A pesar de que hicieron todo lo posible por retrasar el momento de ir a dormir, no pudieron seguir evitándolo más y terminaron vencidos por el sueño y tal como lo temían, tan solo unos minutos después de haber cerrado los ojos cada uno se sumergió nuevamente en la vida del otro, esta vez Kao lucho con un pequeño arrogante que Fluke no pudo vencer, le costó un poco darse cuenta pero cuando sus propias emociones destructivas se apoderaron del momento por fin lo entendió, Natouch era el chico que salto a defender al otro cuando estaba siguiendo a su hermano, se trataban de esos dos mocosos que se acaban de enfrentar.

A medida que el sueño avanzaba pudo dilucidar conversaciones aquí y allá, ahora sabía que Fluke era el primogénito y heredero de la familia, el que sería el próximo jefe de los Natouch, pero todos a su alrededor lo consideraban no apto para el puesto, hasta el mismo sentía que era débil, tanto que su propio hermano menor lo miraba como a un ser inferior, lo cual le daría igual en cualquier otra circunstancia, pero en ese momento se encontraba dentro de aquel cuerpo y que fuera tratado de esa manera era inaceptable, eso sin mencionar el odio profundo que tenía contra el padre del castaño, probablemente si se lo encontraba en la vida real se le iría encima para golpearlo, no obstante, lo que más le desesperaba es que no podía sentir ningún sentimiento negativo viniendo de aquel cuerpo.

Fluke no sentía odio, rabia o rencor, simplemente se esforzaba por complacer a su progenitor, lo cual le parecía de lo más patético, porque lo entendía, le recordaba a su propia niñez, tratando de complacer a su propio padre que nunca le dio una palabra de felicitación o reconocimiento, todas ellas estaban reservadas para su hijo mayor, el prodigio de la familia, nunca tuvo nada en contra de su hermano, ni lo tendría, pero si le hubiese gustado recibir algún cumplido, en eso sus infancias se parecían y lo odiaba, odiaba tener algo en común con ese chico con el cual estaba enlazado.

Entre tanto el castaño se encontró en un situación casi parecida, pero en vez de una lucha física con su propio hermano, este luchaba contra el brillo que parecía eclipsarlo ante los ojos de su padre, se dio cuenta que no lo odiaba sino sentía admiración, el pequeño Kao quería llegar a ser como su hermano mayor, por eso se esforzaba para demostrar que el también era valioso, se sintió muy identificado con esos sentimientos, él también habia luchado y todavía luchaba para obtener el reconocimiento de su padre, en definitiva tenían algo en común que podría ser un punto de partida que lo ayudara a apartar la oscuridad que habitaba en aquel corazón, uno que estaba herido por los golpes que le había dado la vida.

Kao se levanto en medio de la noche, ya no quería soñar más con la vida del otro, se habia ido a la biblioteca familiar, busco todos los libros de hechizo que pudiera encontrar, alguno tenía que contener información sobre lo que habia hecho Peter, en eso paso toda la madrugada sin encontrar ni siquiera algo parecido a esos símbolos que ahora llevaba tatuados por encima de su corazón, ya el sol habia salido, miro el reloj que estaba en una mesita y se dio cuenta que ya eran las siete de la mañana, pronto llegaría su niñero y como si lo hubiese invocado este hizo su acto de presencia en aquella solitaria casa.

—Buenos días—. Saludo Fluke con una sonrisa serena.

El pelinegro no contesto, lo ignoraría, recordó un pequeño detalle en el cual no habia pensado hasta ahora sino hasta que su estómago le reclamo algo de alimento, no tenía dinero, la mayoría de sus pertenencias habían terminado decomisadas por la Regente, pero si tenía suerte aun podría tener algunos ahorros escondidos en esa casa, cuando se fue de Arcadia no se habia llevado todo su dinero consigo, estaba a punto de subir las escaleras cuando un olor a comida impregno sus fosas nasales.

—Traje el desayuno—. Dejo una bolsa sobre la mesa, para de allí extraer un recipiente y entregárselo, se dio cuenta que tenía tres más allí, lo cual lo hizo intuir que era el almuerzo y que estaba asumiendo que Saint volvería acompañarlos.

Solo se encogió de hombros y tomo la comida ofrecida la cual tenía una buena pinta, para luego ver como el castaño se movía hacia la cocina, tal y como si fuera su propia casa, tuvo el impulso de correrlo de allí, pero la calma que transmitía y el sabor de aquellos alimentos le hicieron replantearse esa opción y se dejó envolver por la quietud que estaba reinando en ese inicio del día.

