Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Enfermeros en casa

DISCLAIMER: Los personajes y lugares le pertenecen a Tatsuya Endo. Esta historia participa en el evento Intercambio Navideño 2024, organizado por The Writers y va dedicada con mucho cariño para Unhappy Sometimes.

[...]

Twilight era un prodigio de su generación: desde el éxito de la Operación Strix, su carrera en el espionaje alcanzó la cumbre, a tal punto que podía resolver cualquier misión imposible e incluso balancear su trabajo con su nueva vida familiar. Como agente consumado, nada podía rivalizar con su brillante experiencia, nada... excepto la edad.

A sus cuarenta y tres años, Loid hizo un recuento de todas las veces que estuvo en peligro mortal y, fuera de sus días en la guerra y la única vez que luchó contra su esposa, no recordó haber reposado tanto por un malestar de salud.

─¿Loid? ─alguien tocó su mejilla con delicadeza.

─Yor... ─balbuceó el nombre de su amada─. ¿Q-qué día es?

─No pienses en el tiempo, cariño ─le besó la frente─. Debes recuperarte.

─Siento que he dormido por semanas ─se sentó con mucho cuidado en la cama, aturdido y con la voz ronca.

─Tal vez lo necesitabas ─pasó una toalla húmeda por su rostro─, aunque no de esta manera.

─¿Ya bajó la fiebre?

─Apenas ─suspiró, preocupada─. Esa misión en Nortica fue muy dura: ¿por qué te sumergiste en ese lago congelado? ¡Pudiste morir!

─Era la única forma de evadir al enemigo... aaah, ¡achís! ─estornudó fuerte, para luego toser─. S-si tan solo hubiera corrido más rápido para subir a la avioneta, tal vez... hmm, me estoy haciendo viejo.

─No digas eso, tonto ─lo abrazó con ternura─. Te extrañamos tanto...

─Perdóname ─le dio un beso en la cabeza─. Ahora sí me voy a jubilar.

─Eso dijiste hace tiempo.

─Los planes cambiaron ─hizo alusión al nacimiento de su último hijo, hace dos años─. Si no, ¿quién iba a comprarle la leche y los pañales a Lucas? ─bromeó con su esposa, hasta que vio a alguien abrir la puerta de su cuarto.

─¡Buenos días, papá! ─una joven de dieciocho años ingresó con una bandeja de comida─. Espero que hayas amanecido bien.

─Me siento mejor, Anya ─sonrió, muy conmovido por los cuidados de su hija mayor─. Huele delicioso, ¿tú lo hiciste?

─Con ayuda de mamá y tu recetario ─se detuvo al borde de la cama y miró a Yor─. Todo está listo.

─Genial, vuelvo enseguida ─con una sonrisa, se retiró del cuarto.

─¿Listo? ─Loid arqueó las cejas─. ¿Para qué...?

─Cierto, se me quemó un poco la tortilla ─lo interrumpió─. ¿No importa?

─Je, je, je, sabes que no ─rio un poco y se fijó en la cantidad de platos, cubiertos y tazas que había en la bandeja─. ¿No son muchos tenedores para mí?

─No vas a comer solo ─Anya se sentó cerca de la esquina izquierda de la cama matrimonial y volteó al oír las risas de sus hermanos menores, quienes venían junto con Yor y un carrito de comida.

─P-pero, chicos... ─Loid se sorprendió.

─Mamá dijo que vas a sanarte pronto ─Bastian, su hijo de once años, ocupó su puesto en la otra esquina de la cama y recibió su plato de comida─. Es injusto desayunar en la mesa sin ti.

─Aparte, ¿quién va a defenderme cuando Lucas me saque la lengua? ─habló Myra, su pequeña de nueve años, sentada entre Anya y Bastian.

─Mentirosa ─se quejó el retoño de dos años, cuya primera reacción fue abrazar el brazo de su progenitor─. ¿Te encuentras bien, papito?

─Claro que sí ­­—intervino Yor, sin dejar de mirar a su esposo—. Tu padre es un hombre muy fuerte...

Los ojos de Forger se humedecieron al instante. Dichoso de contemplar a su familia, asintió con una sonrisa y no demoró en probar un enorme pedazo de tortilla; sin embargo, la paz se rompió al minuto y un desesperado Loid bebió hasta la última gota de agua que quedaba en su jarrón, para asombro de todos.

—¡¿Estás bien, papá?! —Anya se acercó para frotarle la espalda.

