Capítulo doce
Asuna había estado llamando insistentemente a Kirito porque tenía que hablar con él por lo que vio en Alfheim.
Pero él estaba dormido porque se había desvelado la noche anterior.
No escuchaba la alarma porque estaba muerto de cansancio.
Ella solo tomaba el celular en sus manos y se lo llevaba al pecho porque Kirito no contestaba. Asuna no quería aceptarlo, pero estaba empezando a creer que Kirito se estaba olvidando de ella.
Y lo que más le dolía es que alguien estaba provocando eso.
Kirito era lo más importante en la vida de Asuna, no lo dejaría irse como si nada...ella haría hasta lo imposible por volver a enamorarlo en caso de que sus sospechas fueran ciertas.
Kirito se levantó con los ojos aun cansados ya que había dormido hasta las 4:30 de la madrugada.
Y eran las 10 apenas.
-Maldición... -Suspiro Kirito agotado.
Tomo su celular y miro que tenía 23 llamadas perdidas de Asuna.
Su cabeza le empezó a doler por solo pensar lo que Asuna le quería decir.
-Seguro serán puras idioteces. –Dijo Kirito mientras apagaba el celular y se volvía a acostar.
Al no poder contactar con Kirito por celular, lo haría en persona.
Se alisto lo más rápido que pudo para ir a casa de Kirito.
Se supone que era la una de la mañana cuando él se había ido a su casa, ¿Por qué tardaría 3 horas y media en llegar a su casa cuando le tomaba 40 minutos?
Kirito debía estar despierto como si fuera lunes ya que no se había dormido tarde, (claro cada quien tiene su definición de "tarde" para dormir).
Eran las 11 cuando Asuna tocó el timbre de la casa.
Suguha no estaba así que no le quedaba de otra a Kirito que levantarse y abrir la puerta.
-Maldición. –Dijo Kirito sin animo alguno mientras bajaba las escaleras.
Abrió la puerta y toda sensación de sueño se le escapo.
-¡¿A-Asuna?!, ¿Qué-qué-qué haces aquí? –Pregunto Kirito desconcertado.
-Te marqué por celular muchas veces...como no contestabas pensé que te había pasado algo malo cuando regresaste a casa, por eso decidí venir. Pero parece que solo dormías. –Rió Asuna.
-Perdón por preocuparte...no era intención mía.
-No te preocupes, vístete rápido –Pidió Asuna.
-¿He? –Murmuro Kirito.
-Vamos al centro Kirigaya, así que date prisa.
Kirito paso a Asuna a la sala para no dejarla esperar en la fresca mañana.
El subió a su habitación algo molesto.
-Viene a mi casa sabiendo que estaba exhausto por lo de ayer, ¿y luego me dice que iremos al centro sin avisarme antes? –Se quejó Kirito mientras se cambiaba.
Cuando estuvo listo, Asuna se levantó y ambos salieron de la casa.
Después de subir a la moto de Kirito y de algunos minutos de camino, finalmente llegaron al centro de Tokio.
-Y lo peor de todo es que me va a tocar pagar a mí. –Se quejó Kirito.
-Vayamos a tomar algo. –Dijo Asuna.
-Pe-pero yo. –Asuna interrumpió a Kirito tomándolo de la mano y encaminándolo a la primera cafetería que vio.
-Aquí está perfecto. –Exclamo ella.
-¿Qué le pasa?, hoy está más enfadosa de lo normal. - Pensó Kirito.
Después de pedir que iban a tomar era hora de ponerse serios.
-Oye Kirito...perdón por sacarte de tu casa tan repentinamente, pero...quería platicar contigo de urgencia. –Se disculpó Asuna.
-No importa, pero ¿qué quieres hablar conmigo? –Pregunto Kirito.
-Es que desde que Sinon llego a tu vida...siento que te has separado de mí.
El corazón de Kirito se detuvo de inmediato.
-¿Acaso olvidaste la promesa que hiciste? –Cuestiono ella con desilusión en los ojos.
-Claro que no Asuna...no la he olvidado.
-Es que yo creo que sí porque, (Comienza a llorar), ...hace poco te vi con Sinon en lo que parecía ser una cita romántica.
-¡Asuna, ya te dije que yo trabajo en ese lugar!, Sinon estaba ahí con su enamorado.
-No me refería a eso Kirito...no era eso. –Dijo Asuna.
-¿Entonces a que era? –Pregunto Kirito.
