El disparo se oyó desde lejos... fueron dos y luego el silencio envolvió el lugar...

Abel sólo sintió el golpe en el pecho, no lo escuchó ni lo vio venir...

Estaba tan ensimismado en terminar con la peor estrategia que hubiese armado, que no prestó atención a los leves pasos que se acercaban.

Cuando el disparo golpeó su cuerpo, todo en él tembló y cayó de rodillas entre Shura y Emmanuel, que no entendían nada.

Levantó la mirada incrédula hacia donde estaba quién le había disparado, encontrando al príncipe de Francia, el consorte real...

Camus no miraba a su familia, sus hermosos ojos estaban centrados en Abel, destilaban furia y su arma seguía empuñada con seguridad.

-No debiste jamás haberte metido con mi familia... en este momento entiendo a Kanon, mi mejor amigo y madre del adolescente que dejaste a su suerte en esa cabaña... él mató al hombre a sangre fría y me horrorizó.

Ahora veo que hasta la mejor persona puede convertirse en asesino si le tocas lo que más ama... es mi turno y te repito: nunca debiste lastimar a mi familia...

El segundo disparo fue a la cabeza, como Saga le había enseñado de niño.

Se acercó corriendo hacia donde estaban sus dos grandes amores y abrazó a ambos al mismo tiempo... temblaba más no lloraba, no podía...

Shura lo miraba aún sin entender lo que acababa de pasar... su ángel les había salvado la vida...

Había enfrentado solo a Abel y no le había temblado el pulso para disparar al mercenario, que estaba a punto de acabar con sus vidas...

La guardia Real lo sacó de sus pensamientos cuando lo tomaron del brazo y le dijeron que debían retirarse rápido de ese lugar...

Los cómplices de Abel habrían escuchado los disparos y de seguro ya estarían viniendo...

Shura vio que Camus tenía a Emmanuel abrazado y no permitía que los separaran... estaba tan sereno que dudaba que fuera real.

-Yo lo llevaré, muchas gracias...

-Amor, permíteme cargarlo y tú descansas durante el viaje...

Shura no sabía cómo encarar a su esposo y pedirle explicaciones de lo sucedido; no entendía cómo había llegado hasta allí en el momento justo para salvarlos de una muerte segura

-Emmanuel también debe descansar y en cuanto lleguemos, lo atenderemos como se merece: le daremos de comer y beber todo lo que apetezca...

-Estoy bien Shura... sólo quiero llegar y saber de Ángel... los niños son lo único que me importa en este momento...

Abrazó a Emmanuel y le vio inconsciente

-No puedo imaginar lo que deben estar pasando nuestros amigos...

Sin más salieron rumbo al palacio de Alberich y de allí, volverían sin pérdida de tiempo a España para la correcta atención del príncipe.

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Los doctores iban y venían y no daban información del estado del adolescente; había entrado en cirugía hacía unas horas y aún no se sabía nada...

Saga abrazaba a su esposo desde su posición de sentados uno junto a otro; Kanon parecía no respirar siquiera, la mirada fija en la puerta del quirófano.

-¿Qué le dijiste a Apolo? Mi pobre niño estaba tan asustado cuando nos vio llegar...

Sus ojos volvieron a aguarse, recordando el horrible momento...

FLASHBACK

Apolo los vio llegar desde el ventanal de la habitación de huéspedes; bajó corriendo las escaleras para dar la bienvenida a su hermano y sus padres, pero fue frenado antes de la salida por Antoine.

-No vayas, Apolo... deja que tus padres te expliquen lo que pasó...

-¿Qué me quieres decir? ¿Qué le pasó a mi hermanito?

Sin que el príncipe pudiera detenerlo, salió corriendo a buscar a su familia.

Los guardias acompañaban a los gemelos, que traían al adolescente inconsciente entre sus brazos.

Le bastó ver su pálido rostro para darse cuenta que estaba muy mal y un dolor intenso se instaló en su vientre y su corazón...

-Mamá... papá... qué le hicieron a Ángel?

-Apolo, amor mío... deja que lo llevemos al hospital, necesita cuidados intensivos de urgencia...

Kanon no deseaba que su otro hijo se enterara así, tan crudamente, lo sucedido con su gemelo...

-Pero mamá... está muy pálido y me asusta... siento una puntada muy fuerte en el pecho y el vientre... qué le pasó?

-Ven conmigo hijo... deja que mamá lleve a Ángel con los médicos y yo te explico...

-Si, papá... mamá, cuida bien a mi hermanito...

Le besó la frente y la sintió muy fría... Apolo se asustó, su respiración se agitó de pronto y no controlaba su aliento...

Saga lo levantó en brazos y se lo llevó de allí...

Kanon lloraba viendo el desastre que rodeaba a sus retoños; siguió su camino hacia la entrada donde ya lo esperaban con todo lo necesario para atender al adolescente...

Saga entró con Apolo al palacio y lo recostó en uno de los sillones, dándole espacio para respirar...

-Aspira... eso es... despacio... ahora deja salir el aire, hijito... vamos, otra vez...

-Ya... ya estoy mejor... por favor papá... qué pasó con Ángel?

La mirada suplicante hizo que Saga viera a ambos en un mismo cuerpo y rompió en llanto abrazando a su hijo.

-Apolo, hijo... debemos ser fuertes y rezar para que todo salga bien... ese hombre, el que se los llevó... él se quedó con Ángel y lo golpeó, lo torturó... se aprovechó de él...

Su voz se quebró pero el joven necesitaba preguntar

-¿Cómo que se aprovechó de él? Acaso?...

Saga sólo asintió, llorando, jalando su cabello en desesperación

-Ese hombre mancilló su cuerpo, lo violó...

El rostro del menor palideció antes de estallar en llanto, angustia y dolor... sus gritos alertaron a Degel y Antoine, que se acercó corriendo a contenerlo.

Apolo se aferró a su cuerpo, temblaba como una hoja y el príncipe galo que nunca lo soltó.

-Aquí estoy amigo mío... seré tu apoyo y desahogo... llora en mis brazos Apolo..

Y así lo hizo... lloró hasta dormirse profundamente, abrazado por Antoine...

-Nunca te dejaré solo, pequeño... lo prometo...

-Gracias príncipe Antoine...

Saga dijo en un murmullo.

FIN DEL FLASHBACK

La mirada del gemelo menor estaba perdida en sus pensamientos; debían sacar adelante un hijo ultrajado en cuerpo y alma y otro, que somatisaba a su igual...

Estaban unidos más allá de todo y los psicólogos ya estaban junto a Apolo, ayudándolo a sobrellevar la situación...

La puerta del quirófano se abrió y el doctor llamó a ambos padres...

-Vuestro hijo tiene daño y desgarros internos, su recto fue destrozado pero lo reconstruimos...

El daño corporal es severo pero se recuperará con el tiempo... el daño psicológico será lo peor.

Es demasiado joven y no sabemos cómo lo afectará todo esto...

-Lo sabemos perfectamente, doctor... lamentablemente vivimos esta situación en primera persona hace muchos años...

-No entiendo... ¿qué sucedió?

-Kanon fue ultrajado cuando era apenas un poco mayor que Ángel y debimos superarlo juntos, nosotros solos...

Será muy duro para nuestro pequeño pero siempre tendrá la contención que necesite...

-Hijos... deben entender que no estarán frente a un chico lastimado, pueden encontrar un corazón frío, vacío... el dolor físico no se compara al dolor del alma...

Les dijo el doctor

-Si Ángel tiene el alma destruida, se la reconstruiremos con nuestro amor...

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Apolo miraba dormir a su hermano, mientras le acariciaba con ternura... 

Emmanuel y Antoine no se movían de su lado; el príncipe de Asturias casi hasta dormía en el hospital desde que se había recuperado de su deshidratación...

No se quería separar de Ángel por ningún motivo y el estar velando su sueño era como una obligación que los tres adolescentes se habían impuesto... 

Estaban unidos del mismo modo que había pasado con sus progenitores muchos años atrás.

Un muy leve movimiento en la cama puso en alerta a los chicos, que en seguida enviaron por sus padres, que estaban descansando tras pasar la noche en vela cuidando a su retoño.

Ángel no quería despertar, tenía miedo... no quería ver nuevamente el rostro de ese desalmado que lo había ultrajado a su gusto...

Sólo un pensamiento golpeaba su mente y era saber qué había sucedido con su príncipe... no quería volver pero...

-Ángel mío... despierta... yo aliviaré el dolor de tu alma... abre los ojos, mi Ángel...

Esa voz era como un faro en la oscura tempestad en que vagaba su alma y, como si fuese una orden, fue despertando hasta encontrar los hermosos ojos verdes de su amado Emmanuel.