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Capítulo 13

Fluke lo único que alcanzo fue a taparse la cara apenado, a Kao no le gusto para nada sentir toda esa vergüenza, pero aun asi suspiro antes de salir de la habitación y encarar a su amigo.

— ¿Que fue eso?—, pregunto Saint aun asombrado.

—Nada que te importe, ¿qué haces aquí?—. Lo miro serio esperando una respuesta la cual no llego porque el omega no sabía que decir en su defensa asi que lo siguiente que salió de sus labios fue —Vete—. Y lo dijo de tal manera que el otro se asustó y salió rápidamente fuera de su vista.

Se recostó un momento de la puerta para luego ingresar nuevamente a la habitación, el castaño ya estaba un poco más calmado pero igual se sentía extraño por lo que había hecho, asi que estaba sentado en la cama dándole la espalda, miro la comida en la mesa de noche y pensó "desayuno en la cama", sonrió y decidió darle un poco de tiempo para reagruparse.

—Iré a darme un baño—. Tomo todo lo necesario y salió para usar el de la parte de abajo de la casa, al bajar las escaleras se encontró de frente con Saint en la sala pero lo ignoro, se ducho rápido y salió encontrándose con el omega en el mismo sitio, no tenía por qué darle explicaciones, asi que estaba listo para irse nuevamente a la habitación cuando fue detenido por este antes de llegar a la puerta de la misma.

— ¿A dónde crees que vas?, creo que tenemos que hablar y no porque me ignores voy a dejar el tema.

—Esto no es asunto tuyo—. Quito aquella mano de su brazo.

—Lo hace si lo dañas—. Lo miro serio queriendo darle a entender que estaba dispuesto a defender a Fluke si llegaba hacerle algo.

Kao solo rodo los ojos —Sabes muy bien que no puedo dañarlo.

—No físicamente... Hace unos días te conté de mis sospechas y me lo negaste, ahora esto confirma mi teoría, si hay algo entre ustedes pero no pensé que ya era tan serio...

— ¿Qué quieres que te diga?, ¿qué es el amor de mi vida?, ¿lo que siempre espere?... Pues espera sentado...

— ¡He visto como se miran!, cómo reaccionan a la presencia del otro— Saint estaba molesto, sabía muy bien lo que había visto y no le iban a ver la cara de idiota —Solo te pido que no lo dañes, sé que te has dado cuenta como es la personalidad de Fluke, no traiciones la confianza que te está dando—. Le estaba diciendo todo aquello porque entendía muy bien que si había visto aquella escena, el omega castaño significaba algo en su vida —Él no es como los otros—. Kao le dio la espalda abriendo la puerta de la habitación y por su mente paso un "Lo sé" sabía muy bien que su amigo tenia razón, Fluke era diferente a cualquiera que había conocido antes.

Ingreso y se encontro con el omega aun dándole la espalda a la puerta, estaba seguro que había escuchado todo lo que hablo con Saint, sin embargo, estaba tranquilo quizás porque sabía lo que había pensado, estuvo a punto de dejar llevarse por el mal humor al recordar ese punto que aún estaba pesando sobre sus cabezas, pero se contuvo, no quería arruinar el ambiente con su rabia y resentimiento, vio la bolsa de la comida, tomo uno de los recientes y se sentó dándole la espalda, quedando en lados opuestos de la cama, comió en silencio entrando a esa frecuencia extraña en la que se sumergían cuando todo estaba en calma.

— ¿Cómo llegaste a la cama?—, pregunto curioso queriendo romper el silencio.

—Llegue tarde... No te vi y subí a buscarte, me asome por la puerta y te vi dormido, el resto ya lo sabes...

— ¿Te quedaste dormido?

—Si—, respondió aun un poco avergonzado.

Kao solo asintió y le acerco el otro recipiente de comida invitándolo a desayunar, él ya había terminado asi que se levantó y lo dejo nuevamente solo; Fluke tomo la comida y desayuno en silencio, luego se quedó unos minutos más en aquella habitación algo dubitativo sin saber si salir o no de allí.

—Deja de pensar, él no está aquí—. Grito el alfa desde la sala sintiendo sus emociones.

Igual salió algo apenado por no habérsele ocurrido revisar con sus poderes si había alguien más en la casa aparte del pelinegro, los nervios no lo habian dejado pensar, además de que tampoco sabía cuál era el estatus de su relación con aquel alfa.

— ¿Conseguiste alguna información?—. Le pregunto el pelinegro apenas lo vio llegar a la sala, quería distraerlo.

