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Capítulo Diecisiete

Advertencia: Amigas (o) si no te gustan las escenas descriptivas traviesas,  no leas el capítulo, pero porfis no lo reportes.  El capítulo quedó así porque bueno, narra April, no había manera en la que lo pusiera todo rosita y palabritas bonita porque ella no es así jejeje.


Capítulo diecisiete.

April.


Vamos a dejar unos puntos en claro: No odio a las mujeres que tienen el corazón de Kurt.

Yo, las entiendo.

La mamá de Kurt y su tía Karina me agradaron mucho y creo que el sentimiento fue mutuo.

Sobre su abuela y sus otras dos tías, no las tildaré de malas personas. Son mujeres que estuvieron desde el principio luchando por un pequeño Kurt dentro de una industria donde las traiciones y masacres sentimentales son comunes. El error está en juzgar, pero ya tendremos tiempo para conocernos y mejorar toda esa incómoda primera impresión.

Cómo digo, no me desagradan o las odio, es admirable que lo amen tanto y lo protejan, se asemeja a lo que siento por mis hijos, el instinto de protección y querer alejarlo de todo aquello que pueda lastimarlos.

Sin embargo, hay que admitir que fue muy incómodo escuchar la conversación a mis espaldas. Puedo soportar que hablen de mí, es decir, cuando en la escuela inventaron un rumor sobre mí siendo una chupa pollas profesional – no había puesto mi boca en una en mi vida en ese entonces – me pareció divertido y de hecho cuando me gritaban algo, me encarga de hacer un gesto obsceno con mi boca y mano mientras además alegaba que gracias a Ethan me había hecho experta – él un poco fastidiado por mi actitud ante el rumor, cedió y me seguía el chisme – que hablen de mí me da igual, pero cuando involucran a las travesuras que traje al mundo, siento que me vuelvo loca.

Y sí, no dijeron grandes cosas, pero picó un poco y antes de hacer una escena en dónde Kurt se vería en una situación negativa, preferí irme, intentaríamos todo eso en una segunda oportunidad. Mientras conducía arrepintiéndome de no haber traído el pastel conmigo, solo el cielo sabe que tan bueno tuvo que haberlo hecho Ethan, analicé de nuevo toda la conversación que tuvo lugar a mis espaldas.

Para el momento en el que llegué a mi casa, estaba comenzando a sonreír cómo una idiota porque me centré en las palabras de Kurt. No necesito que alguien me defienda, puedo hacerlo sola, pero eso no quiere decir que no se sienta bien o sea bonito que alguien que te importa lo haga por ti, que incluso mientras no estés viendo o escuchando, dé la cara por ti y defienda el tipo de persona que eres.

Así que mientras comía los fríos resto de una pizza del día anterior, se me metía más en la cabeza que no había sido un mal día ni un mal encuentro y no tendría por qué terminar mal, sin embargo, necesitaba un empujón y Elanese más que un empujón, me sacó fuera de mi casa.

La llamé para saber qué tal se portaban los mellizos con ella y Dexter, mis ternuritas estaban encantados jugando con Skylie, no me mintió diciendo que estaban tranquilos y eran ángeles, de hecho fue muy sincera.

—Son traviesos e inquietos, pero tenemos control sobre ello.

Una vez sacamos del camino el hecho de que mis hijos no son tranquilos, le hice saber que me encontraba en mi casa y eso llevó a contarle todo lo que pasó. Fue buena escuchando y comentando, también suspiró cuando intenté recrear con voz gruesa las palabras que usó Kurt para defender mi honor y cuando dije "ojalá lo lleváramos más allá" ¿Cuál fue la respuesta de Elanese?

—Es cuestión de quitarse la ropa, eso tú sabes hacerlo. No eres tímida, creo que solo querías que te alentara a hacerlo —Noté la diversión en su voz—. Vale, April, cuidaré a tus hijos, ve y cumple tus sucias fantasías.

No necesitó decirlo dos veces y no necesité fingir que estaba mal con que cuidará a mis hijos por una noche ¡Vamos! Ella y Dexter son unos excelentes cuidadores de niños, secretamente los imaginó en el futuro con un montón de hijos.

