Nota de autor rápida: Mis amores, para que comprendan las fechas de este capítulo, les recomiendo leer la última  fecha del capítulo anterior para entender cómo llegaremos a ese momento final del capítulo anterior.

Capítulo catorce.

April.

4 de septiembre, 2015.

—Me encanta cuando me visitas, ¿Te lo he dicho? —pregunta Kaethennis antes de engullir de su ensalada.

— ¿Por qué comes ensalada y no un montón de calorías cómo siempre? Te encanta un buen plato de comida —señalo antes de morder la hamburguesa.

—Hoy no estoy tan hambrienta. Harry hizo un desayuno exagerado, pensé que quería engordarnos —responde ella riendo.

—Entonces, ¿No es para evitar las náuseas de un posible embarazo? —tanteo porque cómo Doug y Dexter, me encanta recibir buena información.

—No, todavía no —Se ríe—. La fábrica sigue cerrada.

— ¿Hasta cuándo? Porque todos tenemos conocimiento de la campaña de Harry.

Admiro la voluntad de Kaethennis para decirle "no" a un hombre cómo Harry. Él podría ser el modelo del padre del año y la verdad es que cuando lo ves con sus hijos o los bebés de otros, piensas: denle más bebés a ese hombre. Por eso el que, durante tanto tiempo, ella se haya mantenido firme con la fábrica de bebés cerrada demuestra una gran fuerza de voluntad.

Ella ladea su cabeza un lado a otro sopesando mis palabras mientras mastica, traga y toma un sorbo de su agua.

—Quería que mi editorial estuviese firme y bien fundada, tener todo en orden. La verdad no esperé que creciera tan rápido, pero tengo un equipo increíble que ha sido parte de todo este logro —Sonríe—. Sé que puedo hacer que crezca todavía más, finalmente tengo la estabilidad profesional y financiera que deseaba, mi independencia económica.

»A veces leo especulaciones sobre que Harry podría estar manteniéndome e invirtiendo en mi trabajo y la verdad es que rio sobre ello porque las personas solo son unas metiches que hablan desde ese frío y lamentable lugar de la envidia —Se encoge de hombros—. Pero la verdad es que trabajé muy duro por mi independencia, Harry podría tener todo el dinero del mundo y aun así siempre querría tener mi propio dinero y dividir gastos, porque somos un equipo.

»Y finalmente estoy en ese punto donde respiro hondo y digo "lo lograste, belleza" —Rio de sus palabras—. Eso es lo que deseaba antes de traer a otro niño al mundo, además, somos jóvenes y creo que el tiempo pese a la rapidez con la que pasa, lo tenemos.

— ¿Eso quiere decir que ya vamos a encargar un bebé? —pregunto en plural, haciéndola reír.

—Nunca he planificado un bebé. ¿Alguien te contó que antes de Dan ni siquiera pensaba en ser madre? Y luego pensé que solo tendría a Dan y llegó Halle —Sonríe—. Mi percepción ha cambiado, me gusta ser una mamá empoderada, hago un trabajo genial en casa y fuera de ella.

—Eso nadie puede contradecirlo. Eres la mujer, me haría lesbiana por ti, pero ya tengo novio y le rompería el corazón que lo deje.

»Mira, podría decirse que yo planifiqué a mis bebés...Buscaba uno, pero llegaron dos, pero eso es lo de menos —Sacudo mi mano—. El punto es que buscarlo llevó mucha diversión, porque sí, Kenneth es una mierda, pero no tenía el pene de adorno y hacía cosas buenas en el dormitorio. Así que vas a divertirte, eso debería motivarte.

—Bueno, Harry y yo no estamos planificando un bebé, pero hay muchísima diversión, créeme. Soy una mujer feliz sin ninguna queja para decir sobre mi esposo y sus habilidades en el dormitorio.

—Harry está tan bueno —suspiro—, solo verlo sube la temperatura, sin ofender.

—Lo sé —Suspira—. Lo veo y quiero saltar sobre él...Y sin ropa se ve todavía mejor.

—Por favor, no tortures a quienes solo lo vemos vestido.

—En fin, mi punto es que creo que finalizando el año que viene o mediados, daré luz verde para un tercer bebé, no es un hecho, pero me estoy animando.

