Horace Slughorn es muy infeliz. En el mismo momento en que vio al chico a espaldas del tranquilo, como siempre, lo invadió una desagradable sensación de que en el futuro tendría que corregir otro recuerdo. Recuerdos del primer encuentro con Harry Potter.

Hay tantos recuerdos ahora de los que se arrepiente, que se necesitaría un grupo de memoria del tamaño del lago negro para contenerlos a todos.

Aceptó este trabajo. Aceptó revelarle al muchacho la verdadera esencia de la conversación con ese hombre, el tema de su interés. El Elegido no fue menos persistente y encantador que en su tiempo, ¿cómo resistirse aquí? En ese momento, el mismo Horace creyó que Harry Potter tenía una oportunidad. Que todo acabaría, que por delante estaba una vejez tranquila, cómoda, cómoda con una serie interminable de alumnos talentosos y no muy talentosos que no se olvidan de dar las gracias a su ex profesor de pociones después de graduarse. Tal vez incluso comenzaría un nuevo pez para alegrar el aburrimiento.

Un pez <<Querido Francis>> un regalo de la madre del niño. Una criatura encantadora que nada en círculos en un pequeño acuario durante todo el día, sin darse cuenta de nada fuera de su mundo artificial. ¿Si Lily hubiera sabido que su hijo se encontraría en un papel similar, atrapado en una bola de cristal de mentiras? Si supiera que su amado profesor tendría algo que ver en esto, ¿lo odiaría?

Snape murió en el momento equivocado. Aunque el hombre claramente odiaba al chico mucho menos de lo que intentó aparentar. Quizás, a diferencia de Slughorn, habría tenido la fuerza para negarse. Horace nunca había sido un héroe y sabía que su vida se había salvado no porque estuviera imbuido de nostalgia y se apiadara de su antiguo mentor. Sabía que necesitaba demostrar su utilidad una y otra vez.

Slughorn se estremece cada vez que lo ve ponerse la máscara de Tom nuevamente. Ver a su antiguo alumno y saber que el agujero de gusano en su interior, cuidadosamente ignorado por el propio Horace, casi imperceptible durante sus años escolares, se ha extendido como un tumor canceroso, sin dejar ni una pizca del director Dumbledore.

Un joven mestizo sin un centavo en su bolsillo. Se dio cuenta, no pudo evitar notar con qué entusiasmo los herederos de las familias más antiguas captaron la más mínima palabra de Tom, simplemente porque sabía mirar de tal manera que cualquiera se sintiera especial y digno, y estaba listo para ir al extremo del mundo por ese joven encantador. El propio profesor estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por él, por el bien de Tom Riddle.

Ambicioso, ávido de conocimiento, cautivador con su deslumbrante encanto, Tom fue reemplazado por un monstruo que prefiere el miedo a la adoración y el servilismo a la devoción. De todos menos de Harry. Horace solo podía adivinar la naturaleza de esta extraña conexión. Al principio, cuando supo por primera vez que el Elegido había quedado con vida, se horrorizó por la demostrativa cruel ejecución del niño. Luego, casi esperaba que matara a Harry, en un intento de someterlo. Lo que el profesor no esperaba era... esto.

Sin embargo, Slughorn no pudo evitar admitir que el extraño pasatiempo del Señor Oscuro tenía sus ventajas, incluso para todo el mundo mágico. Varios años después de la Batalla de Hogwarts, el mundo mágico finalmente ha llegado a un delicado equilibrio. El chico (Dios sabe cómo) logró ablandar al Señor Oscuro, apagar el fuego de su locura que estaba devorando toda la Gran Bretaña mágica. Amnistía para el joven crecimiento de la Orden del Fénix, aunque con estrictas restricciones de actividad y movimiento. Sistema educativo separado para hijos de muggles. Durante mucho tiempo, esta vez, el prolongado período de interpretar a un hombre de familia ejemplar lo hizo inusualmente bondadoso. Casi feliz.

