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Capítulo 3: ¡Grita peligro!

Fueron unas horas agradables en su parecer, Izuku podría jurar que se acostumbraba al ahora del enigma y le gustaba estar rodeado de él. Ninguno se dio cuenta cuánto tiempo habían estado estudiando y repasando, solo hasta que el estómago de Izuku sonó.

El pecoso se sonrojó apenado, se suponía que después de salir de las clases de matemáticas Izuku siempre iba a la cafetería por algo de comer antes de irse a estudiar y así tener energías, pero es esos fue llevado por el alfa a la biblioteca sin dejarlo ir a ningún otro lado.

—Hum, perdón, creo que es mejor dejar el estudio hasta aquí —Izuku se levantó recogiendo sus cosas y metiéndolas en su pesada mochila, evitó el contacto visual sintiendo su rostro arder—, pero podemos venir otro día si quieres, las matemáticas se te dan fáciles y también me ayudas, eso es bueno.

—Te llevaré a comer. —habló el rubio sin más e Izuku se detuvo, apenas estaba terminando de cerrar su mochila y lo que el enigma dijo fue tan natural que lo dejó de piedra.

—¿Eh? —el omega alzó al fin su rostro mirando como el mayor también terminaba de recoger sus cosas.

—¿No te limpias bien las orejas? —el enigma sonrió poniendo la mochila marrón a su espalda—, ¿Ves? Te dije que el apodo de "Deku" te quedaba bien. Vamos.

—Pero no es… —Izuku trató de negarse, sin embargo, Katsuki volteó hacia él quitando la mochila amarilla de sus manos y cargando con ella también.

—Te dije que vamos, te invitaré lo que quieras, —dijo Katsuki comenzando a caminar a la salida—, pero no te creas especial, solo lo hago por ayudarme el otro día.

"Pero tú me ayudaste mucho hoy a mí"
Izuku pensó, más no lo dijo, estaba seguro que eso sólo llevaría a una discusión tonta, Katsuki era así, podía notar que sus comentarios sarcásticos y bromas solo eran su forma de expresarse, aunque estando solo era bastante callado, además de los gritos que soltaba de repente.

"Personalidad explosiva" concluyó con una ligera sonrisa, era amable a su manera, como le había dicho a Ochako, era un amargado pero no un matón. Izuku siguió con sus pensamientos mientras caminaba, no notó que iban al estacionamiento que había exclusivamente para los estudiantes de la universidad.

No hasta que se detuvieron frente a una motocicleta que se miraba pulida y sin un rasguño. Su color era negra con franjas naranjas, parecía esa que se usaba en las carreras e Izuku ya tenía miedo por lo que iba a pasar, sinceramente, le daba más miedo ahora la moto que el alfa enigma.

—Solo dime la dirección de tu restaurante favorito y estaremos allí en un minuto. —Katsuki se acercó a su vehículo para subirse, se acomodó su mochila marrón y le dejó la amarilla al pecoso—, vamos, ¿Cuál es esa cara de espanto que tienes?
No muerde, ni yo tampoco lo hago...

—Hum, verás, esas cosas de dos ruedas gritan "peligro" en rojo y brillante por todas partes. —Izuku no se movió de su puesto, sujetó su mochila con fuerza y estuvo tentado a darse la vuelta, aunque, solo pudo hacer un puchero cuando Katsuki se rió de él.

—Manejo desde que tengo catorce, tengo mi licencia e iré con cuidado, princesa miedosa —informó el rubio con diversión haciendo burla en la última frase, Izuku solo frunció su ceño y su puchero se hizo más pronunciado—, bien, no te digo así, solo… tienes que confiar en mí, dije que te llevaría a comer y eso haré, ¿Quieres subir?

Al final, rendido y con miedo, Izuku se acercó al aparato, se colocó su mochila y se sujetó de la mochila marrón que tenía el alfa, un casco fue puesto en su cabeza al revés cubriendo su visión, se quejó pero solo le tocó acomodarse y abrocharlo para después sí estar listo.