—Puedo imaginar lo emocionado que estará Harry cuando en algun momento se lo digas. ¿Cuántos bebés Karry tendremos?

—Creo que tres es suficiente.

—Escuché decir a Harry que quiere más de tres...

—Entonces, que alguien le diga a Harry que los tenga él —Se encoge de hombros—. ¿Por qué nadie me advirtió que me casaba con un hombre que parece que quiere un equipo de futbol?

—Los hombres no traen advertencias...Nosotras tampoco —Doy otro mordisco a mi hamburguesa.

—Ahora... ¿Cómo va todo con Kurt? ¿Te he dicho que me encanta que lograras lo que siempre decías en broma?

—Lo sé, a mí también me encanta. Con Kurt todo es... ¿Increíble? No lo sé, nuestra interacción como "novios" ha sido por teléfono, pero sé que cuando estamos juntos hay un montón de fuego —No puedo evitar sonreír pensando en él—. Admiro y amo un montón el actor que es, su talento y la manera en la que con su actuación cambiaba mi mundo.

»Pero conociendo a Kurt, la persona, la verdad es que me gusta mucho. Es una persona increíble, Kae, no esperaría que haya tanta buena actitud en alguien que podría tenerlo todo y estar volando tan alto como para no querer ver hacia abajo.

—Hombre valioso. ¿Qué piensa él sobre tus bebés?

—Pensé que estaría aterrado y sé que tú mejor que nadie me entiendes, porque estuviste en mi lugar.

—Sé cómo se siente. El terror inicial de lo desconocido, de no saber si será suficiente para tu bebé o si debes involucrarlo, el miedo de que te vea a ti, pero no a esa personita que viene contigo. Y luego el miedo de que esté tan cerca de ustedes que si un día se va, nada volverá a ser igual.

—Wow...Eres mi espíritu animal —digo con asombro y ella ríe—. Básicamente, así me sentí y siento al respecto, pero parece estar consciente de que tengo un paquete especial conmigo. Al principio era claro que pensó que estaba centrado en su carrera y una ecuación con nosotros era difícil de considerar.

»Pero no se pudo resistir a mí; estamos arriesgándonos y de verdad él va en serio con todo esto —Hago una pausa—. Quiere conocer a los mellizos cuando vuelva, pero de verdad, no como aquel desastre anterior.

—Lo traes loco, estoy orgullosa de ti. Me encanta todo esto, me parece que estás viviendo algo increíble y que lo sabes, que no lo das por sentado y disfrutas cada segundo de ello.

—Me siento feliz... Desde hace mucho tiempo sentía que estaba perdiendo parte de mí, que solo era April la escritora de los artículos, April la mamá, April la nieta y April la amiga. Pero he activado esos instintos que siempre tuve, mi descaro, no me olvido de que soy una mujer que siente y quiere vivir muchas cosas.

»La verdad es que me encanta todo de ese hombre y me gusta que le atraigan mis locuras porque no lo estoy fingiendo, simplemente así soy yo —Suspiro de manera teatral— y también me lo quiero follar o que me folle, cómo sea, lo quiero sin ropa y con mucho sudor. Divino.

Kaethennis estalla en una fuerte carcajada que hace que las demás personas en el restaurante nos miren, yo también rio. Kaethennis y yo no solemos pasar tanto tiempo siendo solo nosotras dos, pero las pocas veces que lo hacemos, lo disfrutamos. Ella es una mujer que me entiende, porque sabe lo que es ser madre soltera, sabe lo que es tener miedo a que alguien más ame tus hijos y fuera de eso, esa mujer es increíble por lo que siempre disfruto su compañía. Es descarada, coqueta, emana seguridad y una independencia que le queda preciosa. No nos aburrimos cuando nos reunimos.

— ¿Quién no quiere buen sexo? Antes de conocer a Harry, estuve en una larga sequía, pero valió la pena, estaba esperando por el mejor sexo de mi vida que vino con un hombre de ojos azules.

—No sé si Kurt será el sexo de mi vida, pero sé que la pasaré bomba. ¿Viste la foto? Ya sabes, de su pene.

