Krest y Francisco se hallaban en su despacho cuando sus hijos pidieron permiso para entrar; el rey ibérico miró a Shura con frialdad y éste se sintió incómodo con esa actitud.

-Padres, hemos venido porque deseamos su permiso para viajar a España; Shura me ha propuesto hacer la presentación formal de nuestro compromiso ante el pueblo ibérico...

El brillo inocente en la mirada de Camus contrastaba con la de asombro de los monarcas.

-Lo presentarás como tu consorte públicamente antes de su mayoría de edad?

Francisco no entendía cómo era que su hijo de pronto tenía tanto deseo de contraer nupcias con el menor de la realeza francesa.

-Padre, amo a Camus y sólo faltan un par de meses para que cumpla años, entre los viajes y preparativos, el tiempo pasará y nos podremos casar.

-Camus, hijo, estás seguro de querer dar este paso?

Krest ya no estaba tan convencido de que fuese lo correcto.

-Sí padre, deseamos unir nuestras vidas para siempre...

El joven galo notó el desconcierto de ambos monarcas y no pasó desapercibido que no estaban contentos.

-Sucede algo que no sé, padre?

Shura palideció porque comprendió que ellos ya sabían lo sucedido.

-No... sólo que queremos que estén seguros del paso que darán... son el futuro de ambos reinos, vuestra unión significa la alianza de dos antiguos rivales y será sellada con vuestro amor...

-Estamos seguros padres... nos amamos y queremos formalizar nuestro compromiso!

-Tienen nuestra bendición entonces... haremos los preparativos para el viaje, pero antes, debemos hablar de algo importante y Degel también debe estar aquí... esta noche haremos una cena especial... familiar...

Nada preparó a los príncipes para lo que sabrían en esa reunión...

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Saga dormía abrazado a su igual, después de tantos días podía tenerlo entre sus brazos y sentir su aroma; su cuerpo era cálido pegado al suyo y su corazón latía suave, tranquilo...

Despertó primero, era obvio que su gemelo no había dormido en bastante tiempo, permaneció a su lado observándolo...

Lo amaba tanto, haría lo que estuviese a su alcance para sacarlo de esa pesadilla que había comenzado seis años antes cuando sólo tenía dieciseis años y el príncipe lo había arrastrado a la más profunda oscuridad.

 Había creído tener todo resuelto al traerlo a Francia, pero al parecer el destino le seguía poniendo enfrente a su mayor pesadilla, al hombre que le había quitado la inocencia porque, a pesar de haber sido formado desde muy pequeño para ser un guerrero, había sido un adolescente puro que no sabía mucho de la vida...

Ahora ya era un joven fuerte pero aún así, Shura seguía teniendo poder sobre él psicológicamente... debía alejarlo de allí lo antes posible.

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Degel llegó temprano a la cena, acompañado de Marié; la joven pareja estaba haciendo los arreglos para la boda y se los veía muy felices y enamorados...

Fueron recibidos por los monarcas y justo después llegaron Camus y Shura. 

Se estaban situando en sus lugares cuando los gemelos ingresaron al salón, hicieron reverencia y se acercaron a las familias reales.

Camus sonrió abiertamente y se levantó en seguida para correr hacia Kanon y lanzarse a sus brazos; fue recibido con mucho afecto, era la debilidad del gemelo... el joven príncipe lo jaló del brazo y lo sentó a su lado, quedando él en medio. 

Saga se sentó frente a ellos, al lado de Degel; observaba a Shura con desprecio aunque disfrazaba la mirada con indiferencia.

Sonreía a Marié y hablaban de los planes de la boda, mientras degustaban de los exquisitos platos que les habían servido.

Acabada la cena, pasaron al salón donde una mesa de dulces y distintas infusiones los aguardaban; se sentaron en los cómodos sillones y charlaron de diferentes cosas. 

