Anamnesis (del griego ἀνάμνησις - "recuerdo"): un conjunto de información obtenida durante un examen médico al interrogar al sujeto mismo y a quienes lo conocen.

La memoria de Harry es como un lienzo hecho jirones, lleno de lágrimas y parches. Tom recuerda por dos: cada "conocido", cada primer beso, sexo, pelea y reconciliación. Recuerda cada vez que Harry se olvidó.

A lo que llegaron ahora no estaba planeado. Si alguien le hubiera dicho al Señor Oscuro hace cinco años que todo terminaría en esto; una casa, un jardín, una celebración del cumpleaños del Elegido en un estrecho círculo de Mortífagos, el loco habría sido asesinado en el acto.

Todo comenzó con el hecho de que una vez que Voldemort simplemente no pudo contenerse.

***

— "¿Por qué vienes a mí?" — el chico preguntó burlonamente — "¿Aún no estás cansado?" —

Voldemort se quedó en silencio. Él mismo no sabía la respuesta. Últimamente, las visitas a la celda del Elegido han pasado del placer vengativo a la urgente necesidad. Las peleas entre ellos se volvieron cada vez menos, aunque Harry siempre trató de enojar a Voldemort, esperaba que el Señor Oscuro sin restricciones lo matara.

— "¿No queda nadie en toda la Gran Bretaña mágica para intimidar?" — Harry continuó — "Así que cuida a tus perros o ¿los despediste a todos?" —

En ese entonces, el Elegido todavía estaba detenido en la mansión Malfoy. El círculo interno se encargó de cuidar a Harry; un prisionero valioso debe estar saludable, alimentado y no demasiado agotado.

— "¿Quién?" — Voldemort preguntó secamente.

— "¿Quieres que te alquile tus propios sirvientes?" — Harry se rió entre dientes e instantáneamente se puso serio, confesando en voz baja — "Crabbe. No me perdonó por la muerte de su hijo, probablemente, o tal vez no fue muy inteligente de nacimiento" —

— "¿Y por qué te molesta tanto?" —

— "Oh, no quieres saber. Simplemente no lo dejes entrar más. Por favor" —

Voldemort se sorprendió por la primera petición sincera de Harry. Y luego, por su reacción. La ola de calor que pasó de la punta de los dedos a la punta de los oídos parecía tan antinatural como si pudiera respirar bajo el agua sin magia.

Por la noche llamó a Crabbe a su oficina y leyó sus pensamientos no tan ocultos. Fantasías sucias que el mortífago no dudó en expresarle al niño, durante horas. Sin embargo, sin dañarlo físicamente de ninguna manera, uno de los fieles sirvientes puede haber merecido un poco de entretenimiento...

No mató al mortífago frente a Harry, solo insinuó casualmente que Crabbe no lo molestaría de nuevo. Y recibió un pacífico "Gracias" como respuesta. Y algo inimaginablemente cambió.

Voldemort comenzó con libros, arrastrando docenas de ellos al Elegido en la celda, hasta que Harry se quejó de que Tom claramente lo había confundido con alguien; nunca había tenido una sed tan frenética de conocimiento, y ser ejecutado bajo una montaña de libros sin leer no lo hizo arder de deseo.

Un pequeño juego de mesa de Quidditch fue recibido mucho más favorablemente.

Unas semanas más tarde ya estaban jugando al ajedrez mágico, juntos. Casi siempre empate. La cara de Harry se volvió más y más genuina. Voldemort se sentía miserable e irritado si se perdía incluso una noche juntos. Fue una interacción muy extraña y antinatural, pero la frágil paz entre ellos duró tres meses.

Hasta el cumpleaños de Harry.

Voldemort lo mencionó él mismo. Dios sabe por qué incluso recordaba esa fecha. Su cumpleaños es en pleno invierno, Harry nació en pleno verano. Todo es lógico y correcto.

