TRES
El sonido de algunos golpes fuertes en la puerta hicieron que mi cerebro martilleé contra mi cráneo.
–¡Hey, abran la puerta!– Aún con el sueño venciéndome, logré identificar a la voz de John.
Ante la insistencia de los golpes en la puerta y el sueño pesado de mi compañero de cuarto, decidí levantarme a abrir para que el martirio terminara.
–¿Qué?
–Buenos días a ti también, belleza.– se burló John entrando a la habitación.– No van a creer lo loco que se volvió Paul. Despierta, Ringo.– Se acercó a la cama del recién nombrado y levantó las sábanas.
Aún cansado me senté al pie de mi cama.
–Anoche no me di cuenta de nada. Estaba cansado y solo me quité los zapatos y ya quedé dormido. Pero me despierto en la mañana y veo que Paul no durmió solo. Vino con la chica de la fiesta.
–¿Nos despertaste para decirnos eso?– me quejé yo con el ceño fruncido.
–No, George. Lo qué pasó es que cuando se iba a ir, Paul le dijo que le acompañara y un montón de cosas de amor y eso, y le convenció para que nos acompañe a la gira.
Esto ya era preocupante. Entendía cuando le pidió a Jane que nos acompañara a algunos conciertos. En cambio, la chica que parece querer acompañarnos apenas la conoció anoche. Podía ser una fan obsesiva que le gustaba oler nuestra ropa. Parecía una exageración pero ya me había encontrado con fans obsesivas.
–¿Y qué le dijiste?
–Nada, hasta que ella se fue a traer sus cosas. Luego le dije que estaba loco y él me pidió que lo ayudara, porque después de todo "Fue gracias a mi que la conoció"– la última parte John se quejó imitando la voz de Paul.
»Y fuimos a hablar con Brian. No me involucré mucho, así que me pidió que venga a despertarlos mientras trataba de razonar con Paul. Por cierto, el tren parte a las 9:00, así que debemos salir del hotel a las 8:30.
–¿Ringo qué hora es?
–¡8:20!– Exclamó alarmado viendo el reloj y el desorden de nuestras maletas. Las cuales aún nos estaban listas.
–Le diré a Brian que solo falta que se laven los dientes.– Murmuró John saliendo de la habitación.– No tarden.
Después de un frenesí de equipaje y confusiones entre sí el cepillo verde era mío o de Ringo, por fin salimos al lobby, donde Brian nos esperaba mirando su reloj y moviendo constantemente la pierna derecha.
–Buenos días, llegan tarde.– Brian, como siempre, hablaba con elegancia y eficacia.– Vamos, suban al auto con John.
–¿Y Paul?– preguntó Ringo.
–Nosotros iremos en otro auto, nos veremos allá.– Nos entregó los tickets del tren.– Vigilen a John. Los veré allá.
Obedeciendo sus ordenes, y con la ayuda de Alfred, nuestro guardaespaldas, logramos pasar por la multitud de fans y entrar al auto. John ya se encontraba ahí. Saludaba y tomaba fotos de las fans, y también a Ringo y a mi. Llegamos rápidamente, y los tres seguimos bromeando y riendo en nuestra espera por Paul y Brian. El tren empezó a moverse y supimos que eso significaba que ellos ya habían abordado el tren, y debíamos buscarlo.
Por fin encontramos a Paul, en la puerta de un compartimento vacío.
–Otra vez está solo y deprimido.– murmuró Ringo antes de acercarnos a él.
–Él estará bien.– aseguró John.
–Buenos días. ¿Te despediste de tu novia?– le saludé burlándome de él.
–De hecho...– Paul se hizo a un lado
–Hola– Ella sonrió de lado; sonrisa que se borró cuando sus ojos se posaron sobre mi.
No podía ser. ¿Qué hacía ella aquí?
–Amigos, ella es Josephine.
–Solo Jo.– corrigió ella ahora suavizando su mirada con John y Ringo.
–John.– se presentó estrechando su mano.
–Ringo.– le imitó mi amigo, ambos estaban ligeramente sorprendidos, tal vez por la acción de Paul, yo por el hecho de que ella estaba en el mismo tren que nosotros.
