Capítulo 10
Kao encontró aquel libro interesante, era uno de fantasía que hablaba de batallas entre ángeles y demonios, no creía que algo de eso fuera de verdad, pero era completamente fascinante leer sobre batallas que se realizaban con algo parecido a la magia que cada uno de ellos tenía, no era una sociedad tan avanzada como la suya, pero había descubierto a lo largo de sus viajes muchos libros entretenidos.
— ¿Ya lo leíste? —, pregunto Saint entrando a la casa después de haber terminado con su labor.
— ¿De dónde lo sacaste?
—Lo encontré en la oficina de la Regente, me dijo que había sido de mi padre, que gracias a él decidieron mi nombre, le gustaba mucho leer sobre las deidades de la tierra—. Sonrió recordando las historias que le contaba Sarocha sobre los padres que no llego a conocer.
—Ahora todo tiene sentido...
—Así es, cambiando de tema creo que deberías ir a ver a nuestro antiguo entrenador... Alonew estuvo casi al borde de la muerte en la guerra, sería bueno que te pasearas por su casa y lo saludaras.
— ¿De verdad estuvo a punto de morir?
—Sí, se enfrentó directamente con algunos cabecillas de los rebeldes y los hechizos que usaron contra él no fueron nada bonitos, muchos de ellos eran eléctricos, ya podrás imaginar lo que eso le causo a su cuerpo y a su lobo, ninguno de ellos jugo limpio en aquella batalla.
—Ese es el camino del guerrero que eligió, ninguno está a salvo cuando se enfrenta a una misión sin importar lo fácil que sea...
—Lo sé, pero aun así sería bueno que lo visitaras, él es parte de nuestra vida, fue quien nos terminó de formar en lo que somos hoy en día—. El omega quería que Kao volviera a reconstruir los lazos que una vez tuvo en Arcadia y su antiguo maestro debía ser el principio.
—No me gusta estar repitiéndome, pero te lo voy a decir una vez más, recuerda la razón de la porque estoy aquí, solo estoy de paso, en cuanto tenga una oportunidad seguiré adelante con mis planes—. Cerro el libro y lo dejo sobre la mesa.
— ¿Que ganas con el odio?, solo haces crecer el dolor que está en tu corazón, está bien, te concedo que te ayudo a ser más fuerte pero estas solo y los dos sabemos que la soledad no es buena compañía, yo pienso que tener a alguien o algo que proteger es lo que más importa para ser fuertes, sino ¿para que lo hacemos?, ¿para qué ser el mejor guerrero o el más fuerte, si al final estamos solos?
Kao no dijo nada, ¿qué iba a decir?, esas palabras ya las había escuchado muchas veces a lo largo de su vida, pero nada le iba hacer cambiar de opinión, los consejeros de Arcadia le habían causado mucho daño, perdió a su familia entera incluyendo a un hermano que adoraba, tenían que pagar por sus pecados y él iba a ser quien hiciera justicia, así como el ángel vengador del que había leído en aquel libro, podría decirse que era venganza, pero para él sería borrón y cuenta nueva.
La puerta fue tocada y Saint se levantó abrir sabiendo que no conseguiría una respuesta del otro —Earth. ¿Qué haces aquí? —. Lo saludo con una sonrisa, mientras que el alfa desde su lugar solo rodo los ojos molesto por ver nuevamente su cara.
—Yo solo vine porque creo que deberían saber que Fluke ataco a uno de los ancianos del consejo...
El castaño iba saliendo de la oficina de la Regente cuando se topó de frente con los dos consejeros, estos habían llegado con aires de grandeza al lugar, mirando a todos por encima del hombro incluyendo a Sarocha que se había colocado de pie para recibirlos.
—Apártate muchacho, estas obstruyendo el paso—, dijo la mujer de manera despectiva.
—No, primero me van a escuchar... Tienen que decir la verdad sobre Peter, deben hacer que dejen de verlo como un traidor, ustedes fueron quienes tomaron aquella decisión...— No sabía de donde le salió el valor de decir aquello, solo los vio y los recuerdos vividos a través de los ojos de Kao le habían llegado rápidamente a su cabeza, odiaba las injusticias y sentía que con aquellos hermanos se había cometido una muy grande.
—Guarda silencio omega, no sabes de lo que hablas—, susurro con los dientes apretados el hombre.
—Pero, es que debe saberse la verdad, no la pueden ocultarla para siempre.
