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36. Torturando al anciano y un el partido de lacrosse

Scarlett

— Estás en una situación muy complicada, Derek —comenzó a decir Peter—. Digo, no estoy en unas semanas y de repente hay hombres lagartos, psicópatas de geriátrico, tú haces hombres lobos de cada adolescente sin autoestima en la ciudad y de paso cometes actos de perversión con una menor.

Tanto Derek como yo tuvimos que inhalar profundo para evitar golpearlo, al menos en este momento. Sospechaba que Derek estaba teniendo menos control que yo en este momento porque él ya estaba un poco alterado luego de la partida de Erica y Boyd.

— ¿Qué quieres? —preguntó Derek.

— Bueno, quiero ayudar —dijo Peter en un tono inocente que nadie le creía mientras daba unos pasos hacia nosotros. Derek extendió su brazo hacia mí y me jaló de modo que quedé unos pasos detrás de él, aunque la realidad es que no necesito su protección—. Eres mi sobrino. El único pariente que me queda. Aún hay mucho que puedo enseñarte. —Se detuvo justo en frente de Derek—. ¿Podemos simplemente hablar?

Y entonces colocó una mano en el hombro de Derek. Esa fue la peor movida que pudo haber hecho teniendo en cuenta lo enfadado que Derek se encontraba en estos momentos.

— Claro. Hablemos —aceptó y acto seguido arrojó a Peter al otro lado de la habitación, haciéndolo chocar contra las escaleras de la casa.

Eso ojalá le hubiese dolido más de lo que esperaba, teniendo en cuenta que era un hombre lobo que apenas acababa de volver a la vida.

Derek procedió a elevarlo del suelo para darle un puñetazo y continuar golpeándolo, dejando salir su ira. Moví mi cabeza un poco y crují mis dedos.

Yo también necesitaba sacar mi ira y tenía mucha contra Peter Hale. Él era la mayor causa de todas mis desgracias. Si él no hubiera mordido a Scott aquella noche antes de que comenzara el año escolar, nada de esto hubiera sucedido. Y me refiero a todo en general. Scott no estuviera reprobando tres clases y no sería hombre lobo, provocando que Jackson nunca se enterara del mundo sobrenatural y nunca le hubiera rogado a Derek que lo convirtiera. Yo no hubiera sido utilizada como anzuelo para manipular a Stiles, no me hubiera convertido en asesina, y ni Lydia ni yo hubiéramos sido utilizadas para resucitar a Peter.

Como dije, Peter es la mayor causa de mis desgracias y planifico hacerle pasar un buen rato.

Aprovechando que se encuentra en el suelo, le propiné una patada en el costado y lo escuché quejarse.

— Te conseguiste una ruda, ¿no es así, Derek? —le preguntó, riendo un poco—. Me recuerda un poco a Kate. Creo que te va ese tipo de...

Los dos lo interrumpimos, golpeándolo en diferentes lugares, obligándolo callarse.

— Si vuelves a compararme con esa perra de los Argent, me aseguraré de que esta vez no te sanes cuando mueras quemado en mis manos —mascullé.

* * *

Payton

Scott y yo terminamos de guardar lo que utilizamos mientras ayudamos a Deaton con el perro. De vez en cuando miraba a Isaac de reojo y mis mejillas se enrojecían cada vez que Scott me atrapaba haciéndolo. Lo sabía por la forma en la que se reía por lo bajo. ¿Acaso este chico no conoce lo que es disimular? Alguien debería darle unas clases de eso.

— Detente —pedí en un susurro.

Scott elevó sus manos como si la cosa no fuese con él. Lo miré con ojos entrecerrados para expresar que no estaba contenta con ello.

— Se irán hoy durante el partido —anunció Isaac.

Scott y yo nos miramos. Yo estaba un poco confundida al principio, pero luego capté que se trataban de Erica y Boyd, los otros betas de Derek.

— ¿Y por qué me lo dices? —preguntó Scott.

— No te lo estoy diciendo, te estoy pidiendo... Te estoy pidiendo tu consejo —explicó Isaac.

