♦ Capítulo VIII ♦ (Parte 2)
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Primeramente, quiero disculparme con aquellas personas que han estado esperando tanto por esta historia, fue muy egoísta por mi parte empezar algo que por el momento no disponía de mi tiempo, ahora, les diré la verdad, esta historia continuará de poquito a poquito, para no forzarme a tener creatividad cuando no la tengo, quiero que esto sea algo aceptable para ustedes y yo. Tal vez ya nadie me lea, pero al menos ya no me sentiré con ansiedad por no cumplir con mi cometido.
Dicho esto, lean con tranquilidad
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Los ojos de Uriel daban a conocer una expresión de negación y no entendía el por qué, ni siquiera entendía qué quería hacer conmigo, estaba recalculando todo en cuestión de segundos, como el buscador de Google.
— Por... — no terminé de hablar por la interrupción de Ellen, quién estaba presenciándonos desde el principio.
— ¡Urgh! Tanta dulzura me dará diabetes .— dijo aguantándose la risa.
Me levanté junto a Uriel, él estaba algo tenso, se notaba a leguas, yo sólo lo miré de reojo con duda, sí, exacto, por fuera no me veía despistada, pero por dentro el buscador de Google seguía en su búsqueda.
— No es como si tú no actuaras así con... ya sabes quién — expresé con una sonrisa pícara.
— ¿Qué?¿Ellen tiene novio? — me preguntó sorprendido.— ¿Es Dian? Ambos hacían bonita pareja.- dijo dudosamente.
Ellen se colocó la mano en el pecho proporcionando un gesto de indignación muy cómico, dirigiendo luego su mirada en mí, yo estaba con un gesto que hacía suponer que por dentro decía: "¿Yo?". Quise detener lo que ella diría, pero mientras trato de explicarte toda la situación perdí mi tiempo.
— Noup, A Dian le gusta Nia, juntos hablan el día a día, y tendrán una hija llamada María.— dijo juguetona.
Ahí está, sabía que diría algo absurdo con extras absurdos, no sabía y golpearla por su estúpido poema mal redactado y sin sentido, o por referirse a Dian y a mí en este. Pero me tranquilicé y sólo miré a Uriel, quién me brindaba una mirada acusadora como diciéndome: "O sea mientras yo no estaba, me querías reemplazar con él". Agreguémosle un tono de varón femenino listo.
Por cierto, yo y Uriel no teníamos una relación que no fuera la de mejores amigos, pero nos gustaba fingir que eramos novios a veces así que ya me era normal decirle "cariño".
— ¿Es en serio?¿Me dejaste por él? — hizo un gesto de indignación.— A mí, que soy tu confidente, esposo del futuro, sé cocinar de todo, sé lavar, trapear, y hasta te ordenaba tu cuarto, me decepcionas... — dramatizó.
Lo miré con cara de "sí,sí, ya párale amigo" , agitaba mi mano en son de despreocupación.
— Oye tranquilo viejo, no es como si Ellen dijera la verdad, mírala, toda aniñada, pero bonita y además... ¿A quién amas más?¿A ella o a mí? .— le hice unos ojitos de cómplice.
— No me hagas decirlo...— se tapó el rostro para no reír y yo seguía poniéndole ojitos tiernos.— Argh, a ti te quiero más.— me abrazó.-— sin ofender Ellen, no te vayas a enojar.
— Bueno, no es como si me importara, ustedes sean felices — sonrió de manera dulce.
Nos reímos de las tonterías que estabamos hablando, hasta ahí todo bien, pero tuvo que venir justo en ese momento aquella persona insufrible, así es, me refiero a Dian, por qué necesariamente tenías que pasar por donde estabamos si el colegio tiene un ambiente amplio.
— Hola Nia — dijo con una voz dulce y amigable.
— Hola.— le contesté mientras aún estaba siendo abrazada por Uriel.
— ¿Ya vamos a ver Netflix en tu casa?
