Capítulo Doce
Capítulo doce.
Kurt.
15 de agosto, 2015.
—No hagas esperar a tu tía ni pierdas tu vuelo —dice mamá dándole un último vistazo a mi casa, chequeando que todo esté en orden.
—No lo haré, estaré de manera puntual en el aeropuerto. Iré en mi auto y luego cómo siempre, cuidarán de el mientras regreso de nuevo.
— ¿Qué es lo que vas a hacer?
—Cosas —respondo de manera evasiva. Ella voltea a verme y pelliza una de mis mejillas.
— ¿Por qué suena cómo si se tratase de una mujer? Fingiré que no es el caso.
—No estaré soltero toda mi vida, mamá.
No me responde, me apremia a salir de la casa y cierra con seguro la puerta. Se gira a verme y se acerca, toma mi rostro en sus manos.
—No quiero que estés soltero, por el contrario, quiero que seas feliz y encuentres a una mujer increíble que acepte todo lo que tu vida conlleva y que te haga feliz. Pero siempre asustará imaginar que alguna mujer pueda utilizarte.
»Sé que no todas se acercan a ti con malas intenciones, pero es difícil para mí no preocuparme cuando todo lo que siempre he querido hacer es protegerte del mundo. No quiero que una mosca te engañe.
—Y lo entiendo —Tomo su mano, dejando un beso en el dorso—. Pero tienes que tener en cuenta que es parte de la vida cometer errores para aprender de ellos. Me he dado buenos golpes en la vida, mamá, pero ten presente que siempre aprendí algo valioso de ellos.
— ¿En qué momento mi bebé creció tanto?
No puedo evitar reír mientras la atraigo para un abrazo, luego dejo un beso en su frente. Me gusta su calidez y la manera en la que en sus brazos siempre me siento a salvo.
—Cuida de la casa, es la única de la que pocas personas tienen conocimiento. Sobre el apartamento, la tía Isabel se encargará de ello. Estaré reservando pronto un boleto para que la abuela y tú vayan a visitarme. No me extrañes tanto.
—Siempre te extraño.
— ¡Vamos, mamá! ¿Planeas hacerme lloriqueare e implorarte que vengas conmigo ahora?
Ella ríe y yo sonrío. Caminamos a mi auto y abro la puerta para ella, subimos, nos ponemos en cinturón de seguridad y pongo marcha el auto para primero llevarla a casa y de esa manera hacer mi despedida con mi abuela.
— ¿A dónde irás luego? Sé que tu vuelo es casi al amanecer.
—Tengo a alguien de quien me quiero despedir —digo con cautela sin mentir.
La veo de reojo y su vista está al frente, luce pensativa. Durante los próximos minutos conduzco en silencio y un poco nervioso ante el hecho de que no me dice algo respecto a mi anterior declaración.
—Tu silencio me asusta un poco, mamá.
— ¿Por qué?
—No lo sé, solo espero alguna reacción de tu parte.
— ¿Si te digo que no vayas, me harás caso? —pregunta.
Me remuevo en mi asiento y trago, sacudo mi cabeza en negación y ella suspira. Volteo a verla rápidamente antes de regresar mi vista a la carretera, la expresión pensativa todavía se encuentra en su rostro.
—Entonces, ¿Para qué darte alguna reacción? Solo espero no te lastimes en el proceso y que esa persona nos agrade el día que la conozcamos.
» ¿Por qué la ocultas? —No respondo—. Acaso... ¿Es un chico? ¿Eres gay y no quieres decirlo?
Me ahogo con mi propia saliva, toso y luego rio. Mamá palmea mi espalda evitando que muera ahogado.
—Tómalo con calma, bebé. No juzgo, solo quiero entenderte.
—Agradezco tu compresión y que seas abierta a estos temas, pero no soy gay, mamá. Me gustan las mujeres y no estoy ocultando a la persona que me gusta.
»Es la primera vez en mucho tiempo que me intereso en iniciar una relación con alguien y quiero que vayamos con calma, quiero que todo resulté bien.
—Tengo sentimientos encontrados sobre esto —confiesa—. Creo que necesito tiempo para procesarlo...Al menos no estás diciéndome que eres papá.
—Bueno...
