Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4-Conflictos y entrenamientos

El rey Francisco de España había vuelto a su reino con una maleta llena de regalos protocolares y otros personales, recuerdos que le habían entregado los miembros de la familia real francesa en señal de la nueva amistad que comenzaban a forjar...

Shura no soportaba el hecho que su padre elogiara tan exageradamente  a los galos y siempre terminaban discutiendo; ni siquiera había aceptado los regalos que había traído a su nombre... el rey los había guardado cuidadosamente, con cierta impotencia ante la testarudez de su hijo.

Uno de los regalos, cuidadosamente envuelto, había sido el que le habían encargado tratar con mayor cuidado; el soberano tomó el obsequio y se dispuso a abrirlo pero en ese momento entró Shura y lo volvió a guardar...

-No me gusta tu actitud, hijo... no es digna de un futuro rey que deberá tratar y negociar con los demás reinos del mundo.

-Francia no es todos los reinos del mundo... sólo es ese reino el que detesto con todo mi ser...

-Pues deberás cambiar tu actitud porque en un mes, la realeza francesa nos visitará para tratar de conocer detalles de logística y tú deberás estar presente.

-Eso no pasará, padre!- Shura se estaba retirando pero su padre alzó la voz y lo detuvo con firmeza.

-Detente ahí! No me dejarás en ridículo y quedando mal frente a nuestros nuevos aliados; ellos no son lo que tú crees, ni cómo te los imaginas... si vieras a los príncipes... el rey... son muy amables y amistosos...

-Sí, claro... también me sentaré a comer con ellos y les haré sonrisas a esos dos chiquillos mimados que no deben servir para nada...-hizo una cara de fastidio e ironía.

-Lo harás y sin protestar... el príncipe Degel es un joven admirable y sumamente inteligente y el prínci...

Fue interrumpido por Shura -Ya basta padre...no quiero oír más nada... ¿quieres que los reciba, que les sonría? bien, lo haré... pero no me pidas que converse, los trate y los respete... eso nunca sucederá!

Lo dejó con la palabra en la boca y mucha bronca; su hijo no aceptaría nunca esa alianza...miró sombrío el paquete que había estado a punto de abrir y una melancólica sonrisa se dibujó en su rostro...

-Ay hijo mío, cuán equivocado estás! si tan solo me escucharas y abrieras este paquete...

***********************************************************************************************

-¿Crees que le haya gustado? Cuando vayamos le preguntaré...

Camus estaba tan excitado con la idea de viajar al reino vecino y conocer al gran militar heredero al trono! Se había encargado de investigar sobre él, lo admiraba aún sin conocerlo y había enviado a fabricar un regalo especial para el príncipe.

-Por supuesto, hermanito! fue un detalle hermoso y seguramente el príncipe lo sabrá apreciar...-Degel abrazó al menor y se dispusieron a esperar que Kanon y Saga les repartieran las actividades del día.

Los guardias reales encargados del entrenamiento de los príncipes llegaron y saludaron con reverencia a los menores.

Kanon tomó la espada, el escudo y se llevó a Camus a las caballerizas, mientras Saga comenzaba una lucha cuerpo a cuerpo con Degel.

-Príncipe, debemos practicar sus movimientos de defensa con la espada y el escudo aún desde arriba de un caballo; debe lograr que el animal se haga uno con usted para que acompañe sus movimientos y no pierda el control en batalla...

Kanon se montó en su caballo y con espada y escudo en mano, comenzó a galopar tranquilamente para luego incrementar la velocidad del animal mientras atacaba los pilares de heno preparados para dicho entrenamiento.

Se soltó de las riendas acariciando el pescuezo del corcel y se inclinó con decisión sobre los pilares, blandiendo su espada y anteponiendo el escudo como protección. El caballo seguía sus movimientos sin ser dirigido por su jinete, eran un equipo...

Camus observaba con atención y se deleitaba de la maestría de su instructor; era el mejor jinete del reino y un gran guerrero! para su felicidad, también era su guardia protector y lo consideraba su amigo.

-Tome la espada, Alteza... nos batiremos a duelo ahora; si logras tocarme, tienes mañana el día libre...

Saga miraba al príncipe sonriendo pero con respeto; él era el encargado de su protección pero también de su seguridad personal; lo conocía como nadie, tal vez sólo Camus lo conocía tanto... sabía que con esas palabras lo estaba incitando a dar su mayor esfuerzo para vencerlo en combate...

El príncipe era su mayor orgullo y sabía que, llegado el momento, sería un gran soberano!.

-Atáqueme! Vamos, así, de frente... con más fuerza, vamos! 

Degel lo atacaba con toda su fuerza, no se quería ver débil ante su entrenador pero no era tan fácil

-¿No tiene ideas propias de cómo vencer a su oponente? lo creí más inteligente...

Y ahí estaba, dio justo en su orgullo; el príncipe cambió su expresión, le habían dolido aquellas palabras y apretó con más fuerza la empuñadura de su espada; se abalanzó sobre Saga con todo su cuerpo y mente puestos en una sola cosa: vencer al impertinente que lo había ofendido.

El gemelo sonreía para sus adentros porque sabía lo que había provocado y se dedicó a detener los embates del menor que cada vez se hacían más fuertes...

Llegó un momento en que los movimientos se hicieron más rápidos y con una rabia incontenibles, al punto que no era fácil predecir por donde vendría el siguiente ataque y Saga empezó a retroceder en su afán de defenderse sin atacar, porque en la ira que había despertado también había desesperación y eso era peligroso...

-Ya está, majestad... ya me venció... no puedo seguir deteniendo sus golpes...

Pero Degel parecía no escuchar a su entrenador y continuaba lanzando estocadas hacia el oponente; Saga dio un paso hacia atrás y chocó con la raíz de un árbol perdiendo el equilibrio y cayendo, al tiempo que Degel se tiraba con todas sus fuerzas en un ataque sobre él...

Se vio levantado en el aire y sacado de allí en un segundo; su cabeza giró hacia el dueño de los brazos que lo rodeaban y vio a Kanon, que lo llevaba colgando desde su posición arriba de su caballo.

Se detuvo y lo bajó con cuidado, luego bajó él mismo y se arrodilló ante el príncipe, que lo miraba sin entender qué había sucedido.

-Ma...majestad... se encuentra bien?- Kanon estaba pálido y agitado

-¿Qué pasó? ¿Por qué hiciste eso?- Degel lo miraba incrédulo

-Atacó a Saga estando en el piso, majestad... iba a matarlo si no lo evitaba... pido su perdón por...

-¿Saga? maestro!- salió corriendo hacia donde se había desarrollado el enfrentamiento y vio a Camus junto al gemelo sentados en el suelo, el mayor respirando con dificultad.

Se arrodilló junto a ellos, con los ojos llorosos y toda la desesperación en su rostro... -Yo... no sé... qué me pasó... yo... perdón maestro!! ¿Lo lastimé mucho?

Saga se incorporó un poco, no estaba herido pero sí dolorido por haber caído contra la raíz del frondoso árbol; se acercó despacio al príncipe y le tomó suavemente la barbilla para que lo mirara.

-Estoy bien, majestad, no se preocupe... la próxima vez pensaré dos veces lo que le diga para hacerlo enojar...

Dicho ésto, Saga sonrió y Degel le abrazó con cariño. 

Se levantó del piso ayudando a Saga y se dirigió al otro gemelo

-Gracias Kanon, nunca olvidaré lo que hiciste hoy por mí y por tu hermano...

-Era mi deber, majestad... y era la vida de Saga...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro