Especial.
Aclaro que este capítulo es canónico.
Era una calurosa noche de verano, la joven pareja festejaba su primer aniversario de casados.
Kirito extrañaba mucho a su familia desde que tuvieron que escapar aquella vez a él y a Sinon con la intención de separarlos, solo podía mantenerse en contacto con ellos a través de cartas.
De eso ya habían pasado dos años.
La boda fue secreta, por la vía civil y no por la iglesia. Eso se debe a dos razones. La primera: no había invitados que asistieran a verlos. Segunda: si se casaban por la iglesia corrían el riesgo de ser descubiertos.
Se habían ido a vivir al pueblo de Magome. Se habían cambiado los nombres para pasar más desapercibidos.
Ahora Kirito era de nacionalidad turca mientras que Sinon era austriaca...aunque los nombres era mejor omitirlos ya que nunca se llamaban por tal.
Sin duda la vida les sonreía a los dos. Vivían casados y seguramente serian eternamente felices.
Esa noche de celebración se les habían pasado un poco las copas, en especial a Sinon la cual estaba rosada de la cara debido a tanto vino que bebió.
-Te dije que te iba a caer mal tomar tanto vino. –Regañó Kirito.
-Déjame...valía la pena festejar. –Contestó Sinon al tiempo que Kirito la ayudaba a subir por las escaleras.
Él era el que estaba más entero. Las copas no se le habían subido tanto como a Sinon.
-Y casi llegamos al cuarto, lo mejor será que te duermas en cuanto te acuestes. –Sugirió Kirito.
Pero algo lo detendrían, de repente Sinon puso todo el peso de su cuerpo y lo uso para empujar a Kirito contra la pared.
Luego de eso, ella se levantó de puntillas y le dio un beso a Kirito, uno muy apasionado. También puso una de sus manos en la intimidad de Kirito.
Él color de las mejillas de Kirito se puso al rojo vivo.
-¿O por qué no mejor jugamos un rato? –Sinon le dio otro beso a Kirito el cual estaba completamente paralizado.
Pero reaccionó cuando Sinon lo tomó de la mano y lo llevo al cuarto a pesar de que ella se estaba tambaleando.
Estaba únicamente vestida con un yukata, cuando llegaron al cuarto Sino estaba de espaldas mientras se quitaba el yukata dejando ver su blanca espalda.
La temperatura del cuerpo de ambos subía, aunque en Sinon subía mucho más rápido.
Tanto así que ella estaba sonrojándose.
-¿Y qué dices?, ¿piensas quedarte parado ahí el resto de la noche? –Preguntó Sinon un poco molesta.
-Claro que no. –Respondió Kirito, de inmediato.
Él fue hasta ella y la abrazó por detrás, comenzó a besar su cuello lentamente. Cuando sus labios la tocaron por primera vez, Sinon soltó un pequeño gemido para después morderse los labios.
-Tócame. –Pidió Sinon.
Y así como si fuera un esclavo, Kirito comenzó a pasar las yemas de sus dedos por el abdomen de Sinon la cual decir que estaba excitada es poco.
Ella se dio la vuelta y quedó frente a Kirito para verlo a los ojos. Enredo sus brazos en su cuello y comenzaron a besarse.
Kirito dio unos pasos para atrás y tropezó con la cama, cayendo sobre esta. Sinon también subió a la cama y continuó besando a Kirito mientras se arrodillaba en la cama.
Él tocaba los muslos de Sinon de tal forma que los apretaba bastante.
Pero pronto perdió la calma y junto a Sinon con su cuerpo, se tiró en la cama, la volteó para que Sinon quedara boca arriba.
Era sencillo, lo único que hizo fue quitarse los pantalones, al momento de besarse Sino ya había sentido la erección que tenía Kirito.
Kirito tomó a Sinon de las muñecas para dejarla sin escape, aunque claro, ella no pensaba ir a ningún otro lugar.
Cada que Kirito entraba en Sinon ella daba un jadeo, estaba satisfecha con lo que pasaba.
Pero Kirito no estaba satisfecho por nada del mundo, él quería hacer algo que nunca antes habían hecho.
Sinon estaba lo suficientemente alcoholizada como para acceder, aunque muy probablemente no sería la última vez que lo harían.
Aquello que Kirito quería hacer era jugar al viejo metesaca al estilo doggy.