Te diré lo que hice: tomé una larga ducha, revisé que las áreas que quería estuvieran lisas sin rastro de vellos, tomé una copa de vino y fantaseé mucho, lo que me llevó a darme un orgasmo a mí misma, fue bueno, confía en mí sé cómo darme placer. Armé rulos en el cabello que más temprano me había encargado de alisar – para ocupar el tiempo –, vi una película de Kurt que tenía una escena de sexo romántica, esa dónde hay un plano de su culo, y me maravillé con el pensamiento "hoy no será actuación."

Él me llamó, yo lo ignoré.

Él escribió, no respondí.

Me gustó construir un poco de tensión, estaba demasiado ocupada recreando una escena de relajación antes de la faena que sabía me esperaría horas después. En algún momento sentí que las horas comenzaron a pasar demasiado lentas.

Tomé otra ducha, recreé algún comercial de crema corporal mientras me la aplicaba, usé mi mejor perfume – el que Harry me regaló en mi cumpleaños –, busqué ropa interior de seda y no me preocupe tanto por la ropa ¿Para qué hacerlo? Lo que me importaba era que me la quitara.

Cuando estuve lista, tomé otra copa de vino mientras reproducía una canción en mi teléfono y bailaba al ritmo. Construí tanto este momento que cuando tomé un taxi – porque había bebido dos copas de vino – estaba con mucha tensión, expectativa y excitada. Sentí calor, pese a clima frío, así que me recogí los elaborados rulos que ahora eran ondas. Pagué el viaje y cuando me encontré frente a la puerta de mi increíble destino, me dije: ya está, vamos por ello.

Esa es la manera en la que llegué a este instante.

Este momento en el que mis manos toman el dobladillo de su camisa mientras deja mordiscos en mi cuello. Este instante en el que saco la molesta prenda de ropa y retrocedo deleitándome con el vistazo de su abdomen en vivo y en directo.

— ¡Vaya! De verdad no se trata de Photoshop —bromeo.

Deslizo mis dedos desde debajo de su ombligo hacia su pecho, deleitándome con las marcas de sus tabletas, él se estremece y me deja recorrerlo. Alejo mi mano y me agacho un poco dejando un beso al lado de su ombligo y luego raspando un poco con mis dientes en un suave mordisco, un sonido de placer escapa de él. Ah, ese sonido no me lo dan las películas.

Me incorporo y dejo un beso en su cuello, voy haciendo mi camino hasta su boca mientras mis manos se deslizan por su abdomen y avanzan hacia el bulto prometedor. Él gime contra mi boca, mi mano no pierde tiempo tocándolo por encima de su pantalón holgado. Mi otra mano se desliza por sus caderas hacia atrás, posándose sobre la redondez de su trasero. Qué bien se siente todo esto.

Sus manos van sobre mis hombros cuando más que tantear, lo tomo y aprieto, se endurece más. Despega su boca de la mía y abro mis ojos encontrando que sus pupilas están muy dilatadas. Evidentemente, todo esto le gusta.

—No te dejaré jugar sola.

—Pero encuentro que tu juguete es divertido —digo apretando mi agarre y presionando mi palma, gime.

—Mierda...Tú... Eres tan ardiente.

—Y juguetona —Lamo sus labios—. Te dije que era buena en esto.

—Quiero verte.

—Vale, te cumpliré el deseo.

Dejo ir mis agarres sobre él y me saco la camisa sin mucha ceremonia, no necesito seducirlo porque claramente ya el control lo perdió. Muerdo mi labio inferior cuando lleva su mano a su erección y comienza a acariciarse por sobre la tela.

—También deberías desvestirte, Kurt. Eso lo haría divertido.

—Vale, te cumpliré el deseo —Me imita.

Así que manteniendo los ojos el uno sobre el otro nos encargamos de sacar una prenda de nosotros. Él queda en bóxer, yo en sujetador y bragas. Ante su atenta mirada doy una vuelta. Lo dije antes, hay algunas marcas en mi cuerpo, no me avergüenza y a él parece darle igual porque sus ojos parecen codiciarlo todo, sobre todo mis tetas.

—Verás, Kurt. Hice toda esta cosa de buscar ropa interior combinada y genial, pero... —Llevo las manos detrás de mi espalda.

— ¿Si?

—Me doy cuenta que no importa, todo lo que quiero es estar desnuda y tú deberías de seguir mi ejemplo.