-Cuando estaban en el puente...vi como besaste su mano y yo...yo no me lo podía creer,
Kirito solo se derrumbó dentro de si mismo.
-Eso...bueno es que...sonara estúpido, pero lo hice como amigos...no con sentimientos hacia ella.
-¡¿Y entonces porque ella me dijo que lo hiciste porque se había rasguñado?! –Interrumpió Asuna.
Kirito se quedó en silencio por un segundo.
-¡A eso me refiero, lo hice como su amigo, sin ningún sentimiento ya que se había rasguñado, pero no me dejaste terminar! –Regaño Kirito.
-Pe-perdón...es que como toda mujer siento celos de toda chica que se acerque al hombre que amo...no es algo que pueda controlar. –Explicó Asuna.
Kirito seco las lágrimas de Asuna y le dio un beso de falso amor.
-No te debes de poner celosa...yo te amo, Sinon es solo una amiga nada más.
-¿Nada más una amiga? –Preguntó Asuna.
-Nada más eso...tu eres la mujer más importante en mi vida.
Kirito logro convencer a Asuna, pero de todas formas ella trataría de enamorarlo de nuevo para que Kirito no tuviera razón de dejarla.
-Recuerdo cuando, (se sonroja), recuerdo cuando lo hicimos la última vez y me dijiste que no dudara que me amabas...creo que ya sé a qué te referías. –Dijo Asuna tapándose la cara con una servilleta.
-Si...a eso me refería. –Mintió Kirito para hacer que Asuna no tuviera duda. –Y si aún te queda duda...podemos...bueno tu sabes. Con tal de que no dudes más que te amo.
-¡Kirigaya! –Exclamo Asuna mientras le daba una pequeña palmada en el pecho a Kirito.
Kirito estaba seguro de hacer lo que fuera con tal de que la mentira se mantuviera a flote y nadie los descubriera.
-Está bien...de verdad perdóname por dudar de ti. –Pido Asuna.
-No te preocupes, ¡pero cuando yo me cele de ti no te vayas a enojar! –Exigió Kirito mientras ambos empezaban a reír.
Días después.
-¿Y es por eso que viniste? –Pregunto Lecter.
-Si doctor...¿Qué hago ahora?
-Pues bueno...la verdad es que el amor no es un tema recurrente para mi...así que no sé qué decirte respecto a esto. –Explico Lecter.
-Doctor Lecter...si vine es porque quiero saber qué debo hacer. –Se quejó Kirito.
-Si tanto insistes...pues quizá debas acabar con esta farsa de una vez...simplemente debes aceptar que mientras más tiempo pase, Asuna será más afectada, así que toma eso cuenta.
-¿Por que lo dice doctor?
-Porque mientras más le hagas ilusiones de que la amas y le sigas insistiendo que eres fiel cuando te ves a escondidas con Sinon eso la hará creer que fue tan tonta para creerte...si quieres llevarte bien con ella mejor no dejes pasar el tiempo.
-Está bien doctor, ¿alguna otra sugerencia?
-Has que se aburra de ti, que ya te dejé de amar por X o Y razón, pero que sea ella la que te termine.
-¿Y si no lo hace?
-Bueno, si no lo hace termínala tú diciéndole que necesitas espacio solamente, porque ella no te lo dio.
-Bueno doctor Lecter, gracias por su ayuda.
-De nada Kirigaya, ¿ya no usas los sedantes o tienes pesadillas?
-No, ya no tengo pesadillas y los dolores ya desaparecieron, al final si era estrés lo que tenía.
-Lo supe desde al principio, que te vaya bien, Kirigaya-Kun.
Cuando Kirito salió del consultorio ya sabía qué hacer para que Asuna lo dejara.
Se alejaría tanto de ella hasta el punto que Asuna dejara de sentir amor por él.
Pero las cosas no siempre salen como uno quiere.
Al día siguiente en la escuela, Kirito llego calladamente hasta el salón, en donde fue recibido por Asuna.
Ella le dio un beso y lo acompaño hasta su lugar, en donde platicaría con él hasta que las clases comenzaran.
-Maldición...el plan no funciono, tengo que hacer que en receso no quiera estar conmigo.
Kirito platico de cosas que para una mujer resultarían muy aburridas...pero irónicamente Asuna lo encontraría muy interesante.
El plan seguía sin funcionar.
Para el receso Kirito dijo que tenía sueño y que seguramente aburriría a Asuna. Llego hasta los extremos de ser muy claro.
