Un malentendido...
Goku y ___ quedaron tomados de la mano, y por unos segundos sus ojos se encontraron.
Goku pudo captar un brillo especial en esos ojos oscuros, tan oscuros como para hundirse en ellos y...
- Ejem...
Carraspeo ella sacándolo de sus pensamientos.
¿Qué le pasaba a Goku?
- ¡Ah...! ¡S-Si!.
Soltó de inmediato la mano de la chica y colocó la suya tras su nuca.
- ¿Puedes decirme dónde estoy?
Agradezco tu hospitalidad pero en serio me gustaría saber qué tan lejos estoy de casa.-
- Claro...
Estas en mi casa, en la montaña Paoz. Eres bienvenida no te preocupes.-
- Pues, muchas gracias Son...
- ¡D-Dime Goku! Quiero decir...
Puedes llamarme Goku.
- Ajá...- Contestó extrañada- Oye por cierto; ¿Quisieras decirme la versión completa de cómo me encontraste?.
Aunque el estilo del chico le agradaba, estaba insegura de aquella historia.
Que __ supiera, no sufría de algún tipo de problema mental como lo podría ser la Epilepsia.
Entonces de ser así, ¿cómo es que pudo haberse desmayado?
A no ser que alguien más lo haya provocado...
- Bueno pues... Verás yo... Ya te lo dije:
Era un poco tarde y tal vez sólo escuché un golpe, no lo sé. Para cuando llegué a aquel callejón ya hacías en el suelo.
Extraño, extraño, demasiado extraño.
Y el tono nervioso de Goku no ayudaba a aclarar sus dudas, sin embargo ella no recordaba nada, así que forzosamente debía confiar en aquel hombre que le había brindado asistencia y que (aparentemente) no había intentado nada sospechoso con ella.
Mientras tanto dentro de la mente de Goku, se reproducía cual película el recuerdo y la razón por la cual encontró a ___ malherida.
Goku caminaba por las calles de Satán City atento a las palabras de Kaiyosama, ya que este venía charlando con él. Era un día lluvioso y nublado, además pasaban de las siete de la tarde y la lluvia se volvía más fuerte.
- Bien, haré mi mayor esfuer...- Goku alcanzó a escuchar quejidos y sin pensarlo dos veces, fue a dar un vistazo- Kaiyosama, iré a ver qué pasa. Nos vemos.-
Concluyó para dar un vistazo.
- Espera Goku... ¿Pero qué...? Tal vez sea ella... Eso espero.-
Goku se apresuró a llegar a aquel callejón y notó que habían dos personas en él. ¿Qué harían afuera en un clima como ese?
- ¡Sueltame infeliz!.-
Exclamaba una joven.
- Tsk, vamos linda- tomándola por la cintura- Déjate querer.-
- ¡He dicho que me sueltes!...-
Gritó, pero su voz fue silenciada dado que éste la jaló del cabello y lo estiraba hacia atrás haciendo que su cabeza se levantara.
- ¡¿C-Cómo se atreve?!.
Susurró Goku, quien a la vez fue sorprendido al notar que la chica comenzaba a elevar su KI, aunque siguiendo sin hacer nada al respecto.
¿Acaso su cabello era su punto débil?
O más bien no sabe cómo utilizar esa fuerza.
__ comenzaba a sollozar de impotencia, cosa que hizo estallar al Saiyajin.
- ¡Sueltala Maldito!.-
Exigió apareciendo de entre los rayos.
- ¡¿Lo conoces?!.
Preguntó el tipo, quien asustado por la apariencia de Goku la estampó contra la pared para poder salir de ahí.
- ¡¿Cómo te atreves?!-
Y fue ahí donde Goku perdió la noción de lo que hacia, estaba furioso, no podía creer que le hubiera hecho eso a una mujer.
Lo creía un cobarde.
- Eh, ¿q-qué intentas hacer hombre?...-
Goku se acercaba lentamente hacia el, y su expresión decía estar más que enojado por aquel gesto.
- Lo que te mereces.-
Goku tomó al sujeto por el cuello y lo azotó contra la pared sofocándolo más y más, este sólo se retorcía con la falsa esperanza de soltarse de su agarre.
- Kgg...Aaghhhh... S-suéltame...-
Goku sólo lo presionaba más en la pared hasta que la voz de Kaiyosama lo hizo entrar en razón.
- ¡Goku, sueltalo ahora!.-
- ¿Soltarlo, dices?.-
- ¡GOKU!.-
El Guerrero dejó caer a ese tipo al suelo dejándolo inconsciente para después molestarse con Kaiyosama.
- Viste lo que hacia. ¿Por qué debí detenerme?.-
Se quejó.
