Capítulo seis
Sinon despertó con dolor de pecho y espalda, seguramente Kirito había dejado una ventana abierta para que se enfermara más.
Pero se sorprendió al ver que todas las ventanas estaban cerradas y la calefacción puesta.
Básicamente estaba el ambiente perfecto como para que ella no se enfermara.
Sin embargo, se sentía bastante mal. Sentía como si estuvieran presionando fuertemente su pecho.
Era bastante temprano, pero prefirió ir al doctor que a la escuela.
Solo se cambió la ropa que tenía puesta el día anterior, ella no se había puesto la pijama por lo que pasó la noche anterior.
Así que una vez cambiada se peinó, se puso los lentes y salió por la puerta.
Fue caminando a la farmacia más cercana para darse un chequeo.
Después de media hora de espera finalmente era su turno.
-Pase por favor. -Dijo la doctora que la atendería.
-Gracias. -Sinon entro al pequeño consultorio de la doctora y se sentó enfrente del escritorio.
-Dime muchacha, ¿Qué es lo que tienes?
-Me duele el pecho y la espalda...ayer vomite porque tenía tos y sentía dolor en los pulmones.
-Bien, ¿algo más que hayas sentido? -Pregunto la doctora mientras tecleaba en su computadora.
-Solo eso doctora, no he sentido nada más.
-Bien, es hora de revisarte.
La doctora reviso a Sinon de pies a cabeza, pero parece ser que no tenía nada.
-Muy bien, pues en realidad no tienes nada, ¿algo que hayas comido? -Pregunto la Doctora.
-Eso mismo pensé...pero no recuerdo haber comido algo pasado o mal...no sé qué pudo ser.
-¿Estas en aquellos días? -Pregunto la doctora pícaramente.
-Tampoco, de lo contrario no habría venido.
-Muy bien muchacha, cuando despertaste esta mañana, ¿desayunaste algo?
-No tenía hambre así que no comí nada.
-¿Cenaste anoche?
-Tampoco.
La doctora miro extrañada a Sinon mientras se levantaba de la silla donde estaba sentada, miro por la ventana del consultorio.
-Entonces creo que ya sé que puedes tener. -Dijo la doctora.
-¿Es algo malo? -Pregunto Sinon.
-Si es lo que pienso es malo, muy malo. -Respondió la doctora.
-¿Es cá-cáncer?
-Para nada, pero te preguntare una cosa y quiero que me digas la verdad.
Sinon asintió con la cabeza.
-¿De casualidad tienes novio?
La pregunta que la doctora hizo tomo por sorpresa a Sinon.
-No...no tengo.
-Por tu tono de voz me doy cuenta que quieres tener, ¿Qué paso con tu pretendiente?
-Se puede decir que nos peleamos.
La doctora se llevó una mano a la barbilla y sonrió de oreja a oreja.
-Mi niña lo que tú tienes es una enfermedad llamada "amor".
Sinon se sorprendió de lo que la doctora dijo.
-Más precisamente "mal de amores", eso no es algo que se cure con medicinas.
-¿Entonces que necesito?
-Tiempo...dialogar con esa persona y sobre todo calma, porque de nada sirve que te enojes más con él.
-¿Y cree que con eso me sienta mejor?
-Pues no se cual sea tu situación con él, pero si dices que están peleados pues...esa es la mejor terapia.
-Está bien doctora, gracias.
Sinon salió del consultorio decidida a hacer algo que nunca antes se había atrevido a intentar antes.
Invitar a Kirito a salir.
Así que espero hasta después del medio día para hablarle.
¿Como reaccionaria después de lo que pasó la noche anterior?
-¿Estará molesto por que lo corrí ayer? -Se preguntó Sinon.
Paso más de una hora viendo el celular para juntar el valor necesario para hablarle a Kirito.
-Te da más miedo hablarle al chico que te gusta que estar de cara a la muerte. -Se burló Sinon de su triste realidad.
Decidió que lo mejor era hacerlo rápido. Seguramente no se lo podría decir por el teléfono. Por lo que prefirió invitarlo a su departamento antes de decir "olvídalo, no era algo importante".
Finalmente tomo el teléfono y espero el tono.
Esos segundos se le hicieron eternos mientras esperaba que Kirito le contestara.
-Hola.
-¡Oye Kirito quería decirte que vinieras a mi casa en una hora!
