"Esos ojos podrían poner a mis demonios de rodillas."

— ¡Oh, Dios! ¡JungKook! — Reía a carcajadas el menor, mientras JungKook le hacía cosquillas.

—No debiste ser tan malo, amor. — JiMin asintió sin dejar de reír.

El tatuado paró y se acercó a los labios de JiMin, sin embargo no pudo ya que éste le dió una fuerte cachetada.

—Hey, que...

—¿Qué, acaso querías que esa perra siguiera insultándome? ¿¡Eh!?

JungKook lo miró frunciendo el ceño para luego comenzar a reír, agarrando su estómago.

JiMin se levantó de su cama, alejándose del mayor, y cruzó sus brazos. Ofendido.

Luego de unos segundos, en los que JungKook aún reía, una pequeña sonrisa adornó su rostro.

¿Y cómo no? Si ver a JungKook reír era lo que más amaba en su vida.

JiMin lo miraba... y podía jurar que no le quedaban ganas de mirar a nadie más. En ese preciso momento comprendió que los ojos; siempre, siempre le pertenecen a la persona que los hace brillar.

Rió junto a él, y se lanzó a JungKook, éste lo recibió con los brazos abiertos.

Sus labios se unieron en un tierno beso.

Y JiMin comprendió, que si estaba junto a JungKook, nada saldría mal.

Odiaba las veces en las que hacía sentir mal a JungKook, aun así no fueran con intención. Es por eso, que se juró nunca más hacerle daño al precioso chico que se encontraba besando sus labios con cariño.

Y eso, significaba una sola cosa.

Capitulos más cortos que todas mis relaciones kdjdi ESTAS WEAS DEBERÍAS TARDARTE UN MINUTO EN LEERLA HAAAAA Y YO ME TARDE 1 SEMANA 1 EN SABER QUE CHUCHAS HACER HAAAAAAAA

Conpermiso, ya me desahogue ^^