»Sé que debería estar diciendo que nadie la vea, pero no hay que mentirnos, la foto estuvo por todas partes y todos querían ver.

—La vi, pero no porque lo buscara. Terrible que invadieran su privacidad de ese modo.

—Terrible, fue una mierda que le hicieran eso. Pero le dije que debíamos tomar un enfoque positivo y no dejar que eso destruyera lo que tanto ha trabajado.

— ¿Cuál fue tu enfoque positivo? —Me pregunta sonriendo.

—Qué Kurt tiene un regalo ahí abajo con el que bendijeron, no hay manera en la que no sepa cómo usarlo. ¡La pasaré bomba!

—Seguramente. Estás ansiosa sobre ello.

—Tuve sexo normal hace poco con un idiota, quiero un sexo que me sacuda el mundo y te deje pensando una y otra vez en maravillosos orgasmos, es lo que merezco.

—Sin duda, es lo que mereces, April.

Sí, estoy emocionada sobre la idea del sexo, pero también estoy emocionada porque mi vida se cruzó con la de un hombre maravilloso que no está siendo un idiota o tirando la toalla, él me está dando una oportunidad de la misma manera en la que se la doy. Nos estamos arriesgarnos a quemarnos y si el fuego nos alcanza, estoy segura de que disfrutaremos arder juntos. Francamente, desde que salí de una clínica hace años, no le temo al mañana, no le temo al futuro.

***

5 de septiembre, 2015.

La casa está limpia, cosa que no sucede siempre. Finalmente termino de ordenándola, pero sé que apenas mis hijos regresen, los juguetes estarán en lugares inesperados o migajas de galletas por el suelo. Y no, no es que sea una madre descuidada, es que ellos son dos terremotos que mientras limpio en un lugar, otros ya son asaltados por el caos.

Tomo mi teléfono del sofá para grabar un vídeo de este bello momento en dónde mi humilde hogar podría salir en revistas de "casa impecable". Hago una narración mientras salgo de la habitación de los niños y paso por la mía, continúo por la sala y maldigo cuando el vídeo se detiene debido a una llamada entrante, lo que ocasionará que seguramente no quedé grabado mi esfuerzo. Pero la posible irritación desaparece cuando veo de quién se trata la llamada.

— ¿Sabes? —digo al responder la llamada—. La única razón por la que no me molestaré e insultaré por arruinar mi vídeo, es porque me gustas.

—De acuerdo, no sé de qué se me acusa pero me alegra tener inmunidad por gustarte —Apuesto a que está sonriendo—. Hola, corazón.

Le devuelvo el saludo y camino hacia el sofá para sentarme, porque esta podría ser una llamada larga teniendo en cuenta que no habíamos hablado en unos dos días.

—Esta es una llamada rápida, lo siento, por eso no hago vídeo llamada —señala rompiendo mis ensoñaciones de una llamada eterna.

—Oh... —digo tratando de no demostrar que eso me decepciona un poco—. Lo entiendo.

—Lo lamento, corazón, pero estoy en medio de algo importante, sin embargo, quería que supieras que no me olvido de ti.

—Muchas gracias por recordarme —Bromeo.

El timbre de la casa suena y me pregunto quién viene a ensuciar mi casa o a interrumpir mi llamada veloz con Kurt. Pero agradeciendo la visita, decido que abriré la puerta.

— ¿Qué tal todo? —pregunta.

—Genial, acabo de terminar una limpieza en mi casa.

—Pensé que no te gustaba limpiar.

—No me gusta, pero no dejaré que mi casa se hunda en la mugre —respondo rodando mis ojos cuando vuelven a tocar el timbre—. Sé que tienes prisa, pero espera un momento, debo abrir la puerta.

—Aquí espero, pero debo irme en unos minutos.

—Será rápido —Tocan el timbre de nuevo—. ¡Voy! ¡Voy! Dejen de tocar el timbre que no soy sorda.

Abro la puerta muy dispuesta a reclamar tal manoseo sobre el timbre de mi casa y ruedo mis ojos viendo de quién se trata.

—Lo siento, debo colgar, Kurt.

—Está bien, corazón, también debo irme, tengo algo urgente que hacer, un beso.