-Este es el buzón de voz. Seguramente estoy jugando así que te regreso la llamada luego, hasta la vista.
-¡¡¡Desgraciado!!!
Kirito estaba en su casa después de ir al psiquiatra.
Suguha no estaba en casa por ir a la escuela así que estaría solo.
Fue a su cama para tumbarse en ella.
Cuando reviso su teléfono se dio cuenta que tenía una llamada perdida de Sinon.
-Oye, esa es mi chica.
Kirito había olvidado lo que sucedió la noche anterior por el efecto de los sedantes.
De hecho, olvido lo que había pasado los dos últimos días.
No recordaba que le había dado regalos para pedirle perdón a Sinon.
Pero para rematar él no se acordaba de que tenía que ir con Asuna a compensar el tiempo perdido.
Kirito marco a Sinon la cual nuevamente estaba en la cama reuniendo valor para marcar de nuevo a Kirito.
Cuando escucho el tono del celular se sorprendió tanto que se cayó de la cama.
Rápidamente se levantó y contestó la llamada.
-¿Bu-bueno? -Pregunto Sinon con voz temblorosa.
-Hola Sinon, vi que me marcaste. Perdón por no contestar, es que estaba en el psiquiatra porque parece ser que ayer hice algo muy estúpido.
Sinon se quedó muda, "¿lo que hizo conmigo una estupidez?".
-Cómo sea bribón, quiero que vengas a mi casa esta noche para platicar de lo que paso ayer.
-¿Bribón?, ¿Por qué me llamas así?
-No te acuerdas que te explique ayer.
-Es que no recuerdo nada de lo que paso estos últimos días. Suguha me dijo que ayer llege muy enojado a casa y que me tome todos los sedantes...por eso no recuerdo nada.
"Menos mal". -Pensó Sinon. -Bueno, igual ven a mi casa esta noche...tengo que decirte algo.
-Bueno, si tú quieres, ¿llego a las 7?
-Está bien, ¡llegas temprano!
-Bueno, pero no te enojes, llegare temprano.
-Nos vemos Kirito.
Sinon colgó la llamada y estaba por reventar de felicidad, Kirito tenía una laguna mental por los sedantes que tomo.
Pero aún se preguntaba el por qué había llegado molesto.
Después de analizarlo unos segundos pensó en una loca probabilidad.
-¡¿Entonces no me estaba mintiendo?! -Grito Sinon sonrojada.
Kirito le había dicho que ella era hermosa, que se sentía tranquilo junto a ella a pesar de lo ruda que era con él.
Eso la hacía pensar que ya tenía una probabilidad para robar el corazón de Kirito.
Tendría que jugársela el todo por el todo esa noche sin importar las consecuencias.
Y estaba más que decidida a hacerlo.
Kirito bajo a la cocina para hacerse de comer dejando su celular arriba.
Pasaron 20 minutos cuando subió a su cuarto y noto algo que le hizo poner un gesto de desagrado.
Había olvidado muchas cosas, pero menos que ya estaba cansado de ver a Asuna en todos, todos lados.
La razón de recordar eso fue que tenía más de 10 llamadas perdidas de Asuna.
Decidió no contestarle ya que le empezaba a doler la cabeza.
Pero ella seguía insistiendo, llamando una y otra y otra vez.
-¡Ya estoy harto de esto! -Exclamo Kirito desesperado.
Kirito tomo el celular y finalmente contestó.
-¿Qué paso cariño? -Pregunto Kirito.
-¿Dónde estabas?, no viniste a la escuela y luego no me contestas. -Reclamo Asuna preocupada.
-Me desperté tarde y se me hizo más tarde para llegar a la escuela. -Mintió Kirito para que Asuna no lo llenara de preguntas.
-Ay Kirito, ¿ya estás listo?
-Si...estoy listo. -Kirito no tenía ni la menor idea de para que tenía que estar listo.
-Bien, te espero en la cabaña. -Se despidió Asuna.
-¿Qué íbamos a hacer en la cabaña?, ni idea. -Dijo Kirito mientras se ponía el Amusphere.
Kirito llego a la cabaña donde Asuna lo estaba esperando.
-¡Kirito! -Exclamo Asuna mientras corría para abrazarlo.
-Hola, ¿Qué quieres hacer? -Dijo Kirito con mucha frialdad.