— ¡Kurt!
—Estoy bromeando, mamá —Rio.
Ella golpea mi pierna y luego ríe. Sonrío, pero en mi interior rezo porque el día que mi mamá conozca a April, no la considere una mosca y se dé cuenta de la gran mujer que es...Espero eso suceda, porque veo a April en la ecuación de mi vida por mucho tiempo.
***
Miro alrededor, nunca sobra ser tan precavido cómo se pueda, no necesito que me fotografíen o luego inicien un acoso hacia April. Por otra parte, estoy deseando que ella no haya olvidado que quedamos en que vendría. Antes de salir de casa de la abuela, luego de dejar a mamá, le escribí haciéndole saber que me pondría en marcha, pero ella no respondió. Y hace, tal vez un minuto, le escribí haciéndole saber que estoy frente a su puerta.
Pero mis dudas desaparecen cuando con lentitud, la puerta se abre mostrándome a la señorita locura. Me tomo el tiempo de deleitarme con sus piernas al descubierto debido al short de algodón que lleva, la camisa a juego que lleva es lo suficiente grande para que deje al descubierto uno de sus hombros, tiene el cabello recogido y una vez más, va sin maquillaje. Bajo la vista a sus calcetines, que llegan hasta sus rodillas, de unicornios.
— ¿Son tendencia los unicornios?
—En esta casa estamos en la etapa de amor por los unicornios, el mes pasado eran los gatitos.
—Debes avisarme, quiero estar en sintonía —respondo haciéndola reír.
Se levanta sobre las puntas de sus pies, veo su rostro acercarse al mío y estoy suponiendo que este es el momento en el que bajo mi boca a la suya, pero en lugar de ello, retrocedo y ella me mira con desconcierto. Luego un sonrojo se concentra en sus mejillas y nariz.
—De acuerdo, para que esto no sea incómodo, vamos aclararlo —Me dice—. ¿Dijimos que saldríamos, verdad? Eso incluía besos y ser novios, ¿Correcto? —Asiento—. Entonces... ¿Me rechazas por...? Estoy muy segura de que mi aliento no apesta y que soy una excelente besadora que deja con ganas de más.
Muerdo mi labio para luchar contra la sonrisa, miro alrededor y luego regreso mi vista a ella.
—Concuerdo con que eres una besadora increíble. La razón es que no quiero correr riesgos —digo—. Estoy seguro de que no me han seguido, pero prefiero ser precavido. Así que si entramos, podré besarte cómo quiero.
— ¿Qué esperas? Entra y siéntete como en tu casa.
No puedo evitar reír viendo cómo hace espacio para darme la bienvenida a su hogar; admito que al pasar, por su lado, rozo contra su cuerpo y la escucho suspirar. Mientras ella cierra la puerta detrás de nosotros, evalúo cómo su casa es mucho más ordenada que aquella vez. No hay juguetes esparcidos, no hay comida de bebés en la mesita frente al sofá y no hay dos niños llenos de energía corriendo por el lugar.
—Parece que alguien se encargó de limpiar —digo con diversión.
—Quería darte una segunda impresión memorable —Volteo a verla y me ofrece una sonrisa llena de picardía—. Y no tienes que hablar en susurros, ellos tienen un sueño realmente pesado. Solo despiertan cuándo quieren, tienen pesadillas o quieren ir al baño.
—Qué encantadores, suenan cómo los bebés perfectos.
— ¿Los quieres? —Parpadea hacia mí con fingida inocencia.
Estiro mis brazos y tomo sus caderas para ubicarla al ras de mi cuerpo, sus brazos van alrededor de mi cuello.
— ¿Tienes por costumbre el ofrecer siempre a tus hijos? —pregunto en un susurro, bajando mi rostro al suyo.
—Solo a las buenas personas.
— ¿Soy una buena persona?
Asiente con lentitud antes de, básicamente, obligarme a bajar mi rostro, no es que tenga alguna objeción cuando esos tentadores labios están sobre los míos.
Ella no miente. April es muy buena en eso de los besos y me alegra que esto apenas esté comenzando. Quito sus manos de mi cuello y las dejo en mi cintura para poder llevar mis manos a su cabeza y enredar mis dedos entre su cabello, de tal manera que la hago inclinar su cabeza hacia a un lado para poder besarla con más profundidad y hacer el beso más húmedo.