—Un beso para ti.

La llamada finaliza, clavo mi vista al frente y rio viendo a la persona frente a mí. Recargo mi costado del marco de la puerta.

— ¿Qué tipo de ocurrencia es esta? —pregunto.

—Te dije que tenía prisa y que tenía algo urgente que hacer—Me responde encogiéndose de hombros—. Hola, corazón. ¿Sorprendida?

—Y feliz...

Creo que mi sonrisa habla por mí mientras lo observo, es algo bueno que no sea una alucinación. Sin contenerme un segundo más, avanzo hacia él. Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y lo abrazo con fuerzas, encantada de que me llamara fingiendo no tener tiempo cuando acaba de darme la sorpresa de que está aquí. Tenía razón cuando decía que el día que se apareciera en mi puerta, sería inesperado para mí.

Me abraza pegándome contra su cuerpo todo lo que puede y su calidez se siente increíble, huele delicioso y da un abrazo increíble, no quiero soltarlo, quiero permanecer así por mucho tiempo viviendo la realidad de lo que antes me parecía una broma o un posible sueño.

Siento sus labios contra mi mejilla en un beso, me alejo lo suficiente para verlo y me sonríe antes de dejar un beso en mi otra mejilla. Su sonrisa crece segundos antes de que su rostro baje y sus labios acaricien sutilmente los míos. No es un beso, es un suave roce que me tienta.

—Esperé mucho por este momento —susurra.

—Créeme, yo también —respondo alzándome en las puntas de mis pies y presionando mi boca contra la suya.

Este es el beso por el que vale la pena esperar.

Este es el beso que merezco.

Y este es el beso que espero se repita infinita cantidad de veces.

Siempre pensé lo afortunadas que eran las actrices que besaban a Kurt en pantalla, porque aun cuando era actuación, él daba unos besos increíbles que me hacían repetir la escena una y otra vez. Ahora que la receptora de esos besos – y reales – soy yo, es la gloria, ya no lo vivo a través de una pantalla.

Lo dejo besarme, sin querer tomar el control. Él guía a mis labios y es quien se abre paso entre mis labios con su lengua. Es un beso profundo y con fuerza que hace que mis labios hormigueen y que quiera dejar todo de mí en ello. Puedo escuchar el sonido de las succiones de nuestros labios y el roce de su lengua con la mía hace que me estremezca. Con sus manos en el centro de mi espalda, me aprieta todavía más contra su cuerpo y el contacto es tan increíble que mi ropa interior dentro de poco notará las consecuencias.

Me aferro a su cuello, sin querer que aleje su boca de mí, incluso si en cualquier momento necesitaremos respirar. Se siente bonito la emoción, la euforia, el deseo y la felicidad que me embargan por este momento...Se siente tan bien.

Él separa sus labios de los míos y sonrío cuando hay toda una lluvia de besos sonoros por mi rostro, de manera exagerada él hace los sonidos mientras va dejando sus besos por mis mejillas, mi barbilla, cortos en mi boca...Cuando abro mis ojos me encuentro con su sonrisa amplia, tiene sentido que sea la imagen de un producto dentífrico.

— ¿Me extrañaste? —pregunta.

— ¿Quieres que me ponga cursi? —pregunto y aclaro mi garganta—. Te extrañé cómo el sol siempre ha extrañado a la luna.

—Eso no fue tan bueno, pero es aceptable —Me da un beso rápido—. ¿Por qué luces cómo una loca? —Sus dedos estiran la manga de mi camisa vieja.

—Terminaba de limpiar recientemente, es algo que los mortales hacemos, señor actor.

—Sé lo que es limpiar, puede que fuera el consentido de mi casa, pero eso no implica que ellas no me pusieran a hacerlo.

—Creo que deberíamos cerrar la puerta —indico.

—Cierto, por lo que debo liberarte de mis codiciosos brazos.

Asiento aunque quiero protestar cuando sus brazos me liberan. Cierro la puerta y me giro hacia él. Sí, mucho mejor que en la pantalla.

— ¿Comiste? Estaba a poco de comer, ¿Quieres?

—Aun no almuerzo por lo que tu oferta me cae muy bien —responde.