-Pues salir a pasear, tú me prometiste que recuperaríamos el tiempo perdido.
Kirito no recordaba esa promesa, pero quería evitarse problemas que lo terminarían estresando demasiado así que decidió seguir el juego.
-Está bien, hoy haremos todo lo que tu pidas.
-¿Todo? -Pregunto Asuna.
-Pues claro, vamos de una vez. -Dijo Kirito mientras tomaba la mano de Asuna y pateaba la puerta para salir corriendo al pueblo.
"Pues claro, vamos de una vez para ya no aguantarte más tiempo" -Fue lo que pensó Kirito.
Él había dejado de sentir interés por Asuna desde la noche anterior, desde que se dio cuenta que ya estaba cansado de verla a todo momento y a toda hora.
Pero por ahora se tenía que joder y estar con ella, aunque no quisiera.
Los dos jugaron y se rieron por algunas horas.
La risa de Asuna era verdadera pero la de Kirito...pero la de Kirito era falsa.
Él estaba harto de pasear con Asuna ya que la cabeza lo mataba, sentía una energía en las manos de tanto estrés que tenía.
Ella no dejaba de hablar de su vida, ni siquiera se preocupaba por los problemas de Kirito.
Asuna solo insistía en ella misma y eso cansaba aún más a Kirito.
-¡Vayamos al lago! -Exclamo Asuna.
-Está bien. -Contestó Kirito desganado, pero fingiendo interés.
-¿Verdad que dijiste que haríamos todo lo que yo haría? -Pregunto Asuna juguetonamente.
-Sí, si lo dije y lo cumpliré. -Respondió Kirito.
"Sí, si lo dije, pero me arrepiento de haberlo hecho". -Pensó Kirito para sí mismo.
Asuna se quitó parte de la ropa y se metió al lago.
-¡Ven Kirito, el agua esta excelente! -Pidió Asuna.
-No es que yo... -Kirito se acordó de la pesadilla donde se ahogaba.
-¡No seas amargado, vente! -Asuna tomo de la mano a Kirito y lo tiro al agua.
Kirito se puso muy nervioso de sentir estar en el agua.
Estaba tan nervioso que no podía nadar, se estaba cayendo poco a poco a la profundidad del lago.
Asuna se estaba riendo de Kirito hasta que decidió ir por él.
Kirito tenía buena resistencia en los pulmones dentro de ALO así que no se ahogaría.
Pero cuando una mano lo tomo del cuello le empezó a dar tanto miedo que sentía que el corazón le iba a estallar.
Su pulso se disparó tanto que se desconectó automáticamente.
Asuna se extrañó por eso, ¿de cuándo acá el gran espadachín negro sentía miedo de entrar al agua?
Cuando Kirito se despertó se levantó de salto.
Se quitó el Amusphere y se percató que estaba en su cuarto sano y salvo.
-¡Tenía que ser ella! -Dijo Kirito mientras golpeaba la pared.
-Onii-chan, ¿Qué vas a querer de cenar? -Pregunto Suguha mientras entraba por la puerta.
-¡No me molestes, lárgate de aquí! -Grito Kirito.
Suguha se impactó sin decir nada.
-¡¿Estas sorda o eres estúpida?, lárgate de aquí!
Suguha miro al suelo muy triste y cerró la puerta después de decir "perdón".
Kirito se levantó y tomo un pañuelo con aroma a lavanda que tenía como aromaterapia.
Fue por su celular y se puso los audífonos para luego escuchar "Variaciones Goldberg" que le recomendó Lecter.
Poco a poco se fue calmando y se dio cuenta de lo que le había dicho a Suguha.
Se levantó y se quitó los audífonos para luego ir al cuarto de su hermana.
Kirito toco la puerta, pero no fue abierta.
-Oye Sugu...respecto a lo que paso hace rato...estaba muy molesto por algo que de verdad me hizo enojar.
Suguha abrió la puerta y se acostó en su cama.
-No tenía que haberte hablado así...no me debí desquitar contigo...perdóname.
Kirito abrazo a Suguha y le dio un beso en la cabeza.
-¿Por qué te enojaste? -Pregunto Suguha.
-No es culpa tuya...y no tiene importancia.
-Está bien Onii-chan, te perdono...pero deberías ir a clases de manejo de ira.
Kirito se rio a carcajadas de las ocurrencias de su hermana.
-Sí, seguramente lo hare, no te preocupes por eso.