Sonrío y me alejo de su boca cuando siento sus manos, más allá de mi cintura, deslizarse por mis costados hasta llegar a mi trasero y no es un agarre tímido. Enarco una ceja hacia ella y se encoge de hombros.
—Soy un poco descarada, eso dicen mis amigos.
— ¿Un poco? ¿Lo tocaste lo suficiente?
—Sí, es cómo lo imaginé cuando lo veía en películas...Mentira, se siente mejor.
Supongo que no sabía que me hacía falta este tipo de locura en mi vida.
La atraigo por un beso mucho más profundo, lo que pensé no era posible. Durante los primeros segundos pienso que tengo el control de la situación, pero supongo que la naturaleza de April es traviesa y decidida, al menos en este aspecto. Porque me hace retroceder y lo próximo que sé es que mientras nos besamos de una manera que seguramente se ve descoordinada y que ha de gritar: "¡Demonios! Consigan una habitación dónde follar" de alguna manera pierdo el equilibrio y termino sentado en el sofá, donde ella me ha guiado.
La miro, en este momento mis pensamientos están llenos de cosas sucias, muy sucias que involucran a April. April quien ahora luce muy sonrojada, despeinada y con labios hinchados. La mujer cuyos ojos brillan con lujuria y deseo.
—Esto es ir muy rápido —anuncia, no respondo—. Siempre me gustó correr.
—A mí también, era un experto en eso de saltarme cosas.
— ¿Quieres correr conmigo ahora?
Siento que es una encrucijada, alguna pregunta trampa. Es evidente, mi erección lo demuestra, que quiero tener sexo con April, pero también está la voz de mi consciencia diciéndome que no sea impaciente y que puedo hacerlo mejor. Mi indecisión debe ser muy evidente en mi expresión porque ella se ríe y se deja caer a mi lado.
Suspira, recuesta su cabeza del respalda y voltea a verme. Desliza su dedo por mi barbilla.
—Te veías gracioso mientras debatías. No voy a tener sexo contigo...Ahora.
»Estuve corriendo durante parte de mi vida, pensando que no tenía tiempo o que debía recuperar todo lo que me perdí. No quiero correr ahora, quiero tomarme el tiempo de disfrutar paso a paso de esto entre nosotros. ¿Te molesta?
—No.
Esa es toda mi respuesta y me doy cuenta de cuán cortante suena, aclaro mi garganta y despejo mi cabeza de la excitación que experimentaba.
— ¿Eso es todo? ¿"No"? —pregunta, no luce ofendida, solo divertida.
—Quiero decir, admito que quería hacerlo, te deseo mucho y que una parte de mí quería toda la parte de acción, pero puedo aceptar lo que dices. Creo que tengo paciencia.
— ¿Crees?
—Eso me gusta pensar —Rio.
Paso mi brazo alrededor de sus hombros y la atraigo hacia mí, haciendo que su mejilla se presione de mi pecho. Me gusta esto, supongo que durante mucho tiempo intenté ignorar lo bien que se siente tener a alguien a quien abrazar, alguien con quien bajar la guardia y no tener que estar alerta a traiciones. Alguien con quien ser dulce y tener momentos así.
— ¿Podemos tener ese tipo de conversación normales?
— ¿A qué te refieres? —Me pregunta.
—Esa tonta y típica que tienen en las comedias románticas. Las cotidianas, las sin sentidos...Muchas de las cuales he actuado, pero no experimentado.
— ¿Nunca tuviste una novia antes?
—Sí, tuve un par en mi adolescencia cuando era más que un chico con calentura. Y desde que tuve reconocimiento en la industria, tuve dos novias —Pienso sobre ello—. No fueron relaciones largas, tampoco.
»No fui el mejor novio en mi adolescencia ni durante esta etapa de mi vida, no era fácil mantener una relación cuando mi agenda era terrible, además de toda la prensa sobre mí. Tal vez no debería decirte eso por si te asustas, pero no voy a mentirte.
