Un castaño corría a todo lo que sus piernas le daban, no sabía cómo su hermano menor había terminado en el campo de batalla, lo había detectado a través de sus poderes sensoriales, pero eso no era lo que más le preocupo, sino el hecho de haberle llegado la visión de que estaba rodeado de enemigos, acabo rápidamente con el contrincante que tenía en frente y se dirigió hacia donde estaba él, estaba cansado, llevaba mucho tiempo luchando, tanto que sus habilidades especiales comenzaban a fallar un poco, por eso no se había dado cuenta antes de su presencia, lo peor es que mientras más se acercaba las imágenes de lo que estaba pasando con su hermano eran más constantes, ya había terminado con casi todos sus enemigos pero sin darse cuenta habian tres que se dirigían en su dirección.

Cuando por fin llegó, vio en cámara lenta como su hermano intentaba colocarse de pie pero sus brazos y piernas no le respondieron, estaba a punto de perder la conciencia, por lo cual tuvo que intervenir rápidamente y a pura fuerza de voluntad se enfrentó a aquellos hombres, él tampoco estaba en las mejores condiciones, pero lo logro; logro terminar con todos ellos, luego se volvió a concentrar sondeando un poco el ambiente, solo para notar que habian dos presencias cerca de su ubicación, pero al analizarlas mejor se dio cuenta que eran sus compañeros de batalla, asi que cuando estuvieron en su campo de visión se dejó caer en la inconciencia también.

En otro punto de aquel lugar en el que se estaba llevando a cabo esa guerra, un pelinegro misterioso esperaba que su hechizo de rastreo le indicara la localización de uno de los cabecillas de aquella masacre, había logrado ocultar por completo su olor, incluso su presencia, él observo la pelea de aquel joven que por las técnicas que usaba lo reconoció como un Natouch, incluso lo vio caer pensando que todo había terminado, lamentablemente no podía intervenir, la llegada del castaño lo sorprendió un poco no lo había sentido acercarse, ver la manera en que defendió a su familiar lo sorprendió, al igual que la forma en que se dejó caer cuando llegaron sus camaradas.

Y en menos de lo pensaba su hechizo había sido completado, estaba listo para ir por su objetivo, sin embargo, en su desesperación por completar su tarea no se dio cuenta de una presencia que lo seguía de cerca, era otro pelinegro que también había sido testigo de todo lo que sucedió en ese pedazo del campo de batalla.

Los líderes de los planetas de la Singularidad de Sirius lograron acabar con la cabeza de los rebeldes, pero no asi con el hechizo que habían colocado en el campo de batalla, uno que los tenia sumergido en un domo en el cual no pasaba el tiempo, desde que todo aquello había comenzado, se podía entrar pero no salir, estaban seguros que habian pasado meses, pero ellos no lo sintieron, parecía que había sido ayer que habian comenzado a combatir, aparte de que los recursos comenzaban a escasear, la comida y las medicinas ya no eran suficientes para mantener a todos los gurreros.

Estaban desesperados por una solución, hasta que en el último momento todo se había desvanecido, lo cual los hizo pensar que al vencer a su lanzador todo había terminado, cosa que no fue de esa manera, pues la caída de la barrera se la debían a dos pelinegros, mas específicamente a los hermanos Noppakao, estos eran los dos extraños que habian estado a la sombra en el campo de batalla, habian encontrado al verdadero lanzador del hechizo matándolo en el proceso.

No obstante, las cosas no eran tan fáciles, uno de ellos estaba lleno de rencor, de rabia, estaba enojado con la vida, con Arcadia, ellos le habian dado la espalda en su momento más bajo, había tenido que buscar la venganza con sus propias manos, solo para enterarse que lo que considero como la verdad desde niño no era de esa manera, creció creyendo que su hermano era un traidor, solo para enterarse que solo cumplía ordenes, las ordenes malditas que le había dado el consejo y el líder de Arcadia, había matado a toda su familia por órdenes de unas personas que creían saber mejor como eran las cosas, quería ser el quien acabara con todos, solo por eso se había deshecho de aquellos rebeldes, quería tener la satisfacción de terminar con su existencia con sus propias manos, tenía el poder y los recursos, solo necesitaba una oportunidad.

—Lo que piensas hacer no es el camino, debes detenerte... Lo tomo del brazo el mayor de ellos.

—No—, respondió sin pensarlo, nada lo haría cambiar de opinión, debía destruirlos a todos.

— ¿Que vas hacer después que acabes con el consejo?