—P-por favor —apenas podía hablar, a causa de la tos—, dime que no te pasaste con la cantidad de orégano...

—¡¿Orégano?! ─Yor se llevó las manos a la cara─. ¡Ay, nooo! ¡Confundí los frascos y le eché mucha pimienta a los huevos batidos! —lo abrazó casi llorando, para pedirle disculpas—. ¡Fue mi culpa, Loid! ¡A veces me olvido de seguir la receta! ¡Lo siento, lo siento mucho, mi amor...!

—Mamá, me aplastas —gimoteó Lucas, tratando de proteger su tortilla.

—Cof, cof... me lo imaginaba —lejos de molestarse, se resignó al resultado de su desastre culinario y le repartió muchos besos a Yor para tranquilizarla, mientras sus hijos se reían de tal ocurrencia.

[...]

El teléfono sonó por cuarta vez en el día sin que nadie levantara el auricular, aunque no por descuido o falta de cortesía.

Desde que Yor les anunció que su esposo se había enfermado, los agentes de WISE llamaban seguido, a la espera de que el mismo Twilight les confirmara su estado de salud. Esto molestaba demasiado a la matriarca de los Forger, no solo por la incomodidad hacia su familia, sino por la excesiva presión que ejercían sobre Loid, y ese fue motivo suficiente para impedirle que se expusiera al peligro por el bien de la paz mundial.

No obstante, su adaptación a una vida más normal doblegó parte de su tolerancia con los años y al escuchar otro nuevo chirrido, la ex asesina de Garden casi se vio tentada a interrumpir su hora de la ducha y responderles, segura de que su voz siniestra sería suficiente advertencia para ellos.

De repente, el timbre se detuvo y Yor salió del baño para asegurarse de que Loid no contestara; ya en la sala, notó que su esposo yacía en el mueble con sus hijos y que la única persona que atendía la llamada presionó el altavoz.

—Familia Forger. ¿Quién habla? —contestó Myra.

—«Buenos días, señorita... o, tal vez, buenas tardes. Ya es mediodía» —saludó una mujer del otro lado de la línea.

—Ah, ¡hola, tía Sylvia! —sonrió con ternura.

—«¿Eh? Vaya, me reconociste. Por lo visto, eso ya viene de familia».

—Je, je... ¿buscas a mi papi?

—«Sí, supe que está resfriado. ¿Se siente mejor? Es que necesito unos archivos del hospital y solo él sabe dónde los guardó, por eso quiero hablarle un rato... eeeh, sí me entiendes, ¿verdad? Papá debe cumplir con sus tareas».

—Sí, como en la escuela —asintió.

—«Buena niña. Eres igual de lista que él».

—Lo sé, papi es espectacular —suspiró—, pero ahora su cuerpo le duele mucho y tiene tanta fiebre que podría freír huevos con sus manos...

Loid, Yor y los demás chicos miraron boquiabiertos a Myra, asimilando la infantil locura que, indudablemente, procedía de su herencia materna.

─«D-disculpa, ¿qué...?».

─Sí, tía Sylvia ─cambió su voz a un tono muy afligido─. Papi se congeló mucho desde el domingo y está tosiendo horrible. Me pone muy triste verlo así...

─«Myra, tranquila...».

─¡Es que no es justo! ─empezó a llorar fuerte, para susto de su familia─. ¡Habíamos planeado ir al parque de diversiones, pero todo se arruinó! Papi no se ha levantado de su cama y mami salió a comprar más pastillas porque la fiebre no le baja, ¡ya ni siquiera come bien! ¡No quiero que mi papito se muera, tía Sylvia, no quiero ser huérfana! ¡No quiero, no quierooo, buaaa...!».

—«¡Está bien, está bien, cálmate! Buscaré los archivos por mi cuenta y hablaré con tu papá cuando mejore, ¿sí? Pero ya no llores, por favor...».

—Snif, snif... mmm, ¿me lo prometes?

—«¿Cuándo te he mentido?».

— / — / —/ —

El altavoz volvió a resonar con el llanto de Myra y esta vez, uno de los agentes tuvo que apagarlo, mientras Handler se despedía y le juraba que no los llamaría hasta la otra semana. Cuando colgó el auricular, un silencio sepulcral se apoderó de la oficina.

—¿Es suficiente evidencia, caballeros? —preguntó Sylvia, incómoda.