—Ya es suficiente de tanta insolencia, ¡Retírate de nuestra vista! —. Volvió a decir la mujer sin cambiar su semblante serio —Aprende de una buena vez que se hace lo necesario por el bien de todos, creo que es algo que deberías saber muy bien como un Natouch... Si hay que hacer sacrificios, se hacen, una vida por el bien del planeta se entrega, no eres más que un simple joven que no entiende nada de los sacrificios.
En ese momento por la mente de Fluke todo lo que paso fueron las personas que murieron durante la guerra, muchos compañeros de generación que dieron su vida por defender la Constelación de las manos enemigas, aquella mujer le venía hablar de sacrificios cuando no estuvo en medio de la pelea, mientras todos ellos luchaban con todo lo que tenían en el campo de batalla, aquellos dos consejeros estaban resguardados en Arcadia sin mover un dedo por defender su hogar, pensó también en su propia infancia, en la de Saint, en la de Kao, sobre todo en la de este último, en sus vidas habían sacrificios que los habían marcado para ser las personas que eran ahora.
Por eso un dolor y una rabia ciega lo poseyó que no se dio cuenta en el momento exacto en que levanto su mano y le dio una cachetada a aquella mujer, que de no haberla sostenido el otro consejero hubiera terminado en el suelo —¿Ustedes me vienen hablar de sacrificios a mí?, ¿ustedes que durante la guerra estuvieron sentados cómodamente simplemente dando órdenes?, no estuvieron allí para ver las consecuencias de sus mandatos, tampoco estuvieron allí cuando los valientes guerreros fueron cayendo uno a uno, así que no me vengan a decir a mí que no se de sacrificios...
Sarocha quien estaba sorprendida por el comportamiento del omega, se acercó por fin para tomarlo del brazo y alejarlo de los consejeros, se notaba fuera de sí, el calmado y sereno Fluke Natouch por primera vez mostraba indicios de rabia.
— ¡Ploy llévatelo!, ¡haz que se calme! —. Llamo a su asistente.
El castaño se dejó llevar sin ningún problemas, incluso parecía confundido con lo que había hecho, en ese momento la Regente lo entendió todo, desde que aquello comenzó, había considerado como la personalidad tranquila del omega influiría en el alfa pelinegro, pero jamás considero la manera en que este lo haría en Fluke, aquel enlace en definitiva era una cosa de cuidado, miro la mejilla roja de aquella mujer, la verdad es que se lo merecía, muchas veces ella misma lo quiso hacer, pero se contenía para no perder la compostura como cabeza de Arcadia.
— ¡Debe ser castigado! —, grito histérico la consejera — ¿Cómo se enteró de lo sucedido con los Noppakao?, exijo saber...
—Muchos de los que estuvieron involucrados en la guerra se enteraron de la verdad.
— ¿Cómo lo castigara?, esto es una falta para parte de las autoridades del planeta, él como guerrero nos debe respeto—, dijo aquel hombre molesto.
—Saben muy bien que no hay tiempo para eso, si los mande a llamar es porque ya tengo el lugar en donde se van a esconder...
— ¡Ya le dijimos que nosotros no tenemos por qué escondernos! —. El hombre frunció el ceño contra aquello —Lo que deberíamos estar discutiendo es el hecho de que ese Noppakao ande libre por las calles de Arcadia, ¡es un traidor!, además no vamos a permite que ese omega por muy Natouch que sea se salga con la suya, ¡ambos son un peligro!
—Vamos a dejar las cosas claras, yo soy la Regente del planeta, ustedes solo son parte del consejo, su deber es solo sugerir ideas, yo soy la que decido si las acepto o no, aun no sé cómo mi antecesor fue capaz de aceptar que se terminara con la vida de toda una familia, pero yo no soy él... aquí se hace lo que yo digo, se van a ir a la casa de seguridad o yo misma los entregare a Kao Noppakao para que haga lo que quiera con ustedes, prefiero eso antes de que por su terquedad se vuelva armar una batalla porque aún hay unos rebeldes sueltos que quieren su cabeza, ¿me han entendido?
— ¡La que no entiendes eres tú! —. La mujer estaba indignada con aquellas palabras, ¿cómo se abrevia a tratarlos así?
—Pues no me importa lo que tengan que decir—. Con un gesto de sus manos llamo a la escolta que había preparado y les ordeno llevárselos, luego de eso suspiro y salió en búsqueda de Fluke, encontrándose con Earth que comenzó hacerle muchas preguntas sobre lo que había pasado.
—Ahora no Earth, confórmate con saber que no lo castigare—. Le dio la espalda y entro en la habitación en donde Ploy había dejado al castaño, sin darse cuenta que el otro omega sabia más de lo necesario y se iba directo a donde no debía divulgar aquella información.