Camino hacia la cocina y me sigue, de hecho se detiene muy cerca de mí mientras tomo dos platos y sirvo la comida, siento sus dedos en mi cintura haciendo una suave caricia, volteo a verlo con advertencia y riendo aleja su mano, de esa manera puedo seguir con lo que hacía.

—Eso se ve bien.

—Soy buena cocinera, pero sé cocinar pocos platos, por lo que mi menú no es muy variado —Volteo a verlo—. Estamos de suerte, la comida aún se mantiene caliente.

— ¿Por qué cocinas para más de una persona?

—Así como dos días y tengo más tiempo para trabajar o hacer otras cosas —respondo—, además, Zoey y Nathan también comen, Kurt, ya sabes, no viven solo del biberón.

—Tiene sentido —Mira alrededor y yo vuelvo mi atención a la comida—. ¿En dónde están ellos?

—En la casa de Ethan con la abuela Victoria, ella ama pasar tiempo con ellos —Le entrego su plato de comida—. La abuela Victoria es la abuela de Ethan, una persona increíble que nada tiene que ver con los padres de Ethan.

—Suena a que no te agradan. ¿Dónde quieres comer?

—En el sofá está bien, lo hago cuando mis hijos no están porque a ellos les digo que está mal. Saca dos botellas de jugo del refrigerador, por favor.

—Entendido —Lo hace.

Caminamos hasta la sala y nos sentamos en el sofá, cuando doy mi primer bocado, me enorgullece que tiene un sabor ideal, aunque seguramente Ethan le buscaría algun defecto. Me entusiasma más que Kurt hace un sonido de deleite.

—Respondiendo a tu comentario anterior, no, los padres de Ethan no me agradan y yo nunca les agradé a ellos.

»Tal vez fue que su rechazo desde un principio me hizo estar a la defensiva, pero luego de verdad se comportaron cómo unos asnos. Por el contrario, la abuela Victoria siempre ha sido increíble y ella quiere a mis hijos como si fuesen sus nietos.

Asiente cómo si comprendiera de lo que hablo y continúa comiendo pareciendo estar sumido en sus pensamientos, no lo interrumpo y me encargo de devorar mi propia comida. Terminamos de comer y dejamos los platos sobre la mesita frente a nosotros.

—Para la familia de mi papá fue cómo si yo no existiera —dice tras un largo silencio—. Cuando papá vivía fueron algo cercanos, nada cómo mi familia materna, pero estaban presente.

»Él era de una buena familia, ya sabes, negocios familiares. En realidad, ellos son dueños de una cadena de comida importante. Sin embargo, cuando papá murió...Fue diferente.

Sobre la vida familiar de Kurt no se habla mucho en redes, solo que su vida está llena de mujeres que lo aman y a las que él ama, que usa su apellido materno y que cada vez que recibe un premio se refiere a ellas cómo "esto es para las mujeres de mi vida". Cuando habla de su papá, dice que pese a que lo perdió a temprana edad, lo recuerda con cariño y que en su familia lo enseñaron a siempre recordarle, pero nunca nadie ha hablado de su familia paterna o él lo ha sacado a colación el tema en entrevistas.

—Mi papá tenía acciones en el negocio, pero de repente todos estaban preocupados por ellas. Soy hijo único, por lo que esas acciones tendrían que pasar a mí...Bueno, a mi mamá hasta que fuera mayor de edad.

»Pero mamá era una viuda reciente con un niño muy pequeño, estaba desbastada y ellos no fueron muy amable. Mis tías y mis abuelas siempre han sido unas mujeres de orgullo y dignidad, no soportaron ver cómo acosaban a mamá sobre ello y la trataban de muerta de hambre, así que le dijeron a mamá que vendiera eso y dejara a esa familia matarse por dinero.

Es increíble cómo a algunas personas las mueve el dinero sin siquiera reparar en el dolor ajeno o lo que podría ser el futuro de un niño que llevaba su propia sangre.

—Te haré el cuento corto, mamá fue básicamente embaucada por ellos y le dieron un dinero que no correspondía a las acciones. No se interesaron por mí, solo fechas especiales y mamá tuvo que esforzarse mucho para sacarme adelante.

