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Epilogo

Tal y como se habia previsto el compromiso fue anunciado en la familia Natouch al día siguiente durante el almuerzo, pero algo que se esperaba que se mantuviera dentro de las paredes de ese complejo en menos de una hora la noticia ya corría por las calles de Arcadia; a partir de allí todo comenzó a marchar sobre ruedas, incluso Lookwa llego para hacerse cargo de todo, ella decía que aunque fuera una ceremonia pequeña debía de ser organizada y para malestar de Kao parecía completamente inmune a su mal humor y palabras donde le decía que se fuera de su casa, se juntó con Saint y Judo para llevarlo al límite de su paciencia.

Hubo días en los que tuvo que salir de su propia casa y dejar todo atrás, lo único bueno de esos momentos era que Fluke siempre iba detrás de él con una sonrisa de disculpa pintada en sus labios, se perdían un rato en el bosque mirando la brisa mecer las hojas de los árboles, por lo menos hasta que llegaba la hora en la que debía irse a su casa el castaño, cosa que no le gustaba ni un poco al alfa pero se desquitaba entrenando con Saint, esa habia sido una gran ayuda para relajarse, entrenaban hasta cansarse siempre bajo la supervisión de Alonew quien siempre estaba allí cuando se inmiscuían en aquellos enfrentamientos, su excusa era que debía haber alguien para cuidar que no se sobrepasaran con los hechizos.

Kao extrañaba los días que pasaba a solas junto al castaño o con Saint, quería que todo volviera a la normalidad, bueno a la rutina que se habia creado desde su regreso al planeta, ahora su casa parecía zona de guerra con personas entrando y saliendo sin ningún tipo de problemas, la razón: la ahijada de Fluke, quien habia atraído a todos sus cuidadores, lo que le parecía más aterrador de ese hecho era que la niña siempre encontraba la manera de llegar a donde estaba él y pedirle que la cargara, solo la miraba sin decir nada hasta que el omega se compadecía y la cargaba el mismo, a pesar de ya no estar enlazados los sentimientos con respecto a la pequeña eran confusos, sentía que la quería de la misma manera que lo hacía Fluke.

Aunque los preparativos parecieron durar una eternidad para el pelinegro en realidad solo fueron dos semanas, unas en las que soporto sentarse allí y escoger flores, colores, alimentos y todo lo necesario para su boda, Lookwa lo habia involucrado en todo alegando que eso haría feliz al castaño, además de que mientras más cosas escogían más dinero gastaba Piya Natouch, ese hombre tampoco era santo de devoción de la mujer y por ello exprimirle la cartera era lo menos que podía hacer; otra cosa que mantenía en calma al alfa era el hecho de que estaban adelantando la fecha y pronto Fluke no tendría que irse de su lado como estaba a punto de hacerlo en esos momentos.

—Debo irme...

—No—, respondió mientras seguía repartiendo besos en su cuello, faltaban solo dos días para el evento y como cosa rara todos se habían ido hace apenas unos minutos y quería tener tiempo a solas con su prometido.

—Tengo que irme—. Lo aparto, aunque él también tenía ganas de continuar con aquello —No voy a casa. debo encontrarme con Lookwa en la boutique, hoy me entregan mi traje—. Miro a Kao que estaba con los ojos cerrados en el sofá tratando de calmar a su amigo que estaba más que despierto.

—Vete antes de que no te deje ir... Estos días han sido una completa molestia, no veo la hora de que se haga la ceremonia, es la única manera de hacerte mío y que nos dejen en paz, después de todo lo que hemos pasado desde el enlace es lo menos que podemos hacer.

Fluke se acercó y le dio un pequeño beso en los labios a modo de despedida —Solo faltan dos días—. Y con eso salió de la casa listo para seguir con sus planes para esa tarde.

Un día antes de la boda Saint llego al complejo Noppakao y le pidió a la pareja que lo acompañaran a un sitio, ellos lo siguieron sin hacer preguntas, se veía muy serio como para preguntarle que estaba pasando, él los tomo a cada uno de un brazo para aparecerlos en las inmediaciones de la plaza central de Arcadia los hizo caminar hasta donde estaba el monumento en donde se homenajeaban a los guerreros del planeta y pudieron darse cuenta que una nueva placa adornaba aquel muro a los caídos, una que correspondía a Peter Noppakao.

—¿Como? —, pregunto sorprendido Kao mientras tocaba las letras que conformaban el nombre de su hermano.

—Aun no soy el Regente, pero tengo influencias, hable con la señora Sarocha y acepto mi petición, este es mi regalo de bodas para ustedes, Peter regreso al lugar al que pertenece, fue un guerrero de Arcadia que sacrifico mucho por la paz, así que merece un lugar aquí.