— "¿Quieres algo especial?" — preguntó, enviando un peón a una nueva casilla — "Knizzle o una escoba nueva" —

— "¿Y dónde volaré con ella?" — preguntó Harry irónicamente, respondiendo al movimiento.

— "Si eres bueno, entonces se pueden arreglar los vuelos" — Voldemort se encogió de hombros — "No tienes que estar encerrado para siempre, todo depende de ti" —

— "Tengo miedo incluso de pensar que estaré en deuda por un regalo tan increíble" — dijo Harry con sarcasmo.

— "Para la escoba, un simple 'gracias' es suficiente. Para volar... es cierta garantía de obediencia" —

— "¿Y por la libertad de aquellos que ahora se están volviendo locos en las celdas de Azkaban?" — Harry preguntó bruscamente.

— "Me temo que no pagarás por ellos" — sonrió Voldemort — "ni siquiera si te pones la Marca" —

Harry se puso de pie abruptamente, derribando el tablero de ajedrez. Las figuritas se esparcieron por el suelo. La reina sacudió el polvo con indignación y agitó su pequeño puño hacia Harry, pero él ya estaba peleando por su cuenta.

— "¿Y en serio crees que voy a estar volando en círculos sobre la mansión Malfoy mientras mis amigos se pudren en la cárcel? ¿Fingir que todo está bien?" —

— "Ya vives en las mejores condiciones" — Voldemort miró alrededor de la cómoda celda — "No veo el punto de renunciar a más. No les facilitará las cosas. Son delincuentes estatales, Harry" —

— "¡Yo también!" — gritó Harry — "¡Deja de jugar con buenas intenciones, ambos sabemos que la única razón por la que sigo vivo es por el Horrocrux!" —

— "No es la única razón" — dijo Voldemort con firmeza — "Te necesito. Cambias todo, yo... me siento completamente diferente contigo. No tenemos que estar en desacuerdo, Harry" —

— "Oh por Dios" — Harry rió histéricamente — "¿Es esta una confesión de afecto del gran y terrible Lord Voldemort? No te dejes engañar Tom. Te gusta pasar tiempo con tu Horrocrux, pero no tengo otro entretenimiento. Si quieres saber, si tuviera que elegir, preferiría la compañía de las babosas, ambas son más agradables a la vista y..." —

— "Cierra la boca" — siseó Voldemort, golpeando a Harry contra la pared de un solo golpe, sus largos dedos como arañas apretando su garganta — "Te estás olvidando de quien soy, muchacho" —

— "Tu cara me da asco, vete a la mierda" — graznó Harry medio estrangulado y escupió en la cara de Voldemort.

El mismo Señor Oscuro no se dio cuenta cuando cruzó esta línea. La furia latía en mis oídos, exigiendo un chapoteo, la carne bajo sus dedos latía y palpitaba con vida, las viles fantasías del difunto Crabbe de repente surgieron en su cabeza...

...y Voldemort presionó un anhelante beso en los labios de Harry.

***

No fue bueno ni placentero, para Harry, eso era seguro. Voldemort ni siquiera intentó que pareciera hacer el amor en lo más mínimo. Simplemente lo tomó y lo disfrutó; el pánico de la conciencia en los ojos del niño, sus repentinas súplicas (Wow, parecía que no sabía cómo suplicar en absoluto), resistencia y gritos. Por primera vez probo las lágrimas del Elegido.

El niño fue criado listo para la tortura y la muerte, pero no estaba listo para esto. Simplemente no esperaba, no podía imaginar. Incluso del peor enemigo.

Voldemort notó con indiferencia que el Elegido debe haber sido virgen; apenas tuvo tiempo para aventuras amorosas entre las cacerías de Horrocrux. Todo lo mejor.

Trató de prescindir de un daño físico evidente, pero resultó ser psicológico con creces. Cuando Voldemort terminó, Harry se veía completamente destrozado, temblando, aterrorizado, de repente más pequeño y joven. Voldemort simplemente se sentó allí y observó, memorizó, analizó las sensaciones... Era... extraño. Increíblemente, eufóricamente bueno, pero al mismo tiempo... No era lo que él quería, ni lo que necesitaba. No de esta manera.