Cuando Saint llego los encontró a cada uno trabajando en un lado de la casa, se alegró de ver que todo estaba completamente en calma, se unió a la limpieza aunque Kao en un par de ocasiones lo corrió, cerca del mediodía el pelinegro sintió una horrorosa sensación de diversión viniendo de su interior al ver discutir a Saint contra los instrumentos de limpieza que no estaban haciendo lo ordenado, tal y como si ellos pudieran contestarle, entonces se dio cuenta que no era él sino Fluke, así que molesto se acercó hacia donde estaba y le dijo:

—Tú, ¡contrólate!

El castaño solo se ruborizo y siguió con los suyo, simplemente no pudo evitarlo y el pelinegro tenía que admitir que parte de esa diversión que sintió no venía toda de su persona, porque muy en el fondo Kao también estaba divertido con aquella escena, poco después los tres se sentaron almorzar, uno separado del otro, se habían envuelto nuevamente en una tranquilidad que a Saint le provocaba un poco de escalofríos, porque no podía sentir nada viniendo de los otros dos.

—Tenemos que pintar—. Rompió el silencio, ya se habían cansado de que nadie dijera nada.

—No—. El dueño de la casa se negó rotundamente a esa idea.

—¡No seas terco!, las paredes lo necesitan y no solo la casa tu también necesitas un cambio de ambiente.

—Pues, no tienes ni voz, ni voto en este asunto.

—¡Claro que sí!, como te estoy ayudando creo que puedo opinar en lo que necesita esta casa.

Fluke también pensaba que era una buena idea pintar, habia que cambiarle la imagen a ese hogar que estuvo por bastante tiempo abandonado, debían remodelarlo y hacerlo distinto, un lugar en donde se pudieran crear nuevos recuerdos y dejar atrás un pasado doloroso.

—Tú no te metas—. Se volteo Kao hacia él a pesar de que no habia pronunciado palabra alguna.

—¡Pero si él no dijo nada! — Saint estaba desconcertado con esas palabras repentinas del pelinegro, que solo lo miro con aires de superioridad dándole a atender que él sabía mejor —¡No me veas así! —. Volvió a protestar el omega.

—¿Así como? —, pregunto con una media sonrisa Kao sabiendo a que se refería, cuando eran niños solían pelear por ese detalle cuando estaban en la escuela.

—Sabes muy bien cómo, es como si supieras algo que yo no.

En ese instante Fluke abrió los ojos sorprendido, solo fueron unos segundos, pero pudo percibirlo, Kao estaba divertido con todo aquello, pero inmediatamente vino la rabia e imagino que era con sigo mismo por cometer ese desliz, así que antes de que pudiera decir algo hiriente decidió intervenir: —Entonces, ¿se pintara?

—¡Por supuesto que pintaremos! —, respondió entusiasmado Saint.

—Si, pintaremos—. Estuvo de acuerdo Kao y por primera vez dejo ver algo parecido a una sonrisa, tanto que el castaño quedo absorto en el gesto y se sintió un poco precavido porque esa respuesta había sido muy fácil, tenía que haber una trampa en ello.

—¿Lo dices en serio? —, pregunto también desconfiado el otro.

—Por supuesto.

—¿No cambiaras de parecer?

—No lo haré, pero como no tengo dinero tu compraras todo lo necesario para poder pintar—. Y eso era todo, pensaba librarse de hacer lo que Saint quería poniéndole de condición que comprara los materiales.

—¿Por qué yo?, yo te voy a dar mano de obra gratis—. La verdad es que ni el mismo habia pensado en ese pequeño detalle, Kao había vuelto a Arcadia, pero no tenía nada de dinero.

Pero como Fluke sabía lo que estaba haciendo y pensaba que de verdad esa casa necesitaba un cambio para darle algo de vida, decidió echar por tierra sus planes, aunque este se enfadara —Creo que no va a ser necesario comprar nada, en mi casa hay pinturas que sobraron después de la remodelación, así que no creo que haya ningún problema de que me las traiga...

—¡Eso es genial! —. Salto Saint feliz para luego sacarle la lengua a su amigo —¡Ya ves!, si vamos a pintar, ¡Vamos por esas pinturas! —. Comenzó a caminar hacia la salida.

Fluke también se levantó de su lugar, dispuesto alejarse lo más rápido posible de Kao cuando este lo agarro del brazo —Para la próxima te guardas tus ideas...