Pero a ella no le importaba en lo más mínimo, que de ser necesario también se dormiría con él.
-¿Pero por qué no vas con las chicas? –Persuadió Kirito.
-Hum...es que ellas querían hablar de un asunto en privado. –Excuso Asuna.
Kirito solo torció los ojos y pensó: "ya que".
Kirito fingió hacerse el dormido para que Asuna se aburriera.
Pero en verdad ella se había dormido en el hombro de Kirito.
Kirito recordó cuando estaban en SAO y Asuna se había dormido en el pasto a su lado. Cuando despertó se veía idéntica que en aquella ocasión.
Asuna abrió los ojos lentamente y sonrió al ver a Kirito, al cual le tomo de la mejilla y le dio un beso.
-Hasta yo tengo que aceptar que esto es romántico...pero quisiera que Sinon estuviera aquí. –Pensó Kirito.
Asuna rió tímidamente después de eso, solo veía como Kirito la observaba incrédulo.
-¿Te sorprendió? –Pregunto Asuna.
-No...de hecho...fue en el momento indicado. –Contesto Kirito.
Asuna pensó que había dado en el clavo, pero en realidad solo fue un momento indicado para dar un beso, como cualquier pareja lo haría.
Mientras regresaban al salón ambos iban tomados de la mano.
Kirito veía a un lado con indiferencia y desanimo en el rostro. Asuna, por su parte, veía los árboles meciéndose con mucha alegría y esperanza en sus ojos mientras sonreía de poder estar con su amado.
Pero Kirito no quería estar ahí, el quería irse para ver a Sinon. Sin embargo, estaba amarrado con Asuna.
Él se maldecía por tener esa suerte tan mala, el plan no estaba funcionando, es más, ¡estaba saliendo al revés!
A la salida de la escuela, Asuna le pidió a Kirito que la acompañara a su casa.
El por obvias razones se negó...pero Silica le insistió y Liz lo amenazo de que la acompañara, chantajeándolo de que podía pasarle algo.
Kirito ya no amaba a Asuna, pero no por eso le había dejado de tener aprecio.
El quería terminar bien con ella y que pudieran ser amigos ya que de verdad le agradaba Asuna...pero simplemente como amiga nada más.
Ya como pareja había perdido el interés en ella.
Los dos habían estado caminando, tomados de la mano y platicando del día en la escuela.
Kirito le lanzaba indirectas para que entendiera que él necesitaba "espacio".
Pero Asuna no captaba ninguna de ellas.
Le preguntaba mil cosas, de que le habían parecido las clases, si el día le había gustado...que si recordaba cuando ella le dio un beso cuando despertó.
Kirito se hizo el desentendido...pero Asuna le insistía en que lo recordara hasta el punto de enfadarlo y aceptarlo finalmente.
-¿Ves?, no era tan difícil que te acordaras. –Dijo Asuna con una sonrisa.
-No...no fue difícil. –Respondió Kirito.
-Te oyes muy desganado, ¿te sientes bien? –Pregunto ella.
-La verdad no me siento muy bien...por eso es que quería irme a mi casa.
Kirito aprovecharía la ocasión para reprocharle a Asuna y hacer que ella se molestara.
-Te dije que no me sentía bien pero aun así insististe que te acompañara a casa. –Dijo Kirito fingiendo enojo.
-Perdóname...es que quería pasar tiempo contigo nada más...además Liz también te obligo. –Menciono Asuna con tono triste.
Como su corazón era muy blando, Kirito se empezó a sentir culpable por la tristeza de Asuna.
-Ahh...no, creo que me pase...no es para tanto, solo me tomo una pastilla llegando a mi casa.
Asuna abrazo a Kirito ya un poco más alegre.
-No hay que discutir por tonterías...no tiene sentido, a la próxima mejor te hago caso, ni que me fuera a pasar algo de aquí a mi casa. –Dijo Asuna.
-De todas formas, no debí enojarme contigo.
Kirito se maldecía a sí mismo, se supone que debía hacer enojar a Asuna, debía hacerla sentir mal para que ella lo terminara. Pero Kirito no tenía el corazón ni el valor para hacerlo.
Cuando llegaron a la casa de Asuna, Kyouko los recibió con una gran sorpresa.
-¡Kirigaya!, que sorpresa que trajeras a Asuna. –Exclamo Kyouko.
-Es-es solo porque me preocupo por su hija. –Contesto Kirito.
