Capítulo 6
Los sueños habían comenzado otra vez, por más que quisieron no pudieron evitarlo, siempre ocurría lo mismo, se sumergían en la vida del otro sin ningún otro remedio, esta vez Kao caminaba por las calles de Arcadia, por primera vez habían salido de las cuatro paredes de lo que era la casa Natouch...
Camino por un largo rato hasta que al parecer el cuerpo que ocupaba encontró lo que tanto estaba buscando, para su sorpresa no era una cosa sino alguien y ese era Saint, el cual se encontraba en una de las áreas de entrenamiento, se estaba esforzando por mejorar su técnica, cosa que le daba fuerzas al castaño que lo miraba, esas emociones eran tan ajenas a Kao que sentía ganas de vomitar, no podía entender esa admiración ciega que tenía Fluke para con su amigo, no obstante las cosas se pusieron más extrañas esa noche, porque por primera vez se vio en uno de esos recuerdos.
Estaba apartado de todos y el omega lo diviso a lo lejos, lo más sorprendente fueron sus pensamientos "Siempre tan serio, al igual que en clases, apartado de todos, debe ser difícil estar siempre solo", cosa que también pensaba sobre sí mismo, Fluke estaba solo, no se mezclaba con los demás alumnos de aquella clase, los tres siempre estaban aislados de los demás, por diferentes circunstancias, pero al fin y al cabo ninguno se sentía cómodo con sus compañeros.
Su mirada cambio de objetivo al ver como Saint corría de un lado a otro, al parecer habia hecho una nueva travesura y su instructor lo perseguía para reprenderlo, cosa que hizo que el castaño dibujara una sonrisa divertida en su rostro y un sentimiento cálido recorriera su cuerpo, le gustaba la manera en que el otro omega siempre se salía con la suya; luego todo cambio de repente, ya no estaba en la escuela sino en la mansión Natouch nuevamente, esta vez se encontraba en una de las salas de entrenamiento junto al primo que no le gustaba, Kan le estaba enseñando una nueva técnica y se comportaba amablemente, cosa que le sorprendió después de haber vivido el sueño en donde este casi lo mataba.
—De nuevo Fluke, estas a punto de lograr combinar el hechizo con el movimiento del golpe, puedes lograrlo...
—Si, ya casi lo tengo—. Por aquella cabeza lo único que pasaba era lograr dominar la técnica para enorgullecer a su padre, era muy avanzada y si lograba hacerla era un escalón más arriba dentro de su familia, el pelinegro se estremeció en sus pensamientos, no entendía porque aquel chico quería tanto a su padre y se sentía protegido cuando estaba con su primo, a este último lo sentía como lo más cercano a una familia que habia tenido.
—Creo que es tiempo de parar el entrenamiento por hoy—, dijo Kan una vez pasada lo que pareció una hora y ver el agotamiento que tenía el cuerpo del castaño.
—Solo un poco, casi lo logro—, respondió jadeando por el esfuerzo que estaba haciendo, su cuerpo estaba al límite, pero no quería darse por vencido.
Entonces sintió una mano sobre su cabeza —Es todo por hoy, prometo seguir ayudándote mañana—. Termino de parar aquel entrenamiento.
Para Kao fue extraño, en ese momento hubo algo en aquella mirada que no le gusto, ese primo no le daba confianza, no comprendía los sentimientos de Fluke ¿porque lo habia perdonado?, aquel tipo estuvo a punto de matarlo, en medio de aquellos pensamientos logro despertar solo para encontrarse en su habitación con la oscuridad de la noche, la marca en su pecho se sentía caliente y como si de una fuerza externa se tratara fue arrastrado nuevamente al sueño.
Ahora estaba en los campos de entrenamiento junto a Tantachj y Nitidon, volvió a sentir algo cálido en su pecho, ellos eran solo sus amigos pero se sentían como familia, el omega los amaba, habia encontrado personas que lo cuidaban, escuchaban, apoyaban y protegían, entendió que aquellos dos se habían convertido en los pilares de su vida, ¿porque su hermano le habia hecho aquello?, porque tenía que vivir esos sentimientos a través de aquel enlace, estaba viviendo en sueños todo lo que se perdió cuando se fue del planeta y sentir todas esas emociones de golpe lo estaban sofocando.