—¡Oigan muévanse!, la pintura no se traerá sola.

—Vayan ustedes—. Se dejo caer nuevamente el pelinegro en el sitio en donde estaba sentado.

—Ven, no seas terco necesitaremos y ayuda.

—Usen magia.

—Ya sabes que esa no puede ser la solución para todo, además ¿planeas quedarte encerrado aquí para siempre?

—Yo creo que al que se le olvida las condiciones de mi estancia en Arcadia es a otro...

—¿Aun quieres destruir el planeta?

—Por supuesto, mis planes no han cambiado solo se han retrasado, por eso creo que es innecesario que pintemos esta casa.

Saint suspiro —Mira, te ofrezco un trato—. Lo miro serio —Quiero que estes dos semanas cooperando sin quejas y luego ya no me veras.

—¿Te iras?

—Vendré solo lo necesario.

—¿Lo necesario? — Frunció el ceño.

—Si, me veras solo una vez al día...

Esa era un oferta muy tentadora, así que se levantó y comenzó a caminar él también, ya Fluke les llevaba una ventaja y lo encontraron al final del camino mirando la copa de los árboles, a medida que se adentraban a las concurridas calles de Arcadia, las personas se los quedaban mirando para luego susurrar entre ellos, en ese momento el castaño sintió molestia, volteo hacia sus acompañantes y se dio cuenta de quien venia, lo entendía y estaba seguro que Saint también lo hacía, ellos tres siempre habían despertado esos susurros de parte de la gente en ese planeta, de una u otra manera siempre hablaban.

Así que decidió concentrarse en las tardes tranquilas que pasaba junto al lago donde entrenaba, donde el fluir de las aguas lo llevaba de paz, calma que comenzó a penetrar las intenciones oscuras de Kao que en esos momentos lo que quería era destruir todo a su paso, por su parte Saint iba delante de ellos hablando solo sin darse cuenta que ninguno de los otros dos lo estaban escuchando, demasiado concentrados en mantener sus emociones a raya se sumergieron en una extraña burbuja que no pasó desapercibida para quienes los observaban.

—Hemos llegado—, anuncio Saint, se dio la vuelta dándose cuenta por fin que sus acompañantes estaban a kilómetros de allí.

—Esperen aquí, iré por los materiales—, dijo Fluke caminando hacia la entrada de su casa.

—¿No necesitas ayuda?

—No, alguien me los traerá hasta la puerta.

Les dio la espalda e ingreso a su casa, en el camino se encontró con unos de los miembros del personal y le indicio lo que necesitaba, este inmediatamente se fue al almacén en busca de lo pedido, estaba dispuesto a ir detrás de él para ayudarlo cuando su padre apareció de repente en su campo de visión.

—Ya la regente me puso al tanto del trabajo que te dio—. Lo mido serio para luego añadir: —Entiendo que es parte de tu trabajo como parte de las fuerzas guerreras del planeta, pero te advierto que no quiero que fraternices con ese traidor.

—Padre, Noppakao no...

—No estoy pidiendo tu opinión, te estoy dando una orden, no quiero que el apellido Natouch se vea involucrado con el de ese hombre.

Sin más nada se alejó de la presencia de su hijo, las cosas siempre eran así con su padre, Piya Natouch daba una orden y debías cumplirla aunque no te gustara, lo peor es que con ese mismo carácter había crecido su hermano Dew, al cual no había visto esa mañana, en realidad no lo veía desde aquel día en el campo de batalla, por otro lado la única persona con la que podía hablar dentro de esas cuatro paredes era su primo Kan, el cual se encontraba haciendo un trabajo para la Regente fuera del planeta , como un Natouch había sido llamado para detectar si aún quedaba algún enemigo en los planetas vecinos, estaba solo en esa casa y por si fuera poco los otros dos miembros de su escuadrón Judo y Nike también habían sido llamados a las fuerzas guerreras para la reestructuración de la constelación de la Singularidad de Sirius después de la guerra.

Al cabo de un rato aparecieron tres personas del servicio llevando los materiales que había solicitado, caminaron hacia la entrada en donde los otros dos hombres tomaron su parte y regresaron a los terrenos Noppakao.

Con la ayuda de un poco de magia esa misma tarde tuvieron lista la sala de la casa, después de todo era el lugar donde más tiempo iban a pasar durante los días que durara aquel hechizo que los mantenía enlazados, la labor por poco se le salió de las manos gracias a Saint y su terquedad de querer dirigir dos brochas a la vez con magia, pero solo basto una fea mirada de Kao y la amenaza de golpearlo para que se quedara tranquilo e hiciera las cosas por sí mismo, solo se detuvieron al ver que se estaba anocheciendo.

