Todo le temblaba, tenía que apoyarse contra la pared y arrastrar sus pies para no caerse, los demás que estaban a su alrededor de chismosos murmuraban cosas sobre estar drogado o quizás su celo adelantado.

Pero la cuestión era peor que eso, sus males tenían nombre y apellido, Bakugou Katsuki, como se había presentado el alfa. ¿Quién hubiera imaginado que estar casi dos horas sentado al lado de ese hombre lo dejaría así? ¡Era una locura!

-¡Izu! ¿¡Pero qué te pasó!? -la beta castaña apareció y lo miró con los ojos bien abiertos, el pecoso apenas le pudo sonreír con los labios temblorosos-, ¡Oh por dios! ¿¡Al fin dejaste de ser virgen!?

-¿¡Qué!? ¡Ochako! -Izuku se hubiera reído si no fuera por la situación en la que se encontraban, su amiga de cabello castaño dijo eso en medio de los pasillos de la universidad, ya pronto vería el bullying por parte de los demás.

-¿¡Pero entonces por qué estás así!? -la beta dijo genuinamente interesada-, ¡Tienes que contarme todo con detalle!

Izuku miró su ansiedad y su lado chismoso en acción, sabía que no tenía escapatoria y lo mejor era decirle todo de una vez, al menos quería hacerlo en un lugar más tranquilo y con menos gente.
Estiró sus manos hacia ella para que lo mantuviera de pie, al parecer Ochako entendió el mensaje porque eso fue exactamente lo que hizo

O tal vez solo sea por sus ansias de un chisme fresco. Quien sabe.

Unos buenos treinta minutos después, Izuku bebía de su malteada como si su vida dependiera de ello mientras que Ochako comía una dona cubierta de chocolate, ella le miraba controlar su presión con el exceso de azúcar para que le pudiera contar las razón de su mal.

Cuando Izuku al fin terminó su bebida azucarada suspiró de satisfacción, lamió su labio superior para quitar su bigote dulce y robó una dona que tenía la beta al frente suyo, Ochako le dio un arañazo de gatito, pero era demasiado tarde para salvar su pan dulce.

-Ya deja de robarme y cuenta. -murmuró ella jalando su plato con donas para alejarlo de su alcance e Izuku le dio una mordida a la que robó.

-Verás, es algo raro de decir ya que fue una cosa extraña. -el pecoso contestó en voz baja y se inclinó sobre la mesa para hablar-. Estuve ayudando con matemáticas al enigma de intercambio -Izuku tapó la boca de Ochako sabiendo que ella iba a dejar salir un grito y formar un escalando-, baja la voz, estuve como dos horas con él sentado en una mesa, fue demasiada presión para mí.

-¡Oh, pobrecito! -cuando la castaña entendió lo que pasó no pudo no dar su pésame al Omega, sabía y entendía de sobra porque, Izuku era alguien bastante tímido y nervioso ante cualquier persona que no conoce.

Si fuera por el Omega, tomaría clases desde casa y se la pasaría en su habitación todo el día leyendo libros o algo parecido, la única razón por la cual no es así es porque la extrovertida de Ochako lo adoptó cuando estaban en el jardín de niños, ella siempre lo miraba y lo arrastraba con ella a todas partes sin dejarlo solo.

Eso fue bueno, ya que Izuku aprendió a ser más sociable con el tiempo, el más grande avance fue cuando incluyó a Shouto en su pequeño grupo en sus días de preparatoria, Shouto no era antisocial, solo una persona demasiado neutra, amante de la comida y algo simplona, Ochako estaba segura que incluso cambiaría a su propio padre por un plato se soba fría.

-¿Y, cómo es él? ¿Es gritón, te menospreció? ¿Usó su aroma para buscar tu sumisión a la hora de estudiar? -la beta se cruzó de brazos, podría ser una amante del chisme, pero no dejaría que un niño malcriado se pasará de listo con su mejor amigo.

-No, él es amable... -Izuku ladeó su cabeza al decir eso-, a su manera, tiene un lenguaje bastante grosero y no puede no decir una grosería en cada frase, pero prestó bastante atención, preguntó por cosas que no entendía e incluso me dijo algunos de sus métodos de estudio, a casi gritos, pero creo que esa es su forma de expresarse.

Izuku se encogió de hombros terminando de comer su dona, mientras que Ochako lo observaba con los ojos entrecerrados, el pecoso no pudo evitar ponerse nervioso y sonrojarse bajo esa mirada juzgadora, sabía que en algo nada bueno pensaba.

-¿Por qué exactamente saliste temblando de la biblioteca si él era "amable"? -la beta preguntó directamente, tomó otra dona y mordió más de la mitad en un bocado, Izuku solo suspiró y recordó la mirada del enigma, roja como sangre e intensa, además ese endemoniado aroma que lo dejó flotando.

-Es, bueno, él es intimidante por sí solo, y creo que estar bajo su influencia por tanto tiempo me puso así, ya sabes, se dice que los enigmas tienen ese efecto sobre los demás. -Izuku miró sus dedos y sus mejillas se pusieron más rosadas, mientras que Ochako no dejaba de verlo de esa forma, parecía como si estuviera escudriñando su alma de pies a cabeza.