Kirito fue a su cuarto y vio que tenía varios mensajes de Asuna pregúntalo que paso.
Pero estaba molesto con ella así que mejor ni le contestó.
Eran las 6 de la tarde...se iba a retrasar con Sinon.
-¡Maldita sea!
Kirito fue corriendo a bañarse mientras se enojaba más y más con Asuna por que le hizo perder tiempo.
Para relajarse mientras se vestía ya que no quería gritarle a Sinon mejor se puso a escuchar la música que Lecter le dio.
Se puso un pantalón vaquero azul y una playera negra con una chaqueta negra también.
Se "peino" y salió corriendo de su casa para ir a su moto.
Sinon había estado desde las 5 de la tarde arreglándose.
Llevaba puesto un vestido blanco que le dejaba los hombros descubiertos.
No era muy elegante así que era perfecto para la ocasión.
Ella llevaba un maquillaje ligero que ni siquiera se notaba. Solo realzaba las facciones de su cara.
-¡A un lado, se me hace tarde!
Kirito pasaba por una calle repleta de posters donde estaba Asuna, el realmente quería dejar de verla ya que sentía que lo estaba hostigando.
Kirito llego faltando 5 a las 7. Justo a tiempo, pero con demasiada prisa.
Kirito fue a la puerta para tocarla, después de eso Sinon abrió la puerta.
-Hola bribón. -Saludo Sinon.
Kirito se quedó en blanco, tomo la puerta y la cerró. Luego se golpeó la cabeza contra la puerta y volvió a tocar.
-¿Qué carajos fue eso? -Pregunto Sinon confundida.
-No se... -Contestó Kirito. -¿Po-por-porque estas vestida así?
Sinon había olvidado que no le había dicho a Kirito lo que tenía pensado.
-Respecto a eso...pasa por favor.
Kirito se sonrojo y se puso más nervioso aún.
-¡No!, prefiero quedarme aquí afuera, estoy bien así.
Sinon había captado el interés de Kirito, ahora tenía que convertirlo en amor.
-Bueno bribón, resulta ser que tengo dos boletos para ir a la feria y no tengo con quien ir. -Dijo Sinon.
-¡Excelente! Vas a poder ir dos días seguidos. -Exclamo Kirito.
-¡Idiota, sino querías ir no tenías por qué ser tan grosero! -Grito Sinon mientras le daba un golpe a Kirito.
-Uff, solo era broma Sinon, claro que quiero ir contigo...de verdad me gustaría.
Kirito le sonreía a Sinon con toda confianza, eso hizo que Sinon se sintiera apenada.
-Bu-bueno, vámonos de una vez o llegaremos tarde.
Ambos partieron con rumbo a la feria donde había bastante gente.
Todo estaba lleno de luces de neón y enormes atracciones. Era el ambiente perfecto para des estresarse un rato y divertirse en grande.
-Primero las damas. -Dijo Kirito mientras le daba el paso a Sinon.
Luego de entrar Kirito tomo de la mano a Sinon.
-No te vayas a perder, no quiero tener que buscarte. -Se burló Kirito.
Sinon se preguntaba que estaba pensando Kirito, ¿ella se vería bien a sus ojos?
Por otro lado, Kirito estaba sorprendido de lo bien que Sinon se veía, pero si le daba un cumplido seguramente ella se molestaría.
-¿A dónde vamos primero?- Cuestióno Kirito.
-¿A los carros chocones? -Sugirió Sinon.
-¡Hecho! -Kirito tomo nuevamente de la mano a Sinon y la llevo a los carritos chocones mientras reía alegremente.
-Se la está pasando bien conmigo, ¡no puede ser! -Pensó Sinon.
-Hagamos un duelo. -Pidió Kirito. -Quiero ganarte en la vida real también.
Sinon regreso de sus pensamientos y dijo con voz retadora y entusiasta.
-Te voy a acabar, así que mejor vete preparando.
Ambos subieron a distintos carritos y sin pensarlo dos veces se fueron a perseguir el uno al otro chochándose una y otra vez.
En un momento ambos estuvieron tan cerca que se hablaron.
-¡¿Te está gustando la paliza que te estoy dando?! -Pregunto Kirito.
-Pues pensé que un bribón como tu sería más agresivo. -Respondió Sinon.
