿Ni por mí? —finjo pesar.

—Eres de los mejores polvos, pero ni por ti —Me sonríe—, pero ¿Por qué lo preguntas?

—Jean quiere reunirse conmigo, se veía bastante serio sobre ello.

—Extraño. ¿Lo has cabreado? Ya sabes, no debes cabrear a tu director.

—No que yo sepa —Me encojo de hombros—. En fin, iré a reunirme con él.

— ¿Quieres cenar hoy? —pregunta antes de que me vaya. Entrecierro mis ojos hacia ella.

— ¿Con qué motivo?

—Diversión, quitar el aburrimiento, comer. Hacer algo.

—De acuerdo.

—Hago la reserva y yo pago.

—Como guste la dama —digo antes de salir.

Camino hasta la caravana de mi director y me hace entrar de inmediato. De alguna manera termino con una lata de cerveza en mi mano y sentado en el sofá mientras me observa luciendo pensativo.

Jean Carson, es un excelente director, la verdad es increíble, pero como persona...Es un poco irritante. He tenido que morderme la lengua más de una vez, porque puede llegar a ser tirano en sus órdenes y actitud, no puedo definir si nos llevamos bien o mal. Tal vez sea un intermedio.

—Estás en el mejor momento de tu carrera, Kurt. Finalmente dejando atrás películas mediocres y haciendo trabajos serios —comienza.

—No considero que fueran películas mediocres si me ayudaron a llegar a este punto y recibir premiaciones. No le resto valor, son diferentes y me sirvieron para dar ahora pasos más grandes y sentirme preparado.

Hay películas que es cierto, tal vez no supongan un reto. Me desenvuelvo como pez en el agua en las películas de romance y juveniles, no me avergüenzo, aprendí mucho de ellas, me dio de comer e hizo sonar mi nombre. También he trabajado en películas de acción y lo disfruto muchísimo, un poco de drama y he hecho comedia. Ahora están surgiéndome oportunidades de hacer proyectos bastantes intensos con trama complicadas y estoy feliz de ello, pero no renuncio a la posibilidad de hacer los géneros que anteriormente manejaba. Me gusta desafiarme con mis proyectos y disfruto de todos ellos. Pocas veces me he dado golpes con trabajos con los que no me sentí cómodo y ellos me enseñaron a desafiarme.

—Tienes ese aire de actor nuevo que todavía cree en el cuento de hadas de Hollywood —Sonríe y da un trago a su cerveza—. Es un poco encantador.

—Siendo así, espero conservarlo. Me ayuda a ser un apasionado con mi trabajo.

—Pasión —Parece saborear la palabra—. Debo admitir que cuando dijeron que el personaje te iba perfecto, tuve mis dudas. Pero viéndote actuar me trago mis palabras, porque admito eres de esos actores que muy poco se ven ahora.

El halago me sienta bien, lo admito. Es inevitable no inflarse cuando un director prestigiado habla bien de tu trabajo. Estoy al 100% con este proyecto.

—Trato de ofrecer lo mejor de mí.

—Lo mejor de ti —repite—. Este proyecto te abrirá muchas puertas, ¿Eres consciente de ello?

—Agradezco la oportunidad —digo—, trabajé por esto y creo que mi trabajo hablará por mí.

—Podrías obtener más, pero eso lo sabes. No eres un virgen de este negocio, sabes cómo se mueven muchos hilos.

Enarco mis cejas y como el actor que soy, finjo estar relajado y en control de esta situación. No me gusta el tono que está adquiriendo esta conversación. No desvío mi mirada ni me encojo, solo espero a que continúe.

—No daré muchas vueltas sobre ello. Puedes obtener mucho más de esto, siempre tener una serie o película en tu plato.

—Siendo así, tal vez esta conversación debas tenerla con mi agente.

—Creo que lo estoy conversando con la persona correcta —Hace una pausa—. No me interesa tu agente, quien sin duda es una mujer hermosa. Me interesas tú.

Soy un buen actor.

La única reacción física que obtiene de mí es el leve arqueo de una de mis cejas, por fuera mi expresión es serena, no reflejo lo que siento en este momento.

No soy un niño y como él lo dijo, no soy un virgen de este negocio. Sé lo que dice y sé lo que no dijo.