»No diré que fui un niño al que le faltó algo, pero teníamos lo justo y ellas se esforzaron mucho para ello. La familia de mi papá siendo tan afortunados económicamente no extendieron su mano hacia mí, solo regalos de cumpleaños y navidad, nada de calor familiar.

—Bastardos —No puedo evitar decir.

—Cuando nos conocimos, me preguntaste por qué quise ser actor y evadí la pregunta.

—Sí, entendí que tendría que ser algo que no le dirías a cualquiera.

—Pero ya no eres cualquiera, corazón.

—Lo sé, eso me alegra.

—Algunos niños pueden llegar a ser crueles con sus palabras o acciones, tal vez ni siquiera saben que lo son. Pero en la escuela era el niño que menos tenía y eso no me importaba, pero era difícil cuando otros se burlaban o creaban apodos, cuando veía que mamá de verdad quería darme grandes cosas, pero no podía y lloraba.

»Me sentía mal cuando sin querer me molestaba por no tener ciertas cosas cuando mi familia se esforzaba tanto —Sacude su cabeza—. Tía Isabel fue quién se dio cuenta de que me gustaba todo lo que tenía que ver con el mundo del espectáculo. Y de verdad me encantaba, pero una parte de mí, sabía que era con eso la manera más fácil en la que a temprana edad podía ayudar a mi familia.

»Amo actuar, me apasiona y me he esforzado mucho por forjar mi carrera, pero debo aceptar que fue mi primera opción basándome en el hecho de que quería hacer dinero y ayudar a mi familia.

—Tus intenciones eran buenas.

—Me alegra mucho que en el camino se convirtiera en mi vocación y me enamorara. Fue cuando triunfé que la familia de mi papá quiso decirme que con mucha bondad me querían otorgar las acciones que una vez fueron de papá, se sintió bien decir que no lo necesitábamos. Desde ese día, me llaman más veces de lo que lo hacían antes y no sé si la mayoría de sus gestos sean con base al interés, pero están más al pendiente de mí.

»Jamás tendremos una relación cómo la que tengo con mi abuela, tías y mamá, pero nos comunicamos y la verdad es que compré algunas acciones en el negocio para sentirme un tanto más cerca de papá, no porque ellos me lo dieran. Porque lo quise.

Tomo su mano con la mía y acaricio sus nudillos. Agradezco su confianza hacia mí para decirme algo que no comparte con facilidad, algo tan íntimo y personal.

—Has recorrido un largo camino, Kurt, pero ha valido la pena.

—Por eso no podía dejar que Jean arruinara lo que con tanto esfuerzo conseguí. Por eso me lastimó que me sucediera a mí, pero me dije ¿Callarme y dejar que se lo siga haciendo a otros? Tal vez mi testimonio no haga un cambio inmediato, pero pondrá una advertencia.

—Te creo, no pongo en duda que te acosara y cómo yo, sé que habrán otros. El precedente estará ahí, la duda de si lo hizo o no, no será visto de la misma forma.

—Gracias —Me sonríe—, que las personas importantes en mi vida me crean significa mucho. Pero basta de esto, que esto sea sobre nosotros.

» ¿A qué hora buscarás a los mellizos? —pregunta dando por terminada la conversación.

—En unas tres o cuatro horas, ¿Por qué? ¿Tienes algun plan en mente?

—Salgamos, ahora, tengamos una cita espontanea. Difícilmente he tenido una de esas en mi vida, ¿Me cumples esa fantasía?

—No tengo problemas en cumplir tus fantasías siempre que tú cumplas las mías, pero...Las personas van a reconocerte.

—Ayúdame a que no lo hagan.

Tomo su rostro en mis manos evaluando su perfección y niego con mi cabeza.

—Kurt, eres demasiado sexy y atractivo cómo para ocultarte.

—Hace frío afuera, puedo usar capucha.

— ¡Vaya! Eso sí que sería un súper disfraz —Me burlo—. A ver...Ya comimos, pero podemos ir por helados y sentarnos hablar cómo una cita normal en un restaurante que conozco, uno en donde están acostumbrados a esconder celebridades.