—Te diré cuándo tenga miedo, entonces, solo tendrás que tomarme la mano y decir "estará bien" y me quedaré. Soy una chica que pasó por mucho, un poco de prensa y una agenda desastrosa no parecen grandes obstáculos.
»Además, le rogué demasiado a Ethan para que me hiciera conocerte, se pondría muy molesto si me rindo a la primera y estoy segura de que todo BG.5 hizo alguna apuesta sobre nosotros, ellos son así.
Tengo mucha curiosidad sobre compartir algo de tiempo con los amigos de April que la hicieron entrar y conocer sobre la industria en la que trabajo, además, ella se refiere a ellos como su familia y basado en lo que me cuenta, es igual de amada por ellos. Así que le pido que me cuente más de ellos y parece encantada de hacerlo.
—Tuve varias etapas, es decir, era una chica que se rodeaba de hombres increíbles y sexys —Se ríe—. Hubo un tiempo cuando estaba mucho más joven, en el que me gustó Jeremy, el hermano de Doug, era una atracción inofensiva. Hoy en día, él está casado con una de mis amigas más cercanas.
»También me llegó a gustar Andrew, pero ¿A quién no le gusta Andrew? Fue platónico, aunque ahora que lo pienso, ¿Qué hubiese pasado si lo invitaba a una cita? —Se ríe—. Somos grandes amigos en la actualidad, él es un amor de persona.
—Andrew y Jeremy, lo grabaré en mi memoria —Bromeo—. Todos ellos son tu familia.
—Sí, el que Ethan entrará a BG.5 trajo consigo a personas maravillosas que hoy llamo familia y luego ellos han ido casándose o consiguiendo novias increíbles que también tienen amigos geniales. Nuestra familia ha crecido mucho a lo largo del tiempo.
—Eres afortunada. Te lo dije antes, solo con Romeo conocí ese tipo de amistad.
—Si eres buen niño, te los prestaré, podrían ser tus amigos.
—Qué considerada y amable eres.
—Lo sé, mis bebés lo aprenden de mí —Me sigue el juego. Desliza su dedo por mi ceja—. ¿Eres consciente de lo atractivo que eres? Miles de personas están soñando con tener una oportunidad contigo.
—Mi mamá dice que tiene al hijo más hermoso del mundo —Le digo haciéndola reír—. Es verdad, mis tías siempre la secundan y mi abuela también.
—He leído que eres muy unido a ellas.
Suelto una risa exagerada y ella me mira con desconcierto, si tan solo supiera que conmigo vienen mujeres muy sobreprotectoras que van a intimidarla...
—Las amo, han sido parte de mis errores y aciertos. Siempre han sido protectoras conmigo, debes saber que soy el niño de la familia.
—Sí, eso es tierno.
—Bueno, ellas podrían ser algo intensas —Me mira con curiosidad—. Suelen espantar a las mujeres que se acercan a mí...
—Oh —Parece inquieta.
—A veces llaman moscas a las mujeres que se acercan por algún interés o que no sea una relación seria —Rasco mi barbilla—. Son celosas, protectoras y de verdad muy intensas. Puede que asusten un poco cuando las conocen, pero son mujeres increíble, solo que todos no se quedan hasta descubrirlo.
April no me dice algo al respecto, mordisquea su labio inferior y desliza su mano para tomar la mía y jugar con mis dedos.
—Supongo que sí estoy loca. No me asusta lo que me dices, lo tomo de alguna manera como un desafío —Entrelaza nuestros dedos—. De igual manera, cómo madre, admiro el hecho de que sean así contigo, que las tengas.
»Estoy muy segura de que cuando mis hijos crezcan, seré un poco intensa. Ahora soy una madre divertida y genial, pero seguro estaré alerta de que nadie los haga sufrir y que no los usen.
—No los sofoques tanto. Las amo, pero admito que a veces me molestó sentir que alejaban a algunas personas, pero entendí que muchas solo quisieron irse.
—No tengo planes de irme —Deja un beso en mi mejilla—. Seré fuerte, no me asustarán.
—Eso espero, porque realmente me gustas.
—No eres tímido al respecto.
Antes de que pueda darle alguna respuesta, mi teléfono vibra en el bolsillo de mi pantalón. Cierro mis ojos y tomo una profunda respiración porque sé que si me llaman a esta hora, tiene que tratarse de mamá o una de mis tías...O alguna emergencia y espero ese no sea el caso.