-Se nota que eres un hombre de confiar, no sé por qué al principio no aceptaba tu relación con Asuna. Pero bueno, los dejo a solas.
Kirito cada vez más se metía en uno hoyo del cual se hacía más difícil de escapar.
Cuando Kyouko los dejo a solas, Asuna tomo de las manos a Kirito.
-Ella y mi padre esperan con ansias que me cumplas la promesa que hiciste dentro de SAO, pero quieren que primero terminemos la escuela para poder darte trabajo. –Explico Asuna.
-Maldita...sea...carajo, ¿Cómo demonios me metí en este embrollo? –Pensó Kirito angustiado.
-Sí, la verdad es que también quiero que ya salgamos de la escuela. –Mintió Kirito.
-¡Ya lo sé! Poder estar casados más allá del mundo virtual, ¡tener hijos de verdad!, ¿no te hace ilusión Kirito?
-¡Por supuesto que sí, también quiero tener hijos!
La parte que Kirito no menciono fue "Quiero tener hijos...pero no contigo Asuna, lo que sentía por ti se acabó hace mucho".
-Solo tenemos que esperar...algún día nos casaremos y formaremos una familia. –Exclamo Asuna llena de alegría.
Asuna abrazo a Kirito con fuerza, pero él no correspondió el abrazo, algo de lo que ella se percató.
-¿Qué pasa? –Preguntó.
-Nada...es solo que me estas apretando mucho. –Contesto Kirito.
-¡Pe-perdón, olvide que te sentías mal! –Asuna se sonrojo mientras dejaba de apretar a Kirito y se escondía en su pecho.
Ella escucha los latidos de Kirito. Pensó que era porque ella lo hacía latir con esa fuerza, por el amor que Kirito le tenía.
Pero nada más lejos de la verdad, esos latidos tan rápidos se debían a que existía duda en su cabeza y miedo en su corazón.
Duda por no saber qué hacer, como iba a provocar que Asuna lo dejara cuando era más que claro que ella lo amaba con locura.
Y miedo de lo que podían hacerle los padres de Asuna si intentaba romper su promesa de matrimonio.
El solo quería desaparecer, quería escapar junto con Sinon a cualquier lugar en donde los lobos dejaran de perseguirlo y dejaran de acecharlo lentamente.
Pero ahora los lobos eran más grandes, en tamaño y en número.
Kirito podía ver a lo lejos sus fauces, dejando asomar unos colmillos con sangre en ellos.
Él no quería que la próxima sangre que los lobos saborearan entre sus dientes fuera la suya.
De ahí el profundo miedo que tomaba con fuerza su corazón y hacia que sus dedos se pusieran helados.
-Te amo. –Se despidió Asuna para darle un beso en la mejilla a Kirito y entrar a su casa.
Él solo dio media vuelta y salió corriendo, salió corriendo mientras sentía y escuchaba como lobos hambrientos venían tras él.
Kirito contenía el llanto de la desesperación de que los lobos lo persiguieran para devorarlo.
El corría a la casa de Sinon, ella era la única que podía ahuyentar a los lobos.
Mientras Kirito corría de los lobos que lo perseguían, Asuna se acostaba en su cama para escribir en su diario.
(¿Has visto Django?, supongamos que no, solo busca en YT "Django Unchained Beethoven Scene" y algo así es lo que quiero describir).
Ella escribía en su diario mientras escuchaba música tranquila.
-"Querido diario, siento que cada vez más Kirito se vuelve a enamorar de mí, se preocupa por mí como nunca antes".
Kirito corría a toda prisa hasta que un lobo le mordió el tobillo y lo derribo.
-"Parece ser que si fui muy tonta para creer que él me engañaba con Sinon, si el dejara de amarme, trataría de hacerme olvidar la promesa".
Kirito pateo al lobo para que lo soltara, cuando se liberó de sus fauces, corrió de nuevo para escapar.
-"Sus latidos...sabía que lo tenía muy enamorado, ¿pero tanto como para que su corazón sonara como si se fuera a salir de su pecho?, sabía que era hermosa, pero no tanto jijiji".
Kirito finalmente llego al estacionamiento de los departamentos de Sinon.
-¡¡¡Sinon!!! –Comenzó a gritar desesperadamente.
Subió las escaleras lo más rápido que pudo mientras los lobos se detenían.
-"Espero poder enamorarlo todavía más para que nunca se quiera ir de mi lado, debo seguir insistiendo". –Asuna finalmente dejo de escribir y guardo el diario en su cajonera.