Tanto, que la oscuridad comenzó a envolverlo, se sentía pequeño, estaba temblando y no sabía porque, ni siquiera entendía si aún estaba en un sueño o estaba consciente, escucho un grito en aquella oscuridad, era él, era Fluke que estaba llamándolo, lo busco sin poder ver nada mas allá de su propia mano, hasta que una luz le mostró su localización, este se lanzó a sus brazos, quiso soltarlo pero llego un momento que no sabía quién abrazaba a quien, todo se volvió turbulento de repente y comenzaron a caer a un vacío, no sabía en donde terminarían, solo lo tenía sujeto como si su vida dependiera de eso, no obstante, él desapareció de sus brazos sin explicación.
Abrió los ojos y estaba nuevamente en su habitación completamente bañado en sudor, su corazón estaba acelerado, se levantó de la cama, se sentía completamente mareado, ¿porque aquel sueño había sido diferente?, como pudo camino hacia el baño, allí se miró al espejo y estaba completamente pálido, abrió la llave y se lavó la cara, suspiro y su respiración poco a poco regreso a la normalidad, afuera estaba cayendo la lluvia, salió de allí y miro el reloj de la mesa de noche, eran las 3:30 de la mañana, solo habían pasado pocas horas desde la última vez que había despertado.
Se sentó nuevamente en la cama, estaba completamente perdido en sus pensamientos, repaso cada uno de los acontecimientos que habia vivido en su sueño, hasta que sintió como la puerta principal de la casa era abierta, sabía de antemano quien era, podía sentir sus emociones claramente, rápidamente salió a su encuentro, lo encontró al pie de la escalera, Fluke estaba completamente empapado, sin embargo, las gotas de lluvia no ocultaban las lágrimas que caían de aquellos ojos, sentía una enorme desesperación venir de su persona, una que lo tomo desprevenido, sus emociones estaban completamente descontroladas, tanto que lo sucedido en su sueño se dio en la vida real, el omega se lanzó a sus brazos rodeando su cintura.
—¿Qué haces? —, pregunto con voz ronca.
—Lo siento, lo siento, lo siento... — Eso era todo lo que repetía sin dejar de abrazarlo.
—¡Apártate! — Trato de separarlo, no le gustaba nada lo que estaba sucediendo —¿Que te pasa? — Logro apartarlo un poco, pero no contó con que este se aprovechara que no tenía camisa puesta y tocara la marca en su pecho.
Y como si se tratara de una película pasando a toda velocidad, se vio a si mismo entrando en aquella casa, encontrándose desde la entrada los cadáveres pertenecientes a su familia, sangre regada por aquel suelo, las palabras de Peter "No tiene caso matarte, aun eres débil... A partir de ahora ódiame y cuando seas fuerte nos volveremos a ver", el enterarse de la verdad en aquel primer enfrentamiento con su hermano, el dolor de la traición, el de darse cuenta de que todo lo que había creído no era verdad, todo había vuelto a él de golpe.
—Lo siento—. Volvió a decir Fluke queriendo volver abrazarlo, estaba demasiado conmocionado con todo lo que había visto en aquella visión que se dejó hacer.
No hubo resistencia, Kao dejo caer su cabeza sobre el hombro sano del omega, además de que la intensidad de los sentimientos que estaban emanando de su cuerpos lo tenían entumecido, se dejó abrazar, dejo que aquel castaño llorara por él, por primera vez en años se permitió ser consolado, ni siquiera cuando sucedió aquella fatídica tragedia tuvo a alguien que estuviera a su lado para ayudarlo a sobrellevar su perdida, temblorosamente Fluke subió su mano y comenzó acariciar el cabello de aquel pelinegro, se quedaron de esa manera por un buen rato, hasta que la ropa mojada del omega provoco que comenzara a temblar del frió, entonces como si de un interruptor se tratara el alfa se dio cuenta de lo que estaba haciendo, del cuerpo que tenía entre sus brazos, de la sensación hipnótica en la que se había dejado sumergir.
—Sera mejor que te vayas—. Desenredo abruptamente sus brazos, listo para subir las escaleras nuevamente.
—No—. ¿De dónde venía aquella terquedad?, Fluke no lo entendía, pero si sabía que no debía dejarlo solo, que debía quedarse allí.
—Por tu bien es mejor que lo hagas—. Volvió hablar dándole la espalda.
—No
Esa nueva negativa hizo que Kao volteara a verlo y en ese preciso instante un relámpago ilumino la oscura estancia permitiéndole ver aquel delgado y esbelto cuerpo debajo de aquella ropa que se le pagaba completamente por lo empapado que estaba, lo cual desato en él una sensación extraña que no podía definir, era algo que en ese momento no podía controlar, otro relámpago ilumino el lugar y entonces lo supo, era deseo, tenia deseos de acercarse, de tocarlo, volver a estrecharlo en sus brazos y decirle que todo iba a estar bien...
—¡Vete! — Repitió por tercera vez subiendo las escaleras, necesitaban colocar distancia entre ellos.
Fluke solo se quedó allí mirando su espalda perderse, él también se había asustado por aquellos sentimientos que no sabía si eran suyos o de la persona que tenía delante, todo aquello habia sido demasiado para su cerebro y su corazón, temblando aun del frió salió de aquella casa para luego desaparecer.
Llego a la entrada de su propio hogar, entro a prisa teniendo cuidado de no despertar a nadie, todos aun dormían y él se habia escapado sigilosamente esa madrugada, se metió al baño y allí debajo del agua caliente comenzó a reflexionar sobre lo sucedido...
La noche de sueños de Fluke habia iniciado en el preciso instante que su cabeza habia tocado la almohada, comenzó a transitar el mismo camino que habia recorrido las últimas noches, los primeros indicios de que aquel sueño sería diferente a los anteriores los noto al ver aquellos cadáveres tirados, tembló de la sorpresa, en su mente quiso gritarle a ese cuerpo que ocupaba que retrocediera, que se alejara de todo aquello, pero en cambio aquellas piernas corrieron más rápido a su hogar, jamás creyó que fuera posible experimentar tanto dolor, los padres de Kao estaban tirados en el suelo, sintió el pánico de la escena, el miedo al darse cuenta de que habia alguien moviéndose aun por la casa.
Solo pudo encogerse dentro del cuerpo de aquel niño de 10 años rogando porque esa pesadilla acabara, se repitió una y mil veces que nada era real, que estaba en un sueño, pero las sensaciones, los sentimientos de dolor, de perdida, eran reales, la aparición de Peter quien le hizo revivir a Kao cada una de aquellas muertes, su mismo hermano mayor se había encargado de acabar con la existencia de la familia Noppakao, aquel pelinegro era tan pequeño para pasar por todo aquello, lo que le hizo preguntarse ¿qué tan duro fue para Peter hacerlo?, después de todo él también era un adolescente cuando todo aquello paso, solo cuatro años mayor, recuerda que intento ver su cara pero Kao estaba tan asustado que no le devolvía la mirada y él mismo estaba llorando, aunque pareciera loco habia aprendido a querer a aquel chico, a aquellos padres que siempre estaban allí para sus hijos.
Llego a un punto en que pensó que aquello no acabaría, que enloquecería con todo lo que estaba viendo, sobre todo cuando aquel cuerpo infantil siguió a duras penas a su hermano y fue cuando escucho aquellas palabras que terminaron de matar aquel dulce niño que habia conocido en sueños anteriores, esas que marcaron el rumbo de la vida de Kao y todo lo que hizo después, incluyendo su decisión de abandonar el planeta Arcadia solo para hacerse más fuerte y poder terminar con la vida del ser que una vez tanto amo y admiro.
Despertó llorando por primera vez en la noche, aquel sueño habia sido mucho para él, sus nervios estaban descontrolados, pudo sentir como la marca en su pecho quemaba, todo fue tan extraño porque de la nada estaba de nuevo en el mundo de los sueños, ahora transitaba en el cuerpo de un Kao más grande, se dio cuenta de que se trataba de su vida en la escuela de guerreros, por fin supo que habia sucedido el día de los exámenes de ascenso para asignarlos a los diferentes escuadrones, aquella vez fue la primer vez que Arcadia fue atacada por los rebeldes, no supo mucho, para cuando todo sucedió se encontraba en el hospital, su primo casi lo habia matado cuando les toco pelear uno contra el otro.