—Para mis oídos, sí ─resopló el nuevo líder de WISE, burlándose de la niña─. «Aaay, mi papi no puede ir porque está enfermo». ¡Patrañas!

—Desde su ingreso, Twilight siempre fue un espía modelo. Ha asumido y resuelto operaciones a tiempo récord, trabajó sin descanso para salvar al mundo durante la Operación Strix y es comprensible que por tanto sobreesfuerzo, su misión más reciente lo pusiera en riesgo —le recordó—. Debería considerarlo.

—¿Y eso qué? En tres días, tu agente estrella nos retrasó el trabajo de cinco semanas y para colmo, su hijita tiene que salvarle el trasero. ¿Quieres que sienta piedad? ¡Pues no, porque hay otros espías mucho más productivos que él! —golpeó la mesa con un puño—. ¿Me oíste bien, Handler? ¡Mientras yo sea el jefe de WISE, no toleraré excusas estúpidas como esa!

La mujer lo miró fijamente, sin temor: conocía el pasado corrupto de ese hombre en Westalis, su terrible gestión en la agencia desde que lo pusieron a cargo y, sobre todo, su envidia enfermiza hacia Twilight, a quien le encargaba misiones de última hora con información ambigua para desacreditar su labor.

Consciente del daño que su decisión le traería a Westalis, la espía guardó silencio: después de todo, la responsabilidad solo recaería en aquel idiota y también aceptó que ya era tiempo de que su mejor agente se jubilara.

—Se levanta la sesión ─salió triunfante con sus colegas─. Yo mismo redactaré esa acta de retiro, Handler. ¡No quiero espías casados ni con familia en mi división! ─dijo, antes de dejarla sola en la oficina.

─Definitivamente, Myra Forger ─sonrió al recordar la inteligencia, el encanto y la astucia de la niña─, eres digna hija de tu padre.

─ / ─ / ─ / ─

La pequeña devolvió el auricular a su sitio y en un instante, sus lágrimas fueron reemplazadas con la sonrisa más radiante del mundo.

─¡Ya eres libre! ─regresó a su lado y luego de besar su mejilla, le puso un pañito mojado en la frente─. Ahora voy a cuidarte mucho, papi.

─Misión cumplida, mi querida Sunshine ─Loid acarició su cabeza, muy orgulloso de su última hazaña.

─Ja, ja, eso de «freír huevos con sus manos» fue muy original ─celebró Bastian, entre risas.

─Mami, ¿por qué no tienes ropa? ─Lucas señaló a Yor envuelta en una toalla y todos voltearon en el acto... especialmente Loid, cuyo rostro se volvió tan rojo como el de su esposa.

─¡Están coqueteando! ─aplaudió Anya, entusiasmada.

—¡CLARO QUE NO! —exclamaron, más sonrojados que nunca.

[...]

El reloj marcó las siete de la noche y los hijos Forger depositaron los platos de galletas y las tazas de leche, chocolate y manzanilla sobre la mesita de la sala, justo a tiempo para que Yor tomara el termómetro que le puso a Loid en la boca. La alegría de su esposa suavizó su corazón y quiso levantarse cuando supo que la fiebre había cedido.

─Ah-ah, no tan rápido ─Bastian lo detuvo e inmediatamente cubrió sus piernas con una colcha gruesa, además de reacomodar las almohadas detrás de su espalda para que se sentara mejor─. Todavía tienes escalofríos.

─Presiento que me voy a acostumbrar a esto ─bromeó con cariño.

─No me importaría hacerlo siempre ─sonrió igual que su madre─. Eres el mejor padre del mundo.

─Bastian... ─muy feliz, Loid agachó la mirada y se percató de que vestía su traje para fiestas formales─. ¿Por qué te has...?

─¡La cena ya está lista! ─Yor interrumpió su pregunta con un beso en la frente y ocupó el sillón largo, mientras su hijo mayor se sentaba con sus hermanas─. Espero que el pastel haya quedado bien, esta vez me esforcé mucho.

─Sabes que adoro todo lo que haces por nosotros, cariño ─la miró con profundo amor y luego le dio unas palmaditas al asiento que había entre ellos─. ¿Por qué no vienes más acá?

─Lucas insistió ─vio a su niño traer un plato con puré de papa─. ¿Listo?

─Sí, mami ─se ubicó entre sus padres y con una gran sonrisa, sostuvo un buen bocado con la cuchara─. Avioncito, papá, chu-chuuu...