— ¿Cómo que ataco a los ancianos del consejo?— Saint no podía creer que el castaño hubiera sido capaz de eso.
—Sí, le dio una cachetada a la anciana Inthira.
— ¿Pero porque lo hizo?, eso no tiene ningún sentido para mí—. Volteo a ver hacia donde estaba Kao quien solo mostraba una cara impasible ante lo que estaba escuchando, quería ir a ver por el mismo que estaba pasando, pero ¿qué hacía con el pelinegro?, miro al otro omega y tomo una decisión —Iré a ver qué está pasando, por favor quédate con Kao.
—Espera Saint—. Lo tomo Earth del brazo —No creo que a Kao le guste que yo me quede aquí.
—No seas tonto, no va haber ningún problema ¿verdad Kao?—. El interpelado solo se encogió de hombros quitándole importancia al hecho de quedarse con el que fuera su compañero de escuadrón —Ya lo vez, no hay problema alguno, regreso en un rato—. Salió rápidamente de la casa.
El silencio volvió a reinar en el lugar, el pelinegro camino hacia la cocina solo por hacer algo, siendo seguido por Earth que no sabía muy bien cómo comportarse pero al ver que el otro estaba dejando algunos trastes en el fregadero decidió ofrecer su ayuda.
— ¿Necesitas que te ayude en algo?
Este no le contesto, solo se agarró al borde del lavaplatos para preguntarle: — ¿Que paso con la mujer?
—Por lo que entendí no mucho...
— ¿Dónde está ahora?
—No sé muy bien porque, pero la Regente los está moviendo a un lugar seguro—, contesto sin ningún problema al ver que Kao mantenía un tono tranquilo, casi monótono.
— ¿Sabes a dónde?—. El agarre sobre el metal se hizo más fuerte tratando de mantener la calma, no podía permitir que los causantes de su dolor salieran de su rango de ataque.
—La verdad es que no, solo escuche a Ploy decir algo de que los sacarían por la puerta este...
Eso era todo, tenía un indicio por dónde empezar a buscar, solo tenía que ser cuidadoso, se volteo hacia donde estaba el omega y lo miro de manera penetrante, a pesar de que su lobo en esos momentos no se encontraba con él, aun se veía imponente como para intimidar al otro, tanto que a Earth se le corto el aliento cuando comenzó acercársele y sin darse cuenta había recibido un golpe en el cuello que lo dejo sin sentido en el piso de la cocina, pues Kao había tomado una espada y salió de la casa a través del bosque hacia el este.
Entre tanto Fluke estaba hablando con la Regente sobre lo sucedido, se disculpó un millón de veces por perder el control, le conto una parte de lo que pasaba cuando las emociones contrarias eran fuertes para que entendiera de dende habia venido al arrebato, ganándose un sermón por parte de Sarocha en el cual le pedía que tuviera más cuidado y que fortaleciera sus escudos mentales, pero así como se habia disculpado no se arrepentía de lo que habia hecho, sentía que la verdad acerca de Peter debía saberse, aquellos miembros del consejo debían pagar, aunque ahora estuvieran fuera de su alcance, no entendía porque lo estaban protegiendo pero era consciente que no era por Kao en sí.
Salió de aquel edificio algo pensativo en cual debería ser su siguiente paso a seguir, cuando sintió como la marca en su pecho comenzaba a calentarse, rápidamente corrió al primer punto de aparición y se acercó al complejo Noppakao, allí hizo acopio de sus poderes sensoriales y se dio cuenta que en la casa no estaban Kao, ni Saint, solo le llego la visión del cuerpo inconsciente de Earth tirado en medio de la cocina, en ese momento tuvo un mal presentimiento, amplio su poder enfocándolo hacia el este y le llego un atisbo del pelinegro moviéndose por el bosque, hacia allá se debía dirigir, así que se apareció en el último punto en donde detecto su presencia para de allí tratar de alcanzarlo.
Kao corría todo lo que sus piernas le daban, como lo había intuido estaban llevando a los consejeros por el bosque, no tenía poderes pero era un buen rastreador y podía sentir el ruido de la comitiva moviéndose entre las hojas secas, estaba seguro que en las condiciones que se encontraba en ese momento tendría la oportunidad de por lo menos llegar a uno de ellos, todo dependería de cuantos guardias llevaran, pero sin magia aquel plan era muy arriesgado porque podría ser inmovilizado antes de que pudiera hacer algo.
—¡Detente! — Fue detenido por Fluke que se materializo a su lado.