Saco el teléfono y veo que se trata de tía Karina, no dudo en responder.
—Cerdito, necesito que te pongas en marcha y vengas.
— ¿Ahora? —Miro a April, no quiero irme—. Aún tengo unas horas antes del vuelo...
—Tuve que cambiar el vuelo, necesitamos reunirnos muy temprano con un posible contrato para una película en la que estabas interesado...
— ¿Cuál?
—Déjame sorprenderte.
— ¿Qué tan pronto me necesitas en el aeropuerto? —April hace una mueca con sus labios.
—Lo más rápido posible, tienes una hora para llegar. Ya registré tu equipaje. Date prisa, cerdito y...
— ¿Si?
—No conozco a esa persona que te tiene así, pero...Uhm, supongo que le envío saludos y espero conocerla pronto para dar mi veredicto.
—Vale, Kari —Sonrío—. Me daré prisa.
Finalizo la llamada y guardo de nuevo el teléfono, suspiro y me pongo de pie. Estiro mi mano tomando la de ella, haciendo que se levante. Cuando está de pie, tiro de su cuerpo hacia el mío y la abrazo con fuerzas sin llegar a hacerle daño.
—Lo siento, pero el trabajo está llamando más pronto de lo esperado. Debo tomar un avión más temprano.
—Así es cómo funciona tu agenda —murmura abrazándome con igual de fuerza—. Al menos tuvimos unos pocos minutos.
—Quiero darte más que unos minutos.
—Más te vale que lo hagas —dice poniéndose de puntillas y dándome un beso—. Ten buen viaje.
Tomo su rostro en mis manos y le doy un beso que espero le haga saber que valdrá la pena esperarme. Cuando me separo, ambos tenemos respiraciones pesadas y quisiéramos seguir en ello, pero tengo una responsabilidad con la cual cumplir.
—Mi tía te envía saludos.
—Eso es inesperado, pero emocionante.
Sonrío y le doy otro beso, me gustaría besarla durante horas. Me acompaña hasta la puerta y de nuevo compartimos un abrazo, creo que finalmente encontré esa relación en la que no me importa estar y en la que me siento cómodo, emocionado e incluso un poco tonto.
—No me extrañes tanto —Me dice y rio.
—De acuerdo —Le doy una serie de besos cortos—. Estaremos en contacto.
— ¡Haz tu mejor actuación! —Me alienta de manera exagerada.
—Hecho, lo mejor para mi fan.
Creo que nos despedimos unos cincos minutos más antes de que me ponga en marcha al aeropuerto. No dejo de sonreír, estoy en mi mejor momento.
***
16 de agosto, 2015.
Morgan el demonio: necesitamos hablar.
No respondo el mensaje, cómo no lo he hecho con los otros dos de su parte que me han llegado. Desde nuestra conversación telefónica, respecto al artículo que ella dio de mí, no hemos hablado, ella de hecho no había hecho ningún contacto conmigo hasta ahora.
Lucho contra un bostezo y parpadeo varias veces para que mis ojos no se cierren. Estoy grabando el penúltimo episodio de la serie. Es casi la medianoche. Desde que llegué del vuelvo esta mañana, no he parado; desde una importante reunión para una película que estoy deseando protagonizar, hasta grabaciones de este episodio desde hace más de cinco horas.
Estoy agotado y debo seguir las grabaciones.
Leo el guion para repasar mis líneas, sabiendo que ya pronto será mi última llamada y al menos podré descansar por unas pocas horas. Reprimo otro bostezo.
—Toma, esto te despertará un poco.
Alzo la vista hacia tía Kari, me extiende un café que ha de estar bastante cargado. Lo tomo y hago un asentimiento de agradecimiento.
—Haz la cabeza hacia atrás, te aplicaré unas gotas para que tus ojos dejen de estar rojizos y no se cierren.
Hago lo que me dice, familiarizado con estos cuidados; luego de hacerlo, ella se sienta a mi lado mientras observamos cómo graban a otros compañeros. Bebo de mi café en silencio y mi teléfono vibra de nuevo.
