Capítulo 21: Empleadas ligeritas y falsos celos.
Gorka le dio la credencial a Ingrid, ella la cogió y se la guardó en un lugar seguro.
—¿Te puedo preguntar algo? —pidió permiso Ingrid.
—Dispara—le respondió él.
—¿Esto es una empresa o un bar de alterne?
—¿Porqué lo preguntas? —dijo mientras se sentaba en su trono.
Ingrid se sentó en una silla de los clientes, la cual estaba enfrente de él.
—¿Porqué son demasiado ligeritas? —frunció el ceño ella.
Gorka se acarició la barbilla y la miró fijamente.
—¿Celosa baby?
—¿Yo? Nada, contéstame —insistió.
—Es una empresa —sonrió el.
—Pues siento decirte que no lo parece..
—¿En qué te basas? ¿En tus celos? —intentó provocarla de nuevo.
—Ya no seas más pesado, haz el favor. Leñe, le faltó meter tu cara entre sus pechos. Que por cierto.. son operados —comentó.
—Qué rico, ¿porqué no lo habrá hecho? —bromeó él mientras se mordía el labio.
Ingrid resopló y se levantó de la silla con intención de irse.
—De verdad, contigo no se puede mantener una conversación sería.
Gorka la detuvo y se volvieron a sentar
—Tranquila, solo estaba bromeando —le susurró.
—Eres un cerdo.. —dijo ella alargando las palabras.
—¿Por decir eso? Si te soy sincero prefiero tener entre mis manos algo que aún no tuve. Ya llegará el día en el que tu hagas lo mismo —musitó picaron—. Sería tan feliz si tu me lo propusieras..
Ingrid lo miró enfadada.
—No sucederá, antes me acuesto con el barrendero —sonrió—. Con solo pensar que me tocas, me da un asco..
—Okey, iré a una tienda de disfraces entonces —dijo con ironía y picardía.
—¿Para qué? —le preguntó sin entender.
—¿Para qué va a ser? Para comprarme un disfraz de barrendero sexy y hacerte bailecitos por las noches —le guiñó un ojo—. Suena tentador, ¿no? Tus deseos son órdenes para mí.
Ingrid lo fulminó con la mirada.
—Si eso es cierto, déjame en libertad ahora mismo y si te he visto no me acuerdo —le guiñó un ojo.
—De eso nada monada —sonrió vencedor—. Ahora que te tengo, no voy a desperdiciar esta oportunidad muñeca.
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