—Aprendí muchas cosas, pero nada de ayuda, ninguno de los libros de mi familia tienen símbolos parecidos a los que llevamos en la marca—. Suspiro para luego activar nuevamente sus poderes y hacer un sondeo de cuanta magia tenía el otro en su cuerpo en esos momentos —Hoy tienes más magia que ayer...

— ¿Cuánto más?

—Es casi el doble—, respondió con una sonrisa.

Kao se levantó del mueble y se quitó la camisa, antes no se había fijado pero ahora sí, tres de las letras habían desaparecido, le alzo la camisa al castaño y en su marca tampoco estaban.

Y si en su conocimiento estaba el significado de cada una de aquellas marcas desaparecidas, hubieran entendido que condiciones cumplieron, esas runas no estaban puestas al azar, los sueños tampoco eran casualidad, el haber aceptado sus sentimientos les daba un nuevo comienzo, habían creado una conexión entre ellos a pesar de ser opuestos, se habian propuesto una meta y venían mas cambios que no podrían evitar.

—Esta vez no sentí nada—, dijo Kao pensativo porque cuando desapareció el primer círculo la marca se había calentado.

—Yo tampoco...—El silencio volvió a reinar entre ellos sin saber que había pasado exactamente.

— ¡El sueño!—, susurraron los dos a la misma vez al recordar la oscuridad que los envolvió la noche anterior; recordando que esta vez se habian visto por unos segundos antes de que todo acabara.

—Sígueme—, dijo el alfa mientras caminaba hacia el patio de la casa, sabía que no podía entrenar con Saint, pero si podía hacerlo con Fluke, después de lo que había descubierto de que en cualquier momento se tendría que enfrentar con su hermano, quería ayudarlo a fortalecerse para que le diera su merecido, se volteo en su dirección y agrego —Hoy emplearemos nuestro tiempo entrenando combate cuerpo a cuerpo, ya que es todo lo que puedo hacer por ahora.

— ¿Qué?—, pregunto Fluke sorprendido.

—Lo que escuchaste, practicaremos combate, no hagas que me esté repitiendo—. Y sin mediar palabras se fue directo atacarlo, golpe que apenas esquivo el castaño por no estar preparado para aquello —Ponte en guardia y defiéndete.

Cuando comenzaron aquel combate de practica todo fue un desastre, Kao detenía golpes a centímetros de impactarlo algo irritado porque el omega no se estaba tomando en serio la pelea, le riño y lo hizo mejorar su postura de combate, en el momento que creyó que aquello no iba a funcionar, el castaño por fin agarro el ritmo y comenzó a esquivar e incluso a lanzar sus propios ataques haciendo que comenzara a desviar sus movimientos con más frecuencia, por fin estaba demostrando sus verdaderas habilidades en combate las cuales no eran para nada mediocres como todos en su familia le habian hecho creer, tenía una forma innata de moverse y conseguir penetrar su defensa como ningún otro lo había hecho antes

Lo que no sabía Kao era que gracias a los sueños Fluke ya había estudiado su estilo de pelea y podía predecir el siguiente movimiento del alfa, tal y como si fuera el mismo quien lo estuviera haciendo, sin embargo, eso solo hizo más interesante aquella práctica, ninguno de los dos podía alcanzarse a pesar de que el pelinegro podía ser más rápido y contundente; la verdad es que se había decidido a llevar el mismo ritmo del castaño, después de todo aquello lo estaba haciendo con la intención de ayudarlo a entrenar, a que cuando se enfrentara con el arrogante de su hermano menor pudiera hacerle frente sin titubear, por varias horas estuvieron en aquel toma y dame, hasta que llegó el momento del almuerzo y Kao lo atrapo después de verlo emplear un serie de golpes marca Noppakao.

—Eres un tramposo, estas usando mis propios movimientos contra mí—, susurro en su oído mientras lo ayudaba a ponerse de pie.

—Lo siento—. Sus mejillas se sonrojaron porque el otro tenía razón, había aprendido a moverse como él cuando estaban en los sueños y más vergüenza le dio cuando su estómago rugió de hambre.

—Al parecer a alguien se le despertó el apetito, ¿y el almuerzo?—. Se bulo el alfa a pesar de que el también ya estaba hambriento.

—No me dio tiempo de hacer anda hoy asi que también traje dinero para comprar el almuerzo...

—Entonces, ¿qué estamos esperando? vamos.