—Gracias Saint—, contesto Fluke por el pelinegro quien hasta ahora no habia dicho nada, pero podía notar que estaba conmovido con el gesto, se acercó a él y lo tomo de la mano trayéndolo nuevamente a la realidad, asintió en dirección de su amigo y se quedaron allí en silencio, no hacían falta palabras para aquel momento.

Con eso el alfa sentía que cerraba por completo la herida que habia estado cargando desde que lo perdió todo, Peter ya no era más el traidor que mato a su familia y huyo, todos sabían la verdad y ese nombre allí reafirmaba eso, también fue bueno que los habitantes pidieran la destitución de los consejeros, decisiones como esas eran inadmisibles para ellos, lo que se tuvo que hacer en aquel entonces fue investigar que estaba pasando y solo apresar a los miembros de la familia Noppakao que estaban involucrados en aquel complot para ir en contra de Arcadia, después de todo igual fueron traicionados y terminaron en medio de una guerra no solo del planeta sino de la Constelación de la Singularidad de Sirius completa, era algo que iba a suceder tarde o temprano, solo esperaban que hubieran aprendido la lección.

El gran día llego y por ello Kao y Saint estaban parados en el altar que era una cosa sencilla, consistía solo en una mesa con un mantel blanco, un arreglo de flores, cortinas blancas con enredaderas de plantas en color verde y una lampara en forma de araña dándole un toque de elegancia, estaban esperando la entrada del omega, la Regente habia llegado temprano y los invitados eran pocos, solo los acompañaban el equipo de Fluke, Alonew, Lookwa, Sammy, Perth y por la familia Natouch solo estaba Dew el cual se iría justo después de la ceremonia, por supuesto el primo no apareció, en cuanto a sus propios compañeros de escudaron tampoco estaban presente, según su amigo Earth y Pineare habían salido a una misión fuera del planeta, el pelinegro no pregunto mucho porque no le interesaba, además de que pudo ver un poco de alivio en las facciones de Saint cuando no lo hizo.


—¿Podrías cambiar esa cara? —. Le pregunto el omega al novio que no dejaba de mirar a la puerta.

—No

—Parece que no estuvieras feliz—. A Saint le molestaba la cara seria que estaba poniendo el pelinegro; el cual se veía muy bien con el traje semi formal que habia escogido para la ocasión, lo que habían planeado era sencillo así que no necesitaba nada más.

—Simplemente no pierdas los anillos y olvídate de mi cara—, respondió molesto volteándose hacia el frente nuevamente cuando la música comenzó a sonar.

Allí en la entrada del salón estaba Fluke, él tampoco se había ido por la opción obvia del traje blanco, el suyo era plateado aunque con la luz diera la impresión de que era azul brillante, junto con una camisa de seda azul oscuro, la cual se amarraba en el cuello con un lazo, su cabello estaba perfectamente peinado, una fina capa de maquillaje cubría su rostro, sus mejillas se notaban sonrojadas, en sus manos llevaba un ramo de rosas blancas, se veía hermoso, solo Judo que lo llevaba del brazo arruinaba la imagen, pero era fácil para el pelinegro ignorarlo como a todos los presentes, en esos instantes solo eran ellos dos.

—Misión cumplida lindo—, dijo el beta dándole un beso en la mano mientras le hacía entrega de ella al alfa —Sera mejor que lo cuides—. Amenazo al alfa provocando la risa en los presentes sabiendo que, aunque quisiera no podría en una pelea contra él.

Se retiro a su sitio dejando a la pareja sumergida en su burbuja en donde nadie más existía, se sumergieron tanto que ni siquiera se dieron cuenta cuando Sarocha comenzó a recitar las palabras tradicionales que conllevaban ese tipo de ceremonias en Arcadia, la mujer tuvo que repetir dos veces las preguntas de rigor, antes de que los tocara a ambos del brazo para dar paso a la siguiente parte del enlace, la mujer saco un hilo rojo para comenzar a unir ambas manos

—Alfa y omega se han presentado ante mi para hacer pública su intención de pertenecer el uno al otro como pareja, con este hilo rojo ato su destino—. Le dio una vuelta, y a medida que pronunciaba las palabras iba envolviéndolos —Con este hilo rojo decreto que sus lobos se enlazaran, que a partir de hoy se complementan y lo que unido esta no podrá ser separado por la magia o cambia forma alguno—. Termino de recitar viendo como el hilo brillaba para desaparecer en las pieles de ambos contrayentes —Ahora es tiempo de intercambiar los anillos que a partir de ahora harán publica su unión—. Inmediatamente Saint saco la caja de unos hermosos y sencillos anillos que traían cada uno grabada la figura de un lobo, representando el día y la noche, tal y como lo habia sido su marca y la cadena que los unió en compromiso.