En el pasado fui acosado por varias directoras tanto en casting como producciones en marcha, salí ileso de todas ellas y con una gran impotencia de no poder decirlo porque lo ignorarían o se haría un escándalo del que luego me hundiría, sería visto como: ese chico nuevo que intentó hundir a una gran directora. Ni siquiera mi tía lo sabe y la única vez que lo sospechó, se puso como un toro dispuesta llevarse todo a su paso.

Hablo de esto siempre con Romeo, el ser acosado y recibir propuestas de este tipo. Mayormente el actor es visto por algunos como una pobre cara bonita que cederá a cualquier propuesta porque debe surgir. Y no juzgo a quién lo hace. Esta industria es dura, feroz y competitiva. Muchos jóvenes vienen por un sueño y en el camino deben renunciar a partes de sí mismos por tener una oportunidad. Los grandes peces se aprovechan de los ingenuos.

Soy afortunado, no dormí en ninguna cama por un papel, no follé a nadie por una oportunidad, pero también se trató de que mi familia siempre metió sus manos en el momento que escogí esta profesión, no muchos tienen a personas que los amen representándolos y velando por su bienestar.

Ahora bien, Jean Carson tiene cincuenta años, es un hombre casado y hasta donde sé, con múltiples hijos de dos matrimonios distintos. No es que me sorprenda, hay un montón de tipos afuera jugando a la familia feliz con sus esposas mientras en secreto quieren follarse a hombres. Es un poco triste que sea lo suficiente cínico, debido a lo que he visto, para que esto ni siquiera me tome por sorpresa.

— ¿Sorprendido?

—Ni un poco. Disimulas bien tus gustos, pero he visto escenarios como estos antes y los he vivido —indico.

—Entonces, debes saber cómo funciona.

—La verdad es que no. Nunca me he vendido.

—En esta industria nadie está intacto.

—No me malinterpretes, Jean. He follado un montón, pero no por venta, sino por deseo —Me sorprende la frialdad con la que hablo.

Por dentro estoy hecho una furia, asqueado a que nos arrinconen siempre a estas situaciones. Cabreado que mientras yo puedo decir no, muchos jóvenes por miedo al fracaso y con la ilusión de un sueño, se doblegan ante hombres como él que al ostentar poder, hacen y deshacen. Es la misma mierda de siempre, las cosas que se desconocen.

En muchos portales leerás: Jean Carson uno de los mejores directores de la década. Pero ninguno te dirá: Jean Carson es un depredador sexual.

—No es muy diferente —dice.

—Difiero —Finjo un suspiro—. Tendré que declinar de tu oferta, Jean.

—Te dejaré pensarlo.

—No tengo nada qué pensar —Sonrío—. No estoy interesado en tu generosa oferta.

Doy un último sorbo a la cerveza, me pongo de pie y le entrego la lata antes de caminar hacia la salida. Me llama. Volteo a verlo. Sigue sentado y sonriendo.

—Piénsalo, puedo abrirte muchas puertas —Borra su sonrisa—. O cerrarlas.

—Es una suerte que sea un experto abriendo puertas que tengan seguro, incluso si tengo que forzarlas un poco. No te preocupes.

Salgo de la caravana y camino hasta la mía, en el camino sonrío y saludo a quienes conozco. Espero hasta cerrar la puerta de mi caravana para dejar ir una lenta respiración, luego gruño antes de patear el sofá. ¡Joder! Maldita escoria.

Odio cuando sucede esta mierda y odio que tiene razón, puede decir cosas de mí que cierren puertas y anulen oportunidades. Pero puedo luchar por abrirlas de nuevo. Nunca cedí y no empezaré a hacerlo ahora. Me asquea, me repugna, me indigna.

Y odio saber que si salgo y digo esto al mundo, todos cuestionaran si realmente sucedió, si busca fama, que él tiene más reputación que yo. Muchos se reirán y los actores que han pasado por esto, callarán. Odio el poder que tiene y cómo podría convertirse en un circo algo que es tan real.

Mi celular suena, tengo múltiples mensajes, pero es una llamada entrante de tía Karina. Tomo profundas respiraciones antes de contestar.

—Hola, Kari.

— ¿Y bien?

— ¿Y bien qué? —Finjo no entender qué quiere saber.

— ¿Qué quería Jean?

Aquella vez que mi tía supo del acoso, armo tal despliegue de ira que fue demandada por difamación. No dudo que lo haría de nuevo por mí, ella no dudaría, me apoyaría hasta el fin del mundo contra Jean.

—Solo decirme que espera que mi rollo con Michelle no interfiera en las grabaciones —miento.

—Yo también lo espero. Se prudente, Kurt.