-Es que no quiero que la señorita salga lastimada...las mujeres como tu son frágiles.
-¡Bastardo! -Exclamo Sinon mientras se daba la vuelta para chocar muy fuerte con Kirito.
Cuando salieron de los carritos chocones ambos lo hicieron riendo alegremente.
Esta vez Kirito no estaba actuando, estaba pasándosela de verdad muy bien.
Ambos siguieron tomados de la mano como si nada. Se la estaban pasando tan bien que ni atención le prestaban a este asunto.
-¿Ahora a dónde? -Pregunto Sinon.
-¿A la casa del terror? -Pregunto Kirito.
-¿Casa...del terror? -Sinon solo vio la casa del terror desde lejos y se puso pálida.
Kirito se estaba riendo de Sinon por que parecía un gato asustado.
-¡JA, ¿a la gran francotiradora de hielo le da miedo la casa del terror? -Se burló Kirito mientras se seguía burlando.
Sinon tomo una vara de un árbol, la partió de forma filosa y la empuño en el estómago de Kirito.
-Síguete burlando Kirigaya...y será la última vez. -Amenazo Sinon.
-Jejeje, las viejas costumbres no se pierden. -Tranquilizo Kirito mientras se ponía una mano en la nuca.
-Iremos para que sepas quien manda. -Dijo Sinon tomando la mano de Kirito y dirigiéndolo muy decidida a la casa del terror.
Pero una vez que se paró de frente esa decisión se convirtió en inseguridad.
-¿No ibas a demostrar quién manda? -Desafío Kirito.
-¡Claro que sí!, te lo demostrare.
Ambos entraron a la casa y Sinon estaba muy nerviosa y con un sentimiento de ansiedad que la superaba.
Kirito también tenía miedo, pero no lo demostraba ya que si él se quebraba Sinon también lo haría.
Y eso es justamente lo que él quería evitar.
Sinon estaba abrazada de Kirito sin darse cuenta, su miedo la superaba por mucho.
Recorrían los pasillos de la casa sin encontrar nada.
Pero esa suerte se acabó.
Cuando llegaron a las escaleras se dieron cuenta que algo los había seguido.
De las escaleras de abajo había una calavera con una túnica que se parecía al temible Death Gun.
Ese que casi logro matar a Sinon en el pasado.
Sinon grito muy asustada y Kirito se quedó paralizado.
Ambos pensaron que se trataba del auténtico Death Gun que había regresado para vengarse de ellos.
La cereza del pastel es que eso que tenían enfrente dijo la misma frase que caracterizaba a Death Gun.
-¡it's showtime!
Kirito no se lo pensó más y le dio una patada al animatronico el cual se desarmo de inmediato.
Sinon había entrado en nerviosismo y al ver que estaba por llorar, Kirito la tomó de la mano y la trato de sacar de la casa a como dé lugar.
Se escuchan risas maliciosas por todos lados mientras los dos corrían a donde fuera con tal de salir de ahí.
Pero las cosas se pusieron feas para Kirito.
Él no sabía si era alucinación, un muñeco o si era algo real. Pero enfrente de él había un lobo negro que lo acechaba.
Kirito trago saliva y soltando la mano de Sinon se acercó al lobo el cual comenzó a aullar.
-¡Kirito, no me dejes! -Suplico Sinon.
Ella veía que Kirito se acercaba a una ventana, pero no había nada enfrente de él.
El lobo que Kirito veía lo acechaba, aullaba y le gruñía.
Varios lobos más se acercaron para acecharlo, pero él estaba como si nada.
-Ustedes no lograran hacerle daño a Sinon. -Dijo Kirito sin vacilar. -¡Me pueden hacer daño a mí pero no a ella!
Sinon veía confundida. Kirito estaba gritándole a la nada.
Los lobos poco a poco se fueron haciendo para atrás hasta que se marcharon.
Kirito regreso y tomo la mano de Sinon.
-Ya se fueron, vámonos antes de que regresen. -Kirito extendió la mano su mano para tomar la de Sinon y sacarla de la casa.
Cuando salieron tomaron aire y corrieron lo más lejos posible de la casa.
Cuando se detuvieron Kirito escucha el latir del corazón de Sinon.
Era tan fuerte que sonaba con un tambor enorme.
Él solo fue y la abrazo para luego darle un beso en la frente.
-Ya paso, ya paso...ahora estamos bien. -Tranquilizo Kirito.