Camus comenzó a bostezar y se incorporó para marcharse pero Krest lo detuvo diciendo que debían hablar de algo importante y llamó a los gemelos a su lado.

Shura pasó de la curiosidad al pánico al ver a los guardas reales junto a los monarcas; su padre volvía a mirarlo fijo pero era una mirada diferente... triste? desencantada?

-Hijos, debemos decirles algo que nos concierne a todos, pero en especial a ustedes...

Krest habló mirando a sus dos hijos. Shura bajó la mirada y esperó lo peor...

-¿Qué deseas decirnos, padre?

Degel preguntó curioso y algo temeroso; no era normal que su padre estuviese así de serio y menos cuando los gemelos estaban a su lado tan cabizbajos.

-Han pasado ciertas cosas estos últimos días, no es misterio que Kanon se ha sentido mal, enfermo y, debido a eso, me han pedido algo que yo les he otorgado...

Luego que Camus viaje a España con Shura y Degel contraiga matrimonio, Kanon y Saga dejarán de servir a la realeza francesa y volverán a su país de origen...

-No... no... dime que no es verdad, Kanon!

Camus se acercó a su amigo y lo abrazó con desesperación, llorando...

-Por qué? qué te pasó? he hecho algo indebido, te he faltado de algún modo? te pediré perdón por lo que sea que te haya hecho pero no me dejes solo...

Esas palabras le dolieron en el alma no sólo a Kanon, sino a Shura también.

Sintió que todo eso era su culpa, que estaba destruyendo todo lo que su Copito amaba, lo estaba separando de su mejor amigo y persona de confianza...

Kanon por su parte, trataba de contener las lágrimas pero no podía y cayó de rodillas frente a su amado príncipe, aún abrazándolo.

-Lo lamento mi joven alteza! no ha hecho nada usted y lo sabe... junto a ti, Camus, he pasado los mejores años de mi vida, sabes que te respeto por tu linaje pero que te adoro por lo que eres, por la hermosa persona que eres...

Usted, en poco tiempo estará casado y en otro país, el príncipe Degel lo mismo... Saga y yo sentimos que ya es momento que ustedes hagan sus propias vidas y nosotros lo mismo...

-Pero yo te necesito conmigo, Kanon, yo... ven a España, por favor...

-No puede hacerlo, hijo... y tú lo sabes...

Las palabras del rey Francisco sonaron fuerte en el recinto pero aún más en todos ellos, que lo miraron asombrados

-Kanon necesita tranquilidad y no la tendrá cerca de Shura... cuando estuvo con fiebre, su mente lo remontó a aquellos feos momentos vividos en su adolescencia, fue como si pasara de nuevo por lo mismo

Miró a Shura con desprecio

-Y por eso no puede seguir al lado de ustedes, cerca de mi hijo... le trae malos recuerdos y ya es hora que tenga paz, ¿no lo crees, Camus? Si en verdad lo quieres tanto, debes dejarlo ir...

Camus miró a Kanon con los ojos llorosos y tomó su rostro con sus manos

-Lamento tanto que estés pasando todo esto por mi culpa... te deseo toda la felicidad junto a Saga! Te adoro amigo mío! júrame que siempre estaremos en contacto... no imagino mi vida sin ti, Kanon... te amo!

Se abrazaron y Shura salió de la sala con un tsunami de emociones enloqueciéndolo.

-Esto está mal... no es correcto...

Dió media vuelta y entró nuevamente a la sala.

-Yo soy el verdadero responsable de esta situación, Camus... no fue causa de su fiebre... yo intenté tomarlo de nuevo y él... se quebró... no pasó nada, recapacité a tiempo y pedí su perdón pero el daño ya estaba hecho... lo lamento tanto...

-Cómo pudiste, Shura... te odio...

Camus se abrazó más fuerte a Kanon llorando... ambos lloraban por todo lo ocurrido y la incertidumbre del futuro matrimonio se habría paso en el reino.