—Con este anillo declaro ante todos, que eres el compañero de mi vida, que no quiero a nadie más a mi lado de la forma en que te quiero a ti, a partir de ahora compartiremos emociones y por ello te prometo controlarme y no dejarme llevar arropándome en tu calma—. Kao deslizo el anillo en el dedo de Fluke quien tenía sus ojos brillantes por aquellas palabras, tomo el que le correspondía y pronuncio sus propios votos.

—Lo nuestro comenzó de manera accidental, nuestras similitudes nos unieron, con este anillo prometo que siempre estaré a tu lado, la soledad ya no será tu compañía, cuando te sientas molesto vendré a ti y te daré de mi calma, tú le has dado felicidad a mi vida, una que no sabía que me faltaba—. Termino de colocarle el anillo para tomarse de las manos y ver como estos también brillaban ajustándose a sus dedos.

—Les presento al matrimonio Noppakao, pueden besarse—. Sonrió feliz la mujer al ver aquella pareja que ni en sus más locos sueños pensó que terminarían juntos; aun podía recordar sus pensamientos cuando comenzó el enlace y se decía a sí misma que no pudo ser más tonta al pensar que nada pasaría.

Kao se acercó hacia Fluke y le dio un pequeño beso en los labios después de todo no quería hacer un espectáculo frente a su audiencia, de allí fueron felicitados por todos, Dew se despidió de ellos, para luego con los invitados que aún quedaban pasaron al jardín en donde estarían llevando a cabo una comida a modo de celebración, todo estaba dispuesto en una mesa y sillas de madera, adornada con flores y velas, además de que Lookwa se encargó de colocar varias hileras de luces que daban un ambiente mágico pero sencillo a la vez.

Fluke estaba feliz con los resultados de ese día, era tal y como se lo habia imaginado, rodeado de las personas más cercanas y junto a quien se habia enamorado, le hubiese gustado que su padre o su primo aparecieran para entregarlo en el altar, pero desde el principio supo que eso no iba a ser así, pues Piya Natouch habia dejado claro que no apoyaba esa unión y después de algún tiempo también comprendió los sentimientos de Kan, como habia dicho su hermano estando fuera de las paredes del complejo Natouch podía ver las cosas con mas claridad.

—¿Estas feliz? —. Le pregunto el alfa tomándolo de la mano, él ya estaba harto de todas esas personas que seguían invadiendo su casa, pero estaba haciendo todo aquello por su ahora esposo, quería que tuviera un lindo recuerdo de su unión.

—Si—. Se recostó en su hombro sonriendo al ver como Judo se peleaba con su ahijada por la ultima galleta del plato.

—Bien, ¿por cuánto tiempo más crees que se queden? —. Beso su cabello mirando a los demás.

—No lo sé, pero no será muy tarde, después de todo solo tendremos esta comida—. Sabía muy bien porque lo preguntaba, también tenía ganas de estar a solas.

—Bien chicos como uno de los padrinos de esta boda quisieran decir algunas palabras antes de irnos —. Se levanto Judo de su lugar levantando su copa —Cuando me enteré que estos dos se iban a casar no lo podía creer, nuestro pequeño Fluke había encontrado a alguien a quien querer en la persona menos pensada, he de confesar que aún no me generas confianza Noppakao—. Lo miro con recelo recibiendo un golpe en el brazo por parte de Nike —¿Qué?, ¡tú tampoco confías en él! —. Miro a su amigo como un niño pequeño y los demás se echaron a reír —Bueno a lo que iba es que deseo que sean felices, que su enlace sea próspero y si algún día Kao llega a meter la pata allí estaré para patearte el trasero así tenga que reunir a todos los guerreros de Arcadia—. Levanto su copa y todos brindaron con él un poco divertidos por lo que había dicho para luego ver a Saint levantándose de su asiento también.

—Como él dijo sus palabras yo también voy a decir las mías—. Le prestaron atención al chico —Estoy feliz por su unión, puedo decir de primera mano que vi el nacimiento de esta pareja y créanme me daba escalofrió cada que los veía perderse en su burbuja, por ello puedo decir sin miedo a equivocarme que son el complemento perfecto del otro, al igual que Judo jamás pensé que ellos terminarían juntos, pero me alegro que así sea, Fluke me regreso al amigo que creí perdido por mucho tiempo, me gusta este Kao Noppakao y espero que en un futuro también pueda ser el padrino de alguno de sus hijos—. Les sonrió levantando su copa para un nuevo brindis.