Morgan el demonio: Kurt, por favor, hablemos.
Bebo lo que resta de mi café y le respondo porque recuerdo que su papá se encuentra enfermo y tal vez hay algo importante que quiera decirme...O necesita mi ayuda.
Kurt: no puedo hablar en este momento, Morgan. Te llamaré mañana.
Soy llamado para grabar mi escena y le entrego mi teléfono a mi tía. Retocan los golpes falsos en mi rostro, atan de nuevo mis muñecas y voy a dónde tengo que estar. Agradezco que hoy Jean parece estar siendo profesional, no está jugando con el tiempo ni saboteando mis escenas, eso me da un poco de tranquilidad.
Repaso una última vez mis líneas en voz baja y poco después comenzamos la grabación, adquiero totalmente la actitud de mi personaje despojándome de mi identidad mientras las cámaras se encienden y comienzan a grabarme.
17 de agosto, 2015.
Son poco más de las dos de la madrugada y mi cuerpo me ruega que duerma, llevo más de treinta horas sin dormir – más que una siesta de dos horas – y siento que me mantiene de pie la voluntad y la cafeína. Mi cabeza duele y siento alivio de que digan que las grabaciones de hoy han terminado.
Camino a paso lento hacia mi tía, sus ojos se encuentran achinados y rojizos porque lleva casi las mismas horas que yo sin dormir. Me da una sonrisa.
— ¿Cansado?
—Necesito caer en una cama y descansar al menos unas cuatro horas y tú también necesitas hacerlo, Kari.
—Somos un equipo, si mi representado no duerme, le doy mi apoyo y tampoco lo hago.
—Aw, qué bonita mi representante.
—Shh —Me silencia con diversión—. En este momento soy tu representante, no tu tía.
Saca mi teléfono de su bolsillo y me lo entrega haciéndome saber que no han dejado de llegar mensajes. Pese a que mi tía es sobreprotectora, respeta mi privacidad, además de ello, las notificaciones no se leen en la pantalla.
—Kurt... —Me llama una voz que me hace tensarme.
Me volteo para ver a Jean acercándose a nosotros, le da una sonrisa a tía Kari antes de volver su atención a mí.
—Necesito que te reúnas conmigo un momento. Tu representante puede venir. Síganme.
Suspiro dándome cuenta que me falta mucho para descansar. Tia Kari camina a mi lado y admito que eso me hace sentir aliviado o al menos, eso es hasta que el asistente de producción de Jean, aparece a mitad de camino diciendo que necesita hablar con ella de algo que no va a quitarle mucho tiempo.
—Podemos conversar luego —Evade ella instándome a seguir caminando.
—Es bastante urgente, señorita Karina.
Ella mira hacia la caravana de Jean a donde acaba de entrar y luego al asistente, por último me mira a mí.
— ¿No podemos hablarlo luego? —pregunta al asistente.
—Será rápido.
—De acuerdo —cede y luego se dirige a mí—. Ve adelantándote, no hables nada importante hasta que llegué.
—De acuerdo —alcanzo a decir antes de que se vaya.
Suspiro de nuevo y retomo los pocos pasos que me llevan a entrar a la caravana. Siento algo de alivio porque la puerta se mantiene sin seguro e incluso algo medio abierta. Jean se encuentra sentado en la pequeña mesa dentro del lugar, con la laptop sobre ella y muchos documentos esparcidos. Alza la vista y enarca una de sus cejas.
— ¿En dónde se encuentra tu representante? —Me cuestiona.
—Llega dentro de poco.
—No tengo tanto tiempo, quiero descansar. Seré breve y decides si transmitirle el mensaje —Asiento en entendimiento—. ¿No tomarás asiento?
—Dices que vas a ser rápido, no tengo por qué sentarme.
—Bien, bien, cómo sea. Seré directo. Eres ingenuo y estúpido, confías demasiado en las personas.
»Te diré algo: "en este mundo no puedes confiar en nadie, todos pueden clavarte un puñal," estoy seguro de que esto no lo esperas. La verdad me da un poco de lástima, pero de los errores de algunos, sacamos beneficios otros.
