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VII

Doy tres golpes fuertes a la puerta delante de mi, como si la vida me dependiera de ello, pero al no recibir respuesta alguna puedo deducir que lo que Mark le ha dicho a Jude es cierto. Se ha ido a investigar algo con los muchachos y nos ha dejado solos con el Raimon.

Esto no es bueno.

Esto no es nada bueno.

Jude y yo no somos Mark, somos incapaces de dirigir un equipo como lo hace el, tenemos métodos distintos y estoy segura que a los chicos no les va a gustar nada.

Suspiro, aun estática delante de la puerta.

-¿Carina? -Me giro inmediatamente cuando escucho que me llaman, pero grande es mi sorpresa cuando Nelly Raimon la mujer de Mark se planta delante de mi, sonriendo. Sigue igual que como la recuerdo.

-Nelly, cuanto tiempo -Le sonrío también amigable- Vine a comprobar si Mark se había ido realmente, y veo que es así- Esta asiente un par de veces y veo que lleva las bolsas de la compra, debe pesarle, debo irme pronto no me gusta molestar.

-Si, se fue hace una hora. Shawn y los chicos vinieron a por el, todos están muy convencidos de que pasa algo en el Sector V que ellos no saben -La chica parece darse cuenta de algo cuando corta su discurso al instante- ¿Quieres pasar? Podemos hablar un rato como en el verano del campeonato.

Lo pienso un poco y prefiero ser prudente- No quiero molestar, seguro que tienes muchas cosas que hacer -Me disculpo, pero ella sigue insistiendo.

-Que va, no es una molestia, podemos hacer algo de café ¿Que me dices?

Asiento con la cabeza entusiasmada -Con ese café me has logrado convencer.

La mujer pasa a mi lado, abriendo la puerta pasando ella primero y luego dejándome pasar a mi.

Me indica que la saga hasta la cocina, donde me hace sentar en una isla viendo como ella escalfa la leche para poder echársela a la mezcla, cuando tiene todos los ingredientes necesarios los trae con una bandeja y se sienta delante de mi- Bueno, pues lo que estaba diciendo, Mark y los demás piensan que hay algo muy extraño en todo esto del Sector V, algo de lo que nadie sabe y de lo que no estamos alerta. Por eso decidieron que era mejor investigar para poder estar prevenidos ante cualquier tipo de sorpresa.

Asiento con la cabeza- Comprendo, es una decisión muy acertada, aún que hubiesen podido pedir my ayuda, hubiese ido encantada. Aún que supongo que seré de mas utilidad aquí entrenando al equipo.

Esta me mira, echándole a su café algo de azúcar imitando mi acción- hubieses sido útil en cualquier de los dos sitios, te lo digo yo. Mark estuvo tentado a preguntarte, pero luego cayó en cuenta que con todo el lio de la boda a lo mejor era ponerte más problemas de los que tienes.

-Pues si, hubiese sido un lio- Ambos soltamos unas cuantas carcajadas.

-Sobre eso ¿Que tal van los preparativos? Según lo que me dijo Mark seremos muchos- Sonrío inevitablemente.

-Si, seremos muchos, pero es de entender, Artemis quiere que su equipo venga, yo también quiero que el mío venga, los amigos del torneo, la familia- Suelto una carcajada- Solo de pensarlo me da algo de miedo tener que hablar con tanta gente.

-Seguro que saldrá genial, os lo merecéis- Me hace un cumplido mientras bebo un sorbo más de la bebida, y le sonrío agradecida. Esta suspira con nostalgia me imagino que recordando su boda con Mark- Que envidia me estás dando ahora mismo, yo me lo pasé muy bien organizándolo todo, aún que Mark es un despistado.

Reímos ante eso- En mi caso es extraño, parece que todo el mundo tiene mas cosas que opinar de la boda que yo misma- Me encojo de hombros- Lo están eligiendo al gusto de mi madre. Pero así me quitan trabajo a mi, con todo este lio de la revolución.

-Me lo imagino, si- Se calla escaneándome por unos instantes, quedándose callada.

-¿Que pasa?

-¿Has intentado hablar con Axel?- El aire se me queda atascado en la garganta, pero para mi suerte ella prosigue- Es que Mark está muy convencido de que el está de nuestro lado, pero que algo le impide decírnoslo. Y por el collar que llevas sé que le has visto.

-Si, fui a hablar con el la primera semana que estuve aquí -Acepto, intentando calmar sus ansias de saber, pero evitando el resto, esta esta vez ya no somos dos niños jugando, sabemos que cuantas más personas lo sepan peor nos irá a los dos- No puedes decirle a Mark lo que te voy a contar, es un secreto de la Resistencia- Esta asiente entendiendo el punto- Axel está de nuestro lado y nos va pasando la información más relevante, pero para poder hacer eso y no ser descubierto tuvo que infiltrarse en el Sector V.