— ¿De mí? ¿Por qué?

Isaac suspiró.

— Porque confío en ti.

Antes de que Scott pudiera hablar, predije lo que estaba a punto de decir.

— Scott, si preguntas de nuevo 'por qué' me clavaré este utensilio, aunque no sepa para lo que funciona, en la cara —advertí. Él cerró la boca y apretó sus labios en una fina línea—. Es obvio que es porque siempre intentas de hacer lo correcto. Eso es lo que conectó a Scarlett hacia ti. A pesar de todo, ambos intentan de hacer lo correcto, aunque esto les perjudique.

— Por lo general no tengo idea de lo que hago —admitió Scott y la realidad pareció golpearlo de repente—. De hecho, nunca tengo idea de lo que hago.

Yo había podido verlo desde las sombras cuando Scarlett me consideraba una chica hueca. Los analizaba. Siempre eran Stiles y Scarlett los cuales tenían los planes, pero era Scott quien intentaba de protegerlos a todos.

— ¿Quieres decirme lo que estás haciendo ahora? —preguntó Isaac.

Scott suspiró.

— No iré a ninguna parte, si es a lo que te refieres. Hay mucha gente aquí que me necesita —habló Scott.

Isaac tragó en seco.

— Bueno, eso es bueno para mí porque...porque no tengo a nadie. Así que...

Dejó la oración en el aire, se puso de pie y comenzó a caminar hacia la salida. De alguna forma, pude sentir mi pecho contraerse y dolió.

— ¿Te irás con ellos?

Scott hizo la pregunta que no pudo salir de mis labios.

— Sí, creo que sí. Buena suerte en el partido, por cierto.

Sus palabras se clavaron en mi pecho y pude sentir un nudo en mi garganta.

— Gracias, pero no iré. No puedo pensar en un simple partido ahora —replicó Scott.

— No fuiste a las prácticas la semana pasada, ¿no?

Scott negó. — Me las salté, ¿por?

— ¿Y no te enteraste?

— ¿Enterarme de qué?

Isaac nos miró a ambos.

— Jackson estuvo ahí —Scott comenzó a preguntar sobre si se refería a que estuvo allí como si nada. Isaac asintió—. Como si nada hubiera ocurrido —confirmó.

Eso solo significaba que Jackson estaría jugando esta noche y eso era lo menos que necesitábamos en estos momentos. Mis dedos buscaron mi teléfono y comenzaron a escribir un mensaje.

Para: Scarlett

Jackson jugará esta noche. Creo que Scott necesitará tu ayuda.

Ignoré el hecho de que era el décimo mensaje que Scarlett no me contestaba. Los otros eran más una réplica de lo mismo. «¿Dónde estás?», «Estaré en la clínica de Deaton», «Deberías hablar con Scott», entre otros mensajes.

En ese momento, Isaac desapareció de mi vista y pude volver a sentir mi pecho contraerse.

— Ve. Si no vas tras él en este momento, me aseguraré de que Scarlett te golpee por ello —me dijo Scott.

— ¿Qué?

Apenas pude cubrir la confusión en mi rostro.

— Ya se está yendo, Payton.

Gruñí y salí corriendo tras Isaac. Tuve que salir de la clínica y lo alcancé justo antes de que lograra cruzar la calle fuera del estacionamiento.

— Isaac —lo llamé. Él se detuvo y giró un poco para poder mirarme a los ojos—. Yo tampoco tenía a nadie. Cuando me mudé a Beacon Hills estaba completamente sola. Sí, muchos se acercaron a mí, pero solo porque soy bonita, supongo. Sin embargo, eso no significa que pudiera confiar en ellos o que tuviera a alguien.

— Scarlett...

— ¿Mi prima? Sí, bueno, ella antes me odiaba a muerte. Todavía es un poco reacia, pero nos estamos acercando. Pero mi punto es que...sí tienes a alguien, aunque no te hayas dado cuenta de ello. Me tienes a mí —solté demasiado rápido porque pronuncio las palabras de esta forma cuando estoy nerviosa. Esperé una reacción de su parte, pero no encontré nada. Solo silencio—. Piénsalo, ¿sí?