Salieron de la casa y con la magia del castaño se aparecieron en la zona comercial, en donde se movieron por las calles en silencio disfrutando del bullicio de la ciudad, lo cual le daba un toque de alegría al omega, una alegría simple que los envolvió en un aura extraña de la cual no era conscientes pero que los demás si y uno de ellos fue Nike quien solo los observo a la distancia mientras caminaban hacia la tienda.

—Pide algo para llevar—, dijo Kao apenas llegaron al lugar de comida quedándose en la calle, había mucha gente y no quería ingresar.

— ¿Quieres algo en particular?

—No.

Fluke solo asintió y entro, la verdad es que el pelinegro no había querido ingresar porque a tan solo unos metros de distancia había visto a Kan observándolos a la distancia, su instinto se lo decía, la rabia estaba comenzando a crecer en su interior pero la detuvo antes de que pudiera ser más fuerte y alertar a su acompañante, entonces se le ocurrió que tenía que hacer algo para darle a entender al otro como eran las cosas.

Pero no podía ir y tomarlo de la mano cuando saliera, primero porque había mucha gente, segundo era una acción que vendría de su parte, causaría molestia en el otro pero no sería igual a un gesto propio de Fluke, asi que cuando vio que estaba listo para pagar, se giró dándole la espalda para que no se diera cuenta de lo que iba hacer y concentro la magia que tenía hasta que creo un poco de electricidad y se dio una pequeña descarga en el brazo.

— ¿Que paso?—, pregunto preocupado el omega llegando a donde estaba él parado.

— ¿De qué hablas?—, respondió tranquilo, solo había sido un pequeño pinchazo, lo suficiente como para que el otro lo sintiera.

Le tomo el brazo y comenzó a revisarlo —Sentí algo.

—A lo mejor fue un insecto—. Se encogió de hombros el pelinegro y se dejó hacer, Fluke era muy predecible en ese sentido.

—Puede ser—, respondió todavía tomado a su brazo, lo miro a la cara y al ver esa sonrisa de lado que le estaba dando su pulso comenzó acelerarse provocando un sonrojo en sus mejillas, el cual el alfa creyó suficiente por el momento, no quería que las cosas se salieran de control.

— ¿Que compraste?

—Pollo con arroz.

—Bien, volvamos—. Comenzaron a caminar en dirección del primer punto de aparición y mientras lo hacía el alfa se aseguró de que Kan tuviera una buena vista de aquellas mejillas sonrojadas y sonrió feliz por lo que había hecho.

— ¿De qué te ríes?—, pregunto extrañado por aquella alegría repentina que estaba sintiendo.

—De nada—, respondió rápidamente cambiando sus facciones por unas más serias.

El omega solo negó algo divertido, no sabía de donde venía esa alegría, sin embargo la sensación en su pecho era muy buena, lo cual le hizo pintar una sonrisa en sus labios, la cual no estaría si se hubiera dado cuenta de la cantidad de personas que habian visto aquel intercambio en medio de la calle, desaparecieron para llegar nuevamente al complejo Noppakao en donde decidieron comer en el jardín debajo de un árbol.

La comida estaba buena pero el pelinegro debía reconocer que le gustaba más la hecha por Fluke, esa le sabia diferente, en momentos de tranquilidad como ese no podía dejar de pensar en lo sucedido, estaba de vuelta en Arcadia, viviendo en la casa que creyó que no volvería pisar por los fantasmas del pasado que escondía, las pesadillas que siempre había tenido a lo largo de su vida en ese mes habian desaparecido, lo cual lo llevaba nuevamente a ese hechizo de enlace que ahora compartía, todas las noches vivía una parte de la vida de Fluke, la cual era un poco parecida a la suya, termino de comer y se recostó en el tronco del árbol pensando en las palabras de su hermano, "piensa en el futuro", sacudió la cabeza, no podía dejar su venganza de lado.

— ¿Que has pensado para ayudarme?—, hablo de la nada el pelinegro, lo cual sorprendió un poco a Fluke pero igual contesto.

—He pensado que lo primero es averiguar a donde llevaron a los consejeros—. La noche anterior había decidido que iba a tomar aquello como uno de los trabajos que le daba la Regente —Y los únicos que deben saber su ubicación son la señora Sarocha, Ploy como su asistente y Perth como el estratega, muy pocas personas... sabemos que se fueron al este por el bosque, asi que creo que una búsqueda debería ser fácil—. Pensó en los miembros de su escuadrón que eran rastreadores natos y que podían hacer eso más rápido que él, sin embargo no podía involucrarlos.

— ¿Tu eres rastreador no?