Deshago el broche y bajo las correas por mis brazos, arrojo el sujetador al suelo y paso las manos por mis pechos con una sonrisa. Creo que se quiebra porque lo próximo que sé es que acorta la distancia y me está besando mientras sus manos aprietan mis pechos sin mucha gentileza, pero no importa, porque así es cómo me gusta. Sus dedos pellizcan mis pezones y luego su boca muerde y chupa la piel de mi cuello mientras bajan. Cuando esos deliciosos labios capturan una de las puntas de mis pechos, gimo y echo mi cabeza hacia atrás. Fantaseé mucho sobre esto, pero debo decir que la lengua, succión y pequeño mordisco es mucho mejor que en mis fantasías. Él adora a mis pechos cómo los mejores manjares, cómo algo que se moría por probar.

En algún punto, su boca vuelve a la mía y me besa de una manera que me derrite. Siento sus uñas – sin lastimarme – por mi abdomen, se deslizan de manera descendente hasta el borde de mis bragas.

—Muéstrame cómo te gusta —susurra contra mis labios.

No necesita repetirlo, cubro su mano con la mía y la deslizo debajo de mis bragas. Gimo mientras le muestro la cantidad de presión que me gusta y luego saco mi mano porque ¡Al demonio! Tiene pase libre para hacernos disfrutar.

—Pase libre para que me muestres qué puede gustarme —digo y ahora es él quien gime.

Me alegra haberle dado esa libertad porque me muestra que todo lo que puede hacerme con sus dedos y conocimientos, puede encantarme. Sus dedos tocando, presionándose y adentrándose hacen que me retuerza y gima sin control, sin vergüenza, sin reparos.

Su boca vuelve a mi pecho, mi mano va a su cabello y presiono su rostro queriendo más de esa boca mientras balanceo mis caderas contra sus dedos. Él es maravilloso, es mágico porque trae consigo un orgasmo que me hace gemir con fuerza y temblar bajo su agarre.

Me lo quedo. Debo quedarme a este hombre que está en tanta sintonía con mi cuerpo.

Bueno y también porque estoy enamorada de él, punto importante.

Lo beso con locura, sus dedos salen de mis bragas y lo hago retroceder a la cama en donde no tarda en caer sentado. Le sonrío y llevo mis manos al elástico de su bóxer, deslizándolo fuera de su cuerpo lentamente.

Otra cosa de Kurt a la que una foto no le hizo justicia.

—Tu pene es fotogénico, pero definitivamente es mejor en persona.

— ¿Gracias? —dice riendo—. Es el mejor cumplido que he recibido al respecto.

—Podría hacerte mejores cumplidos —dejo su bóxer en el suelo y caigo sobre mis rodillas—. Dame tu mano.

—Lo que quieras —Me la entrega.

—Sostén mi cabello —Digo llevando su mano a mi cabeza, lo hace—. Ahora solo disfruta, te advertí que soy muy buena en esto.

Deja ir una lenta respiración mientras comienzo mi ataque. No pretendo ser solo habladurías, haciéndole honor a mis palabras y los dones de los que presumo, lo tomo en mi mano y lo atiendo con mi boca. Es algo que ambos disfrutamos, tal vez él un poco más que yo. Mi cuero cabelludo pica porque lo agarra con fuerza mientras mi cabeza sube y baja sobre él obteniendo tanto cómo puedo. Hay muchas palabras alentadoras e incoherentes viniendo de él, palabras que me animan a poner todo mi empeño. Porque si vamos a hacer algo, hay que hacerlo bien.

Admiro el aguante de Kurt, su manera de contenerse y no correrse por mucho que me esfuerce, porque es cuando mi mandíbula comienza a doler que me insta a alejarme. Lo miro mientras me incorporo y me saco las bragas. Sus están pómulos sonrojados, su respiración es agitada y las pupilas muy dilatadas. Tira de mí y me hace caer sobre la cama, nos hace girar y nos besamos.

Nos besamos por muchos minutos mientras sus manos se deslizan por mi cuerpo, creo que la razón por la que lo alarga es porque quiere recuperarse y no perderlo tan pronto cuando entré en mí, soy comprensiva sobre ello, pero en algún punto le pido que no me haga esperar más y él se pone de pie en busca del condón. Me deslizo en la cómoda cama hasta tener la comodidad de las almohadas contra mi cabeza, porque vine a follar, pero también a estar cómoda.