-Tenía mucho miedo...vi a Death Gun ahí adentro. -Dijo Sinon mientras trataba de contener el llanto.
-También lo vi...pero lo volví a partir por la mitad...ese maldito no podrá hacerte daño de nuevo...por suerte los lobos también se fueron.
-¿Lobos?, ¿Cuáles lobos? -Pregunto Sinon desconcertada.
-¿No los viste?...hasta les grite para ahuyentarlos.
-Le gritaste a la nada...no había lobos en la casa.
Kirito sentía como su cara se ponía roja de la vergüenza de haber quedado como un idiota.
Sinon al ver que Kirito estaba apenado se rio de él y después lo abrazo otra vez.
-¡Pareces un niño regañado! -Exclamo Sinon divertida.
-Co-como sea, ¿vamos por algo de comer?
-Claro, pero como yo puse los boletos, tú pagas. -Dijo Sinon mientras le giñaba un ojo a Kirito.
-Mira que convenenciera. -Exclamo Kirito para luego tomar del brazo a Sinon y seguir paseando por la feria.
El ambiente era festivo, todos bailaban, gritaban, cantaban y saltaban. Era perfecto para una pareja como ellos.
Kirito llevo a Sinon hasta un puesto de algodón de azúcar. Solo quedaba uno.
Él casi se agarra a golpes por poder comprarlo, pero lo consiguió después de todo.
-Uff, que odisea fue comprar esta cosa. -Exclamo Kirito mientras se lo daba a Sinon.
-¿Tu no vas a querer? -Pregunto ella.
-No gracias, mejor tú. -Pidió él.
Kirito se sentía muy tranquilo con Sinon. No quería separarse de ella por nada del mundo.
Había hecho prácticamente lo mismo con Asuna horas atrás...pero, aunque Asuna fuera su novia no se sentía igual de bien que con Sinon.
Eso confundía al gran espadachín negro.
¿A quién prefería? ¿A la destello veloz o a la francotiradora de hielo?
El siguió caminando mientras Sinon lo tomaba del brazo comiendo el algodón de azúcar.
Cuando Kirito volteo a ver a Sinon ella también lo miro, despego sus ojos rápidamente de él y arranco un pedazo del algodón de azúcar.
-Di "Ha". -Dijo Sinon mientras sonreía.
-¿Qué me crees?, ¿un niño? -Pregunto Kirito algo molesto.
-Solo hazlo Kirigaya, se ve que quieres un poco. -Replico Sinon.
-No. -Contestó Kirito mientras veía a otro lado.
-Hazlo.
-No.
-Está bien, no te preocupes. -Dijo Sinon relajada.
-¿De verdad? -Pregunto Kirito mientras volteaba a ver a Sinon.
Cuando Kirito volteo a ver, Sinon metió el trozo de algodón en la boca de Kirito.
-¡Trágatelo! -Exclamo Sinon.
Para desquitarse con ella, Kirito mordió uno de sus dedos con suficiente fuerza para que doliera bastante.
-¡Cabrón! -Grito Sinon mientras le daba un golpe a Kirito en el hombro.
Él solo rio mientras Sinon apretaba el puño.
-Tú te llevas y no te aguantas. -Se burló Kirito.
Él sonreía ampliamente dejando ver que el algodón de azúcar se le había quedado atorado entre los dientes.
-Sería mejor que no sonrías con los dientes sucios. -Pidió Sinon.
Kirito saco su celular y con la cámara se dio cuenta que Sinon tenía razón.
Inmediatamente se limpió los dientes con la lengua para quitarse el algodón de azúcar.
-¿Ya está mejor? -Pregunto Kirito mientras le sonreía a Sinon.
Cuando ella vio esto su corazón se estremeció por que ver sonreír a Kirito era su talón de Aquiles, (debilidad pues :v).
Como vio que Sinon no contestaba, Kirito solo se limitó a decir.
-Pues parece que no, de lo contrario te hubieras reído.
Kirito se pasó la lengua entre los dientes otra vez para "limpiar" lo que quedara del algodón de azúcar.
Sinon recordó los abrazos, cuando se tomaban de la mano y sobre todo cuando estaban en su departamento mientras Kirito la tomaba de la cintura y acercaba su cuerpo al de él.
Su corazón empezó a latir tan fuerte como el de un león persiguiendo a su presa y se puso roja como el esmalte de sus uñas.