-Mentiroso. -dijo ella-. Ya me di cuenta porqué te has puesto así, pero parece que eres tan denso que ni tú sabes, pero bueno, ten cuidado, Shouto me mencionó que tiene una pareja enorme y le cuesta mucho recuperarse cuando termina con sus secciones de "estudio".

-¿Inasa es cercano a ser enigma? -el Omega parpadeó confundido y Ochako solo se rió con fuerza, ella estaría en primera fila para ver de ese cliché adolescente (aunque ahora estaban en la universidad, pero el orden de los factores no altera el producto), puede que sea la mejor serie que vaya a ver en su vida.

....

Izuku llegó a sus clases de matemáticas junto a sus amigos, tomaron sus puestos habituales y esperaban a su profesor, hablaban entre ellos sobre algunos proyectos de otras materias que tenían pendientes, bueno, más bien Ochako e Izuku, porque Shouto solo respondía de vez en cuando con la boca llena de malvaviscos.

Era un misterio para el grupo como era que el Omega no moría por un ataque de azúcar o sus dientes no se caían, alguien normal no podría sobrevivir a algo tan extremo como eso. Ya habían intentado advertirle, pero el Omega bicolor hacía caso omiso y les decía que su salud era perfecta, al final solo les tocaba encogerse de hombros y rezar para que no fuera a morir antes de sus cuarenta.

La charla entre ellos fue interrumpida por la puerta del salón que fue azotada, Izuku se sobresaltó y miró a quien iba a entrar. Se sorprendió al notar que era el alfa enigma, que inspeccionó con el ceño fruncido todas las esquinas del aula, el pecoso se encogió un poco cuando sintió como los ojos rojos del alfa se posaron en él, aunque después simplemente el rubio siguió mirando hasta que llegó a un sitio vacío que estaba cerca la pared.

Pero al frente del pecoso, Katsuki caminó a ese puesto para tomarlo, el enigma solo se sentó allí, en silencio y sin mirar a más nadie, Izuku se sintió inquieto, no era que fuera algo malo, pero que ahora estuviera allí sabía que iba a estar distraído en su clase.

-No sabía que tomaba matemáticas. -Shouto habló rompiendo el pequeño silencio que se había formado entre ellos, los demás del aula miraban de reojo al rubio, pero seguían en sus cosas tratando de ignorar su presencia.

-Ah, sí da miedo de cerca. -le susurró la beta, Izuku asintió levemente pero no respondió, no era exactamente miedo lo que él sentía, era una intimidación extraña, pero aún así seguía siendo nervios y algo de miedo en general.

El Omega de verdad trató de ponerle atención a la clase, pero en más de una ocasión se encontró, fue mirando la espalda del enigma, notando como su lápiz se movía levemente sobre su cuaderno cuando anotaba. No podía ver su rostro, apenas alcanzaba a mirar su nariz afilada y su mandíbula cincelada.

¿Por qué ese alfa tenía que verse igual que los dioses griegos? Al menos de lo que leía, puede que incluso los enigmas sean de sangre divina que se ha mantenido con el paso del tiempo, no tenía manera de probarlo. Aunque creía fielmente en ello.

Al final de la clase el maestro dejó diez ejercicios en el gran pizarrón y se fue sin mirar atrás, Izuku por fin quitó su mirada del alfa y se fijó en la tarea, que les habían dejado, había nuevas fórmulas y llegó a una horrorosa conclusión. ¡No entendió nada de la clase y no sabía cómo hacer la tarea! Izuku quería estrellar su cabeza contra la mesa.

-¡Ya me tengo que ir Izu! Iré a una cita de estudio con alguien de mi carrera. -Ochako solo se despidió y desapareció por la puerta rápidamente, Izuku miró a su lado buscando a su amigo de cabellos mitad y mitad solo para darse cuenta de que él tampoco estaba.

-Me han abandonado. -Izuku sollozó traicionado, ¿Y ahora con quién repasará las notas que él obviamente no hizo? Estaba jodido.

-Hey, cabeza de brócoli. -Izuku dejó escapar un chillido para nada varonil, de nuevo, del susto por no prestar atención a su alrededor y notar que aún quedaba otra persona con él en el aula.

-¿¡S-sí!? -exclamó/chilló mirando al frente, ahí se encontró esa mirada roja que sabía los secretos de su alma, al menos eso juraba.

-Vamos a la biblioteca para hacer un repaso y también para resolver la tarea de hoy. -Eso fue una demanda, no una petición, pero con su confusión el Omega apenas pudo asentir con la cabeza.

-¿Sí? -respondió/se preguntó, mirando como el alfa tomaba su mochila y la cargaba llevándola consigo a la salida, Izuku apenas pudo espabilar para levantarse y seguirlo.

No pasó mucho antes de llegar a la biblioteca e ir a la mesa en la que estudiaron la vez pasada. Izuku sacó su cuaderno abriéndolo, solo dejando ver la fecha de ese día sin nada más en las páginas, no tomó ningún apunte, ni uno solo. Tembló levemente al sentir la mirada juzgadora del alfa y una ligera burla proveniente de él.