—Suéltame...
—No—. Apretó su agarre decidido.
—Apártate o te matare—. Lo amenazo mostrándole la espada.
—Sabes muy bien que no puedes hacer eso porque igual morirías—. Lo miro serio —Este no es el momento para hacer ningún movimiento, no tienes magia y tampoco puedes transformarte en lobo, solo tienes el combate cuerpo a cuerpo, los guardias solo necesitarían un hechizo para quitarte del medio.
—Soy bueno en el combate sin magia y primero tienen que atinar antes de que algún hechizo me dé en el cuerpo, solo necesito esta espada para herirlos...
—¡No lo dudo!, pero con suerte solo lograras alcanzar a uno antes de que te atrapen—. Podía sentir la furia emanando del alfa, quería destruir todo a su paso, pero ese no era el momento para hacer algo, debía detenerlo a como diera lugar y a su mente llegaron las palabras de la consejera "Si hay que hacer sacrificios, se hacen, una vida por el bien de planeta se entrega", y entonces supo lo que tenía que hacer, se abrazó a su cintura tratando de detenerlo —Te ayudare—. En ese momento Kao dejo de forcejear, podía sentir la sinceridad y la determinación que venían detrás de esas palabras —Te ayudare, encontraremos la manera de saber a donde los llevaron y podrás capturarlos...
—¿Y luego me dejaras hacer lo que quiera con ellos? —, pregunto queriendo ver hasta dónde estaba dispuesto a llegar, no podía creer que de verdad se estuviera ofreciendo para hacer aquello.
—Si, harás lo que quieras—. No había duda en su voz ni en su mirada.
—Sabes muy bien lo quiero, ¿aun así me ayudaras? —. Quería ver hasta dónde estaba dispuesto a llegar.
—Te ayudare, pero tengo una condición...
—Una que no tengo que escuchar—. Ya bastante tenía con Peter como para que ahora aquel omega también le pusiera condiciones.
—Se que piensas que puedes hacer esto por ti solo, ¿pero después?, ¿que pasara después?, si en estos momentos corres con suerte y logras matar a uno te meterán en una celda y de allí no saldrás...
—Eso no va a suceder...
—Bien, corres con suerte y no te atrapan, ¿qué harás después?, ¿qué harás cuando cumplas con tu objetivo?
—Eso no te importa.
—Nunca lo piensas, te enfocas en una sola cosa y no piensas en el después, así has sido toda tu vida— Fluke se sentía demasiado unido al pelinegro como para dejar que terminara de arruinar su vida de esa manera.
Para Kao eso fue un golpe bajo, esas palabras eran muy parecidas a las que le había dicho su hermano, pero sin la venganza ¿quién era él?, siempre ha vivido tras un objetivo, lo cumple y se traza uno nuevo, esa vez no tenía por qué ser diferente —Tu no lo entiendes, simplemente tengo que hacerlo.
—¡Entiendo!, ¡por supuesto que entiendo! —. Señalo el punto exacto en donde se encontraba la marca en su pecho, fue una sola noche pero el dolor y la pena casi lo enloquecen.
La fuerza de los sentimientos que estaba recibiendo el alfa ante esa declaración fue abrumadora, tanto que no sabía qué hacer, así que hizo lo único que sabía, tomo a Fluke por el cuello y lo pego a un árbol, quería que se asustara, podía lidiar con el miedo, pero no sabía qué hacer con aquella calidez que estaba recorriendo su corazón.
—Solo déjame ayudarte—, dijo el castaño sin amedrentarse, metió la mano debajo de la camisa contraria y toco la marca, él sabía perfectamente que lo que estaba haciendo era una completa locura, pero de verdad llego amar a Peter, lloro su muerte y en ese momento necesitaba hacerle entender a Kao que estaba dispuesto ayudarlo.
—¿Qué quieres? —. Cedió al fin el alfa metiendo su propia mano bajo la camisa contraria.
—Que no estes solo.
—Yo no necesito tu lastima—, contestó apretando los dientes, pero la mirada que recibió tenia de todo menos lastima, así que pregunto:—¿Por qué? —. Y sintió como al otro le recorría un escalofrió que no era precisamente de miedo.
—No lo sé, solo sé que necesito ayudarte—. Se miraron a los ojos intensamente, en algún punto Kao desvió su mirada hacia los labios del castaño, haciendo que ese sentimiento extraño que a veces surgía lo atacara nuevamente, había una opresión en su pecho, así que se apartó tratando de conseguir aire.
—¿Cuál es la condición?