Y dicho eso, me di la vuelta, metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón, tragándome las lágrimas.

* * *

Scarlett

La noche cayó con rapidez y Derek todavía continuaba dándole la paliza del siglo a Peter. Su cuerpo cayó por las escaleras hasta la primera planta y un quejido escapó de sus labios. Sentiría pena por él, pero a verdad es que estaba disfrutando bastante del espectáculo.

— ¿No creerás que quiero ser alfa de nuevo? —preguntó, tosiendo un poco. La sangre bajaba de la comisura de sus labios hasta su cuello—. No fue mi mejor actuación considerando que acabé muerto. —Comenzó a sentarse y Derek lo agarró de la paliza—. En general soy más...¡Bien, adelante! Hazlo. Golpéame. Golpéame.

— ¿Quién diría que serías tan masoquista? —comenté con una sonrisa en mis labios.

— Puedo ver que es catártico para ti, Derek. Dejas ir la furia, el desprecio propio y el odio que vienen con el fracaso total. Puede que sea yo quien recibe la paliza, pero tú ya la has recibido. Así que, adelante. Golpéame si eso te hace sentir mejor.

Derek y yo intercambiamos miradas y asentí. Él lo soltó, dejándolo caer de nuevo al suelo, y yo presioné mi bota contra su pecho.

Peter rió.

— Siempre lo supe, aunque estaba claro que no esperaba que te convirtieras en esto, siempre supe que serías fuerte. Se lo dije a Derek antes de que me cortara la garganta...con sus garras. Creo que fue eso lo que me llevó a la muerte. Nota mental para la próxima vez: nunca debo meterme con la chica de mi sobrino. Usualmente terminan...¡Ah, ¿qué demonios es eso?!

Le dediqué una sonrisa inocente.

— Eso, fue una probadita de lo que puedo hacerte. Sí, puedo hervirte la sangre y eso te causará mucho dolor, casi como el que tú me causaste en el campo de lacrosse cuando me utilizaste como carnada —mascullé.

Peter volteó su vista hacia Derek.

— ¿Puedes decirle a tu novia que deje de torturarme?

Antes de que pudiese protestar ante lo que Gerard había dicho, pensando en que no estaba torturando verdaderamente a un anciano y que no soy la novia de Derek algo me sacó de mis pensamientos. Sentí mi teléfono vibrar en el bolsillo de mi trasero y vi el mensaje de Payton en la pantalla. Inicialmente iba a ignorarlo por completo, pero lo que vi fue más importante.

Jackson iba a jugar.

Demonios.

Saqué mi pie del pecho de Peter y caminé hacia Derek.

— Tengo que irme. Jackson va a estar en la escuela, lo que significa que Gerard va a estar ahí —le dije, cerrándome la chaqueta.

Derek me agarró del brazo, pero no con mucha fuerza.

— Ten cuidado. Gerard...

— No te preocupes, Derek. He tenido bastante experiencia con serpientes antes —expresé, mirando a Peter.

Él se estaba levantando del suelo.

— Sigo estando aquí —me recordó.

Resoplé.

— Lo sé. Por eso mismo lo dije. Y, por cierto, no soy su novia —avisé antes de salir de la casa Hale.

* * *

Las gradas del partido en el campo estaban llenas a tope. Pude visualizar al sheriff junto a Melissa sentados junto a Lydia en lo alto de las gradas. Entonces vi algo que me sorprendió bastante, Stiles se encontraba en el campo jugando. Cometía todos los errores habidos y por haber y las personas comenzaban a abuchearlo.

Mis ojos buscaron a Scott y lo encontré en el banco. Tenía su uniforme puesto, pero no se encontraba jugando. Eso tenía que ser obra de Gerard. No me cabía duda de ello.

