O27
CAPÍTULO VEINTISIETE
Si hay algo que Youn Geon odie, es verse débil. Está bien, podría admitir que es imposible verse dura todo el tiempo, a veces, hay momentos donde uno cae, donde se encuentra en su peor momento. Y es donde ella se encuentra ahora, tan susceptible que cualquier mínima emoción la lleva a una avalancha de pensamientos sobre lo ridícula que es, sobre lo idiota que ha sido al tomar sus decisiones o lo imprudente que lució al enfrentarse a Ji Hyo. Pero no la soporta, y si tuviera la misma agilidad que meses atrás, podría haberla golpeado más fuerte hasta hacerla ver estrellas, aunque eso estuviera prohibido en el deporte, asumiría las consecuencias.
En cambio, fue ella quien saboreó la amarga humillación nuevamente, cayendo al suelo por sus propios pies que se tropezaron. Para empeorar la situación, la forma en que JungKook se acercó preocupado… la hizo sentir miserable, como si fuera una buena para nada, incapaz de defenderse por sí misma de una chica con problemas de autoestima. JungKook, a quien siempre se esmero por superar como si su vida dependiera de ello, estaba tratando de levantarla del suelo, sin embargo, Geon es muy capaz de hacerlo sola. Así que lo apartó, enojada. Y huyó, como aprendió a hacer en las últimas semanas.
Mordiendo su labio inferior, salió de la cafetería mientras trataba de caminar por el pasillo a su salon. Un fuerte mareo la hizo cerrar los ojos, se detuvo con una mano en la pared, todo daba vueltas. Cuando creyó que caería otra vez, unas manos la sostuvieron.
— Te tengo. —lo escuchó decir— Vamos a la enfermería, luces pálida.
— No, estoy bien. —se negó, tratando de soltarse del agarre de sus manos varoniles que tan firmemente la sostenían.
El castaño suspiró girando los ojos.
— No te pregunte si querías ir, debes hacerlo. Te caíste muy fuerte, Geon.
— ¡No me lo recuerdes! —chistó, sus ojos brillando con dolor— Esa… esa estúpida de Ji Hyo… ¡Joder, la detesto!
— Tienes que tranquilizarte y no seguirle el juego. Lo que ella quiere es que estés así, ¿o eres una niña de primaria que no lo nota? tch, te creía más inteligente. —con más fuerza, tras decir aquello, la agarró por la parte trasera de sus muslos y espalda para alzarla a un estilo princesa— Deja de lloriquear, la Youn Geon que conozco no es así.
«La Youn Geon que conozco…»
Había ocasiones en que él se comportaba de cierta forma tan gentil como en esos momentos, que le era difícilmente posible prohibirle a su cuerpo no reaccionar ante aquel encanto, había sido este quien alguna vez hace dos meses la traicionó, porque Jeon JungKook tiene la capacidad de hacerla confundir. Su cuerpo lo reclama, se deja llevar por sus palabras, sus toques, sus expresiones, por todo lo que le muestra. Y su cabeza repite diariamente que no están enamorados, son solo dos personas que se odiaban a muerte que en cuestión de días pasaron a ser… ¿Futuros padres?
Era confuso.
Él la confunde.
— ¿Por qué cubres tu rostro? ¿Quieres vomitar? —le cuestionó alarmado.
— C-Claro que no, tonto. Sigue caminando o voy a golpearte.
— Pensé que no querías que te cargue.
— Mis pies están hinchados, así que voy a aprovecharme de ti. —al subir la cabeza, lo encontró viéndola atento— N-No pierdas la vista del camino, o nos caeremos ambos.
— Me gusta… Me gustan tus mejillas, creo que sí el bebé sale parecido a ti sería muy lindo.
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