Kanon estaba sentado a un lado de Camus, los paños en su frente no bajaban la temperatura y el príncipe respiraba con dificultad...

Fuera de la habitación, Saga hacía guardia pues los monarcas habían dado la orden que nadie entrara, sobre todo Shura.

El príncipe ibérico estaba histérico, caminaba de un lado a otro tomándose la cabeza con las manos y revolviendo sus cabellos desesperadamente.

Sabía que todo lo sucedido era su culpa pero eso no quitaba que le dolía el corazón al pensar que había perdido a Camus...

FLASHBACK

-¿Cómo pudiste Shura? te odio!

Camus se lo gritó con todo su ser, sabiendo lo que decía y provocaba... todo su mundo perfecto se cayó en dos segundos al ver la realidad ante sus ojos.

Su amigo destrozado ante el dolor de ser el objeto de deseo de alguien que no quería, pero que le hacía sentir que traicionaba a su joven príncipe cada vez que el ibérico lo miraba...

Shura estaba de rodillas, había caído postrado tras su confesión y así había quedado, inmóvil, con el rostro gacho, sin atreverse a mirar los ojos acusadores de los miembros de la realeza y sobretodo, los de Saga y los de su amado...

-Yo... yo no tengo perdón... lo sé, me arrepiento de todo lo que he hecho pero... por favor, Copito, dame una oportunidad... ayúdame a ser mejor, a cambiar... yo te amo...

Fue lo que pudo decir antes que su voz se entrecortara por la angustia y el llanto.

-No puedo... no puedo... yo te pregunté... te di posibilidades para que me dijeras que te pasaba... no confiaste en mi y preferiste buscar a Kanon... sabiendo todos los traumas por los que pasó por tu culpa... trajiste todas las vejaciones a su memoria y trataste de lastimarlo de nuevo... te amo pero no puedo...

Camus se paró de la posición que estaba junto a Kanon pero un mareo lo sacudió y el gemelo lo alcanzó a sostener antes que golpease contra el piso.

-Majestad... Camus! despierte! Yo sabía que ésto afectaría la salud del príncipe...!

Lo tomó en brazos y lo llevó a su dormitorio donde el doctor llegó de inmediato y comprobó que su presión estaba muy inestable, lo dejaron descansar y le prohibieron las visitas...

En el salón, con los reyes y los príncipes herederos...

Krest se acercó a Shura, que seguía arrodillado y le extendió una mano para que se levantara.

El príncipe le miró con vergüenza pero se aferró a la mano ofrecida y una vez en pie, sintió el tibio abrazo del francés; fue suficiente para que su llanto se hiciera copioso y ya no pudiese detenerse.

-Yo no quería lastimar a Camus... yo... mis necesidades pudieron más que yo y mi cordura... yo no quería apurar nada con mi copito, quería que todo fuese perfecto para él pero... no pude con mis debilidades y... Kanon estaba ahí... para mi... yo soy una basura, lo sé... pero si pierdo a Camus, yo...

-Debiste pensarlo antes, Shura...

La voz de Degel se dejó escuchar por primera vez.

-No sólo lastimaste a Kanon, heriste los sentimientos de mi hermanito... sabías perfectamente lo que ambos gemelos significan para nosotros, no son sólo nuestras custodias, son nuestros mejores amigos...

No importa lo que digas o hagas, eso no cambia el hecho de que eres un maldito abusivo cobarde! primero usaste tu linaje y poder para vejarlo y ahora el hecho que estaba enfermo y débil para defenderse...

Eres muy poco hombre para mi hermano, deberás cambiar mucho si deseas luchar por él... 

Shura lo miró de frente, sus ojos estaban hinchados y enrojecidos; Degel no le mostraba coraje, lo miraba con frialdad... se separó del abrazo de Krest y los enfrentó a los tres.

-Si Camus me da una mínima chance de poder salvar nuestra relación, juro por el recuerdo de mi santa madre, que cambiaré y seré digno de pelear por su amor...aún si no me la diera, volveré y le demostraré lo mucho que lo amo y cuanto me importa...

Dicho esto, salió del lugar y se dirigió a sus aposentos.

FIN DEL FLASHBACK

Deseaba verlo, saber que estaba bien, se sentía fatal sabiendo que su adorado príncipe se había descompensado por su culpa...

Deseaba pedirle nuevamente perdón pero... allí también estarían los gemelos y no lo dejarían pasar.

Decidido a pelear si era necesario, se dirigió a los aposentos del príncipe galo, encontrando a Saga en la puerta; se acercó tranquilo, suspiró y se paró delante del gemelo.

-Deseo ver al príncipe Camus...

Su voz salió más arrogante de lo que deseaba y la mirada de odio que le dispensó Saga se lo hizo notar.

-Mi joven alteza descansa ahora y no se me permite dejar pasar a nadie

-¿Con quién está? soy su novio y prometido!

-¿En serio? ¡creí que lo había cambiado por mi hermano!

Su sarcasmo caló en lo más hondo del corazón de Shura.

-Yo... en verdad lo siento, Saga... si yo pudiera, volvería el tiempo atrás... no a unas noches atrás, años atrás... cambiaría todo lo que hice... pero no puedo... 

-No... no puede majestad... no le puede devolver los años de sufrimientos y traumas...el tiempo no vuelve atrás pero, si está tan dispuesto a cambiar, creo que puede escribir un futuro diferente...

-¿Crees que sería posible? yo no sé cómo hacerlo solo... necesito a Camus a mi lado, él es mi vida, mi fuente de inspiración... sin él todo pierde sentido y ni siquiera el trono es importante si no está a mi lado para gobernar...

Saga lo estudiaba mientras hablaba, buscaba engaño o burla pero no había nada de eso en su mirada... su corazón estaba puesto en cada palabra dicha.

-Sí lo creo, majestad! espere a que el príncipe despierte y vea si puede hablar con él... yo... yo no puedo perdonarle lo que le ha hecho a Kanon pero... usted es un príncipe y tiene obligaciones con ambos reinos...

-Gracias Saga... 

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Kanon estaba semi adormecido cuando escuchó que Camus le hablaba.

-¿Kanon? ¿qué pasó?

-Tuvo una lipotimia pero ya se estabilizó y su fiebre descendió... debe descansar, majestad...

-Shura... ¿qué pasó con él?-

Le dolía pensar que todo había acabado pero era preciso tomarse un tiempo... no sabía qué pensar... le era imposible no sentirse menos hombre que Kanon, su novio buscaba saciar sus necesidades en su guardia, en lugar de pensar en él...

-Majestad, Saga me dijo que se ha acercado varias veces para verlo pero que, como usted dormía, no le permitió pasar... ahora está allí fuera...

-Que pase...

Kanon abrió la puerta y llamó al ibérico, luego los dejó solos; ni siquiera lo miró a Shura al cruzarse.

-Copito... yo quiero pedirte..

-Basta Shura! no más perdones... necesito estar solo, pensar... tu presencia me lastima, no me respetas como hombre... tal vez me miras como a un niño pero no lo soy... te quiero lejos de mí, no habrá compromiso...

Su voz se quebró y las lágrimas caían en cascadas

-Tendrás que cambiar si te importo, demuéstrame con hechos que te importo... pero mientras tanto... vete de mi vida...