—Seguro, Kari.

Hay un breve silencio, recargo mi frente contra la pared y por un instante siento deseos de llorar de la impotencia. Me siento indefenso y vulnerable.

— ¿Estás bien, Kurt? ¿Qué sucede?

—Estoy bien, Kari, solo agotado —susurro.

—Oh, bebé. ¿Quieres algo?

—Un abrazo.

— ¿Qué sucede, Kurt? —Ahora es más firme—. ¿Te han hecho algo? ¿A quién debo matar?

—Estoy bien, debo colgar. Hablamos luego ¿Vale?

—Kurt, no...

Cuelgo antes de que pueda terminar de hablar. De inmediato comienza a llamar de nuevo, no respondo a ninguna de sus llamadas.

Me dejo caer sobre el sofá y veo al techo durante largos minutos, luego reviso los mensajes. Especialmente cuando veo que uno es de April.


Mi ilusión sexy: Tengo una pregunta imprudente que he querido hacer desde el principio.


Sonrío a medias y respondo.


Kurt: ¿Qué podría ser eso?

Mi ilusión sexy: cuando tienes escenas de sexo candente ¿Consigues alguna erección?


Me es inevitable no reír con fuerza. April es una constante locura, no acabo por entender su personalidad, pero me encanta.


Kurt: al principio sí sucedía, pero mis coestrellas nunca lo hicieron vergonzoso para mí

Kurt: ahora soy más profesional sobre ello. Sí hay aire de lujuria, pero se controla.

Mi ilusión sexy: oh, genial. Gracias por aclarar mi duda.

Kurt: ¿Bebés en guardería?

Mi ilusión sexy: ¡Sííí! Lloré mucho, es su primer día

Mi ilusión sexy: ellos en cambio se reían diciéndome adiós con la mano

Mi ilusión sexy: se veían tan lindos

Kurt: ¿Foto?

Mi ilusión sexy: uhm, creo que aún falta para que haga algo como eso

Mi ilusión sexy: por cierto...

Kurt: ¿Qué?

Mi ilusión sexy: ¿Recuerdas el hermano de mi amiga del trabajo?

Kurt: como olvidar al hombre no feo y que según tú es un caballero


Me veo venir la respuesta y me preparo mentalmente para ser un buen ¿Amigo? Sobre esto.


Mi ilusión sexy: me invitó a salir


El golpe llega igual. ¡Mierda! Pica y se extiende, primera vez que me pasa algo como esto.


Kurt: sería idiota si no lo hiciera

Kurt: le tengo envidia

Mi ilusión sexy: ¿Por qué?

Kurt: porque él tiene la oportunidad de hacerlo sin tener qué pensar en que su vida cambiará la tuya. En lo que su carrera trae consigo, en su agenda alocada, en la mierda que a veces hay en este mundo.

Mi ilusión sexy: ¿Estás bien?

Kurt: No.

Kurt: pero no es por ti, lo prometo.

Kurt: estoy alguito celoso de él.


En realidad mucho, pero no soy un completo idiota. Yo he estado saliendo con mujeres o en todo caso follando con algunas y ella está en libertad de ir a citas y hacer lo que gusta. Así que debo lidiar con ello y asumir la situación.


Kurt: ¿Qué harán?

Mi ilusión sexy: ¿Cómo sabes que acepté salir con él?

Kurt: porque me lo dijiste.

Mi ilusión sexy: cenaremos, todavía no sé cuándo.

Kurt: prométeme algo.

Mi ilusión sexy: ¿?

Kurt: que sí él es un idiota contigo o sobre tu situación, lo enviarás a la mierda. No mereces más que lo mejor.


Tarda en responder, pero finalmente su respuesta llega.


Mi ilusión sexy: soy una experta patea culos.


Sonrío y envío un emoticon de ojos de corazones. Hago mi celular a un lado y con mi brazo como cubro los ojos. Hoy ha sido un día de mierda, ya quiero que acabe.




Holisss, aquí otro capítulo para ustedes.

En esta ocasión el hada señala a @Aragunda gracias por leer esta historia, me alegra mucho que te guste, espero sigas disfrutando de mis historias.

Para adelantos, noticias, firmas, sorpresas y micro-relatos de personajes de mis historias, pueden conseguir todo en mi cuenta de instagram: DarlisStefany. Y la página de facebook: Darlis Stefany. Twitter: Darlis_Steff.

Espero les guste.

Un beso.


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