Él no tarda en volver a mí, haciéndome abrir mis piernas, sus dedos juguetean haciéndome temblar, comprobando que me encuentro muy preparada para su adoración. Abro todavía más mis piernas y lo acuno entre ellas luego de verlo cubrirse – lo cual fue caliente porque se acarició mientras lo hacía –. Los besos vuelven, las caricias son placenteras y luego su ronco gemido en mi oreja me hace estremecer al mismo tiempo que siento cómo de una sola estocada de hunde en mí hasta el fondo.

Mi misión en este mundo ya está completa. Saber lo que se siente tener a Kurt dentro de mí es todo lo que está bien.

Se siente mejor que en mis fantasías. Es decir, ninguna de mis fantasías le hace justicia a sus fuertes brazos apoyados en la cama, su boca cerca de mi oreja en dónde lo escucho jadear y gemir, sus caderas embistiendo sin contención alguna y mis piernas atrapándolo mientras me desarmo bajo sus embestidas. Sí, esto es increíble.

La única razón por la que sé que esto no es un sueño, es porque no sería capaz de soñar algo tan ardiente y tan bueno.

Cuando pido por más, se incorpora, se arrodilla y con su brazo rodeando mi cintura me alza lo suficiente para darme todo lo que pido. Ni siquiera podría describir con palabras todo lo que sigue, sus palabras, su fuerza, sus movimientos, solo sé que se siente cómo la gloria, una que me tiene diciendo cosas sin control y sacudiendo mi cabeza.

Él está haciendo alguna película porno conmigo en este momento porque ¡Mierda! Kurt tiene talento, de verdad, lo tiene en cada molécula de su ardiente cuerpo y en este momento, y todos los que vengan, soy feliz de ser la coprotagonista de la vida real.

Me deshago debajo de su cuerpo en un orgasmo increíble cuando su dedo me da la presión complementaria y estoy en mi nube mientras continúa hasta alcanzar su propio orgasmo. La manera en la que jadeo en busca de aire no es linda, pero es real porque este hombre me ha hecho sentir que participé en algún maratón. Se deja caer a mi lado con la respiración cómo la mía. Cómo puedo me giro para estar de costado y estiro mi mano hacia su espalda, es impresionante lo mucho que está sudado. Sus ojos permanecen cerrados, se mantiene acostado boca abajo.

Los segundos, minutos pasan y no pregunto algo cómo "¿Estuvo bueno?" porque eso sería estúpido, ambos somos lo suficiente honestos para no tener necesidad de charlar sobre lo malditamente asombroso que ha sido todo esto.

Dame unos minutos y estaré a bordo para repetir.

— ¿April?

— ¿Sí?

—Tenías razón, eres talentosa en todo esto.

Ambos reímos y ahora deslizo mi mano por su cabello húmedo, me arrimo más cerca y acaricio mi nariz contra la suya, me da un suave beso y luego abre esos impresionantes ojos que me miran con picardía y algo más.

—Hola, corazón —susurra—. ¿Todo bien?

—Magnifico, nunca mejor —Acaricio su mejilla sintiendo la barba bajo mis dedos—. Podrías ser un actor porno, Kurt.

—Gracias, pero no es el estilo en el que estoy interesado en trabajar —Se ríe—. Lo mismo digo de ti.

—No, prefiero mantener estas habilidades cómo un súper poder oculto.

—En ese caso, gracias por mostrarme tu súper poder.

Me da un beso y suspira antes de incorporarse, se sienta y se saca el condón. Se pone de pie y camina hacia el baño. Me incorporo dándome cuenta que tengo sed, no creo que le importe que vaya por agua, así que bajo de la cama y voy hacia la cocina, en el camino entro en otro de los baños y orino antes de retomar mi camino.

Bueno, dime si eso que siento no es incomodidad en mi entrepierna al caminar, pero de una buena manera. Tomo una botella de agua de su refrigerador y vuelvo a la habitación al tiempo que sale del baño. Doy un gran trago y luego le entrego la botella, bebe lo que resta. Se sienta a mi lado en la cama y pasa una mano por mi cabello, rio cuando sus dedos se atascan.