¿No es la vida del Elegido un precio tan alto para el bienestar? Slughorn decía esto todos los días. Todas las noches, cuando no podía dormir, con imágenes molestas destellando ante sus ojos; gentilmente pone su brazo alrededor de los hombros de Harry y el niño se ríe feliz. Él, lanzando furiosamente Cruciatus a los mortífagos que cayeron bajo su furia, mientras los mejores hechiceros curan las venas cortadas del Elegido (entonces el niño no se mantuvo en este escenario pastoral, vivía en la mansión y accidentalmente vio el Señor Oscuro en su... forma natural)

Un nuevo motivo de pesadillas es el cuello del niño cubierto de manchas oscuras de chupetones. Por supuesto, Horace sospechaba de este lado de su... relación, pero por lo general tenía la paciencia de ser cuidadoso o curaba independientemente los rastros, que ahora parecían marcas deliberadamente vulgares, evidencia de propiedad.

Contusiones en las delgadas muñecas del niño. Horace no debería, no debería haber preguntado, ¿qué cambiaría la respuesta, después de todo? Pero aun así no pude evitar preguntar:

— Harry... ¿Tom está siendo grosero? —

— ¿Mmm? — El niño miró con apatía al antiguo maestro, sin darse cuenta inmediatamente de la pregunta. Luego sonrió débilmente — No, no lo es. Solo me salen moretones con facilidad. Creo que está empeorando — se quejó Harry de repente — Desde hace un par de días, he estado sintiendo una terrible debilidad en todo mi cuerpo. Como un muñeco de trapo. De hecho. Tom está terriblemente preocupado —

<<Monstruo hipócrita>> pensó Horace enojado << Preocupado, cuando el hombre lo mantiene bajo *Asthenus durante casi tres días >>

La conversación reciente con el Señor Oscuro todavía estaba en su cabeza; breves instrucciones antes de que Slughorn pudiera ver a Harry:

— "Profesor" — la encantadora sonrisa de Tom en un espeluznante hocico de serpiente. Horace no es Harry, sus sentimientos no se salvarán por su apariencia transfigurada — "Empiezo a tener la impresión de que estás perdiendo tus habilidades" —

— "¿Qué le hizo pensar así, mi señor?" — Slughorn instintivamente se encogió, tratando de mantener su compostura exterior.

— "Voy a tratar de hacerlo claro y comprensible" — Voldemort se levantó de su silla en la cabecera de la mesa de reuniones, juguetonamente pasó sus garras por la superficie brillante mientras se acercaba a Slughorn — "Necesito una pequeña cosa de ti: que Harry Potter sea saludable, equilibrado y se considere un muggle amnésico. Una solicitud bastante modesta, debes admitirlo" — el tono engañosamente amistoso no fue bien con la varita que sacó del bolsillo del manto.

— "Mi señor, la última vez que revisé al chico, todo estaba perfecto, responde perfectamente a las dosis actuales de los componentes, ¿está seguro de que..?" — Slughorn se interrumpió cuando la punta afilada de la varita descansó justo debajo de su barbilla, haciéndole tragar con nerviosismo.

— "¿Estás seguro?" — siseó Voldemort — "El niño dibuja a Hogwarts y a sus amigos sangre sucia en cada hoja de papel, me ve en pesadillas y hoy también decidió jugar en silencio. Si vuelve a hacer algo parecido, te degollaré vivo, Horace. No creas que tus méritos pasados ​​te dan derecho a la inmunidad" —

—-"Yo... haré las cosas bien, Mi Lord. D- Déjame examinarlo" —

***

Como de costumbre, Horace le pidió a Harry que se recostara y cerrara los ojos. Él mismo estaba susurrando algo ininteligible, y Harry solo sintió una ligera agitación del aire sobre su piel. Métodos de diagnóstico extraños, pero el tipo no entendía todos estos asuntos médicos en absoluto; Tom considera a Slughorn un excelente médico, y esto debería ser suficiente.

<<Tom ...>> Harry no puede evitar preocuparse por su relación. Se siente culpable ante Tom, por los dibujos ocultos, por la desconfianza, pero al mismo tiempo no puede superarse a sí mismo y finalmente perdonar ese salvaje arrebato de agresión contra él. Harry se siente terriblemente cansado y quiere acurrucarse en un lugar oscuro y tranquilo y no ver a nadie, ni a Tom ni a sus amigos.

Después de ese incidente, Harry se despertó en un fuerte abrazo de un hombre que dormitaba pacíficamente, demasiado fuerte incluso. Retiró con cuidado la mano del otro y trató de rodar hacia su lado de la cama, pero fue jalado hacia atrás de inmediato.