-¿Que dices?

[...]

Veo como los muchachos empiezan a aceptar de buen grado el nuevo método de entrenamiento que hemos diseñado Jude y yo. Después de unos cuantos problemitas con algunos jugadores han acabado entendiendo que sin resistencia física no van a llegar muy lejos con el movimiento que pretenden llevar a cabo.

La final cada vez se acerca más y con ella mi boda, no se porqué los nervios se me disparan al pensar que estaré unida a Artemis toda la vida.

Cuando el entrenamiento acaba y los muchachos ya se han ido me despido de todos ellos, dirigiéndome a la casa de Axel. Se nos ha echo costumbre vernos todas las tardes / noches.

La puerta se abre delante de mi y veo a Axel sonreírme encantado -Nena- Me saluda, y me cuelgo de su cuello besando sus labios un rato.

-¿Me has echado de menos jugador de fuego? -Inquiero jugando en el momento en que entro delante de el.

-Mucho- Suspiro queriendo alejarme de él, pero la boca de Axel se encuentra en mi cuello, besando todo el espacio descubierto.

Cuando me doy cuenta ya estamos en su habitación, Axel bajándome la falda mientras que me quito la camiseta yo misma por encima de la cabeza, el calor de la habitación ya sintiéndose demasiado asfixiante.

Me rio, pero regreso a besarle, pero este va bajando por mi torso, deteniéndose un tiempo en besarme los pechos, retorciéndolos entre sus dientes, y no tengo más remedio que morderme el labio acallando mis gemidos, mis ojos aguados, mis manos temblando.

Pero eso no me impide gemir bajito des de la garganta, presiono fuerte los ojos cuando Axel baja, con la frente en mi abdomen, sus labios contra mi ombligo y su aliento bañándome la piel sudada.

-Eres preciosa- Suspira, dando pequeñas lamidas en mi ombligo, provocando que me arquee al instante, mi otra mano yendo a sujetar su pelo. Le obligo a bajar más por puro instinto, y el me cumple, usando sus pulgares como ganchos para bajar mi ropa interior.

-Follame, Axel, por favor -Le pido, mi propia feminidad ya doliendo. En el momento en que me gira, quedando yo cara al colchón, abro mas las piernas por inercia y siento una de sus manos presionarme la espalda baja para que no me despegue del colchón mientras que la otra me levanta la cadera hacia atrás, regalándome una nalgada, que me hace jadear de puro gusto.

El aliento se me estanca cuando Axel acomoda la punta de su miembro en la entrada de mi feminidad, poco dilatada, haciéndome sentir más de lo normal.

Le siento llenarme.

Jadeo, mis ojos soltando algunas lágrimas por lo placentero que es hacerlo con él.

Dejo de respirar cuando empuja mas, como si no hubiese entrado del todo y cuando siento sus caderas contra mi culo, puedo respirar en un jadeo.

-Mierda- La voz ronca de Axel hace que tiemble entera.

Siento su miembro arrastrase fuera, solo un poco y volviendo a entrar con la fuerza de un animal en celo, haciéndonos gemir al momento.

-Joder, estás muy apretada, y te he estado follando todos los malditos días des de que estás aquí- Masculla en mi oreja- Eso solo me confirma que siempre vas a ser una adicción, Carina, tan buena, tan deliciosa, tan mía. Ni aún que Artemis lo intentara por mil años conseguiría hacerte tan mía como yo lo hago.

Intento empujarme hacia el miembro ajeno, reclamando más contacto, pero la mano de Axel en mi espalda baja me lo impide, quedándome yo clavada en el sitio, recibiendo sus lentas y profundas embestidas.

Sollozo contra el colchón, queriendo ir más rápido, queriendo recibir más de este placer. Siento la mano abandonar mi espalda, dirigiéndoselo a mi clítoris y cuando lo maltrata me corro al instante en el mismo momento que el, en un gemido de puro placer.

Axel cae a mi lado. Poco a poco me muevo, acercándome a su cuerpo con la ayuda de sus brazos. Apoyo mi cabeza en su pecho pudiendo escuchar el latir frenético de su corazón- Tienes razón, Artemis jamas podría conseguir hacerme sentir como tu lo haces, pero nadie te satisface más que yo jugador de fuego. Por eso es que estamos aquí, porque no podemos olvidas lo bien que follamos, lo bien que se siente cuando nuestros cuerpos se quieren.

-I am loving you - Me susurra en la oreja, cuando mis párpados empieza a pesar.

-Yo también cariño.

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