—Destruir Arcadia.

— ¡Maldita sea!, siempre estás haciendo las cosas sin pensar, ¿destruyes Arcadia y después qué?, ¿después que vas hacer?... Tu vida está llena de decisiones impulsivas, fuiste detrás de mí sin pensar en las consecuencias y ahora quieres hacer una locura sin tener un plan de respaldo, ¿O piensas que los demás planetas se van a quedar con los brazos cruzados?

—No me importa, ninguno de ellos es lo suficientemente fuerte como para acabar conmigo, tú lo sabes, he abrazado a mi parte alfa como ningún otro lo ha hecho, además de que he perfeccionado mis poderes más allá de lo inimaginable, se lo que hago.

—Pero de verdad crees que matar a todos esos inocentes te traerá paz.

—Si tiene que ser asi, asi será.

— ¡No eres realista!, no piensas en tus acciones y las consecuencias.

—Allí está el problema, no me importan las consecuencias, ¡no me queda nada!, no tengo casa, familia y tú en poco tiempo me vas a dejar, estas enfermo y no te queda mucho tiempo de vida, por lo menos déjame limpiar tu nombre.

— ¡Pero si tienes amigos!, personas que siempre han querido que regreses a Arcadia, los he visto, he seguido tus pasos y sé que algunos miembros de tu escuadrón aún esperan por ti, date una oportunidad para tener una vida normal.

— ¡Normal!, ¿qué es normalidad?, ¿o es que acaso crees que los que se enlistan para ser guerreros llevan una vida normal?

— ¡Claro que puedes!, los guerreros se enamoran, tienen familia, no puedes quedarte solo para siempre.

Al parecer tendría que emplear el plan B, su hermano era como un animal herido, uno que ya lo habían dañado tanto que no quería mas nada de la vida, tendría que obligarlo, él mismo tendría que reparar el daño que había causado tantos años atrás al matar a su familia, tendría que encontrar a alguien que sirviera para llevar a cabo su plan, así que sin que su hermano pudiera decir algo mas había desaparecido en medio de un hechizo de desvanecimiento, asegurándose de no dejar un rastro que este pudiera seguir, tenía mucho que hacer y poco tiempo para lograrlo.

La desaparición del mayor de los Noppakao había sido como despertar un demonio que solo estaba dormido, tan solo dos días después, Kao como se llamaba el menor desato su rabia y se fue contra todo aquel que se encontró en el camino, no le importaba que aquellos apenas estuvieran recuperándose de una ardua lucha para atacar, incluso no se tocó el corazón cuando se encontró a uno de sus amigos del planeta Arcadia, uno que nunca se había dado por vencido con él y muchas veces trato de salvarlo de sí mismo y traerlo de nuevo con su gente; Saint lo tenía cercado con la ayuda de otros compañeros guerreros quienes también formaban parte de la misma generación.

— ¿Porque haces esto?, ¿porque quieres destruir la vida del planeta?

—Porque ellos destruyeron todo lo que tenía, merecen extinguirse...

—Peter no querría esto...

— ¿Tu que sabes?, ¿qué sabes de lo que querría mi estúpido hermano?

— ¡Lo sé!, se por qué haces esto, me entere hace poco y lo entiendo, entiendo tu rabia, pero matando inocentes no conseguirás nada, simplemente estarás echando por tierra todo lo que tu hermano creyó.

— ¡Cállate!, no me importa nada de lo que digas, todos tienen que pagar—. Aquel alfa estaba completamente descontrolado, su poder se había fusionado con su animal interior y ya no estaba razonando, todo lo que quería era justicia, justicia para su familia, para lo inocentes que murieron sin saber lo que estaba pasando, todos pagaron por unos pocos y su hermano fue el ejecutor de aquello, cumpliendo órdenes del maldito consejo del planeta, de un conjunto de viejos que se creían con la potestad de decidir el futuro de los demás.

Estaba a punto de atacar de nuevo cuando de repente su hermano apareció materializándose frente él, justo en el medio de su próximo ataque de fuego —¿De verdad no piensas detenerte?

—No, los hare pagar por lo que te obligaron hacer.

—No lo entiendes verdad, yo tenía una opción y elegí seguir sus órdenes, antepuse la estabilidad del planeta antes que a nuestra propia familia, si hay un culpable, ese soy yo.

—No me importa lo que digas, eras muy joven cuando colocaron ese peso sobre tus hombros, ellos no debieron pedirte aquello sabiendo tu fuerte sentido de lealtad hacia las fuerzas guerreras.