-En qué estarías pensando como para no poner nada, -Katsuki murmuró abriendo su cuaderno y dejando ver los perfectos apuntes con las fórmulas detalladas-, el otro día me pareció que eras un nerd, cerebrito de la clase, ahora lo estoy dudando bastante.

-¡Y-yo no estaba pensando en nada y no soy un nerd! -el Omega dijo con todo el valor que pudo reunir, sus labios formaron un puchero mientras miraba al enigma con una mezcla de determinación y miedo.

Katsuki solo se rió por lo bajo.

-Ajá, ahora, copia mis apuntes si no quieres terminar confundido cuando estemos resolviendo los ejercicios que tenemos por tarea. -mirándolo con media sonrisa, Izuku se contuvo de sacarle la lengua como cachorro mimado y tomó a regañadientes el cuaderno para traspasar al suyo todos los apuntes.

-¿Y qué carrera estudias? -preguntó el alfa en un tono tranquilo, era extraño que no hubiera dicho algunas, muchas, maldiciones hasta ahora.

-Ingeniería Biomédica ¿Y tu? -preguntó el pecoso sintiendo un poco de más confianza al estar en presencia del rubio, quién pareció darle una mirada aprobatoria.

-Algo difícil, pero perfecto para un nerd estudioso. -comentó con burla e Izuku le miró feo-. Pero te queda, Deku.

-¿Cómo qué Deku? Ya te había dicho que mi nombre es Izuku, I-zu-ku, no es Deku. -el peliverde refunfuñó mientras le explicaba al alfa con peras y manzanas como debía de pronunciarse su nombre.

-Ya sé que es Izuku -Katsuki rodó los ojos con fastidio-, pero el kanji también se puede leer como Deku.

-¡Pero eso significa inútil y acabas de llamarme nerd! -Izuku dejó el cuaderno de lado y miró al rubio con el ceño fruncido, prácticamente tuvo que alzar su rostro para hacerlo, aún estando sentados.

-Na, en realidad tiene más de un significado y además, te queda ese apodo. -el rubio se recostó en su silla, cruzando los brazos por encima de su cabeza y lo miraba sin ninguna preocupación e Izuku, el Omega sintió como una pequeña vena sobresalía de su frente.

-Bien, quieres jugar, juguemos -dijo el Omega dejando de lado los cuadernos, miró al alfa con detalles pensando en que apodo ponerle-, Bakugou, baku, bachan, no, eso no.

-¿Pero qué andas diciendo? -Ahora fue el turno de Katsuki en confundirse y ladear su cabeza.

-Estoy tratando de ponerte un apodo bono también, ¿No estás oyendo? -el Omega colocó una mano en su mentón y pensó profundamente-, Katsuki, Katsu, Ka... ¡Kacchan! Serás el grandullón Kacchan.

-¡¿Ha!? ¿¡Cómo qué Kacchan, me veo como un mocoso de tres años o qué!? -exclamó el rubio en cólera e Izuku casi se rió, olvidó que estaba tratando con un alfa enigma.

-¡Shhhhh! -ambos voltearon a ver a una señora de aspecto mayor que empujaba un carrito lleno de libros-, Un ruido más y los expulso permanentemente de la biblioteca.

La bibliotecaria les advirtió mientras los miraba con dureza, Izuku asintió rápidamente y se disculpó en voz baja con ella, la mujer los miró fijo una vez más y después se fue empujando su carrito por los pasillos. Izuku volteó para mirar a Katsuki y este también le miró, se quedaron así por un momento hasta que Izuku decidió romper el silencio.

-Entonces, Kacchan. Nunca me dijiste que carrera estudias. -Izuku volvió a sus apuntes y Katsuki resopló.

-Hijo de tu... -no terminó la frase nada más por respeto, aún cuando podía ver una sonrisa en esos labios carnosos-, estudio dos, una en deportes y administración de empresas. Primero quiero ganar un mundial antes de resignarme a la segunda carrera.

-¿Hablas de tener un enfrentamiento con E.U? -el pecoso preguntó recibiendo un gruñido bajo como afirmación-, ¿Por qué? ¿Solo eso y después renuncias?

-Solo es una mierda que quiero hacer, después de todo, los deportes para mí solo son un hobbies, no es algo que quiera hacer de por vida. -Katsuki le restó importancia e Izuku no lo cuestionó, era su decisión y sus gustos, sabía que por su género podría ser el alfa más reconocido en los deportes de manera mundial.

Pero si él no lo quería así no se podía hacer más. Izuku solo le sonrió levemente y volvió a las notas, después de escribir todo el alfa comenzó a explicarle lo que vieron, después de que el Omega entendió todo a perfectamente, se dispusieron a hacer la tarea.

(...)

Cap dos~

Me dejan muchos comentarios, me dicen si hay errores ortográficos, y yo me iré a escribir lo más bueno de este fic, bye 🧐✨

Zaorycast.✨✨