A veces desearía tener al maldito viejo frente a mí y estrangularlo, pero tenía que tener paciencia y enfocarme en una cosa a la vez. En este momento, eso era ayudar a Scott.

Caminé con rapidez hacia él y me dejé caer en el banco a su lado. Scott pareció sorprendido de verme, pero al mismo tiempo bastante aliviado.

— ¿Qué? ¿Pensaste que tendrías toda la diversión para ti solo? —cuestioné.

— Estoy bastante aliviado de que estés aquí —dijo.

Le dediqué una pequeña sonrisa y antes de que tuviese oportunidad de decir algo más, Isaac se dejó caer al otro lado de Scott, terminando de arreglarse el uniforme para jugar.

— ¿Viniste a ayudar? —preguntó Scott.

— ¿No se supone que te ibas a ir con Erica y Boyd? —cuestioné al mismo tiempo.

Isaac nos sonrió a ambos.

— Vine a ganar —respondió la pregunta de Scott—. Y, sobre eso, ha sido obra de tu prima.

La señaló con su mentón y pude ver a Payton de pie cerca de nosotros. Gerard nos localizó con la mirada y pude ver cómo esta se ensombreció al vernos a todos juntos. En especial a mí.

Como sigue en mis pensamientos, su peor error fue subestimarme.

— ¿Tienes un plan? —preguntó Isaac.

Scott ladeó su cabeza.

— No, por ahora es solo evitar que Jackson mate a todos.

Chasqueé mi lengua.

— Eso sería más fácil si estuvieras en el juego —comenté y entonces la realización me golpeó como una ola.

Casi pude ver una bombilla encenderse sobre mi cabeza.

— Isaac, ¿puedes hacerlo sin mandar a nadie al hospital? —preguntó Scott, refiriéndose a todos los chicos del equipo que se encontraban en el banco también.

— No te preocupes por los daños colaterales, si alguno sale con algo roto, ¡qué pena! —intervine. Scott me dedicó una mala mirada—. Cierto, sin daños colaterales. Nadie termina en el hospital.

Isaac dejó el aire salir de sus pulmones de forma ruidosa.

— Puedo intentarlo.

Se colocó el casco y se dirigió al campo con una misión en mente. Con Isaac en el juego todos los jugadores de nuestro equipo podrían salir heridos, pero lo único que importaba era que Scott estuviera en el campo. Teníamos que poner a Gerard en su lugar.

— ¡Lahey! —gritó Finstock cuando Isaac derribó a uno de nuestro equipo—. ¡Ramírez! Entras tú.

Isaac se estrelló contra él en los pocos segundos que Ramírez estuvo en el campo jugando. Cayó justo en frente del banco.

— Eso debió doler —murmuró Payton.

— Murphy. Entras tú —anunció el entrenador sin otra opción.

Ni siquiera miró al jugador que se encontraba revolcándose de dolor frente a él. El entrenador se comportaba como un imbécil, pero me agradaba.

Una y otra vez, Isaac derribó a los jugadores de nuestro equipo. Eso parecía comenzar a molestar a Finstock. Lo estaba dejando sin muchas opciones. Creo que hasta vi a uno de los chicos del banco ponerse de pie y huir antes de que le tocara entrar.

— ¡Lahey! —exclamó—. En serio, ¿cuál es tu problema?

Isaac levantó las manos de forma inocente y casi pude ver un atisbo de sonrisa en su rostro. Entonces Jackson se estrelló contra Isaac y Scott se acercó a él. Finstock no tuvo otra opción que darle el casco y el stick a Scott mientras se llevaban a Isaac del campo.

Melissa se acercó a Scott y le dijo unas palabras. Me alegró de cierto modo que estuvieran reconciliándose. Ellos lo necesitaban. Scott no tiene a nadie más que no sea su madre.

Y así fue como nos comenzaron a hacer pedazos en el juego. Según como se veía, perderíamos.

— Gerard está intentando de manipular a Scott. Quiere a Derek a cambio de Allison —dijo Payton, agudizando su audición—. Vamos.

