-¿Ves la estrellas que está por allá?

-¿Esa que brilla mucho? Sí, la veo.

-Pues tú brillas el triple de lo que brilla esa estrella.

-Pero la estrella es bonita, y yo soy feo.

-Tú eres hermoso, TaeHyung, eres lo más bonito que mis ojos han contemplado alguna vez.

Mentiras.

Todo era mentira.

Tiró otra piedra contra el mar, descargando en ese tiro su enojo.

¿Como fue tan tonto para no darse cuenta de las intenciones de JungKook?

Tiró otra, acompañada de un pequeño grito de enojo.

Se enamoró ciegamente, y pensó que la otra persona sentía lo mismo.

Y no fue así.

-¡Me mentiste!- Tiró otra piedra más -¡Me mentiste por más de tres años!- Tiró dos piedras juntas -¡Y yo te creí, confié ciegamente en ti y te entregué todo, y tú no te merecías nada!

Se sentó de golpe, como si eso lo fuera a ayudar en algo.

Pero nada cambiaría el pasado, ni lo que JungKook le hizo.

Se sentía dolido y usado, como si fuera un objeto que cuando no funciona más se tira a la basura.

Su corazón dolía, su alma dolía y su cuerpo dolía.

Cada centímetro de su piel le ardía, cada parte que había sido tocada por JungKook le asqueaba, cada célula de su piel le molestaba, la sentía sucia.

Y él en el fondo también se sentía así, como si JungKook lo hubiera ensuciado. Como si lo hubiera contaminado o llenado de sus malas acciones, como si se hubiera aprovechado de él en cada momento.

Se sentía sucio, y por más baños que se diera, se seguía sintiendo igual.

Podía mentirle a cualquiera, pero no se podía mentir a si mismo.

JungKook había sido una parte importante de su vida, había significado tanto en tan poco tiempo.

TaeHyung lo había amado, con todo su corazón. Había puesto atención en cada detalle con tal de demostrarle a JungKook que su amor era real, que él estaba verdaderamente enamorado y no se quería alejar por nada del mundo.

Siempre intentó ser el mejor, en ser comprensivo, en darle los mejores regalos para su cumpleaños y el aniversario, de cocinar comidas ricas para ambos, de mantener su aspecto hermoso para que JungKook no perdiera el interés.

¿Y que había conseguido a cambio?

Casi nada, mientras él se esforzaba a JungKook parecía darle igual todo, no escuchaba a TaeHyung cuando este le hablaba, no se esforzaba en comprar regalos, y cada vez que debía cocinar compraba comida rápida para ambos.

TaeHyung se dio cuenta que algo malo estaba pasando, pero cuando se lo comentó al mayor, este le pidió perdón por el descuido y comenzó a preocuparse más por él.

Mucho más.

Le daba más mimos, le daba regalos incluso cuando no eran fechas importantes, salían de cita bastantes veces al mes, pasaban tardes viendo películas. Incluso JungKook le pidió a Seokjin que le enseñara a cocinar algunas cosas para sorprender a TaeHyung.

Y TaeHyung pensaba que vivía en una relación perfecta.

Pero lo perfecto no existe.

Y eso le había quedado claro.

Si TaeHyung había pensado que había encontrado la perfección en JungKook, ahora se daba cuenta de lo tonto que fue al pensarlo.

JungKook era un monstruo, una persona manipuladora y mentirosa, una personas sin problemas para fingir sentimientos. Una persona que podía vivir perfectamente en la mentira.

Pero había una posibilidad, una mínima, de que no todo fuera mentira.

Había una pequeña posibilidad de que JungKook en algún momento llegó a querer a TaeHyung, aunque sea como amigo, pero lo había hecho. Quizás antes de que todo esto acabara él de verdad se sentía cómodo con la presencia de TaeHyung, y el amor que este le brindaba.

Y quizás tenía miedo de confesar la verdad y que JungKookse alejara de su lado.

Que se hubiera dado cuenta del error que cometió, pero que cuando quiso dejar de mentir, haya sido demasiado tarde.