Con media sonrisa maliciosa, el rubio encendió su motocicleta y le bajó toda la gasolina haciendo que el motor sonará fuerte y ruidoso, eso hizo que el omega soltara la mochila marrón y se abrazara directamente de Katsuki, quien sonrió más y cambió las velocidades para arrancar.

….

Cuando Izuku al fin pudo bajarse de la moto casi cae al suelo, su cuerpo temblaba y su adrenalina estaba al mil, caminó hacia una mesa vacía y tomó asiento tratando de calmar su agitado corazón, pudo jurar que cruzó toda la ciudad en un parpadeo, el viento agitando su ropa y enfriando sus brazos era algo que no olvidaría pronto.

—¿Y, qué tal? Cuando estás en una motocicleta te sientes libre, ¿Verdad? —Katsuki apareció con vasos dos jugo en las manos y dejó uno al frente del pecoso, quien rápidamente lo tomó, bebiendo más de la mitad.

—Fue increíble, es increíble. —era emocionante, para alguien quién le gustaba la tranquilidad y los libros, salir de esa manera de su zona era aterrador, pero sobre todo fascinante al mismo tiempo.

—Lo acabo de decir, pero es bueno que lo reconozcas. —con una sonrisa llena de orgullo, Katsuki tomó su vaso de jugo y bebió, no pasó mucho antes de que un mesero beta apareciera y tomará sus órdenes.

Izuku no conocía el lugar, pero le gustaba, algunas mesas estaban afuera del local siendo protegidas por sombrillas enormes de mesa que les hacía sombra. Algunos árboles los rodeaban haciendo que el sitio tuviera más frescura y hacía un viento suave que agradaba más el lugar.
Mirando el menú, los ojos de Izuku brillaron al notar su comida favorita a la venta.

—Una buena porción de Katsudon por favor. —Izuku dijo bajando el menú y tomando más de su frío y dulce jugo, miró como el enigma solo le observó tranquilo antes de ordenar.

—Un plato de curry con picante extra —dicho los pedidos, el beta los escribió y se fue con los menús, Katsuki se apoyó sobre la mesa dándole vuelva a su bebida sin dejar de mirarlo—, ¿Te gusta mucho el cerdo frito?

—Bueno, básicamente el Katsudon es mi comida favorita, así que podría decir que sí. —el pecoso rascó su cuello con algo de pena, su amor por la comida hacía que sus rollitos nunca se fueran—. Ya vi que te gusta lo picante ¿No? El curry ya tiene y de paso con extra, ¿Como aguantas tanto? Yo apenas pruebo el wasabi y tengo que beber tres litros de leche después.

El omega suspiró, su punto fuerte eran los dulces, sobre todo los papeles y los rollos de canela, poca veces comía picante y cuando lo hacía se esperaba de poner la mínima cantidad en su comida. Aunque no le sorprendía tanto que el alfa tuviera ese gusto por las especias fuertes, su madre siempre le decía que a las personas que les gustaba el ají tenían el carácter fuerte, eso lo podía comprar ese día.

—Lo imaginé, se complementa con tu aroma, hueles a helado de menta y yerbabuena, dulce y fresco, —el rubio suspiró, como si estuviera respirando un buen néctar del aire—, me agrada.

Un sonrojo cubrió el rostro de Izuku sabiendo la finalidad de esa declaración, no dirías que te gusta el aroma de una persona a la ligera, el pecoso no podía negar qué, también le gustaba el aroma del enigma, desde la primera vez que estuvieron compartiendo el rato juntos en la biblioteca.

—P-pero, nosotros solo hemos pasado dos veces el tiempo juntos. —Izuku jugó con sus dedos, era como si estuviera repitiendo lo que habló con Ochako, los mismos nervios, ¿Sería eso lo que ella estaba tratando de decirle?

—No digo que tienes que ser mío de inmediato, aunque eso no me molestaría —esa declaración hizo ahogar al Omega con su propia saliva—, tampoco quiero apresurar las cosas, eres uno de los pocos omegas que solamente me tuvo algo de miedo al inicio, además de que eres alguien totalmente natural.

—¿A qué te refieres con eso? —ladeando su cabeza con confusión, Izuku trató de obtener una respuesta.