Kirito repetía con toda la fuerza de sus pulmones "Sinon" con desesperación, terror en su voz.
-¿Kirito? –Pregunto Sinon del otro lado de la puerta.
Él estaba tan desesperado de no recibir respuesta, que pateó la puerta a la chingada con tal de abrirla. Sinon al ver esto se asustó mucho.
Pero le asusto más ver a Kirito completamente aterrorizado, con lágrimas en sus ojos.
-¡Sinon! –Grito Kirito mientras corría a Sinon para abrazarla. - ¡Ellos me están siguiendo!
-¿Ellos?, ¿Por qué te están siguiendo? –Pregunto Sinon.
-¡Son los lobos, me persiguieron desde casa de Asuna y quieren comerme!
Sinon salió rápidamente afuera de su departamento, pero no vio nada. Incluso bajo las escaleras para no encontrarse con nada ni nadie.
Sinon cerro la maltratada puerta y fue con Kirito, el cual estaba en el sillón aún muy asustado y con el corazón a punto de salir expulsado de su corazón.
Ella lo tomo y lo llevo a su cama, ambos se sentaron y Sinon recostó la cabeza de Kirito sobre sus piernas mientras acariciaba su cabello.
Sinon sabía perfectamente a que se refería Kirito con los "lobos", algo lo estaba preocupando tanto que hasta pudo ver cómo era perseguido por este agobio en forma de lobo hambriento.
-Los lobos ya se fueron Kirito, ya estas a salvo. –Tranquilizo ella mientras escuchaba la respiración entre cortada de Kirito, el cual se esforzaba para ya no llorar más.
-Si...estoy bien, ya estoy contigo. –Respondió un poco más calmado después de algunos segundos de sentir que estaba bajo la protección de Sinon.
Ese era el momento para el que Sinon se había preparado, para devolverle a Kirito las veces que él se preocupó por ella, que estuvo ahí para hacerla sentir a salvo.
-Puedes dormir hoy conmigo si eso te hace sentir más tranquilo. –Dijo ella muy tranquila.
-Si...no quiero salir porque ellos seguramente estarán ahí.
Sinon se preguntaba qué era lo que agobiaba a Kirito hasta el punto de hacerlo llorar de terror, ¿Qué le preocupaba tanto que lo había hecho ir hasta su regazo en busca de refugio?
Kirito se quedó dormido para mal.
Él estaba con Sinon por una enorme plaza donde había mucha gente, cantando, bailando y celebrando.
Pero ellos de tanto caminar se habían apartado de la muchedumbre y se adentraron en las obscuras calles de Tokio.
Él estaba viendo a todos lados para saber dónde se había metido, para poder salir lo más rápido posible.
El juraba que estaba sosteniendo a Sinon de la mano, pero cuando volteo a ver dónde ella, se había desvanecido.
Kirito gritaba "Sinon, ¿Dónde estas?", corrió por aquellos laberínticos callejones para encontrarla.
Pero solo encontraba paredes y bardas de alambres sin que ella estuviera.
Llego un punto en donde la desesperación lo invadio, corrió con todas sus fuerzas para tratar de encontrar a Sinon sin éxito.
No fue que el miedo se apodero de su corazón cuando vio a lobos acorralándolo.
Kirito trato de escalar la pared que le impedia escapar, pero no podía, resbalaba mientras los lobos se acercaban lentamente.
-¡Alto! –Dijo una voz que hizo temblar a los lobos para que estos se quedaran quietos.
-¡Si-Sinon, me alegra que estes bi! –Kirito fue interrumpido por la misma voz.
-¿Sinon?, ¿Por qué ella te preocupa más que yo?, ¿es que te olvidaste de la promesa que me hiciste?
Al escuchar esas preguntas a Kirito se le detuvo el corazón, sus piernas temblaban tan rápido que las articulaciones de sus rodillas estaban por reventar.
El sudor frio que lo recorría lo congelaba mientras un aire helado pasaba por todo su cuerpo.
Solo sentía como un líquido caliente bajaba desde su entrepierna hasta sus tobillos.
Asuna salió de entre las sombras mientras los lobos hacían una reverencia para darle paso.
-¡¿Te olvidaste de mí, Kirigaya-Kun?! –Dijo Asuna con la voz de Surtur.
Se quería desmayar de miedo, pero no podía. El temblor de sus piernas se detuvo ya que todo su cuerpo se paralizo por escuchar la voz de aquel soberano de Muspelheim que lo había matado, aplastándolo con su gigantesca espada.