Si ese fuera el caso, ¿TaeHyung estaría dispuesto a perdonarlo, y hacer como que nada ocurrió?

Ahora odiaba a JungKook, por que todo era muy reciente,

Pero quizás en algunos años más el calmaría esa ira y sería capaz de escucharlo. Y de perdonarlo.

Pero no volvería a tener una relación con él.

Tenerla sería recordar a cada momento lo que JungKook le hizo, sería pensar que en cualquier momento JungKook podría hacer lo mismo otra vez. Y eso no le haría bien mentalmente, por que viviría con miedo.

Quizás podrían quedar como amigos, o como conocidos, pero no serían pareja.

En parte sentía una pequeña envidia por JiMin, solo por que YoonGi se notaba verdaderamente arrepentido y, al parecer, buscaría su perdón.

En cambio JungKook no hacía nada de eso, ni siquiera lucía arrepentido por lo que hizo. Ni siquiera un poco.

Entonces recordó aquellas locas conversaciones que tenía con JungKook, donde hablaban de casarse y adoptar hijos, para ser una familia. De irse a vivir a Busan y que JungKook trabajaría como productor mientras TaeHyung trabajaba de modelo.

Y recordar lo último lo hizo llorar, con una sensación amarga.

Sentía impotencia y tristeza a la vez, y aquellas emociones juntas no le hacían bien.

Aprovecharía que ya era de noche y no había nadie más en la playa, lloraría y nadie podría verlo o escucharlo, porque no había nadie por los alrededores.

Comenzó a llorar, ocultando su rostro entre sus manos, sintiendo como ardía su garganta con cada sollozo.

No le gustaba llorar en casa, prefería fingir que era fuerte y que estaba bien para apoyar a JiMin. Por eso solía salir por las noches a la playa, a llorar y desquitarse con el mar, como si este tuviera la culpa de algo.

Si TaeHyung tenía que culpar a alguien, culparía a JungKook y se culparía él mismo. A JungKook por todas las mentiras y a él por no haberlo notado a tiempo, sufriendo las consecuencias ahora.

Dolor, dolor, dolor.

Eso era lo único que sentía, hasta ese momento.

Por qué cuando sintió un suave caminar dirigido hacía él, sintió miedo.

Estaba todo oscuro, y por más que gritara nadie llegaría a tiempo a salvarlo, si es que algo malo le ocurría.

Entonces se congeló en su lugar, y más cuando sintió unos brazos rodearle.

Pero cuando sintió el característico perfume de HoSeok, volvió a llorar, solo que ahora siendo consolado por él.

HoSeok lo acomodó en sus brazos, de manera en la que pudiera sostener a TaeHyung cómodamente, y dejar que este se apoyara en él de la misma manera.

-Eres un tonto- Sintió de pronto -No es necesario que te vengas acá a llorar, puedes hacerlo en casa tranquilamente.

-No quería preocuparte- Dijo entre sollozos -No quiero ser una carga.

-No eres una carga, bobo, eres una persona maravillosa- HoSeok comenzó a jugar con su cabello -Tonto fue el que te hizo daño de esta manera, pero no tú, y nunca lo serás, de eso puedes estar seguro.

Siguió llorando un poco más, y cuando se calmó, preguntó.

-¿Hace cuánto sabías que lloro acá, lejos de casa?- Levantó su rostro, mirando a HoSeok. Este lo pensó unos segundos antes de contestar.

-Desde hace una semana. Pensaba que fue por un día, pero cuando al día siguiente también saliste, y al siguiente, supe que venías aquí a llorar. Así que hoy te seguí, dejé que te desahogaras y ahora estoy aquí, junto a ti.

-Gracias, HoSeokie. No tienes la obligación.

-No, pero quiero hacerlo. Y lo seguiré haciendo hasta que sea viejito.

Ambos rieron imaginando la escena.

-Gracias.

-¿Por qué me agradeces tú ahora?- Preguntó TaeHyung, con una sonrisa.

-Por confiar en mi y dejar que me quede a tu lado.