𝐂𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐳𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐩𝐞𝐬𝐚𝐝𝐢𝐥𝐥𝐚.
—¿En serio me dejaran aquí?—hablo el castaño saliendo del auto.
—Si hijo, es por tu bien—hablo suspirando la madre.
Bueno ya ni siquiera la consideraba una, Le aborrecía que de su boca saliera la palabra "hijo"
—Vamos, hijo solo son 10 meses—hablo su padre—solo, compórtate ¿si? volveremos a estar juntos.—lo miro sonriendo.
"Una sonrisa que mas falsa no puede ser" pensó Sunghoon.
—Adiós—sin mas que decir tomo la maleta en mano, entro volteando a ver a a sus padres quienes el dedicaron una sonrisa.
Y volteo para no llorar.
—Es increíble que me dejes aquí, y te haces llamar madre-tiro una sonrisa amarga.
—Jongseong soy tu madre, Trátame bien!—grito enojada.
—¡Ja! ¿madre? ¡mi madre no me dejaría tirado en un maldito psiquiátrico!.—grito enojado.
—Es por tu bien entiende, No puedes seguir golpeando así como así.—volvió a gritar pero esta vez al borde del llanto.
—No mamá, No llores.—se acerco a abrazarla.
—¿Porqué los golpeas? ¿por qué?
Jay trago duro, ni el sabia porque lo hacia, solo sentía la necesidad de golpear a cualquiera que se le pasara por el frente, pero nunca a sus padres, no jamás, el nunca golpearía a los que les debía mucho y le tuvieron que aguantar mucho.
—Debo entrar.—se separo del abrazo despidiéndose mientras salía del carro, miro a su madre por ultima vez regalándole esa sonrisa que extrañaría y mucho.
—Es increíble como eliges al desgraciado de tu esposo, en vez de tu hijo.—dijo serio.
—Dios Heeseung es tu padre, intentaste matarlo ¿Qué te pasa?.—grito la madre en el auto.
—¿Mi padre? Ay mamá no me hagas reír, ese no es mi padre, es un infeliz que te lavo el cerebro.—le respondió de igual manera.
—¡Ya Heeseung, es tu padre y punto, no tienes derecho de hablar así de el!—le grito intentando hacerlo entrar en razón.
—Qué no lo llames así, el no es mi padre—se acerco a su madre y la señora Lee del susto llamo a los guardias para que retiraran a su hijo.—¡ellos tenían razón, no quieres a nadie solo eres tú! ¡no te importa una mierda lo que le pase a tu hijo!—grito el menor forcejeando.
—Sunoo—llamo la señora al chico que estaba en la camioneta y este le presto atención como si de un niño pequeño se tratase.
—¿Si señora?—respondió.
—Te quedaras aquí.—dijo abriendo la puerta, para que el chico mirara donde se hospedaría, el chico de 17 asomo la cabeza como si de un cachorrito se tratase, y se bajo con sus maletas y...su oso.
—Sunoo..¿cuídate si?—hablo la señora dándole un fuerte abrazo.
—Si señora—la miro por ultima vez para adentrarse al gran lugar.
—Jaeyoon, te quedaras aquí— hablo el padre del australiano, haciendo que este empezara a hacer berrinche.
—porque me meten en un psiquiátrico, no quiero—chillo.
—¡Jaeyoon! ¡por Dios compórtate eres un adulto!—ahora hablo la señora.
El chico al escuchar eso, recobro su compostura para cambiar el semblante pataletoso a uno mas serio y frio, algo que le dio miedo a sus progenitores.
—¿Es aquí.?
—S-si, cuídate Jakey.—despidieron los padres al unísono.
—Como sea—cerro la puerta del carro de mala gana para adentrarse al lugar.
—Jungwonnie, llegamos—hablo dulce la madre del chico.
-¿Y esto?-hablo sin mucho interés mirando la estructura.
-Es un psiquiátrico, no puedes seguir así.
—¿así como? ustedes no me dejan en paz—se bajo del auto.
—No te dejaremos en paz porque valoramos tu vida, y porque te queremos vivo, no por más, valórate Jungwon eres un ser humano muy bonito—y ahí comenzó con su platica de cajón.
Esa que Jungwon se conocía al derecho y al revés.
—Sabe que, Ya esta, Ahórrese las palabras y mejor déjeme—se adentro al lugar dejando a la madre con las palabras en la boca.
—Niki, llegamos—hablo en japonés.
—¿Y? ¿donde estamos.?
—Es un centro de rehabilitación—cambio la palabra psiquiátrico para que no armara un escandalo, conocía a su hijo.
—¿Y? ¿para que me trae aquí?—hablo sin interés.
Es para que te recuperes y cambies esa actitud de mierda—hablo bajándolo del carro.
—Como sea.—termino de bajarse para adentrarse al lugar.
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