-Tráiganmelo muchachos, es hora de la boda. –Exigió Asuna.
Los lobos se abalanzaron sobre Kirito, tomando sus extremidades con las fauces, mordiéndolo mientras el gritaba por que no llevaran.
Los lobos pusieron a Kirito de rodillas para que uno lo mordiera en la cara para que este no la agachara.
-¿Tu amabas a Sinon?, pues lastima...por que a ella la "amabas".
Asuna tiro la chamarra que Sinon estaba usando mientras estaban en la feria.
La chamarra estaba llena de sangre y con mordeduras de lobos.
Las pupilas de Kirito se contrajeron tanto que quedaron del tamaño de un grano de arena.
Empezaba a gritar "Sinon", "No" con todas sus fuerzas.
Mientras los lobos lo jalaban hacia la obscuridad se podía escuchar a todo volumen "Marcha Nupcial".
Era tanta la desesperación de Kirito que empezaba a pedir por su muerte.
-¡No, mátenme, mátenme, prefiero morir antes que casarme con ella! –Grito Kirito con desesperación y miedo en su voz.
Pero los lobos lo arrastraban dejando un camino de sangre por donde llevaban a Kirito.
El seguía oponiendo resistencia, pero el lobo alfa mordió las rodillas de Kirito para dejarlo paralitico y que no pudiera escapar.
Lo mismo hizo con uno de sus codos, dejándolo sin movilidad en ese brazo.
Mientras lo llevaban a rastras al altar, donde Asuna lo esperaba con su vestido. Cuando él se miró, ya tenía puesto el smoking y la caja con los anillos la tenía en mano.
Trataba de deshacerse de ella con mucha desesperación, pero no podía mover el brazo que el lobo alfa le había destrozado.
-Ya es hora de casarnos, Kirito-Kun. –Dijo Asuna sonriendo cuando estaban a punto de llevarlo al altar.
-¡¡¡NOOOO!!! –Grito con toda la fuerza de su garganta cuando se despertó.
Sinon fue a ver qué pasaba, ¿Por qué Kirito estaba gritando?
Cuando Kirito la vio solo pudo ir hasta ella, tomarla del cuello de su playera y comenzar a gritar desesperadamente con lágrimas en los ojos.
-¡Mátame, mátame, no quiero casarme con ella, quiero quedarme contigo, pero mátame antes de que me encuentre y me obligue a casarse con ella!
Sinon trato de abrazarlo para calmarlo, pero no podía, Kirito estaba muy desesperado.
Así que lo mejor que pudo hacer fue darle una buena cachetada para calmarlo. Lo logro, lo tranquilizo, pero no detuvo su llanto.
Seguía llorando por el miedo que había tenido de ser llevado a rastras por los lobos para casarse con Asuna, pero por suerte se despertó antes de eso.
-Ya paso...solo fue un sueño nada más. –Tranquilizo Sinon.
-¿Fu-fue un sueño nada más? –Preguntó Kirito con la voz rota.
-Sí, un sueño nada más. –Respondió Sinon mientras le acariciaba la espalda.
Sinon acostó a Kirito en la cama y lo abrazo, estaría ahí hasta que el dejara de llorar y pudiera estar tranquilo.
Ella escuchaba como su corazón latía fuerte, era como si hubiera estado al borde de un infarto por tanta presión dentro de él.
Otro sueño así no lo aguantaría, su corazón explotaría de miedo.
Kirito no temía a Asuna, pero el hecho de estar encadenado a ella y tener que abandonar a Sinon si lo aterraba.
Además de que sentía en carne y hueso los dientes de los lobos enterrándose por todo su cuerpo, y el cómo sus articulaciones eran destrozadas por las mordidas salvajes de estos.
-Ahora yo estaré para protegerte Kirito, ya no tengas miedo. Yo te voy a sacar de tus malos sueños.
Sinon le dio un beso en la frente, mientras Kirito se quedaba dormido entre sus brazos.
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-c mete en un búnker bajo tierra- aquí es la parte en la que todos sacan sus antorchas y guadañas para crucificarme ya que este capítulo fue kiriasu. Es importante para la historia así que no me odien plis :'v yo los amo :'v.
Aquí ya se da a entender por que asuna se convierte en villana, en la vida Real ninguna mujer va a dejar que le bajen al novio, ¿o si?
Nos veremos en el futuro,
al be bak.
-Arturo.
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