Pienso en el restaurante que conozco gracias a Andrew y su pasado como niñero, estoy segura de que Olivie y su familia serán discretos con nosotros. Kurt quiere una cita básica y normal, puedo hacer eso por él.

Algo tan sencillo cómo comer un helado, conversar y besarnos, puedo darle eso.

—Vamos, tengamos una cita básica y normal —digo con la intención de ponerme de pie.

Él tira de mi mano y me hace caer sobre su regazo, me abraza por la cintura y con su nariz acaricia mi cuello, suspira y me estremezco al sentir ese soplo de aire caliente contra una parte de mi cuerpo muy sensible.

—Te ves genial en tu atuendo de limpiar la casa.

—Dijiste que me veía cómo una loca.

—Lo haces, pero aun así te ves genial —asegura y apuesto a que está sonriendo—. Sin embargo, tengo la ligera impresión de que deseas salir con un pantalón que no esté tan desgastado cómo para que se te vean las bragas, que no me importa ¿Eh? Y que sales cómo quieras, pero lo digo por si no te acuerdas de lo que traes puesto.

— ¿De qué color son mis bragas?

—Azules y tienen un borde de encaje, te digo, el pantalón está muy desgastado, corazón. Me has puesto un duro trabajo, literal.

Rio y me alejo para que saque su rostro de mi cuello, le doy un beso rápido y paso mi mano por su cabello peinándolo.

—Tomaré una ducha antes de salir, dame veinte minutos.

— ¿Necesitas ayuda para bañarte?

—Sí, pero si me ayudas ¿Qué pasaría con tu fantasía de cita normal? Mejor me baño solita cómo una niña grande.

—Para la próxima te acompaño.

—Para la próxima —Confirmo dándole otro beso rápido y saliendo de su regazo—. Siéntete cómo en casa, prometo que será rápido.

—Estar contigo ya me hace sentir en casa.

— ¿De verdad, Kurt? —Pongo las manos en mis caderas—. ¿Otra vez estás citando una frase de una de tus películas?

—Solo ponía a prueba si de verdad te habías visto todas mis películas.

—Claro, se trataba de eso, por supuesto.

Lo escucho reír mientras me alejo para ir a mi habitación. No puedo borrar la enorme sonrisa en mi rostro, porque se me hace muy difícil ocultar que estoy muy feliz de que esté aquí.

***

7 de septiembre, 2015.

Nathan llora desconsoladamente y todo lo que hago es verlo mientras masajeo mis sienes con mis dedos. Hay un pitido en mi oído derecho y el llanto de Nathan amenaza con hacer mi cabeza explotar. Por suerte, Zoey se encuentra en la guardería, pero debido a que Nathan tenía algo de fiebre, él se quedó en casa.

—Bebé, entiendo que te sientes mal, pero mami también —Le digo.

Su llanto incrementa de volumen, cosa que creía imposible. Suspiro y me pongo de pie, me mareo y caigo al suelo de rodillas, de inmediato el llanto de Nathan se detiene y sacudo mi cabeza porque veo borroso y luego hay puntitos en mi visión, reconozco que estoy a muy poco de desmayarme y no hay manera que lo permita mientras estoy a solas con Nate.

—Bebé —Murmuro golpeando mi mejilla para activarme—. Consigue el...Teléfono de mimi en el sofá.

Sé que lo hace porque escucho sus pasos, tomo profundas respiraciones para calmarme y masajeo mis sienes de nuevo. Diciéndome que la mente tiene poder, me digo que estoy bien, que poco a poco irá pasando. Cuando Nathan vuelve con mi teléfono, lo atraigo a un abrazo.

—Abraza a mimi —pido.

—El bebé amó a mimi —dice abrazándome.

Me mantengo abrazándolo mientras tomo profundas respiraciones. Cuando logro sentirme mejor y veo con claridad, marco el número de Grace sabiendo que si llamo a Ethan podría hacerlo colapsar y que Kurt se encuentra en una reunión de trabajo.

—Hola, April ¿Qué tal todo?

— ¿Puedes pasar por mí? Estoy en casa con Nate y tuve un mareo, me siento mejor, pero me da miedo que vuelva a ocurrir y pierda el conocimiento con el bebé.