─¡¿Q-qué?! Pe-pe-pero, Lucas, mmm... ─no tuvo tiempo de reclamar y aceptó la comida.

─¡Aaay, qué adorable te ves, Loid! ─exclamó Yor.

─Oye, eso suena a un ferrocarril ─corrigió Myra.

─A lo mejor es un tren que vuela ─Anya defendió al pequeño.

─Papá, estás muy rojo ─Bastian hizo que su padre se ruborizara con más intensidad─. Ahí viene otro, chu-chuuu...

─¡Chu-chuuu! ─imitaron los demás Forger, entre risas.

─Y-Yor, ayúdame ─Loid casi se atragantó al recibir otra cucharada.

En eso, alguien tocó el timbre de la casa y Bastian fue el primero en correr hacia la puerta, tomando un abrigo que había dejado previamente en el perchero de la entrada. El espía observó las acciones de su hijo y recién ató cabos al escuchar cinco voces infantiles y dos parejas que traían bocaditos.

─¡TÍO LOID! ─los hijos de las familias Franklin y Briar fueron hasta el asiento de Loid y lo abrazaron en grupo.

─¡Niños! ─se sintió abrumado y examinó los disfraces que llevaban, como si hubieran salido de una obra de fantasía─. ¿Por qué están ataviados así?

─¡Vinimos a darte una sorpresa! ─exclamó Sophie, la hija menor de Yuri.

─¿Sorpresa?

─¡Chicos, vengan! ─Anya reclutó a sus hermanos y primos en su cuarto.

─Es difícil decirles «no» a estos niños, pero tú ya debes saberlo, Loid ─rio Franky, vestido como el Conde Rizos─. Ja, ja, ja, ¿y ese traje, Yuri?

─No te burles ─le advirtió, muy avergonzado por su disfraz de calamar.

─Uy, qué miedo, cariño ─entre risas, Chloe le dio un beso a su esposo y luego se sentó al lado de su cuñada─. Perdón por venir tan tarde, los niños...

─Sí, Anya me contó el plan ─Yor se encogió de hombros.

─¿Qué plan? ─Loid la miró.

─Una misión tan secreta que ni el mejor espía de Westalis pudo notarlo ─bromeó Fiona, sentada en el mueble individual─. Te han superado, Twilight.

─Lo dice la madre de dos gemelos rebeldes ─le siguió el juego.

─Touché ─rio un poco─. ¿Cómo estás?

─Me estoy recuperando ─asintió y miró a su esposa─. Tengo una buena enfermera en casa.

─Aaay, por favor, no se pongan melosos, tenemos niños en casa ─Franky instaló luces de fiestas infantiles y al reventar un cohetecillo de papel, los pequeños salieron a la sala haciendo piruetas, al son de la canción de Bondman.

Yor, Fiona y Chloe aplaudieron y Loid se aferró a su colcha sin entender muy bien la puesta en escena, hasta que su hija mayor salió con un traje improvisado de Escolar Imperial.

─¡Damas y caballeros! ¡Sean bienvenidos a esta obra maestra creada para un gran hombre! ─Anya hizo una reverencia y luego se dirigió al patriarca de los Forger─. Papá, sé que no fuiste al hospital para no levantar sospechas y aunque no somos médicos expertos, hicimos lo posible para curarte la fiebre. Quiero que sepas que te amamos mucho y con nuestra actuación, te recordaremos el por qué nos sentimos tan orgullosos de ti.

Generalmente elocuente, Loid se quedó sin palabras y cubrió su boca con una mano para ahogar un sollozo: su cuerpo todavía resentía el maltrato de la fiebre, pero su espíritu saltaba de felicidad, dichoso de haber cumplido su misión de vida. En la calidez de su hogar, el espía agradeció que todo su esfuerzo valiera la pena, solo para estar al lado de sus seres amados.

Anya no necesitó leer su mente para saber lo que sentía y decidida a brindarle más alegría, dio inicio a la exhibición más cómica de su labor de espionaje. El agente veterano no se sorprendió al saber que Bastian lo imitaría, por el enorme parecido que había entre los dos, pero casi estalló en carcajadas cuando vio a Yuri actuar como el secuaz alienígena del Conde Rizos y Yorticia, interpretada por Myra. Lucas y sus primos más pequeños se encargaron de los efectos especiales con burbujas, gritos y pistolas de juguete, en tanto los hijos mayores de los Franklin y los Briar se aliaron al espía para defender la paz.