Ambas salimos tras Scott hacia los vestidores de los varones. Podía sentir una pelea aproximándose. Allí pudimos ver a Gerard junto a otros cazadores, el viejo sostenía una espada en sus manos y parecía estar a punto de cortar a Isaac en dos, pero este sonrió al vernos, confundiéndolo.

Gerard nos vio a través del espejo, los tres con los ojos brillantes y de distintos colores. Amarillo, azul y naranja. Tan distintos, pero igual de parecidos al mismo tiempo.

— Deberías dejar caer la espada, abuelo —comenté y con muy poco esfuerzo calenté la espada lo suficiente como para hacerla caer.

Él me miró sorprendido y le dio la señal a los otros cazadores para que atacaran. Le hice una señal a Payton para que esta verificara que Isaac se encontrara bien y Scott y yo nos encargamos de derribarlos con facilidad.

Gerard pareció desaparecer en ese momento de distracción.

— ¿Dónde demonios está? —pregunté, mirando a todos lados.

Una vez más, Gerard se nos había escapado de entre los dedos. Pateé un casillero con todas mis fuerzas.

— Lo encontraremos, Scarlett —me dijo Payton—. Todavía no es el momento adecuado.

Scott y yo salimos corriendo de los vestuarios, quedaban pocos segundos para que acabara el partido y, según lo que Scott dijo, Gerard había dicho que si no tenía a Derek para ese momento, Jackson mataría a alguien.

Las personas nos dificultaban el paso, pues se encontraban celebrando que habíamos ganado el partido, pero eso no era lo que nos interesaba. De repente las luces del campo comenzaron a apagarse y se escucharon gritos. Las personas nos empujaban intentando pasar y huir.

— ¡Scott! —gritó Melissa.

— Mamá, ¿estás bien?

— Sí, estoy bien, pero alguien está herido. Alguien está tirado en el campo.

Caminé hacia la zona al mismo tiempo que las luces volvían a encenderse y Finstock corrió, sacándonos a todos del medio.

— Quítense del medio. ¡Aléjense! —gritó.

Y entonces lo vi.

Era Jackson.

— ¡Jackson! ¡Jackson! ¿Qué ocurrió? —exclamó Lydia, histérica por lo que había sucedido.

Me recordó a la vez que estuvimos juntas en este campo y ella gritaba el nombre de Jackson intentando encontrarlo. Fue la noche en la que Peter nos mordió a ambas.

— ¡Necesitamos un médico!

Melissa se agachó sobre Jackson e intentó escuchar sus latidos y su respiración.

— No está respirando. No tiene pulso —anunció. Levantó su camisa y pudimos ver la sangre que brotaba de sus heridas.

— Dios mío, hay sangre —murmuró Lydia.

Toqué el hombro de Scott cuando noté algo.

— Mira —señalé la mano ensangrentada de Jackson.

— ¿Se lo hizo a sí mismo? —cuestionó Isaac.

Melissa le ordenó a Lydia que la ayudara a intentar de ofrecerle los primeros auxilios a Jackson cuando el sheriff apareció con una pregunta muy válida.

— ¿Dónde está Stiles? ¿Dónde demonios está mi hijo? —vociferó.

Scott, Isaac, Payton y yo intercambiamos miradas.

Gerard se lo había llevado.

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Ya nos estamos acercando cada vez más al final 😈 De hecho, más de lo que creen. Quedan dos capítulos más y un epílogo antes de que comience el tercer libro, cuyo título revelaré en los agradecimientos.

Y sí, ya todo está escrito en esta temporada. La he terminado y solo queda actualizar los capítulos, pero no lo haré todo de golpe. No soy tan generosa, malvada sí, generosa no xD

Preguntas: ¿Scarlett estando más malvada y badass que nunca? ¿Payton diciéndole a Isaac que la tiene a ella para quedarse? ¿Scarlett volviendo para ayudar a Scotty? Ahora que estamos más cerca del final y he dicho que hay un tercer libro, ¿tienen alguna teoría de cuál será el título?

Chaito y hasta la próxima ❤️

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