-¿Te la estás pasando bien? -Pregunto Kirito.
-S-sí, todo me está gustando mucho.
Kirito estaba pensado en muchas cosas. ¿Por qué dejo de tener interés en Asuna así tan de repente?
Él era un gran detective, pero ni con esas encontró la respuesta de esa pregunta.
Otra pregunta que asaltaba a Kirito era que tenía que hacer algo, ¡¿Pero que era?! Se preguntaba con tanta desesperación.
Sinon tuvo suerte que Kirito olvidara lo que paso el día de ayer en su departamento. Por lo que ella sabía el por que Kirito estaba muy enojado al llegar a casa.
¿Por qué se había enojado?
-O-oye, Ki-Kirito. -Susurro Sinon.
-Dime. -Contestó él.
-¿T-te acuerdas de por qué estabas enojado ayer? -Pregunto Sinon con duda en su corazón.
-No lo sé...debía ser una tontería ya que no me acuerdo. -Respondió Kirito con total alegría. -Pero ya no tiene importancia ahora.
Había caminado tanto que no se percataron de que estaban en "la zona romántica" de la feria.
El lugar era un pequeño jardín estilo japonés. Con linternas de piedra en el suelo y con un puente por el que debajo pasaba agua cristalina que reflejaba la luna que estaba brillante como si fuera el sol del alba.
Había muchos cerezos, árboles de maple con las hojas rosas claro. También se asomaban algunos ciruelos de color rosa fuerte.
Cuando el encantador par de blanco y negro paso por el puente Sinon jalo a Kirito para que se detuvieran a la mitad de este.
-¿He? -Pregunto Kirito.
Cuando él volteo vio a Sinon mirando hacia arriba boquiabierta.
De la nada un extraño y abrasante deseo de darle un beso le surgió.
Sinon tenía las manos sobre el barandal del puente. Kirito no perdió ni un segundo y puso su mano sobre la de Sinon.
El corazón de Kirito estaba comenzando a retumbar. Pero, ¿Por qué?
¿Por qué tenía esos sentimientos encontrados respecto a Sinon?
Él por mucho tiempo la sentía como una amiga nada más...pero ahora quería sentirla como algo más. Quería tenerle un sentimiento más fuerte y poderoso.
Sinon bajo la mirada y vio a Kirito, para formar una sonrisa con sus labios.
Kirito a duras penas se pudo mantener de pie y no desmayarse por ver lo que tenía en frente.
Luego bajo la mirada hacia el agua cristalina para que Sinon hiciera lo mismo.
Mientras ambos veían a la luna reflejarse en el agua se escuchaba el cantar de las ranas y los grillos siendo esta, una canción de amor.
Que bonitas eran las pequeñas olas que se formaban cada que una rana saltaba del agua para cantar en la tierra.
El pasto que los dos admiraban era verde y frondoso con algunas flores blancas que brotaban en la tierra.
Dos hojas viajaban juntas sobre el pequeño rio. Parecía que danzaban al cantar de las ranas y los grillos.
Kirito tomo la otra mano de Sinon y se quedaron viendo unos segundos.
Se quedaron viendo fijamente mientras escuchan los árboles moverse, el agua cayendo de las fuentes que adornaban el jardín y las velas quemándose en los faros de piedra.
Kirito soltó las manos de Sinon y la tomó de la cintura. Ella se aferró al cuello de Kirito.
Ambos se miraban excitados, sonriéndose el uno al otro mientras Sinon daba pequeñas risas que apenas podían llegar a los oídos de Kirito.
Kirito se acercaba lentamente a los labios de Sinon mientras cerraba los ojos.
Sinon solo se hizo a un lado para que Kirito no tocara sus labios, pero si su mejilla.
Kirito tomo del mentón a Sinon para que no se moviera otra vez, y mordiéndose un poco los labios, cerró los ojos de nuevo dispuesto a atacar los labios de Sinon.
Pero ella se contuvo de nuevo, poniendo la mejilla para que Kirito no la besara.
Kirito Sonrió pícaramente pensando "¿Ahora te quieres hacer la difícil?"
Pero Kirito no daría tregua alguna. No se daría por vencido al no poder besar los labios de Sinon, por lo que ataco su cuello.
-Kirito, no. -Rio Sinon.
-¿Por qué no? -Pregunto él.