Para todos ellos que un Noppakao y un Natouch estuvieran unidos en matrimonio era completamente extraño, pero al verlos juntos podían ver ese brillo en sus miradas que les decía que estaban hechos el uno para el otro, eran el nuevo comienzo que ambos necesitaban para ser felices.

Apenas todos abandonaron la casa, Kao tomo al castaño de la cintura y lo beso, él no opuso resistencia pues también lo quería, el alfa lo cargo y rápidamente subieron las escaleras que lo llevarían hasta la habitación remodelada que ahora compartirían, aparte de los preparativos de la boda cuando todos se iban y lo dejaban solo Kao se dedicaba a hacer arreglos a la casa para que se adecuaran a su ahora esposo, la Regente le había pagado una cuantiosa suma como compensación por lo sucedido con su familia, según ella Arcadia se lo debía, así que no tenía que trabajar por un tiempo si así lo quería, volver a las fuerzas guerreras era algo que podía esperar, esa ya no era su prioridad, ahora su nuevo objetivo era hacer feliz a su esposo, quien al ver lo que había hecho no pudo evitar emocionarse, aquel día definitivamente estaba siendo muy especial, los colores oscuros habían desaparecido dando paso a blancos y cremas, haciendo aquella estancia más acogedora para la pareja.

Kao lo abrazo desde la espalda y le dio un beso en el cuello para preguntarle: —¿Te gusta?

—Esta hermosa, con razón no querías que entrara—. Se volteo entre sus brazos para sumergirse en un nuevo y apasionado beso, en el cual desordeno su cabello perfectamente peinado.

Cayeron en la cama entre besos y caricias desesperadas queriendo apartar las prendas que cubrían sus cuerpos, cuando quedaron sin ninguna en la parte superior comenzaron acariciarse, viendo como sus pieles se erizaban al tacto, no estaban sintiendo las emociones del otro, pero aquello entre ellos seguía siendo intenso aunque distinto, Kao lo tomo de la cintura para quitarle los pantalones que aún quedaban cubriendo sus piernas, su entrada ya estaba lista para recibirlo, no hacía falta de más preparación.

Habían sido varios días en los que, echo de menos tenerlo de esa forma entre sus brazos, sus besos hacían un recorrido desde su cuello hasta su pecho, las manos de Fluke no dejaban de arañar su espalda, estaban completamente presos de la pasión, tanto que de un solo movimiento se introdujo en su interior provocando un sonoro gemido por parte de ambos, el vaivén de caderas fue lento, haciendo que ambos se amoldaran a aquel ritmo que los estaba volviendo locos.

El orgasmo se comenzó a construir en su interior, esa era la señal que sus lobos esperaban, estaban a punto de volver a enlazar sus vidas, pero ahora a través de la marca de apareamiento, sus ojos cambiaron a un amarillo intenso, ambos sabían lo que venía, no tenían miedo de ello y justo cuando llego la explosión ambos alargaron sus colmillos y los clavaron justo entre el cuello y el hombro del otro, marcándose como del otro, lamieron la herida para luego caer en la cama exhaustos, la unión había sido completada, alfa y omega se habían enlazado para ser uno solo en el comienzo de su nueva vida como pareja.

Cuatro años después, dos pequeños corrían por el jardín de aquella casa persiguiendo mariposas, al año de feliz matrimonio Fluke había quedado embarazado de gemelos, Kiram y Leily, los cuales eran unas copias en miniatura de ellos mismos como la noche y el día, eran sanos y fuertes, se habían convertido en su adoración.

Kao era el más enamorado de aquellos pequeños, cuando los tuvo en sus brazos supo que era todo lo que estaba bien en su vida, si su esposo había sido su nueva oportunidad, aquellos bebés fueron lo último que necesitaba para descongelar su personalidad seria, ahora sonreía con más frecuencia.

Incluso Judo había dicho que le gustaba ese nuevo alfa, solo tenían que darse la oportunidad de conocerlo, una vez superada la barrera de seriedad, se encontraban con un hombre tranquilo y amable, cualidades que el omega había visto desde un principio, mucho antes que los demás.

Kao y Fluke vieron a los pequeños correr de vuelta a la casa mientras se reían, ambos se tomaron de la mano y entraron junto a sus hijos, el fruto del amor que se tenían, un amor que los salvo a ambos a través de un enlace.

Ahora si llegamos al final, espero que les haya gustado, me despido hasta la próxima historia.🤗🤗🥰

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