—Creo que mañana debería traer a Earth y a Pineare—, dijo pensativo Saint mientras recogía sus cosas —Necesitamos ayuda si queremos avanzar más rápido.

—No—. El omega volteo inmediatamente al oír la voz que pronuncio ese monosílabo, en vez de ser su amigo quien lo dijo, fue Fluke quien lo hizo, las palabras salieron por inercia de sus labios apenas sintió la manera en que las emociones de Kao comenzaron a jugar en su interior.

—Fluke, ¿porque no? —, pregunto extrañado.

—Porque...

—Porque no traerás a más nadie a mi casa, ¿acaso me preguntaste a mi si quería ayuda?

—Pero ellos son parte de las fuerzas guerreras, estuvieron en un escuadrón junto a nosotros, no son unos desconocidos.

—No sé cuándo entenderás que yo ya no pertenezco aquí...

—Saint—, interrumpió el castaño sabiendo las siguientes palabras que iban a salir de aquella boca —Yo creo que no es necesario que traigas a nadie más, además sabes tan bien como yo que aún hay personas heridas de la batalla y Earth está muy ocupado en el hospital, en cuanto a Pineare estoy seguro que también debe estar en alguna misión.

—Tienes razón, no había pensado en ello... Entonces seremos nosotros tres otra vez—. Se encogió de hombros —Nos vemos mañana Kao, vamos Fluke te acompaño a tu casa...

—No, él se queda—, pronuncio el pelinegro como si nada.

—¿Por qué?

—Tenemos cosas de que hablar.

—No creo que...

—No seas estúpido, nada le va a pasar... Yo no puedo dañarlo.

—¿Fluke? —. Lo llamo un poco inseguro, no sabía si debía dejarlos a solas.

—No te preocupes, puedes irte tranquilo yo estaré bien—. Las emociones del otro estaban tranquilas, así que sabía que nada malo le iba a pasar si se quedaba unos minutos más allí.

Saint solo asintió y termino de salir de aquella casa, en donde los dos ocupantes restantes se quedaron en silencio por un rato, el castaño podía sentir que la presencia mágica del otro omega se alejaba cada vez más y más, cuando estuvo seguro que estaba fuera de su rango de alcance, se volteo hacia Kao y le dijo.

—Ya abandono por completo el complejo Noppakao.

—Bien.

—Entonces, ¿de qué quiere hablar?

—Creo que deberíamos tocar esa marca para ver que sucede...

—Yo no...

—Quítate la camisa.

Algo nervioso hizo lo que le pidió, no es que le diera pena que lo viera sin la camisa, sino tenía miedo de que volviera pasar lo de la última vez que entraran a ese mundo blanco o peor aún que los llevara a algún punto en su pasado tal y como estaba ocurriendo cada vez que dormían, aun no habían hablado de nada de eso pero sabían que el otro estaba reviviendo su infancia, colocaron su mano sobre la marca del otro, se miraron a los ojos pero nada ocurrió, así que lo dejaron estar, quizás Peter no estaba listo para darles otra pista sobre su situación.

Se volvieron a colocar la parte superior de su ropa y sin decir nada mas Fluke se marchó de aquella casa, llego al complejo Natouch y como siempre sucedía fue ignorado por todos, fue a la cocina y consiguió algo para cenar, ya era tarde cuando sus parpados comenzaron a pesar, la verdad es que ninguno de los dos quería dormir, Kao estaba sumergido en la biblioteca familiar buscando algún libro que le diera un indicio y Fluke había optado por ir entrenar a una de las salas que había en su casa, ya cansados se rindieron, no tenían más opción, debían dormir...

¿Volverán a soñar con la vida del otro? 🤔

Presentando a los personajes nombrados en el capitulo de hoy

Piya Vimuktayon (Ex) (Padre de Fluke) (alfa) 

Nitikorn Pankram (Dew) (hermano de Fluke/Beta)

Tantachj Tharinpiron (Judo), (Amigo y compañero de escuadrón de Fluke) (Beta)

Nitidon Pomsuwan, (Amigo y compañero de escuadrón de Fluke) (Alfa)

Pannin Charmanoon (Pineare), (Compañera de escuadron de Kao) (Beta)

Katsamonnat Nanwirote (Earth), (Amigo y compañero de escuadron de Kao) (Omega)