—Sí, ya debes saber que deben entrar en mi rango, por ahora tengo uno de 15 kilómetros y por eso había pensado en salir hacia el este e ir avanzando por el bosque buscando, puede ser algo peligroso pero si no se nos ocurre nada mejor esa es nuestra mejor opción.

Entendía lo que quería hacer el castaño, pero aún le molestaba no tener la suficiente magia para hacer algo por sí mismo, tenía un hechizo que podía cubrir más distancia que eso, el cual no podía emplear ni enseñar a Fluke porque era uno que solo un Noppakao podía realizar, asi fue como le siguió el rastro a su hermano todos esos años, otra opción era usar su habilidad de entrar en los pensamientos de los demás, solo tenía que tener un rato con Perth y ya sabrían en donde se estaban escondiendo los consejeros, sin poder evitarlo y por puro impulso tomo a Fluke del brazo y lo acerco a su cuerpo.

— ¿Qué pasa?—, pregunto algo desconcertado el chico.

No hubo respuesta alguna solo unos labios chocando contra los suyos, en ese momento supo que era lo que estaba intentando hacer, quería ver si se borraba otra de las marcas y recuperaba algo más de magia, no obstante, aquello era adictivo y se dejó llevar respondiendo despacio, ambos se olvidaron de la razón por la que había iniciado, tanto que ahora Fluke estaba contra el tronco del árbol, en una posición algo incomoda pero ¿a quien le importaba?, sus pieles ardían en deseo, solo se separaron cuando el aire comenzó a faltarles.

—No creo... no creo que funcione asi...

—Yo tampoco—. El castaño abrió los ojos sorprendido, entendiendo que Kao no lo había besado solo para intentar borrar una marca sino porque quería hacerlo.

—Alguien viene—. Fluke sintió alguien aparecerse en la inmediaciones, se acomodó rápidamente el cabello y Kao también se alejó un poco.

—Buenas tardes—. Saludo Alonew haciendo acto de presencia.

—Buenas—, contesto el omega viendo como el otro no tenía ni la más mínima intención de decir nada.

Aquel beta estaba allí porque los había visto en la zona comercial, estuvo en el momento en que Fluke lo había tomado del brazo, pensó que Kao lo iba apartar, pero no lo hizo, solo se dejó hacer; sin embargo, lo que más le sorprendió fue la manera en cómo se miraron, incluso había ido en búsqueda de Saint para que este le explicara que estaba pasando, pero este al escuchar su pregunta saco una excusa y se fue, por eso decidió ir el mismo a ver que información encontraba.

— ¿Cómo están las cosas?

—Bien—. Siguió contestando Fluke.

— ¿Qué quieres?—. Intervino Kao, queriendo saber que quería su antiguo entrenador.

—Solo quería ver como estabas...

—No creo que eso sea todo.

Las emociones que venían del cuerpo del alfa eran de irritación, al parecer todos en Arcadia le generaban ese sentimiento, ni siquiera el hecho de que aquel hombre que tenían en frente casi hubiera muerto en la guerra lo hacían diferente, se sentía algo extraño por aquello, para él era valiosa cada vida que se había salvado en aquel conflicto y que a Kao le diera igual le producía algo de tristeza; el pelinegro volteo en su dirección y lo miro feo, quería que alejara esos sentimientos de compasión y tristeza que estaba sintiendo.

—Me iré si te molesta mi presencia—, dijo Alonew después de un incómodo silencio —Hace tiempo no seguiste mis consejos y te fuiste del planeta, tienes una nueva oportunidad, aprovéchala, no cometas los mismos errores—. Decidió dejar un último mensaje, los había observado por unos segundos, pero eso fue suficiente para saber que la Regente no estaba diciendo toda la verdad de lo que había pasado durante aquel enfrentamiento en el que había aparecido Peter.

Asi que después de despedirse se fue directo hacia la oficina de Sarocha, debía hablar con la mujer y entender que estaba pasando, la vida le estaba dando una nueva oportunidad de ayudar a quien fuera uno de los guerreros más prometedores que había entrenado, quería saber todo al respecto para poder ayudar a que se quedara en Arcadia, en hacer que olvidara el pasado y comenzara una nueva vida.

Kao vio como Fluke se levantaba del lugar en donde estaba, lo cual empeoro su humor, no quería la comprensión de nadie, no quería que entendiera sin decirle nada que necesitaba estar solo y procesar sus propias emociones, aquel castaño lo conocía como nadie, con él podía bajar sus defensas, en definitiva Peter había hecho una jugada maestra con aquel conjuro tenía que admitirlo, aunque se resistiera a la existencia de aquel enlace aquello era demasiado intenso como para ignorarlo, para bien o para mal Fluke Natouch era una persona con la cual había podido identificarse, habian cosas de su personalidad que lo irritaban pero eran los pequeños detalles lo que lo hacían diferente a los demás.

