Jimin observó el duelo silencioso de las miradas entre los Alfas y se preguntó si sería buena idea que Amaru fuera quién se convirtiera en el próximo proveedor de alimentos de su manada. Después de lo vivido con el Xolo, él no se arriesgaría a pasar por nada similar. Eso lo hizo sentir triste, horas atrás estaba exultante por haber encontrado quién les lleve cacao y cosas ricas a su tierra de hielos.
Jungkook lo sintió a través del lazo y acarició su brazo para calmarlo e inició diálogo con Amaru a fin de dilucidar cuáles eran las reales intenciones con su Omega.

Lo saludó cordialmente…

—Hola Amaru ¿Cómo estás?
Improvisó un diálogo simple.

—Hola, Jungkook, estoy bien, feliz, disfrutando con la familia del mar y del sol.

La charla fue fluyendo y aquel momento incómodo pareció desaparecer.

—Vengan, quiero que conozcan a mi Omega y a mis cachorros.

Él señaló hacia el grupo de lobos ruidosos que parecían divertirse sobre l— arena.
Los híbridos siguieron a Amaru ante la queja de Sakâri por salir del agua.

—Es muy bella tu cachorra, Jungkook, ¿Cuántos niños tienen?

—Cuatro. Un varón y tres nenas.

—¡Vaya! Estás rodeado de mujeres.

Ambos sonrieron y Jungkook hizo un sí con su cabeza.

—Qué hermoso, yo tengo solo una niña y te aseguro que es la luz de mis ojos.

Esa charla informal distendió el momento y Jimin tuvo la pequeña esperanza de que Amaru fuera el hombre indicado para llevar el bendito cacao a su poblado. Jungkook sintió lo mismo, él no tenía los dones de Jimin, pero era perfectamente capaz de saber cuándo otro Alfa tiene buenas intenciones o no.

Conocieron a su mujer y a su beba, una preciosa cachorra de seis años que hizo amistad en el acto, con Sakâri.

—A la noche solemos reunirnos alrededor del fuego, asamos pescado y comemos todos juntos. Están invitados a compartir con nosotros.

—Gracias, pero solemos ir a dormir muy temprano y los niños…

—No acepto un no —interrumpió categóricamente Amaru— Por favor, vengan, traigan a toda la manada y a los dos jóvenes que los acompañan.

La insistencia los convenció, dijeron que sí y decidieron que irían. Por supuesto que Trigal y Almendra no lo harían, por la ya conocida situación, ambos siendo Omegas no marcados, no se someterían a riesgos innecesarios de que aparezca un alfa malintencionado y se produzca una situación incómoda. Así que una vez que Jimin y Jungkook hicieron dormir a su manada, los Omegas de hielo, armaron su propia fogata en el pequeño patio de la casa de playa donde se alojaban todos y se dedicaron a prodigarse mimos y amor frente al fuego.

Jimin y Jungkook salieron al encuentro de una manada desconocida pero se sentían seguros tras haber conocido a la familia de Amaru y confiaron que estarían entre amigos.
Vestidos de riguroso negro, descalzos y con sus cabellos recogidos en trenzas, irían a disfrutar por primera vez en sus vidas, de una noche cálida a orillas del mar y bajo una escandalosa luna menguante.

Amaru los recibió con abrazos y los presentó al resto como “¡Los más bellos perros de nieve que hayan visto en su puta vida!”
Los lobos aullaron, aplaudieron y Jimin sonrió tímido contra el pecho de su alaskan.

Se sentaron a escuchar las historias de sus nuevos amigos y allí se enteraron que el clan Capac Chasca tenía más de tres mil años de historia tras de sí. Ellos eran descendientes de una de las civilizaciones más longevas y fascinantes de la zona.
JK y JM encontraron cierto parecido físico con Uxmal, si bien ellos sabían que el Xolo provenía de estas zonas, no estaban seguros de a qué manada pertenecía. Pero lo que estaba a la vista era que compartían algunos rasgos similares, piel morena, complexión atlética, cabellos oscuros y muy lacios. Lo que ninguno de ellos tenía, por suerte, eran los horribles ojos amarillos del perro lampiño, tal vez se debiera a que son lobos y Uxmal era un híbrido xoloitzcuintle pero eso era solo una suposición, realmente no lo sabían.

La noche prosiguió, entre carcajadas y jolgorios ellos respondieron mil preguntas de los curiosos lobos, todos querían conocer la nieve, los mares congelados y por supuesto, la aurora boreal.

—¿Quieren saber algo bien bonito? —comentó Jungkook.

—¿Más bonito que tú? —murmuró una Omega de esplendorosos ojos castaños, sentada al lado del alaskan. Él la ignoró pero Jimin la había escuchado.

—Vamos, Jungkook —agitó Amaru— cuéntanos sobre eso bien bonito.

—Hace tanto frío allá arriba, que cuando lloras, las lágrimas se vuelven de hielo.

—¿Lágrimas de hielo? ¡Necesito ver eso! Aulló Amaru.

—Y yo comer tus lágrimas… —la loba no se contuvo de ser tan descarada y creyó que con las risotadas de sus amigos lo que había dicho solo lo escucharía Jungkook, pero no contaba con que Jimin también lo hubiera hecho.

El rojo miró a Jungkook con ojos de asombro, después miró a la desvergonzada y le sonrió, pero detrás de esa sonrisa estaba la firme promesa de arrancarle los ojos si la maldita seguía así. Ella devolvió la sonrisa, se levantó y se marchó meneando las caderas.

—Hablaremos de esto cuando lleguemos a casa, Jungkook.

—Jimin, no te enojes conmigo, yo no hice nada.

—Entonces no hablaremos, te quitarás la ropa y por las buenas o por malas, haré que hasta la luna sepa que tú eres mío.

Sobre el nombre del capítulo

Superluna de septiembre

En 2024, se podrán ver cuatro superlunas: el 19 de agosto, el 18 de septiembre, el 17 de octubre y el 15 de noviembre.