- ¡Goku, abre los ojos, PUDISTE HABER MATADO A ESA PERSONA, ASÍ NO ERES TÚ!!.-
- Yo...- El pelinegro parpadeó confundido y sacudió su cabeza- Lo siento...-
- Huh, olvídalo. Llévate a la chica, tengo un buen presentimiento...-
Goku obedeció y la tomó en brazos.
No pudo evitar observar aquel rostro tan...
- A todo esto... Si Milk se llega a enterar. Soy hombre muerto.
- ¿Hola? ¿Me escuchas?.
Agitaba su mano frente a él.
- Si, si. ¿Disculpa decías algo?.
Preguntó Goku, recordando aquel incidente y su extraño cambio de personalidad. Bueno, por lo menos le quedó claro que no podía decirle que casi mata a un hombre la noche que la salvó.
- Te pregunté por qué no me llevaste a un hospital entonces.
- Yo... Es que ¡odio las jeringas! Y los hospitales están repletos de ellas.
Se escudó.
- Ya veo... Bueno pues- Tomando su bolso- ya debo irme.
Te... Vuelvo a dar las gracias por tus atenciones- Esbozó una pequeña sonrisa- Nos vemos.
Goku le devolvió el gesto y la acompañó hasta la puerta asegurándose que cruzara las montañas con cuidado.
Hecho esto, cerró la puerta y se recargó en ella. Suspiró y pasó su mano por aquella cabellera despeinada.
- Cielos. Todo fue tan...-
- ¡Tonto!.-
- ¡AY!- Dio un enorme brinco del susto- ¡Hey qué te pasa Kaiyosama!
Esa costumbrita tuya de gritar dentro de mi mente me dejara sordo un día de estos.
- Deja de lloriquear. ¡Se supone que no dejarías que se fuera!.
- Pero si ya está mejor.
- No se trata de eso. ¡Ya te lo había dicho! ¡No podemos volver a perderla de vista! Debes encontrarla.
- Ni hablar...-
Goku se puso de pie y al abrir la puerta estaba quien menos imaginaba...
- ¡M-Milk!
- ¡Goku! No sabes cuánto te extrañé.
Alegó dándole un fuerte abrazo, el cual Goku correspondió con tres palmaditas y trataba de separarse mientras checaba si a lo lejos se veía ___.
- ¿Pasa algo? ¿Ibas a salir?.
- ¿Eh? Oh si. Ya regreso.
Afirmó despreocupado.
- ¿Es broma?.
- ¿El qué?.
- Pasé todo un fin de semana con mi Padre, ¿y no me extrañaste ni un poco?.
- Pero qué cosas dices Milk. - Respondía sin poner atención- Si quieres hablamos luego.
Comentó Goku tratando de zafarse de ahí sin éxito.
- ¡No señor! ¡Ese es tu problema!
Te importa poco lo que piense ¿verdad?. Estoy segura de que sólo me ves como tu cocinera.
Reclamó molesta.
- Milk, por favor no hagas eso. Sabes que no es así.
Dijo Goku tratando de calmarla.
Hasta que en medio de aquella discusión llegó cierto pequeño, sin ser notado por sus padres.
- ¿Ah no? Entonces ¡dime una razón de por qué me quieres!.
Y ahí estaba el detalle. Un tema al que el Saiyajin ya le había dado vueltas anteriormente sin obtener respuestas, ¿será que en todo este tiempo estuvo tan ocupado pensando en los demás como para darse cuenta de lo que le faltaba en casa? ¿Con lo que ya no era feliz?
Eso debía ser, porque no pudo responder aquella pregunta.
Goten, observando todo en silencio no pudo evitar sentir un nudo en su garganta al ver cómo lágrimas corrían por las mejillas de su madre.
- ¿Sabes algo Son Goku?- Añadió con voz quebrada- Lo nuestro fue un error.
Escupió con amargura; dejando tanto a Goku como Goten estupefactos.
El pequeño no toleró más el ambiente y desde su escondite salió corriendo tapando su rostro con su antebrazo.
¿Sus papás ya no estarán juntos?
Pregunta suficiente para hacerle llorar mientras que aquellas palabras dichas por su madre retumbaban en su cabeza.
Eso no podía estar pasando...
- ¡Buaaaah! ¡Buaah!.
Lloraba sorbiendo sus mocos.
- ¡Goten! ¡Oye Goten!- Llamaba una vocecita desde el cielo- ¡Mi mamá me dejó venir a jugar contigo! ¿Dónde se habrá metido?.
- ¡Buaaaah!.
- ¿Goten?- Aterrizó junto a él- ¡Cielos amigo! ¿Qué sucede?.
...
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