-Por qué vas a hacer que quiera hacerte cosas feas.
Kirito seguía besando el cuello de Sinon sin reparo alguno, la tomó fuerte de la cintura sin intención de soltarla y la apretó contra su cuerpo.
Sinon solo abrió la boca en señal de sorpresa. No pensaba que Kirito fuera tan pasional y atrevido.
Pero esta vez se dejaría secuestrar por su príncipe negro.
Kirito podía sentir los latidos de Sinon que eran lentos y fuertes como cañones de guerra.
Sinon también sentía que los latidos de Kirito eran muy rápidos.
Kirito harto de solo besar el cuello de Sinon decidió no seguir más y atacar directamente sus labios.
Pero Sinon lo evadía una vez más.
Ella se acercó a la oreja de Kirito tomándolo por detrás de la cabeza.
-Todavía no estoy lista para eso, bribón. -Dijo Sinon para después morderle suavemente la oreja a Kirito.
Kirito se rio brevemente y juntó su frente con la de Sinon.
-Esperare hasta que la bella esté lista. -Dijo Kirito.
-Pues la bestia va a esperar un rato hasta que me prepare bien. -Contestó Sinon.
Ambos se abrazaron tan fuerte que parecía se iban a quedar pegados.
Escuchaban la respiración y los latidos del corazón del otro siendo suaves y pausados.
-Te quiero siempre a mi lado. -Dijo Kirito.
-Debo estar soñando entonces. -Contestó Sinon.
-¿Por qué lo crees así? -Pregunto la bestia.
-Porque he soñado que me digas eso miles de veces...y esta debe ser otra más. -Respondió la bella.
-¿Si fuera un sueño sentirías esto? -Kirito pellizco el trasero de Sinon para que ella se sobresaltara.
-¡Maldita bestia! -Exclamo Sinon sonrojada.
Kirito comenzó a reír por el sonrojo de Sinon.
-Mi disculpa será esta.
Kirito estaba más alto que Sinon, por lo que solo se agacho un poco y le planto un beso en la frente.
-Bu-bueno...te perdono...baboso.
Kirito se separó de Sinon para tomarla de la mano para ponerse a mirar al cielo.
-Esto es un milagro. -Exclamo Kirito sorprendido.
Cuando Sinon volteo a ver que el cielo estaba despejado.
El cielo de color negro estaba totalmente cubierto de pequeñas estrellas que parecían granos de arroz.
De la nada una estrella fugaz paso por el cielo haciendo que los ojos de Kirito y Sinon se llenaran de un gran resplandor.
-Tan hermoso como verte todos los días. -Kirito finalmente rompió el silencio.
-Tan hermoso como escuchar tus estupideces todos los días. -Sinon no era nada romántica así que contestó lo primero que se le cruzo por la cabeza.
Kirito hizo un gesto de inconformidad a las palabras de Sinon.
-Pe-perdón. -Pido ella.
Kirito noto que Sinon no decía nada en absoluto...pero ese silencio decía más que mil palabras.
Kirito jalo a Sinon para llevarla hasta la salida de la feria y de ahí a su moto.
Kirito se subió primero y extendió su mano para que Sinon se subiera junto con él.
-Abrázame fuerte. -Pidió Kirito.
Sinon no dijo nada y abrazo a Kirito lo más fuerte que pudo mientras acostaba su cabeza en la espalda de su espadachín.
Kirito arranco la moto y dejo escapar un "te quiero".
Esta vez los anuncios donde estaba Asuna no le dieron importancia.
En su mente solo veía como estos se los llevaba el aire para que se desvanecieran en la obscuridad.
Cuando llego a casa de Sinon esta se bajó de la moto y ambos fueron hasta su puerta.
-Nos vemos. -Dijo Kirito muy deprimido y conteniendo el llanto.
-¡No te vayas Kirito! -Pidió Sinon mientras jalaba a Kirito del brazo.
Los ojos de Kirito soltaron unas lágrimas por la sacudida que había recibido.
Sus ojos se llenaron de un enorme brillo de la felicidad que sentía.
-Quédate...no te vayas por favor. -Sinon estaba también por llorar.
-Está bien...me quedare contigo.
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No, no hay lemon en el próximo capítulo :-[
Les gusto este capítulo,muy romántico ¿no? Espero las este gustando la historia
Nos leemos una semana
-Arturo
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