— ¡Mierda! Perdón —Se disculpa sacando sus dedos y jalando más de mi cabello en el proceso.

—Lo siento, hice unos rulos, pero veo que no fue una buena idea ante todo este agite que me esperaba. Por eso está enredado.

—Se veían sexys —Asegura sonriéndome.

—Me gustaron, invertí tiempo en ellos —Llevo una mano a mi cabello sabiendo que necesito con urgencia lavarlo para quitar todo el desastre.

—Pensé que no sabría de ti en días, que estabas enojada.

—Picó escuchar lo que dijeron, las entiendo en parte, pero no es cómo si iba a arrojar la toalla en la primera partida. Ellas no son malas personas, solo deben conocerme —Me encojo de hombros y lo miro—. Lo que ellas dijeron no está ni siquiera cerca a lo que muchos dirán cuando esto se sepa.

»Me molestará cuando eso pase, pero no dejaré que me aflija o me haga terminar esto. Soy fuerte —Sonrío—. Las mujeres de tu vida van a terminar amándome a mí y a mis hijos cuando vean que todo lo que queremos de ti, es todo ese amor que sabemos que puedes dar.

—Puedo darles mucho —murmura acariciando mi mejilla.

—Volví porque quería esto, porque escucharte hablar así de mí hizo que sintiera cosas bonitas. Porque me gusta lo que construimos poco a poco con cada conversación, me gusta cómo me respetas y la manera en la que me admiras. No soy tonta, no iba a bloquearme o atontarme por un par de palabras mal dichas por tu familia.

—Ha sido una grata sorpresa que aparecieras.

—Coincido —Subo y bajo mis cejas de manera sugestiva haciéndolo reír.

Me atrae hacia su cuerpo ubicándome a horcajadas sobre él, sus dedos acarician mi espalda y deja suaves besos en mi boca, luego sus labios se deslizan hacia mi oreja mientras lo abrazo.

—Me estás enloqueciendo —susurra.

— ¿De buena manera?

—De las mejores maneras —responde riendo—. Ahora, ¿Qué opinas sobre tomar una ducha?

—La mejor parte de tomar una ducha es ensuciarte.

—Las grandes mentes pensamos iguales —dice, bajando de la cama y comenzando a caminar hacia el baño, pero se detiene.

— ¿Qué sucede?

— ¿En dónde están Nate y Zozo?

—Con unos excelentes tíos que me dieron luz verde para venir a tener sexo.

—Me gusta tu familia, April, son gente genial que apoya nuestra causa —Bromea retomando la caminata.

No digo nada, porque ¿Qué podría decir? Mi familia es fabulosa. Cuando llegamos al baño me deja sobre mis pies y tomo su mano llevándola al lado izquierdo de mi pecho.

—Haces que mi corazón lata muy rápido. Antes, en el pasado, su latido era muy malo y ahora siéntelo, late de manera fuerte y sana bajo tu mano.

—Es un corazón grandioso —Se agacha y deposita un beso sobre el área antes de incorporarse—. Tú haces a mi corazón acelerarse y a mi polla levantarse.

—Rimó, te concedo que esa estuvo buena —digo riendo—. ¿Tienes más líneas así?

—Puede decírtelas mientras te folló.

—Me encanta —Aplaudo riendo más—. Esa fue la línea de tu película. ¡Dios! Esto me enciende. Sigue.

Él ríe mientras sigue recitando líneas de sus películas o algunas ocurrencias propias que nos divierten en la misma medida en la que nos encienden. Supongo que me he topado con un hombre con el que la locura cobra un muy buen sentido.

Me encanta Kurt.

Vale, me enamoré de Kurt.




Capítulo dedicado a mi beba Du. Gózalo, comentalo, disfrutalo y sigamos enloqueciendo por más historias. Sobra decir tu importancia y papel en mi fabulosa vida. En las buenas y en las malas y en la cuarentena pues a distancia. Ti amu.

Para adelantos, noticias, firmas, sorpresas y micro-relatos de personajes de mis historias, pueden conseguir todo en mi cuenta de instagram: DarlisStefany. Y la página de facebook: Darlis Stefany. Twitter: Darlis_Steff. 

Espero les guste.

Un beso.

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