—Me siento un poco culpable de dejar a los niños.

—Jimin, quedan en buenas manos, no te preocupes, por favor.

—¿Pero qué tal si nos extrañan y lloran?

—¿Quieres suspender el viaje?

Jimin no contestó, se quedó mirando a lo lejos, a un punto inexistente.

—¿Jimin, qué quieres hacer? 

—Quiero ir, pero siento culpa.

—Amor ¿quieres que vaya yo solo, busco el cacao y regreso? Te quedas con los cachorros y adiós culpa.

—¿Tú solo?

Jungkook sabía que el Rojo tenía un serio problema en dejar que él hiciera cosas solo. No podía determinar si eso se trataba de inseguridades de que él no fuera capaz de resolver por sí mismo las situaciones, o eran miedos, o celos o todo eso junto.

—Sí, solo. ¿Crees que no seré capaz?

—Jungkook sabes que sé que te creo capaz de todo, pero no irás solo allí. Este es nuestro viaje deseado.

—Entonces, llevemos a Sakâri y Jeongguk. Amarán el mar cálido .

—¡¿Llevar a los cachorros tan lejos de casa?!

La voz de Trueno sonó estruendosa detrás de ellos.

—Papá, ¿Qué hemos hablado de qué entres a casa sin llamar? —increpó Jungkook con brazos en jarra y sonrisa de conejo.

Nam en lugar de contestar a eso siguió diciendo que llevar a las crías a un viaje tan largo no era conveniente. Detrás de Nam había llegado Jin con varias maletas enormes, dispuesto a instalarse en la casa de los Jeon-Park por el tiempo que durara el viaje.
El plan era brindarle a Sakâri y Jeongguk la mejor compañía en su hogar y entre sus cosas en el tiempo que sus padres estuvieran ausentes.

—Yo también pienso que es un viaje largo para exponer a los cachorros, Jungkook —Jin dio su opinión— pero la idea de que vayas solo tú, es bastante buena.

La opinión de Seokjin hizo dudar a Jimin, pensó que el alfa podría ir y volver rápido y él quedarse con sus hijitos pero cuando empezaba a creer que era una buena idea, Nam y su bocota lo arruinó.

—Dicen que la gente  allí anda casi desnuda—miró a Jin que asentía con la cabeza— por el calor, dicen, no lo sabemos.

Eso bastó para que a Jimin lo asaltaran todas las dudas del mundo. ¿Jungkook entre lobos y lobas casi desnudos? La idea le lastimó la mente y se lo transmitió al Alfa sin poder contenerse.

—No irás solo, Jungkook, ni lo sueñes.

Jungkook no había emitido sonido y ya lo estaba culpando.

—No dije nada, yo.

—Sí dijiste, hace unos minutos propusiste ir solo.

—Sí, porque me pareció sensato ya que no quieres dejar a los niños....

—¡Sensato —interrumpió el Omega— es que la gente no ande desnuda por allí!. No irás solo ¿O quieres ir a ver lobos desnudos?

—Ja, ja, ja, yo no quiero eso, Jimin. Ni siquiera sabía…

—No te rías, Jungkook.

—Jimin, no tengo ninguna intención de ir a ver gente sin ropas. ¿Está bien? Yo quiero viajar contigo, estar a tu lado y si hay gente desnuda... Pues miramos para otro lado...

Jimin cruzado de brazos y su gesto de pato enojado no le quitaba los ojos de encima.

—¿Y si vamos todos?

Esta vez era Trigal el entrometido.
Todos giraron a observar al hermoso lobo albino que una vez más y como de costumbre, oía conversaciones ajenas y no sólo las escuchaba también intervenía.

—Trigal… —suspiró JK.

—Todos… ¿todos? —preguntó Jimin sin entender exactamente a qué se refería el lobo de Los Hielos.

—Sí, Jimin. Puedo armar cuatro pulkas e ir todos.

Tan expresivo como de costumbre, Trigal gesticulaba acompañando las palabras con gestos.

—Acompañamos a Jimin y a Jungkook hasta la posada de mis padres, ellos siguen viaje en tren y nosotros —señaló a Jin, Nam— nos quedamos en la posada con los niños y con Almendra. ¡Serían vacaciones para todos!

—No —dijo categóricamente Jimin— no, en casa estarán mejor, Trigal. Gracias por la idea pero me sentiré más seguro si los niños quedan aquí en casa.

Dos segundos después de decir eso el Omega volvió a dudar, Jungkook lo percibió.

—¿Caramelo, qué es lo qué ocurre?

—Jungkook, es que no creo que esté bien irnos y dejar a los niños.

—Sí, Jeongguk es muy bebé, tienes razón.