El poco descanso que he tenido no me permite entender con claridad sus palabras, me cuesta procesarlo y la única razón, tal vez, por lo que lo hago, es porque él gira la laptop hacia mí. Instintivamente doy un paso hacia adelante y estiro mi mano intentando difuminar la imagen de lo que de ninguna manera puede estar existiendo.
— ¿Sabías que alguna amiga íntima tuya vendió estas imágenes a un reportero? Por fortuna, logré conseguirlo antes de que escapara, pagué un precio alto, pero lo último que deseo es mala publicidad para mi serie porque mi maldito protagonista anda con la polla al aire.
Pasa a la siguiente imagen y no entiendo la existencia de ellas. La primera foto, se trataba de mí acostado, dormido y boca arriba, desnudo. En la segunda, estoy de pie, una mano rodea mi miembro y la chica está de rodillas frente a mí, de espaldas a la cámara, pero sé quién es: Morgan. Pese a que no se ve su rostro, por supuesto que reconozco a las mujeres con las que he tenido sexo.
Lo que no termino de entender son las existencias de esas fotos. La calidad es terrible, cómo si viniera de un vídeo, pero son reales. Nunca di mi consentimiento, no sabía nada de ello.
Siento un sudor frío concentrarse en mi frente y un estremecimiento me recorre. Mi corazón late de deprisa y siento mareos. Soy consciente de que mi respiración es ruidosa y muy rápida.
¿Qué me ha hecho Morgan? ¿Por qué sigue traicionándome incluso cuando me ofrezco a ayudarla?
Quiero dejar de mirar las fotos, él no deja de ir de una a otra, pero no puedo. Experimento una sensación de miedo, dolor y traición que no puedo poner en palabras. Incluso sé que mis ojos se están llenando de lágrimas.
Jean se aclara la garganta, alzo la vista con lentitud. Me mira con seriedad.
—Pagué mucho por estas fotos, solo yo tengo copias. ¿Qué clase de actor reconocido se deja fotografiar desnudo? Peor aún ¿Qué actor se deja grabar follando? ¿Eres un actor pornográfico del que desconocía?
Un vídeo. ¡Mierda! ¡Un vídeo! Esto tiene que ser una pesadilla. Paso las manos por mi rostro y noto que estas tiemblan.
—Por suerte, parece que tu amiguita no está interesada en vender el vídeo — Voltea la laptop hacia él—. Estoy en un blog donde podría hacer estas fotos estallar, se encuentran a tan solo un clic de conocer la luz.
»Si las publico, te sacaré de mi serie, no es la clase de publicidad que necesito; ni siquiera importa que seas el protagonista. Perderás algunos trabajos y serás ese actor al que todo el mundo le vio la polla y jamás saldrás de internet. No quiero hacer eso, Kurt.
Quiere. Él absolutamente quiere hacerlo.
—Pero puedo eliminarlas. Tú sabes lo que quiero a cambio de ello.
Llevo una mano a mi boca porque las náuseas me invaden. Nunca me imaginé en esta situación de extorsión, nunca me sentí tan humillado y agraviado. Quiero llorar, quiero gritar...Quiero...Quiero dejar de confiar en las personas.
Esas fotos marcarían un antes y después en mi vida, personal y profesional, no quiero ser esa clase de actor. Pero venderme... ¿Qué seguiría luego? ¿Años de chantaje en el que soy la mascota de este ser despreciable?
Dije que mi dignidad no tiene un precio, no puedo ser su juguete, me niego, pero esas fotos...
Tiene copias, que borre estas no garantizará que dejen de existir. Me tiene en sus manos ¡Mierda, mierda! Quiero desaparecer en este instante.
Mi labio inferior tiembla con fuerza anunciándome que estoy a nada de quebrarme y llorar, así que lo muerdo con tanta fuerza que logro saborear la sangre. Lucho fuerte contra mis emociones, contra todo este torbellino negativo que me invade y tal vez, es este momento, este instante, es en el que hago la mejor actuación de mi vida: fingir ser valiente y que me importa una mierda esta situación.
—Solo es cuestión de segundos para que el mundo lo vea, Kurt.
Entiendo su amenaza, su pulgar se encuentra a nada de cambiar mi vida, de divulgar mi vida privada. Hay un nudo en mi garganta, pero no bajo la mirada. No puedo ceder, estoy cansado de esto.