— ¿A dónde vas? Tom sonrió — ¿Cómo te sientes? —

—A ningún lado — admitió Harry honestamente — Todavía siento debilidad y dolor de garganta después de ... ayer. O tal vez solo tengo un resfriado, no lo sé —

Tom frunció el ceño.

— Así que solo nos queda una cosa... —

— ¿Qué? — Harry se tensó.

— Hoy me quedo en casa y dedico todo el día a tu tratamiento — se rió el hombre.

— No hace falta, es una dolencia simple, y te están esperando pacientes importantes con enfermedades realmente graves... —

— No tengo un solo paciente más importante que tú — dijo Tom con seriedad, y Harry sintió la familiar calidez de la gratitud y el amor esparcido por su pecho.

***

— ¡No puedes levantarme y cargarme así! — dijo Harry — ¡No soy un niño y no estoy discapacitado! —

— Quiero hacerlo, así que puedo — Tom lo instó a continuar — ¡Y si te resistes, también te cargaré después del baño! —

Harry resopló. Mientras el agua llenaba la bañera, Tom lo ayudó a desvestirse, acariciando sus costados y su espalda.

— ¿Qué tipo de espuma prefieres? —

— Eso es demasiado... — pero bajo la mirada ante la mirada severa fingida de Tom, Harry se dio por vencido — esa con vainilla y canela —

Una generosa corriente de gel se agitó en el agua hasta convertirse en una sustancia espesa y de olor agradable, entre la cual Harry pronto se encontró. El tipo recogió las palmas de las manos llenas de espuma y la sopló directamente en la cara de Tom. El hombre estornudó por el jabón que se metió en su nariz, se apartó bruscamente y se enderezó a toda su altura.

— ¡Perdón! — Harry exclamó culpablemente.

La mirada de Tom no presagiaba nada bueno, y el castigo no se hizo esperar; el hombre saltó bruscamente a la bañera, expulsando una buena cantidad de agua y espuma, atrajo a Harry hacia él y ocupó su lugar en la cabecera de la bañera, acostándose. El chico estaba a lo largo de él abrazándolo fuertemente con un brazo. Se inclinó hacia su oído, se apartó un mechón de cabello mojado y susurró:

— ¿Entendido, cariño? — Harry se rió.

— Eres tú quien tendrá que limpiar la inundación en el baño, así que estoy tranquilo —

— Excelente. Pasemos a los procedimientos de agua terapéutica — Tom ronroneó y apretó el pezón derecho de Harry con dos dedos, arrancando un repentino gemido del chico — Aquí viene la voz —

Bañarse se convirtió en un maratón para Harry; las manos de Tom estaban por todas partes. Acariciaron y pellizcaron, apretaron y acariciaron, trayendo un placer insoportable, pero sin dar alivio. Se mareo al tratar de llegar al orgasmo él mismo; su mano fue interceptada a mitad de camino.

— Tu piel ya está arrugada — se rió Tom, besando los dedos del chico a su vez — Es hora de salir —

Harry se paró sobre piernas temblorosas, derritiéndose de deseo mientras Tom lo envolvía en una toalla grande y cálida. Y esta vez no le importó en absoluto cuando el hombre lo tomó en brazos.

***

Tom con cuidado, como un envoltorio de regalo, le quitó la toalla a Harry, que estaba acostado en la cama. Miró con avidez el cuerpo que yacía frente a él, desde la mirada nublada del chico hasta su pene tenso.

— Arrodíllate de espaldas a mí — dijo el hombre con voz ronca.

Harry estaba demasiado emocionado para sorprenderse o preguntar de nuevo. Tan pronto como tomó la posición correcta, apareció una almohada alta frente a él. La mano de Tom presionó suavemente su espalda, Harry captó la indirecta opaca y se acostó sobre la almohada boca abajo, sonrojándose por la franqueza y cierta vulgaridad de la pose. La sensación de incomodidad extinguió instantáneamente la nueva e imposible sensación.

— ¿Qué estás?.. ahh — Harry literalmente se atragantó con un gemido. Tom nunca le había hecho esto antes. El toque de la lengua en el ano es ligero y provocador, penetrante con sedosa elasticidad, literalmente lo volvía loco, obligando al tipo a arrugar la sábana y regresar a la fuente del placer, abriéndose cada vez más.