–¿Qué haces aquí?– pregunté ignorando la confusión del resto.
–Estoy aquí con Paul.– respondió con una sonrisa simple, pero había dureza en sus ojos.
–Un segundo,– preguntó Paul impresionado– ¿Ustedes se conocen?
–No.
–Si.
Nuestras respuestas opuestas, confundieron más a mis amigos.
–Coincidimos ayer saliendo del hotel a la fiesta.– se adelantó para explicar a Paul "nuestra relación", si podía considerarse una. Su mirada nuevamente volvió hacia mi– Pero no nos conocemos realmente.
Regresé a ver a John, pero por su cara confundida deduzco que él no recordaba que le mencioné sobre ella ayer en la noche.
Paul, era mi colega desde que tenía 12 años, de vez en cuando nos molestábamos y todo, pero siempre lo había considerado una gran persona. Era increíble ver cómo alguien tan bueno como Paul estuviera con una bruja como Josephine.
–Y...– Ringo rompió el silencio que se había creado por el notorio desagrado mutuo entre la rubia y yo.– ¿Cómo se conocieron?
–En la fiesta de ayer, pero si Brian pregunta, nos conocimos en el hotel, porque nunca salimos del hotel– lo último dijo guiñando un ojo a John. Seguíamos encubriéndonos en todo, cómo la idea de la fiesta de John y ahora el origen del "romance" entre Paul y Josephine.
–¿No tienen hambre?– Josephine cambio de tema de conversación.– No he desayunado nada.
–Nosotros tampoco.– confesó John.
–Vi un carrito con comida por allá.– Paul señaló el vagón que se encontraba a su derecha. Caminaron en busca de comida, pero yo me mantuve en mi lugar.– ¿No vienes George?
–Los alcanzo en un minuto.
Josephine ni siquiera me regresó a ver. Siguió como si nada, como si su presencia en este viaje no fuera incorrecta.
Tardé unos minutos pero por fin encontré el compartimento donde estaba Brian, tomando café y leyendo unos papeles. Toqué antes de meter mi cabeza al compartimento.
–¿Estás ocupado?
–No es urgente. Pasa.– Guardó las hojas en un sobre Manila y se enfocó en mi.– ¿Qué necesitas, George?
–¿Por qué la dejaste venir?
Alzó sus cejas haciendo un mohín y girando su cabeza.– Honestamente, pensé que John sería el primero en preguntarme esto.– Tomó un último sorbo de su café y dejó el vaso a un lado.– Paul me pidió que dejara que nos acompañara en esta gira.
–¿Y tú solo le dijiste que si?
–Si, George. Pero ella no solo vendrá como la "chica de Paul". Ahora es parte del equipo.
–¿Qué?
–Al parecer, ella tiene experiencia en belleza.
–¿Y eso que tiene que ver?
–Ella se ocupará de que todos estén bien peinados, ocasionalmente les cortará el cabello, y si John trae a Cynthia o Ringo a Maureen para la entrega de los premios también les ayudará con su peinado y maquillaje.
–Pero las siguientes premiaciones serán en América, al final de la gira.– Brian asintió alzándose los hombros con obviedad.– ¿¡Estará con nosotros toda la gira!?
–Parece que Paul no te lo ha dicho.– pasé mi mano por mi frente con decepción.
Nuestro próximo concierto era en Liverpool. Pensé que haría algo estupido como presentarla a su padre y sus hermanos, pero no algo tan estúpido cómo llevarla a la gira completa.
–Brian, ¿en serio crees que Paul hizo bien en traerla?
–Parece que no te agrada.– Se burló. Hice una mueca sarcástica, impresionado por el tiempo en el que había adivinado mi opinión sobre ella.– George, soy su manager no su padre. Paul es lo suficientemente mayor para ver con quien sale. Además, recuerda que la última vez que trajo a Jane, no estuviste al lado de ella todo el tiempo. Tal vez ahora puedas hacer lo mismo.
Era oficial: estábamos estancados con Josephine.
¿Es normal sentirse tan sola en una fiesta que prefieres escribir fanfics antes que bailar con tus amigos?
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