Sin embargo, antes de que Katsuki pudiera responder, el mesero llegó con las comidas, un gran tazón de Katsudon fue colocado al frente de Izuku y este prácticamente babeo, el delicioso aroma de la comida llegó a su nariz haciéndolo ronronear.

Tomó rápidamente sus palillos y tomó un trozo de cerdo empanizado soltando un ronroneo más profundo al saborearlo. No se había dado cuenta del hambre que tenía hasta ese momento, no se negó a llenar su boca con arroz caliente y esponjoso, masticando y tragando con satisfacción.

—Es delicioso. —Izuku estaba por comer otro pedazo de cerdo frito, pero se detuvo al oír una suave risa, se sonrojó y alzó su mirada para encontrarse con la de Katsuki, le sorprendió al notar una sonrisa en su rostro, no esa engreídas de siempre, una de verdad.

—No me equivoqué, mi alfa interno nunca lo hace. —el rubio dijo, por un segundo, el pecoso creyó que se burlaba de él, pero esa sonrisa lo cambió todo.

Una mano del alfa fue hasta su rostro y quitó un pequeño grano de arroz que estaba cerca de sus labios, Izuku casi muere por esa pequeña acción. Trató de continuar normal con la comida y hablar con Katsuki, quién también disfrutaba de su pedido.

Después de quedar con las panzas llenas, Izuku aún más porque pidió un delicioso postre de fresas con crema, y discutir por quién pagaría la cuenta, al final Katsuki le dio primero su tarjeta al mesero para que cobrase mientras regañaba al pecoso diciéndole que fue él quien invitó, fue llevado a casa en la moto del alfa, cuando se bajó sus piernas temblaban por la emoción, de nuevo, se despidió del rubio prometiendo darle una respuesta sincera en su próxima sección de estudios y entró a su apartamento con el corazón en la boca.

Había solo un par de novios, pero duró poco con ellos al no dar su brazo a torcer para "ser más íntimos", o la vez esa que uno de eso lo presionó a rebajar sus rollitos. No era gordo, pero su pancita no estaba marcada como la mayoría de los omegas, le gustaba su cuerpo así que no quería cambiar solo para tener una aprobación ajena, aunque esa persona fuese su propia pareja.

Katsuki le había dicho "me gusta que seas natural" y aún no entendía por completo a qué se refería con eso. Izuku lo pensó bastante, mientras se iba a la ducha para relajarse y después de colocarse su pijama más cómodo para tirarse sobre su cama. Le gustaba mucho, no solo por su aroma, sino por su forma de ser, podría ser un alfa grande y gruñón, pero debajo de esa corteza había alguien dulce.

—¡Aah, Izuku, por amor a los dioses! —se reprochó a sí mismo mientras apretaba su almohada con fuerza, su corazón no dejaba de latir como loco y su mente seguía repitiendo una y otra vez la imagen del alfa sonriéndole con cariño.

Esa forma de mirarlo fue lo que necesitaba para terminar por rendirse. Aunque aún faltaba unos días antes de volver a tener clases de matemáticas, pues solo las veía tres veces a la semana, el resto era de sus otras materias de biología, en la que por suerte el alfa no estaba ya que solo lo iba a distraer en sus clases.

—Idiota, debiste haber pedido mi número. O al menos debí darte el mío. —Izuku tuvo ganas de llorar, ¿Por qué nunca pensaba en esos pequeños detalles?

Si tuviera su número le daría la respuesta al alfa en ese momento, un SÍ en mayúsculas y adornado con stickers de corazones antes de que pudiera arrepentirse, pero ahora le tocaba esperar dos días más para verlo. Izuku solo se decidió por tomar una siesta, era mejor que autoreprocharse por su cabeza tonta.

(...)

PidoPerdon si todo es algo aburrido, pero esto e
s una historia para aquellas personas que van a los perfiles como chikypaz
Que necesiten curar un corazón roto y estabilidad emocional. 🧐

Espero que les haya gustado y que no se me vuelva a buguear Wattpad poniendo un doble párrafo otra vez akdkdk
(No se olviden de mis comentarios, si hay bastantes puede que suba otra parte en la noche uwu)

Zaorycast.✨✨

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