Eso de cerrar círculos no era su estilo y era lo que todos querían de él, cerró los ojos, tenía que recordar los motivos que lo llevaron a querer vengarse y el principal era que todos en aquel planeta habian seguido con su vida como si nada, como si el sacrificio de su familia no importara, que su hermano se llenara de sangre sus manos fuera algo sin importancia, los años de pesadillas, la soledad que lo envolvió durante ese tiempo; entonces la calidez de las emociones que le llego fue algo sorpresivo, el abrazo también, Fluke estaba determinado a ayudarlo.

— ¿Que estás haciendo?—. Soltó algo molesto intentando apartarse.

—No quiero que te sigas envenado.

—Solo déjame.

—No, ya te lo he repetido varias veces, no te dejare solo—. Su voz era sueva queriendo penetrar las barreras que había construido —No te sigas atormentando.

—Eso no te importa.

—Si lo hace, sabes muy bien que me importa...

—Si dejo la venganza, ¿que soy?, ¿sabes desde cuando me he aferrado al odio para seguir viviendo?, se ha vuelto parte de mí, ya no sé cómo olvidarlo.

—Y yo no te pido que lo olvides, creo que nadie lo hace, solo queremos que no te consumas en el odio de querer destruir el planeta, ¿eso de que servirá?, solo te traerá mas dolor porque ya no estará una parte de ti, de tu historia, a pesar de que aquí pasaron cosas malas también hubieron buenos momentos junto a tus padres.

—Pero los consejeros...

—Eso es otra cosa, ellos si merecen tu odio, y yo ya te di una opción, aunque aún no me has dado una respuesta clara—. Lo miro a los ojos dándole a entender que estaba allí y no lo dejaría.

—De acuerdo—, contesto al fin algo cansado, renunciaría a parte de su venganza, ¿sabría Fluke lo que eso significaba para él?

—Lo sé—. El castaño susurro poniéndose de puntillas para darle un rápido beso en los labios.

—Tengo condiciones.

— ¿Qué?

—También tengo algunas condiciones.

— ¿Cuáles?

—Si en el tiempo que esperamos que vuelva mi magia, te enfrentas a tu hermano lo harás en serio—. El castaño trago saliva sabiendo que ese día estaba más cerca de lo que pensaba —No te importara nada, no te dejaras doblegar y lo harás sin contemplaciones, le demostraras que eres mejor que él.

— ¿Porque?

—Porque quiero y no podemos darnos el lujo de que sea a ti a quien le sellen la mitad de su núcleo mágico.

—Está bien—. Acepto resignado porque era algo que el mismo ya había pensado después que escucho aquella conversación entre su padre y los ancianos de su familia.

Y para cerrar aquel trato el alfa lo tomo de la cintura y le dio un beso apasionado, que poco a poco fue subiendo de intensidad tanto que de sus labios paso a su mejilla, su cuello y parte de su hombro al recorrer un poco su camisa, un pequeño gemido escapo de sus labios mientras este volvía a besarlo y repetir su camino hasta llegar al hombro en donde estaba la marca con la que aquello había comenzado, al ver la cicatriz aun un poco rosa se sintió algo extraño pero le dio un beso haciendo que el omega se estremeciera por aquel contacto.

—Kao—. Lo llamo entre besos sintiendo como el calor recorría el pecho contrario solo por escuchar que pronunciara su nombre de aquella manera —Kao—, repitió logrando separarse pero sin dejar de mirarse a los ojos, ambos estaban confundidos, se habian dejado llevar por las emociones —Es tarde—, dijo al fin rompiendo la conexión, el pelinegro se alejó, sabía que el omega no quería irse pero era necesario.

Lo vio ingresar a la casa, asi que se fue detrás de él, estaba en la cocina sacando las galletas que había llevado el día anterior, al parecer iba a llevárselas a sus dueños —Hasta mañana—. Se despidió algo cohibido.

Él se quedó allí sin saber qué hacer, miro la casa vacía, lo cual ya no le gustaba, quería que Fluke estuviera allí. — ¿Que me has hecho hermano?—, pregunto a la nada, en esos momentos se sentía algo perdido, por primera vez quería mantener a alguien en su vida, lo cual era extraño en sí, lo asustaba pero estaba dispuesto a descubrir a donde lo llevaría todo aquello.

Un nuevo avance en esta historia, Kao acepto la ayuda de Fluke...


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