—Pero, curiosamente, Gguki no me preocupa. Ya sabes, amor, él es un Enigma y no uno cualquiera. Él puede valerse por sí mismo aunque quedara solo.

Jungkook asentía.

—En este preciso momento está conectado a mí y me está transmitiendo calma y tranquilidad. Pero a mí me preocupa Sakâri, Koo, no quiero dejarla. Su anua estuvo en el limbo y aunque ella no tenga recuerdos de eso, su inconsciente sí… y quiero estar a su lado todo este tiempo, quiero abrazar su almita y su corazón. No puedo irme, Jungkook, no quiero hacerlo.

El Alfa caminó hacia el rojo y lo abrazó.

—Una vez más tienes toda la razón del mundo, Jimin. Nos quedaremos.

Jimin sonrió con sus ojos de media luna y levantó su rostro para hacer contacto visual con Jungkook. Se sentía feliz de que si Alfa lo apoyara en esta decisión.

—Solo hay un problema, que no sé cómo resolver….

—¿Cuál, amor?

—Chocolatito —dijo y el alfa se derritió. Por supuesto que Jungkook no pudo con ese puchero de pollito y lo besó dulce y suave.

—Iré a Siku y traeré todas tus reservas, Jimin. Quizás sean suficientes para pasar la estación. Después pensaremos como ir a buscar más

Y así fue que el plan quedó postergado para más adelante. Nam y Jin regresaron a su hogar con todas las maletas y Trigal corrió a su casa a contar novedades a cuánto lobo se le cruzara por el camino.

A partir de ese día, Jimin se dedicó a inventar canciones para su niña amada. La sentaba en su regazo y acariciaba el pequeño cuello que tras el abusivo ataque había dejado una marca que día a día iba volviéndose casi imperceptible, esa línea que había adquirido un tono blanco plateado, cada vez era más fina y dolía menos… a ella, porque a él le dolería de por vida.

Él había preparado en su botica una crema de salvia y la nena se dejaba hacer curaciones y se retorcía de placer cuando su papá iniciaba las caricias en el cuello y terminaba haciéndole cosquillas en el cuerpo.

Jimin amaba con locura a su cachorra, cada anochecer, se sentía bendito de que al apagar las luces, la respiración de Sakâri y Jeongguk le llegaran a él como un mantra sanador, como un bello arrorró que lo invitaba a dormir feliz y seguro entre los brazos de su alfa.

¡Qué dichoso se sentía! ¡Qué feliz era!

Estrechaba a Jungkook y lo atraía hacia él para dormir abrazados, su bello vientre apenas había crecido, pero él se estiraba ocupando casi todo el nido y el Alfa no decía nada ni se quejaba, pero le quedaba medio cuerpo afuera. Hasta aquella noche que tras un movimiento brusco, Jungkook le dio un codazo en la nariz y ese fue el momento en el que el alfa pasó a dormir fuera del nido sin abrazos y sin caricias.

Tampoco dijo nada y dejó que el caprichoso lo echara del nido.

A la segunda noche, Jungkook no pudo conciliar el sueño...

—Jimin, Jimin, despierta.

—¿Qué? ¿Qué pasó?

—No pasó nada, solo que…

—¿Qué ocurre, Jungkook?

—No quiero dormir solo. No me gusta. Necesito tu olor. Quiero que me abraces.

—Ven aquí mi pequeño bebé Alfa, duerme entre mis brazos.

—Prometo no golpear tu naricita.

—Gracias, honey.

Al día siguiente, sobre la enorme cama de ambos, Jimin armó un nido los suficientemente grande para albergar a los dos. Desde esa noche y hasta el momento de dar a luz, ellos durmieron abrazados, Jungkook con su nariz en el cuello de su omega y el omega ronroneando caramelo.

Sobre el nombre del capítulo.

Diciembre: Luna de la Noche Larga

El nombre de la luna llena de diciembre, se debe a llegada del invierno. También se llama luna fría y luna del roble.

Mis adoradas amigas, gracias por sus palabras de apoyo en estos días, he recibido tanto cariño que me dieron las fuerzas para regresar.
Las quiero mucho.
Gracias, gracias, gracias.

Mi duelo continúa, sé que es parte de la vida.
Este capítulo lo publico en honor a mi hermosa mamina, porque sé que ella desearía verme seguir haciendo lo que me hace feliz.

También sé que mi madre como dice una canción que amo y que cuando la escuchaba no significaba lo que ahora:

"Tú vives dentro de mí y vuelves con cada emoción, viajando en ese sol de algún verano.
Aún guardo en mí tu lugar.
Aún puedo oírte reír... Como ayer.
Yo sé con el alma que nos vamos a encontrar"

De nuevo, gracias a todas/os.

Lola/Gola/Caracola

15 de Octubre de 2024