Así, la obra culminó con la victoria de Bastian y los aplausos de las tres familias, para luego unirse en una cena compartida viendo la televisión... hasta que el reloj anunció la medianoche. La Casa Forger se convirtió en un campamento para pijamadas y por tal motivo, Loid y Yor se mudaron esa noche al cuarto de Anya y Myra para que los niños durmieran en la cama matrimonial, dejándole las otras habitaciones a Franky, Fiona, Yuri y Chloe.

─Esos chicos tienen muchísima energía ─Loid se acostó despacio, con las piernas todavía adoloridas─. ¿No lo crees?

─Je, je, je, ¡son realmente increíbles! ─su esposa se echó a su costado y con mucha delicadeza, acarició su mejilla─. ¿Te sientes bien, cariño?

─Mucho mejor ─besó el dorso de su mano─. Mi vida ha cambiado desde que me enamoré de ti, Yor. Soy tan feliz de haberme casado contigo...

Los ojos de Yor brillaron de emoción y le dio un beso tan puro y tierno que Loid cayó dormido en sus brazos. Bajo el arrullo de una canción de cuna, el príncipe que habitaba en su corazón soñó con las estrellas plateadas y la suave luz que le prodigaba el amor de su familia.

[...]

─¡Buenos días! ─Loid saludó a su familia y los invitados que ocupaban la mesa, listos para el desayuno─. Disculpen, me levanté un poco tarde.

─Son las ocho, no seas exagerado ─Yuri jaló una silla para que se sentara al lado de su hermana─. ¿Dormiste bien?

─Eso no se pregunta, ¿verdad, Loid? ─Franky le dio un suave codazo.

─Oye, respeta ─Fiona le dio una palmada en la cabeza, haciendo reír a sus hijos y sobrinos.

─Atrevido ─Forger se sonrojó por la insinuación y notó la ausencia de su esposa─. ¿Dónde está Yor?

─Fue a recoger una colcha para, ¿eh? ─Anya interrumpió su explicación y miró la puerta─. Alguien se acerca a la puerta.

─Yo iré por ti, Loichi, descansa ─Yuri se anticipó y esperó a que tocaran el timbre para atender a la persona del otro lado─. ¿Sí, en qué puedo ayudarlo? ─segundos después, su voz seria se tornó chillona─. ¡Yujuuu, muchas gracias!

─¿Pasó algo? ─Chloe se preocupó.

─¡Por fin lo conseguí! ─Briar cerró la puerta y se acercó a la mesa con una botella de color naranja─. Este té de hierbas se parece a la receta que preparó mi hermana cuando era niño, ¡te va a quitar la fiebre en un dos por tres!

─¿R-receta? ─Loid observó cómo vertía el líquido espeso en una cuchara y quiso detenerlo─. Espera, Yuri, ¿por qué mejor no...?

─¿Quién tocó la puerta? ─Yor entró a la sala en ese rato y Yuri aprovechó la distracción de su cuñado para darle la medicina.

─¡¿PERO QUÉ ES ESTOOO?! ─gritó el espía, muy eufórico por el calor intenso que recorría su cuerpo, a causa del jarabe─. ¡YA NO TENGO NINGÚN DOLOR! ¡¿PO-PO-POR QUÉ NO SIENTO NADA?!

─¡¿Yuri, qué le hiciste?! ─Yor lo sostuvo, con la ayuda de todos.

─¡Lo sabía, funciona! ─celebró.

─«Hmm... ahora papá sí va a morir de verdad» ─Anya sintió pena por él.

[...]

N.A.:

En esta ocasión especial, me ha tocado obsequiarle este fanfic a Unso, y si bien las fechas navideñas han pasado, quería desearte un Feliz Año lleno de grandes experiencias y mucha inspiración para escribir tantas cosas lindas (como ese fanfic FionKy que me dedicaste y el cual amo con toda mi alma porque es una joyita divina, te lo juro, casi lloro al terminar de leerlo TwT).

Sobre el fanfic, me atrajo bastante la idea de escribir sobre Loid enfermo post-Strix y quise ponerlo en un estado muy vulnerable junto a su familia, sus amigos y todos los hijos que tuvieron para que deje salir su lado sensible :'3 (ya te imaginarás cuánto se esforzaron en repoblar Ostania jajaja XD).

Espero que este fanfic te guste mucho, adoré que fueras mi persona de intercambio, ¡y gracias a todos por sus lecturas y reviews! ¡Buena suerte! :D

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro