Los siguientes días se repitió la misma rutina, Fluke llegaba todas las mañanas temprano a la casa de Kao trayendo consigo el desayuno y el almuerzo para todos, Saint no habia dejado de ir y aparecía tan solo unas horas después de que él hubiera llegado, las cosas se habían calmado bastante entre ellos, podían trabajar en las reparaciones en completo silencio, uno que solo era roto algunas veces por las pequeñas discusiones de los dos amigos.

En esos momentos de pelea, el castaño se habia dado cuenta de una cosa a la cual no habia prestado atención antes, Saint tenía un don mágico, uno del cual Kao todavía no se habia percatado, incluso el misma omega no se daba cuenta de ello, ese chico sin proponérselo emanaba un poco de magia de su cuerpo logrando que los sentimientos de mal humor del pelinegro bajaran un poco, ahora podía estar tranquilo y no estar tan tenso cuando perdía el control en sus emociones.

Aquel pelinegro parecía calmado por fuera, pero era porque también habia aprendido a dominar un poco sus barreras mentales, el no tener magia no era un impedimento para fortalecer su mente, además de que se habia dado cuenta que podía sentir un pequeño hilo de magia recorriendo su cuerpo, era casi nada pero algo era algo, quería ocultar el hecho de que se sentía un poco frustrado e intrigado por Fluke, este le llamaba demasiado la atención, no entendía como podía permanecer tan calmado en aquellas circunstancias, además de hacer que en algunas ocasiones sus emociones se le contagiaran llevándolo a entrar en esa burbuja que se empeñaba en mantener a su alrededor, ya sus emociones negativas no lo afectaban como antes.

La verdad es que le sabia muy mal que aquel omega castaño tuviera mayor control de esa situación que él, la simple idea era demasiado degradante para su gusto, él era uno de los guerreros más poderosos de la constelación y no podía manejar unas estúpidas emociones, unas que se calmaban cuando se dejaba llevar por lo que estaba sintiendo el otro, tanto que ahora aquello se habia convertido en todo un reto, sus discusiones con Saint eran un poco más frecuentes solo por el hecho de tratar de sacarlo de sus casillas, por ver una nueva expresión en ese rostro, ya estaba harto de ver la misma cara serena que no mostraba nada más que tranquilidad.

Para él era irreal que una persona fuera así, tener una personalidad pacifica no significaba que no se enojara, tenían que haber un punto en el cual rebasara su tolerancia, pero después recordaba un poco de su infancia o bueno de lo que habia soñado hasta ahora y lo entendía un poco, su tolerancia debía ser mayor a la de una persona normal, incluso habia notado que ni siquiera guardaba rencor contra su padre, contra ese hombre que nunca habia mostrado una gota de empatía u amor hacia él que era su primogénito.

No obstante, su respuesta llego un día después, pues aquella tarde Saint estaba lavando los vidrios de las ventanas del segundo piso por la parte de afuera, cuando una de las cubetas que sostenía termino mojando por completo a Kao y le llego la molestia de este, eso aunado al martilleo constante que tenía al lado suyo por una rama dándole a uno de las ventanas por la brisa que estaba haciendo, su cabeza estaba a punto de explotar y por eso su cara hizo una mueca de molestia, estaba a punto de decir algo no muy propio de su personalidad cuando miro la media sonrisa de Kao, entonces lo supo, era él quien tenía dolor de cabeza, era él quien estaba molesto, sus emociones solo se estaban exteriorizando a través de su persona, así que decidió quedarse callado y solo fulminarlo con la mirada haciéndole saber que sabía lo que hacía.

El pequeño incidente paso sin ningún problema, lo único que le confirmo al pelinegro es que Fluke si tenía un límite y por eso esa misma tarde renovó sus esfuerzos para hacer que tuviera una nueva explosión como la que habia visto anteriormente, pero la calma habia vuelto a sus emociones, hasta que al final de la tarde sintió un atisbo de fastidio viniendo de su parte, lo cual lo dejo más que satisfecho, provocando que una sonrisa surgiera en sus labios, una que borro inmediatamente al darse cuenta lo pendiente que estaba de aquel omega castaño, sacudió la cabeza y decidido que el nuevo curso de acción era ignorarlo, que todo aquello era a causa de ese estúpido hechizo que los había enlazado.

En las noches cuando se iban a dormir era otra realidad la que vivían, Fluke se dejaba arrastrar tranquilamente por la emociones del pequeño Kao, después de todo estaba viviendo su realidad y le encantaba el sentimiento cálido que crecía en el pecho del pelinegro cuando estaba con su hermano mayor o su madre, sobre todo con esta última, él mismo no recordaba mucho de la suya, tampoco habia tenido un hermano que lo cuidara, lo más cercano que tenía a eso era su primo Kan, pero seguía sin ser igual, él solo era amable cuando no habia algún miembro de la familia cerca que pudiera ver una muestra de afecto hacia su persona, los Natouch no debían demostrar ninguna emoción, es por eso que aquella noche disfruto de la manera que Peter cuido de su hermano pequeño cuando este se cayó y se cortó un poco la rodilla.