En el sueño pudo ver como el joven pelinegro se enfrentó a alguien más fuerte que él para ayudar a Saint, allí fue donde Kao se dio cuenta que aún era débil, y entonces por fin entendió porque decidió abandonar Arcadia, tenía miedo de no poder realizar el propósito que se habia marcado, no quería seguir creando lazos que lo ataran a aquel planeta, tenía que hacerse más fuerte para un día enfrentarse a su hermano, ese enfrentamiento fue el detonante para todo lo que vino después.
Continuo viendo fragmentos de la vida de Kao fuera de Arcadia y dentro de aquella mente lloro, lloro en cada uno de los encuentros que este tuvo con Saint quien no habia dejado de buscarlo para regresarlo a su hogar, pero lo que más le dolió fue cuando se le dio la oportunidad de enfrentarse a Peter, cuando pelearon por aquel doloroso pasado, por supuesto termino siendo derrotado, Peter tenía más años perfeccionando su magia, haciéndose más fuerte, experimento el miedo, el mismo que habia sentido el pequeño Kao aquel día que encontró a su familia muerta, escuchar la verdad de lo que habia sucedido habia terminado por romperlo.
El odio se volvió a formar en su corazón, su hermano estaba moribundo, se habían enfrentado pero Peter no estaba del todo bien, tenía una enfermedad degenerativa que estaba debilitando su cuerpo, le quedaba poco tiempo de vida, se separaron nuevamente aquel fatídico día, lo que tanto habia querido hacer se habia completado pero no de la manera que habia pensado, se volvió más taciturno de lo que ya era, el odio contra los consejeros y el que fuera Regente de Arcadia en aquel tiempo comenzó a crecer, los objetivos habían cambiado, se volvió más oscuro y esos sentimientos le hicieron pensar en su propia vida, en si él hubiera sido igual, ¿que hubiera si se hubiese permitido odiar a su propio padre?
La realidad era que él mismo tenía motivos para aborrecer al consejo de Arcadia y por eso se dejó envolver por las emociones, aquel mismo consejo que habia ejecutado a toda una familia era el mismo al que no le habia importado sacrificar a una persona por otra, cuando tenía la edad de 3 años habia sido secuestrado por una distracción de su cuidador y para liberarlo su captor habia pedido la cabeza de su padre, del líder de la familia Natouch, lo que no sabían aquellas personas era que tenía un hermano gemelo, uno que estuvo dispuesto a sacrificar su vida por consejo de aquellas personas sin importar la familia que dejaba atrás solo por él, por salvar su vida, porque regresara a su hogar, así habia nacido el odio de Kan hacia su persona y ese fue el motivo de que casi lo matara aquel día en los exámenes de ascenso, la razón de porque era un extraño dentro de su misma familia, de porque contaba con el desprecio de su propio padre quien no había dejado de recalcarle que aquel secuestro le habia sucedido por ser débil, había llamado débil a un niño de tres años que todavía no empezaba a entrenar.
Entendía a Kao y no podía culparlo por su odio ciego, quería devolver el dolor que el mismo habia sufrido, habían destruido por completo su vida, una que él solo habia experimentado durante una noche y aunque se pareciera a la suya propia no habia punto de comparación, Kao siempre estuvo solo, Saint habia sido el único en colarse dentro de sus defensas pero igual se habia alejado, por eso habia ido en su búsqueda, tenía que hacerle saber que lo entendía, que sentía su dolor, le pidió disculpas por algo que él ni siquiera sabía.
Lo que aún no entendía era como en medio de aquel sueño termino en los brazos del Kao de la vida real, el de su edad, pero se sintió seguro, entonces se convenció que esa era su misión, asegurarle a aquel hombre herido por la vida que no estaba solo, que él no lo iba abandonar, que estaría allí aun en contra de su voluntad, todo se volvió negro en medio de una loca caída que no entendió, se despertó llorando por segunda vez y su instinto le dijo que necesitaba verlo, así fue como termino saliendo por la ventana de la habitación hasta alejarse lo más que podía de su casa para luego poder usar un hechizo de transporte y aparecer en la inmediaciones del complejo Noppakao.
Allí debajo del agua, se dio cuenta de lo que había hecho, de lo impulsivo que había sido en ir a su encuentro y de que aquello traería consecuencias, solo faltaban algunas horas para que se volvieran a ver cara a cara y no sabía cómo se enfrentaría a esa situación.
Un sueño bastante revelador el que tuvieron nuestros dos protagonistas, ¿como irán las cosas a partir de aquí?...
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