—Lidiaré con las consecuencias.
—Es una lástima, Kurt. Nunca tomas las decisiones correctas.
Sonríe y hace clic en publicar, no se necesita ni un segundo para que internet se encuentra plegado de un par de fotos privadas de mí. Es el inicio de mi infierno.
Voltea la laptop hacia mí y veo las fotos en el blog, está hecho, no hay vuelta atrás.
Me ciego, mis emociones estallan y no soy consciente de que elimino la distancia entre nosotros. Arrojo la laptop y tomando el cuello de su camisa, lo obligo a levantarse de la silla. Él grita, no sé lo que dice y no siento su puñetazo. Tampoco evalúo de dónde sacó mi fuerza cuando lo arrastro de su silla a la mesa, mucho menos reparo en el dolor de mi mano cuando impacto mi puño en su rostro.
No sé qué grito, tampoco sé cuántas veces lo golpeo y solo me doy cuenta de que estoy llorando cuando alguien tira de mí para alejarme de su rostro. Su nariz sangra al igual que su boca, uno de sus ojos se encuentra hinchándose con rapidez. No registro lo que grito y exijo que me suelten. Logro soltarme del agarre y siento que moriré asfixiado.
—Firmaste tu sentencia —Escupo—. Hoy caigo yo, pero me encargaré de que caigas con toda tu perversión y suciedad. Lo prometo —sentencio.
Me giro y por un momento me paralizo al ver que me agarraban entre un actor y un asistente, avanzo y veo a personas reunidas afuera del lugar. Todos me observan. Paso de largo, trato de ignorarlos y escucho a tía Kari llamarme, pero básicamente corro hasta mi caravana. Al llegar, arrojo todo mientras grito, no hay nada qué me haga sentir mejor, nada puede calmar la manera en la que me siento.
Son esas fotos, es la traición, el dolor, la rabia, el acoso, la extorsión. Es toda la porquería rodeándome.
— ¡Para, para! —escucho a alguien gritar.
Luego siento unos brazos desde atrás, alguien me abraza y poco a poco registro que se trata de la voz de tía Karina. Me alejo de ella y me dejo caer en el suelo. Veo mis nudillos rotos, ensangrentados, y luego la miro a ella con las lágrimas corriendo por su rostro. No puedo detenerlo mucho más, comienzo a llorar cubriendo mi rostro con mis manos.
—Lo siento, Kari, lo siento —sollozo.
Se agacha y me atrae para un abrazo, llora conmigo. Siento que mi pecho duele, no dejo de temblar.
—No importa qué fue, lo resolveremos. Lo haremos —murmura—. Habla conmigo, dime qué sucede.
La abrazo con fuerzas y sin darme cuenta, comienzo a decirlo todo. La manera en la que el acoso comenzó, las incomodidades, las fotos, todo. Ella me escucha sin dejar de abrazarme y llorando conmigo.
—Lo siento, Kari.
—Voy a matarlo. Voy a matar a ese maldito bastardo —Llora—. Lo siento, Kurt, lo siento mucho, debí darme cuenta antes.
—Quiero que pare, quiero que pare —ruego.
—Lo haremos parar, lo prometo. Pagará. Llora lo que tengas que llorar, déjalo salir, estaré aquí contigo. Olvídate de lo que otros dirán, es tu momento. Déjate caer, aquí estoy. Te prometo que mejorará.
—Quiero que paré —murmuro cerrando mis ojos.
Puede que mi infierno acabe de iniciar, pero el de Jean, también.
Holisss, paso a desearle feliz noche y dulces sueños con este capítulo.
Auch, pobre bebé. Creo que además de la gravedad de que tomen fotos íntimas de esa manera sin tu consentimiento (o la grabación de un vídeo), influye también el ser extorsionado y acosado, nadie merece que lo agredan de esa manera, sea mujer u hombre.
Para adelantos, noticias, firmas, sorpresas y micro-relatos de personajes de mis historias, pueden conseguir todo en mi cuenta de instagram: DarlisStefany. Y la página de facebook: Darlis Stefany. Twitter: Darlis_Steff.
Espero les guste.
Un beso.
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