Por otro lado, para Kao no eran fáciles aquello sueño, todo era demasiado confuso, el funcionamiento de la familia Natouch lo tenía completamente desconcertado, esa noche estaba en el cuerpo de un Fluke de no más de diez años y estaba escondido detrás de una pared, escuchando como su padre le hablaba a la mujer encargada de su entrenamiento, le decía que no le importaba si su propio hijo llegara a morir a causa del uso de la magia o alguna técnica de pelea demasiado peligrosa para su edad, lo peor es que estaba seguro que ese hombre sabía que el castaño estaba allí, la habilidad especial de los Natouch era sentir presencias mágicas.

Esa conversación fue la que lo hizo replantearse algunas hechos de su propia infancia, viendo como fueron las cosas para aquel omega se daba cuenta que la suya aunque duro poco, él fue feliz, Fluke en cambio era invisible en su propia casa, una que era demasiado grande para su gusto y que siempre estaba llena de gente, apenas y si lo saludaban, era realmente como si no existiera, ya no sabía quién era peor en aquella casa, si el padre, el primo o el hermano menor del castaño, todos demostraban demasiado odio al heredero Natouch, nunca podía cubrir sus expectativas; cosa muy contraria a lo que habia sucedido en su propia familia, su padre habia sido estricto pero se preocupaba por él, ni que decir de su hermano y su madre, entonces supo que estaba sintiendo lastima por Fluke.

Se despertó con esa sensación en su pecho, pero que disipo con fría calma, debía tratar de olvidarse de lo que habia visto en aquel sueño, el omega no merecía que lo vieran de esa manera, además estaba pronto a llegar para seguir con los trabajos en la casa Noppakao, faltaba poco para que estuviera completamente reparada, tanto así que Saint habia insistido que al finalizar deberían realizar una fiesta, idea que se descartó inmediatamente ante su negativa y la del mismo Fluke que expreso que no era necesario.

Otra cosa que le llamaba la atención era la admiración que podía sentir emanando del castaño hacia Saint, en las incursiones a su infancia se habia dado cuenta que desde muy niño habia seguido a su amigo, en un principio pensó que estaba enamorado de él, pero luego comprendido que Saint era su modelo a seguir, su luz en la oscuridad que vivía, lo bueno es que no era obsesivo y le bastaba solo con observar y mantenerse a su lado como un amigo más.

—Buenos días—. Se escucho la voz de la persona en la que estaba pensando mientras ingresaba a la casa, se le notaba algo alterado y sin poder evitarlo termino diciéndole:

—Te sientes muy inquieto...

—Lo siento.

—¿Que paso?

—¡Nada!, es solo que algunas personas comienzan a regresar al planeta...

—¿Como quienes? —. No sabía porque habia preguntado, pero lo hizo.

—Mis compañeros de escuadrón... Mi primo...— Esa mañana mientras caminaba hacia el territorio Noppakao se habia encontrado con Judo, quien ya se habia enterado que estaba asignado para vigilar a Kao y este no dejo de preocuparse por ese hecho, así que le habia tocado tranquilizarlo.

—Estoy bien, él no puede dañarme...

—Dile eso a tu hombro.

—Eso fue un hecho aislado y ya está casi saco—, contesto sereno.

—Dirás lo que quieras, pero él no dudo en....—Judo aún estaba enfadado con ese incidente y el hecho de no haber podido hacer algo.

—Lo único que tienes que saber es que todo estará bien—. Le dio una palmada en el hombro tratando de tranquilizarlo —Nos vemos más tarde, ahora tengo que irme...

No pudo seguir recordando porque la voz de Kao lo saco de sus pensamientos —¿De verdad te pone feliz que tu primo regrese? —. En ese momento confirmo sus sospechas, Kao si soñaba con su propia infancia.

—Si—, respondió inseguro.

Kao solo se le quedo viendo como si hubiera perdido la cabeza, sabía muy bien quién era el primo del omega, tan solo la noche anterior habia tenido un sueño en donde ambos se habían enfrentado en un combate de los exámenes para ascender rango y este casi lo habia matado, habia usado un hechizo que lo habia dejado al casi borde de la muerte, no entendía entonces porque se alegraba de que volviera al planeta.

El silencio se interpuso entre los dos, ninguno quería decir o agregar algo, ya estaba claro que estaban soñando con la infancia del otro y ese era un tema que ninguno quería tocar, habían pasado muchas cosas en esa época en ambas familias, cosas que los habían marcado para ser quienes eran hoy en día y de las que no estaban dispuestos hablar, estaban tan perdidos en sus pensamientos que no se dieron cuenta del momento en que llego Saint, quien solo los miro extrañado y se encogió de hombros cuando ambos voltearon para darle la bienvenida, Kao se fue a botar los desechos del desayuno y Fluke comenzó a limpiar, no dejándole más remedio que hacer lo mismo, después de todo ya llevaban días actuando de la misma manera.