—Yo te ayudare a que recuperes algo de tu magia, investigare todo lo relacionado con sellos o al menos una manera de hacer que la producción de magia se acelere, sino funciona encontraremos otra manera de hacer que los consejeros confiesen, que toda Arcadia sepa la verdad—. Dio un paso hacia delante —Te ayudare a atraparlos y harás con ellos lo que quieras.
—¿Cuál es el pero? —. Sabía que tenía que haber uno.
—No podrás atacar Arcadia...
—Sabía que me saldrías con algo así.
—Solo ellos son los responsables de lo sucedido, ¿o acaso Melody tiene la culpa de algo?
—No necesito tu ayuda—. Le dio la espalda dispuesto a irse y contra todo pronóstico caminaba en dirección al complejo Noppakao y no hacia donde presuntamente estaban los consejeros.
—La marca parece almacenar tu magia, en mi familia hay algunos libros que hablan de eso, en la antigüedad solían suprimir la magia en algunos miembros por miedo a que le quitaran el poder a la línea de sangre del líder... pero la magia se regenera y ya te he dicho que he visto un atisbo en ti—. Siguió hablando para tratar de convencerlo —Además, si insistes en destruir el planeta Saint se enfrentará a ti y va a ser la batalla de nunca acabar.
—¿Crees que no le puedo ganar? —. Habia tocado la tecla de la vena competitiva de aquel alfa, así que consiguió su completa atención.
—¿De verdad quieres enfrentarte a muerte contra él?
—Sabes cual es la respuesta a esa pregunta.
—La verdad es que no, con relación a Saint tus sentimientos son confusos—. Siguió hablando con la espalda del pelinegro.
Quien se quedó allí parado, su cabeza era un torbellino de ideas en esos momentos, miro hacia el cielo y se preguntó: ¿porque Peter le habia hecho eso?, sintió el momento exacto en el cual Fluke se le acerco, habia una calidez emanando de aquel cuerpo, una que lo invitaba a tocarlo, en hundirse en aquellos brazos y dejarse llevar, pero no podía porque estaba a punto de ceder ante su petición, él era débil ante al castaño.
Fluke también se estremeció, las emociones del pelinegro eran muy fuertes, sabía que él quería acercarse, pero no sabía cómo, así que dio un paso adelante y lo tomo de la camisa si tocarlo directamente, de verdad quería que supiera que estaba allí para él, que lo ayudaría, egoístamente no quería que cayera en el abismo de una venganza ciega, que lo atraparan o terminara peleando con Saint, quería que tuviera un futuro más a allá de sus planes inmediatos.
—¿Porque quieres hacer esto?, ¿porque arriesgas tanto?, sabes muy bien que si tengo éxito lo más probable es que tengas que huir e incluso podrías salir herido—. Se volteo para mirarlo a los ojos, necesitaba respuestas.
El omega no sabía que decir, tenía una mezcla de sentimientos en su interior que ni el mismo sabia explicar, pero no hizo falta que dijera algo porque Kao siguió hablando mientras lo acorralaba contra un árbol —No sabes porque lo haces, pero en estos momentos tienes ganas de tocarme, mi cercanía te afecta—. Bajo su rostro hacia el contrario —Quieres que te toque—. Eso ultimo lo susurro cerca de su oído para luego volver a mirarlo a los ojos —Si quieres retractarte tendrás que hacerlo ahora, pero si sigues firme con tu idea te arrastrare conmigo—. Ya habia descifrado lo que sentía y si se iba a hundir se llevaría al omega consigo
Las palabras del alfa taladraban la cabeza del castaño en ese momento, sabía muy bien lo que estaba proponiendo, estaba accediendo a un plan que asesinaría a dos personas, no importa que con aquello estuviera salvando la vida del planeta, le estaba dando a Kao lo que él quería, también sería responsable de aquello y como ya se lo habia planteado una vez que se llevara a cabo el plan no podría quedarse en Arcadia, no obstante quería justicia y por supuesto todo lo que habia dicho era verdad, quería tocarlo, quería perderse en sus brazos, las mismas emociones que sentía del otro, ¿cuándo habia pasado eso?, ¿cuándo habia desarrollado sentimientos tan fuertes hacia el alfa?, sin embargo, sabía que nada tenía que ver el enlace, ese solo fue un medio para que se conocieran, lo demás habia venido solo, habia sido completamente inevitable.
—No retiro mis palabras—, contesto al fin sellando su destino.
Kao simplemente asintió y rompió la distancia que los separaba y lo beso con rudeza...
¡Se besaron!, ¿Qué creen pasara ahora?
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