El chico dejó escapar un último gemido convulsivo y obstinadamente apretó los labios. Miró directamente a Voldemort. Sus ojos verdes oscuro brillaban con puro odio.

— "Me alegro de que ya no sientas la necesidad de contenerte, Tom. Es mucho más fácil odiarte ahora. Gracias" —

Voldemort suspiró. Odiaba ese nombre muggle; Harry lo usaba cuando quería lastimar más. Han vuelto de nuevo al punto de partida, y ahora será mucho más difícil arreglarlo todo y volver por el buen camino. Él, por supuesto, lo pasó muy bien, pero hay más desventajas que ventajas. Pero aún se puede arreglar. Sacó su varita.

— "Obliviate" —

***

Le regaló cuadernos de bocetos y pinturas para su cumpleaños: había visto a Harry dibujar en los márgenes de libros antiguos, lo que horrorizó a Voldemort por el trato tan descuidado. Olvidando tanto la pelea como los eventos subsiguientes, Harry estaba genuinamente encantado. Volvió a calentarse. Pero faltaba algo.

Al día siguiente, no pudo resistirse y repitió la experiencia reciente: sin ninguna provocación por parte de Harry, simplemente entró en la celda y dejó al niño encadenado. Incomprensión y miedo estaban impresos en su cara, mientras gritaba: "¡¿Qué estás haciendo?!" y "¡No, por favor, por favor, por favor!" Es una pena que el Elegido resistiera hábilmente a Imperius, Voldemort hubiera dado mucho por un niño arrodillado que chupaba obedientemente, mirándolo fielmente a los ojos, pero tenía que prescindir de él.

<<No, así no>> Lanzó un nuevo Obliviate, al día siguiente había un amistoso Harry. La molestia llegó a Voldemort; por primera vez en su vida, no entendía lo que quería.

Hasta que Harry, con una risa, dijo de alguna manera que el joven Tom era un hombre raro y guapo. Lamentó cien veces que Riddle viviera hace medio siglo, hasta que descubrió quién era en realidad, porque no rechazaría a un compañero de clase así.

La próxima vez, Voldemort apareció en forma de Riddle. Él sonrió encantadoramente y coqueteó. Harry siguió el juego... hasta que el joven Tom trató de besarlo.

Ese tiempo resultó ser especialmente cruel, el humor de Voldemort finalmente se deterioró y no acudió a Harry por varios días. Cuando llegó, encontró al chico respondiendo al azar, confundido, nervioso <<Maldito Obliviate>> Borrar recuerdos recientes con tanta frecuencia es peligroso, hay demasiados vacíos en la memoria que no hay nada que llenar.

Voldemort se dio cuenta de que él y Harry necesitaban un nuevo pasado sobre el cual construir un nuevo futuro. Su futuro. Sus experimentos ayudaron a comprender lo que quiere: reciprocidad. Sin coerción, sin cooperación mutuamente beneficiosa. Amor.

Casi dos décadas de vida no se pueden limpiar con Obliviate sin daño; el Elegido olvidará cómo sostener una cuchara y se degradará al estado de un bebé.

Pero el trabajo conjunto de una legión brillante y un maestro de pociones igualmente sobresaliente... Privado de magia, recuerdos del mundo mágico, dotado de otros nuevos, bastante incompletos y, por lo tanto, realistas. Ligeramente inhibido, pero obediente y sincero. Harry Potter es completamente suyo, para poder empezar su historia desde cero.

El Elegido abre los ojos en la habitación del hospital y ve a un amistoso y sonriente Tom frente a él. Devuelve la sonrisa. Se produce la impresión.

— "Bienvenido al mundo real Harry. Mi nombre es Tom y soy su médico" — 

Continuara ...

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