¡Boom! ¡Cañones! ¡Cañones! ¡Esto es una emergencia de malinterpretación!
Ellen y Uriel se vieron sorprendidos ya suponiendo a lo Dian se refería.
— ¿Lo harán? — preguntó Ellen.
— Sí.— respondió Dian.
No entiendo a qué quería llegar Dian si ya sabia a qué se refería Ellen.
— Así que lo harán .— Uriel mostró un poco de remordimiento.
— Sí, así que ahora te la robo, adiós chico tomate.— me sujeto y nos fuimos dejando a Ellen y Uriel confundidos, bueno, la expresión de Uriel era indescifrable.
(***)
No sé por cuánto tiempo habíamos caminado, pero de algo si estaba segura, me incomodaba que Dian me tomara de la mano con tanta confianza, ni siquiera lo consideraba mi amigo, y opino que es desconsiderado que no haya pensado en cómo me sentía yo, pero según mi intuición, él tampoco se sentía bien, pues sus manos temblaban y se sentían frías.
— ¿Por aquí es tu casa? — preguntó indicando el pasaje en el que nos encontrábamos.
— Sí, subimos unas dos cuadras y llegamos.
Seguimos caminando en silencio, yo no sentía ninguna preocupación además de la ya mencionada, ya que mis padres se iban de viaje y tenía la casa sólo para mí, bueno, por hoy para Dian y yo.
Llegamos y abrí la puerta con mi llave, le dije a Dian que tomara asiento donde sea, que iba a preparar palomitas de maíz para ver la película. Él sólo asintió con una expresión ligeramente molesta. Terminé'de preparar las dichosas palomitas de maís y procedí a sentarme a su lado.
— ¿Y qué película quieres ver? — pregunté para no ser desconsiderada.
— No sé, sólo pon la que tú quieras y ya .— dijo intranquilo.
— Está bien, pero no estés tan tenso.— puse una película de terror al azar
— ¿Tenso?¿Yo? No estoy para nada tenso.
— Ajá y quieres que me crea eso cuando tus acciones dicen lo contrario .— sujeté su mano.— Tus manos están frías y sudorosas .— luego sujeté su mejilla .— lo mismo pasa aquí .— Dime, ¿por qué estás así?
— ¿Te gusta Uriel? — preguntó acercando su rostro al mío.
— Me gustaba, pero ahora él sólo es un amigo para mí .— evadí dar detalles.
— ¿En serio?¿Por qué? — acercó aun más su rostro.
— Bu... bueno, eso no... no es de mu... mucha importancia .— desvié mis ojos de los suyos.
— Se alejó de repente, ¿no es así?
— Sí... cómo es que sabes eso.
— Él me lo dijo.
Sus palabras me eempezaban a dar escalofríos, no quería continuar con tal incómoda conversación mientras la película estaba siendo emitida con normalidad.
— Eso no tiene nada que ver contiendo, no entiendo por qué te lo diría.— dije con un tono serio.
— ¡Porque...! — no logró terminar la oración.
Un grito nos sorprendió y me lancé encima de él,aferrándome a su pecho, sin ningún motivo en realidad, sólo me asusté. Dian hizo lo mismo, pero con suavidad y cariño, alzando mi mirada.
— Necesito que escuches atentamente lo que voy a decir.
— Bien .— asentí
Él tragó saliva y empezó a sudar cada vez más. Por el tono en el que me lo decía, pensé que tal vez sería algo sumamente serio, así que contuve mi actitud evasiva.
— Necesitas alejarte de Uriel.
¿Qué?
— ¿Por qué?
Su respuesta estaba a punto de ser expresada y la verdad al momento en que la dijo, no me esperaba aquello de Uriel, creo que en realidad siempre fui amiga de un mentiroso.
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Bueno, eso es todo por ahora, trataré de subir la parte tres la próxima semana, gracias a los que me esperaron, a pesar de haber demorado un montón, los loveo mucho 🌻💚
PSDT. A partir de ahora, los capítulos serán cortitos
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