—Claro, claro. Estaré de inmediato ahí, ¿Quieres que llame al doctor? Estoy recogiendo mis cosas para salir de la oficina.

—Lo voy a llamar para decirle que voy en camino, gracias, Grace.

—No te agites, recuéstate y trata de relajar la mente, llegaré súper pronto.

Agradezco nuevamente y procedo a llamar a uno de mis médicos para hacerle saber que iré, que no me estoy sintiendo muy bien. También llamo a mi madrina, porque ella básicamente conoce todo mi expediente médico y una parte de mí está asustada.

***

— ¿Te sientes mejor?

Alzo el pulgar hacia Ethan, mantengo mis ojos cerrados. Estoy mareada, pero eso se debe al tratamiento corriendo por mis venas, porque mi hemoglobina se encuentra excesivamente baja. No es algo alentador, pero me trae un poco de paz saber que...No es algo tan grave, que es algo que con tratamiento y buena alimentación puedo solucionar. Claro, todavía debo hacer mis exámenes regulares para confirmar que todo está en orden.

Cuando me hicieron el trasplante, me dieron una lista de indicaciones así cómo futuras reacciones que podría tener mi cuerpo, porque mi organismo es un poco más débil que el promedio y debo evitar cualquier tipo de infección o tener las defensas bajas, por ello debo encargarme de establecer mis valores.

—Descansa. Jeremy y Naomi pasaron por Zoey y Grace tiene a Nathan con mamá Victoria —Me informa.

De nuevo alzo el pulgar hacia él, sin abrir los ojos, el timbre de la casa suena y él murmura que irá a abrir la puerta. Bostezo y me cubro más con la sabana buscando mi comodidad para tener el sueño de reina en recuperación que merezco.

Siento una caricia en mi cabello antes de sentir un beso en mi frente, abro un poco uno de mis ojos y me encuentro con Kurt, me toma por sorpresa aunque no lo demuestro porque estoy adormilada.

—No creerías que estando en la misma ciudad que tú, no vendría —susurra—. ¿Te estás sintiendo mejor?

Alzo mi pulgar hacia él y escucho a Ethan resoplar.

—Esa está siendo su respuesta universal en este momento.

—Me quedaré a cuidarla —Le dice Kurt.

—No lo necesito, me siento mucho mejor, solo quiero dormir en tranquilidad.

—Y no me estoy yendo, galán —señala Ethan—. Puedo tolerar que te quedes con el espacio de la cama, pero no que me corras —Se inclina hacia mí para que lo vea—. Estaré durmiendo en el sofá, cualquier cosa que necesites solo llámame, ¿De acuerdo?

Podría decirle que vaya a casa, que descanse porque estoy bien, pero es Ethan de quien hablábamos y no va a hacerlo hasta que vea con sus propios ojos que mañana despierte cómo nueva. Así que le digo "entendido" y él aprieta mi mano antes de tomar una de mis almohadas y salir de la habitación.

Siento la cama hundirse a mi lado y luego soy envuelta en un cálido brazo que se encarga de guiar mi mejilla hacia su pecho. Suaves dedos hacen círculos en mi cuero cabelludo y hago un sonido de satisfacción porque me relaja.

—No te detengas —susurro, él ríe por lo bajo.

—Espero eso sea dicho también dentro de otro contexto —susurra—. Descansa, corazón. Parece que esta será nuestra primera noche juntos.

—No es cómo lo imaginé —digo antes de bostezar.

—Pero no es necesariamente malo, te estoy sosteniendo —Deja un beso en mi frente—. Me alegra de que no sea nada grave, me asusté.

—Yo también —confieso—. No más hospitales.

No sé si me responde porque estoy demasiado relajada con las caricias de sus dedos en mi cabello y el deseo de descansar. Algunas veces tengo días así de malos, pero lo bueno es que después vienen días buenos que me hacen olvidar todo el miedo que a veces resurge. Escuchar al médico decirme que estoy sana, hoy, me trajo tranquilidad.

Me hizo saber que este solo era un día malo que pasaría y saber que lo finalizo en los brazos de Kurt, quien me está tratando con tanta dulzura, es la prueba de que vendrán días muchos mejores.

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