Sinon apretaba fuertemente las sabanas al tiempo que Kirito la tomaba fuertemente de la cintura, tan fuerte que hasta sus manos quedaban marcadas en la piel de Sinon.
La línea en la espalda de Sinon excitaba muchísimo a Kirito, le gustaba acariciarla, además así prendía más a Sinon.
-¡Más, más! –Pedía Sinon.
Sin duda Kirito estaba un poco extrañado, Sinon era muy tímida al momento del sexo...pero ahora estaba más ganosa que alguna otra mujer en el mundo.
Pero claro, él no se quejaba de nada. Kirito solo disfrutaría y nada más.
Para que Sinon disfrutara más, Kirito solía darle azotes con su mano en el trasero, lo cual efectivamente le gustaba bastante a Sinon.
Al momento de cambiar de posición, Kirito quedo sobre Sinon, él estaba hincado mientras que ella estaba sobre las almohadas de la cama. Los pechos de Sinon se movían cada que Kirito la embestía usando la mayor fuerza que le permitían sus muslos.
A lo cual Sinon gemía y jadeaba con bastante pasión.
Kirito se inclinó para besar a Sinon, los dos estaban empapados de sudor debido a que estaban moviéndose bastante.
Pero la "fiesta" no acababa ahí. Durante el resto de la noche estuvieron haciéndolo, algunas veces se daban pequeños descansos para poder continuar.
Sinon se ponía encima, apoyando sus manos en el pecho de Kirito mientras ella gemía.
O algunas otras veces simplemente Sinon abría las piernas y dejaba que Kirito acariciara su abdomen mientras ambos se besaban.
Jugar al viejo metesaca nunca antes había sido tan placentero para ambos.
Incluso la cama les quedaba cortos ya que también lo hacían parados, o simplemente Sinon se recargaba al borde de la cama mientras Kirito la tomaba de la cintura y la sodomizaba mientras su chica apretaba fuerte la almohada.
Decir que cayeron muertos es poco. Estaban exahustos pero lograron saciar su enorme hambre de deseo carnal...por unos instantes.
Pasados dos noches de aquello, volvieron a la acción.
Lo hacían al estilo de "la montaña mágica", (tuve que investigar las posiciones del kamasutra...nunca antes me había sentido tan sucio e impuro ;-; lo que hago por amor).
También la postura "estrella de mar era de sus favoritas" por lo regular lo hacían al borde de la cama. Kirito solía tocarle los pechos a Sinon mientras lo hacían de esa forma.
También "la galleta de la pasión", (pinches nombrecitos les ponen ;-;), era favorita de ambos ya que Sinon ponía las piernas en los hombros de Kirito mientras ambos se tomaban de las manos.
Durante todo el verano los dos hacían el amor hasta el amanecer la mayoría de los días.
Sin duda los dos están hechos el uno para el otro, lo suyo durara mucho más del tiempo, algo que no se puede contar y eso se debe a que nunca podrán ser curados....de una Enfermedad llamada amor.
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-Suspira- ¿como decir adiós a este libro que me ha dado tanto? Gracias a una idea pude conocer gente la cual a pesar de no conocer la sin duda alguna la aprecio mucho.
Leer sus palabras de apoyo nunca me va a cansar, nunca me hartare de leer lo que me publican.
lamentablemente no puedo escribir todas las peticiones que me dan, soy humano, no una maquina de escribir. Algunas ideas simplemente no encuentro como cuadrarlas, escribir no es fácil sobre todo cuando eres un estudiambre que solo puede escribir 2 horas al día. Pensaran que eso es bastante tiempo...pero no, ni de lejos.
El pasar por bloqueos mentales es difícil y para mi mala suerte cada vez me ocurre más, ahora mismo no se como desarrollar "el dottore y la conejita" quizá alguna sugerencia no me venga mal.
De todas formas quiero dar gracias a todos aquellos que me dicen que esperan el siguiente capítulo semana a semana, no es necesario que los mencione ya que ustedes saben perfectamente quienes son.
Muchas gracias por quedarse hasta el final, por leer esta novela que seguro te gustó tanto como a mi me gustó escribirla, por nunca dejar de darme alientos de seguir publicando. Tengan por seguro que esta historia algún día estará en papel, no como fanfic, pero lo importante es que estará en papel y ustedes podrán tener el gran privilegio...de decir que leyeron la versión original.
Nos vemos en el próximo libro, compañeros wattpaders. se despide tu amigo:
-Arturo Reyes.
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