Tom, entrecerrando los ojos, notó cómo los dedos de los pies de Harry se tensaban, sonrió y pasó sus dedos ingrávidos por el tierno escroto del niño, lo que provocó un espasmo en todo su cuerpo. Solo tomó un par de toques en la polla para que el chico se corriera con un fuerte gemido, derramándose sobre su propia toalla mojada.

Harry trató de rodar sobre su espalda, pero recibió una fuerte palmada en el trasero.

— No te muevas — ordenó Tom, y de un tirón entró en el agujero, todavía mojado por la saliva, colgando sobre el tipo y, agarrándolo del pelo, presionando su cabeza contra el colchón. El repentino contraste entre la ternura y la aspereza ensordeció un poco a Harry, sacándolo de su languidez post-orgásmica a un flujo constante de fuertes embestidas.

— T- Tom — gimió Harry.

— ¿Qué sucede mi amor? — preguntó Tom, inclinándose hacia él e interrumpiendo el movimiento de su cuerpo por un momento.

— D-duele un poco. Por favor, ¿no puedes ir despacio? —

— Ya te acostumbrarás — respondió el hombre suavemente y, mordiendo el hombro de Harry, reanudó la fricción, ya no entrando, pero conduciendo hacia el cuerpo debajo de él. Tom notó que Harry se mordía los dedos para ahogar sus sollozos y rodó al niño sobre su espalda, empujando la almohada a un lado — No te contengas — siseó, bloqueando los brazos de Harry sobre su cabeza mientras continuaba golpeando, sin disminuir la velocidad — No te atrevas a ocultarme tus emociones —

Harry arqueó la cabeza hacia atrás y el hombre se clavó en su cuello de inmediato, marcándolo con chupetones y mordiscos.

— Mírame — gruñó Tom, y en lugar de pasión, al ver lágrimas y miedo en los ojos del adorado Horrocrux, nublados por el dolor, sintió una punzada de culpa. Sin embargo, duró poco, interrumpido por un orgasmo violento, desde el cual el hombre literalmente se derrumbó sobre el chico, respirando con dificultad.

— Dios, eres dulce. Cómo te amo, mi alma — repetía Tom frenéticamente, cubriendo de besos al tembloroso Harry, lamiendo cada mordisco y moretón dejado por él. Bajó las escaleras y notó con disgusto que el chico no había terminado — ¿No te gustó, querida? — Tom entrecerró los ojos.

Harry todavía estaba temblando. Los cambios de humor de un ser querido comenzaron a asustarlo y desanimarlo. Primero esta increíble ternura, luego- Tom prácticamente lo violó, y ahora pregunta... ¿si le gustó?

— Tom, pregunté... así no. Me siento mal —

— Lo siento — el rostro del hombre mostraba remordimiento — El frío te hizo tan dulce y flexible que era imposible resistirse. ¡Te hubiera comido! — Mordió juguetonamente la piel sensible en la parte interna del muslo del niño.

Harry hizo otro intento.

— Cariño, no crees que te has vuelto un poco últimamente... ¿Tienes problemas en la clínica? —

— ¿Un poco - Qué? — Tom levantó la vista del estómago del chico, en el que estaba dibujando intrincados patrones con los dedos, y lo miró con atención.

— Un poco... cruel —

Tom sonrió con complicidad.

— Oh, mi querido muchacho. Ciertamente no querrás saber lo cruel que puedo ser. Por lo tanto, deja de ser caprichoso y descansa, ahora cocinaré algo de comer. ¿Quieres panqueques? —

Se puso su bata de baño y fue a la cocina, tarareando una melodía sin pretensiones en voz baja, dejando a Harry con la mirada fija en el techo en silencio.

***

— Eso es todo — Horace terminó su diagnóstico y guardó su varita — Puedes abrir los ojos, Harry —

— ¿Qué pasa conmigo? — preguntó el joven.

— Todo es bueno. Solo necesitas más descanso y menos estrés, jovencito — dijo Slughorn con fingida severidad — Y, por supuesto, no te olvides de tomar tu medicina —-

Harry respiró hondo y tomó una decisión.

— Dr. Slughorn, me temo que tal vez... no todo está bien con Tom —

Horace se puso pálido.

— Te escucho atentamente, Harry —

Continuara ... 

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