—Precisamente por eso, yo estaba consciente de lo que implicaba ser un luchador, mi lobo y yo lo supimos desde el momento que nos unimos a nuestro primer escuadrón, la vida de un guerrero implica sacrificios, decisiones difíciles...

—Nada de lo que me digas me hará cambiar de parecer— Kao ya no razonaba, estaba cegado por la sed de venganza, ni siquiera le importaba lo que tuviera que decir el protagonista principal de aquella dolorosa historia.

Para ese entonces, Peter sabía que no había manera en la cual pudiera hacerlo entrar en razón, tenía que poner en marcha su plan a como diera lugar, miro a su alrededor, lo que tenía que hacer era muy delicado necesitaba de mucha magia y debía mantenerse estático en un sitio, comenzó a reunir la energía necesaria, analizo a los presentes, dándose cuenta que Saint había reanudado la pelea con su hermano, ambos habian tomado su forma lobuna mientras trataban de imponer su fuerza sobre el otro.

Allí a simple vista quedaba en evidencia que alfas y omegas eran iguales, ellos eran los seres más fuertes de aquel planeta, en realidad tenía claro que su hermano era un poco más fuerte que el otro, pero la diferencia no era mucha, quito la mirada de ellos dos y volvió analizar a los guerreros que rodeaban la pelea, para lo que tenía pensando necesitaba de uno de ellos, pero no veía otro candidato idóneo que no fuera Saint, al cual no podía usar porque este tenía unos deberes que cumplir con el planeta.

Entonces lo vio, miro al castaño que había defendido al otro pelinegro aquel día en el campo de batalla, en su mirada se podía notar un toque de preocupación por lo que estaba pasando, en eso algo lo distrajo, Kao había logrado arrojar a Saint con un limpio golpe al suelo, ahora ambos estaban en su forma humana nuevamente y el menor de los Noppakao estaba listo para implementar su ataque final en su contrincante, hasta que sin proponérselo el chico que había identificado como un Natouch se interpuso en su camino.

Para Fluke, que asi se llamaba aquel joven fue solo un acto reflejo, no soportaba ver las injusticias, no era un suicida, solo no podía ignorar cuando alguien estaba en peligro, sabía muy bien que no estaba en las óptimas condiciones como para enfrentarse a Kao, pero si su intervención servía para darle tiempo a Saint para recuperarse, con eso le bastaba, aquello no podía terminar de esa manera, podía ver en los ojos de aquel pelinegro tanto dolor y desesperación, algo con lo que se identificaba perfectamente porque hubo un tiempo en el cual el mismo casi se hunde en ella.

Kao solo lo miro indolente, vio muchas emociones pasar por los ojos de aquel castaño, emociones que el quería olvidar, había hasta un tinte de compasión, uno con el que nadie lo había visto antes y no podía permitir que lo hiciera, asi que sin importarle nada cambio la dirección de su ataque y se fue en su contra; en ese momento Peter lo supo, no había más opciones, libero la magia que había reunido realizando aquel hechizo prohibido que tanto había reservado para aquel momento.

El ataque de Kao había logrado rozar el brazo de Fluke, el cual sintió un poco de dolor en su hombro y un destello de luz lo cegó por completo, para después caer en la inconciencia, esa luz le había quitado la visión a todos los presentes por algunos minutos, cuando todo se aclaró nuevamente Peter había desaparecido, Kao estaba en el suelo inconsciente al igual que Fluke, ¿qué paso?, fue la pregunta que paso por la cabeza de todos, no entendían que había sucedido pero sí que el mayor de los Noppakao tenía que ver con aquello, instantes antes de que todo sucediera habian visto como movía sus manos y recitaba unas palabras que desataron aquel destello de luz.

Uno que si hubiesen sabido de que trataba, muchos de los allí presentes lo hubieran impedido y otros se hubieran metido en el medio para ser el elegido, las cosas estaban a punto de cambiar para aquellos dos jóvenes que estaban tirados en aquel suelo, iban a comenzar a vivir una experiencia para la que ninguno de los dos estaba preparado y con la cual tendrían que lidiar hasta que encontraran la solución para aquello.

Y así comenzamos esta nueva historia, estaré actualizando los días martes, jueves y sábados 🤗🤗

Presentando a los personajes nombrados en el capitulo de hoy

Kao Noppakao (Alfa) y Fluke Natouch (Omega)

Peterpan Thasapon (Peter hermano de Kao), (Alfa)

Saint Suppapong (amigo de Kao), (Omega)