Lo cual hacía que le recorrieran algunos escalofríos por su espalda, porque habían veces cuando pensaban que él no estaba prestando atención que se encerraban en un duelo de miradas en el cual no entendía cual era el conflicto, también se habia dado cuenta de lo pendientes que estaban el uno del otro, sin contar que en ocasiones la energía que proyectaban era muy similar, pero después sacudía la cabeza y se decía que solo eran imaginaciones suyas y lo dejaba pasar, no era tonto sabía que algo estaba ocurriendo algo y tenía que ver con el hecho de que Kao no le pudiera hacer daño al castaño, solo que no debía preguntar nada al respecto, se lo habia prometido a la Regente.

Después de la hora del almuerzo y transcurrida parte de la tarde, Saint se sentía muy incómodo en la presencia de aquellos dos, eran silenciosos de por sí, pero ese día lo estaban más que nunca que ni siquiera los temas de conversación que habia sacado lograron que dijeran más de dos palabras, por eso le dio la bienvenida a la distracción cuando alguien comenzó a llamar a la puerta, pero antes de que pudiera levantarse Fluke lo hizo en su lugar.

Este al abrirla se encontró de frente con otro de sus compañeros de las fuerzas guerreras a quien saludo con una sonrisa —Dile a Saint que la Regente necesita verlo—, hablo el chico nada más verlo.

—Se lo diré—, respondió para luego añadir —Deberías ir cambiarte de ropa o enfermaras—. Afuera estaba lloviendo y aquel joven estaba completamente empapado, ¿porque la mujer lo habría mandado hasta allá habiendo otros métodos por los cuales comunicarse?

—Eso hare en cuanto llegue a la casa—, respondió este antes de retirarse.

—¿Quién era?

—Era Perth, vino avisarte que la Regente quiere verte.

—Está bien—, suspiro Saint —Tratare de volver más tarde cuando termine, ojalá no sea algo muy tardado—. Y así los dejo solos en medio de una tensión que habían pospuesto desde esa mañana.

Se miraron a los ojos, ambos sabían que estaba rondado en la cabeza del otro, desde que todo aquello había comenzado por fin aceptaban que estaban completamente enlazados y vivían todas las noches los recuerdos de una infancia que no les correspondía y como si fuera una señal sus marcas comenzaron a calentarse, por inercia ambos metieron la mano debajo de la camisa contraria y tocaron justo en donde estaba aquella marca en sus pieles, pero no paso nada, no hubo habitación blanca y no vieron ningún cambio a su alrededor, no obstante, sabían que algo habia pasado aunque no el que y el desencadenante para ello.

Luego de unos minutos de mirarse fijamente se apartaron, ambos estaban muy confundidos, sobre todo Kao que volvía a cuestionarse el por qué Peter habia hecho aquello, ¿por qué lo habia enlazado a otra persona creando ese vínculo?, para él no tenía sentido, ni siquiera con que hubiera sido Saint como habia sospechado la Regente, recordó la sensación de la mano de Fluke contra su piel, en sus ojos marrones y por primera vez primera vez pensó que era una suerte que fuera aquel castaño y no su amigo, la sola idea de que Saint estuviera en el lugar Fluke no les gustaba para nada, se sentiría raro.

Todo aquello era demasiado para el omega, las emociones combinadas lo estaban agobiando así que decidió que se tenía que ir, comenzó a caminar hacia la puerta, siendo detenido por la voz del otro—¿A dónde vas?

—A casa—, contesto tomando el picaporte de la puerta, en realidad no quería irse, pero tenía que hacerlo.

—Aun llueve...

—Lo sé, pero debo irme, hasta mañana—. Termino de decir por lo bajo mientras salía de aquel lugar.

Cuando el omega se fue, Kao se sintió un poco aliviado, parte de la opresión que sentía se habia ido con él, se miró las manos algo confundido porque estuvo a punto de detenerlo, camino hacia el espejo del baño, se quitó la camisa y miro la marca en su pecho, nada habia cambiado, se tomó una ducha y se acostó en la cama hasta que se quedó dormido más temprano de lo que esperaba, cosa que también hizo el castaño en su propia casa nada más bañarse y colocarse ropa seca, ambos se durmieron recordando la intensidad de la mirada del otro.

Cada vez el enlace se va haciendo más fuerte, poco irán descubriendo nuevas cosas del otro...

Presentando al nuevo personaje de hoy

Tanapon Sukhumpantanasan (Perth), (Parte de las fuerzas guerreras, amigo de Fluke y Saint), (Alfa)