CAPÍTULO DIECISIETE

— ¿Y no te dijo nada más?

— No. —negó con la cabeza— Ella solo me siguió ignorando.

Luego de haber tenido una pequeña discusión con su madre  –excesivamente dramática, al punto que le dejó jaqueca– pensó que al llegar su padre del trabajo tendrían una pelea aún más grande. Eso no sucedió ni de cerca, pues ella no volvió a mencionar el tema, actuó como cualquier día normal, ignorando su presencia. Y eso era alarmante, estaba tenso al pensar en que clase de plan se sumerge con sus pensamientos retorcidos. Conoce a la mujer que lo engendró, y enojada no es nadie agradable, podría hacer de todo con tal de verlo cumplir sus deseos, que él sea exitoso, el mejor de todos.

Desde que es pequeño, la ha escuchado insultar a Youn Geon. La llama 'mocosa arrogante', probablemente se obsesiono más que él en querer derrotarla, porque le ofendía el hecho de que una simple niña le ganará a su hijo que entrenaba con los mejores profesores del deporte.

— ¿Y si llama a mis padres? —preocupada comenzó a morder sus uñas— Aún no he hablado con ellos.

— Es algo que ella haría. —en un movimiento delicado quitó su mano para que dejara de lastimarse con los dientes— Pero yo estaré ahí para hablar con ellos también, lo haremos juntos.

Geon lo observó con su rostro sumergido en ansiedad, se pregunta de dónde saca esa actitud positiva, se pregunta si él de verdad está tan entusiasmado con la idea de tener un hijo. Y muy dentro suyo, está feliz de ello, se siente abrazada por JungKook aunque sus cuerpos no se toquen, siente su calor, su compañerismo y su tranquilidad. Se sonríen mutuamente bajo la tenue luz que se filtraba por las cortinas de la oscura sala de música.

— ¿No le temes al futuro? —le cuestionó.

El Jeon suspiró con un aire de cansancio, había ojeras en su joven rostro que señalaban lo mal que durmió en la noche. Aquella pregunta era clara, podría responder, admitir que le teme a lo desconocido, pero eso sería asustar más a la muchacha, así que no pudo confesar lo que en verdad pasaba por su atormentada mente. Se levantó de la silla y caminó al gigante piano ubicado en una esquina del salón, con las partituras ubicadas donde deberían estar. Se sentó para con sus largos dedos pálidos comenzar a tocar una suave melodía perfectamente afinada. La castaña no recibió la respuesta verbal que buscaba, no, recibió una hermosa canción que logró disipar sus inquietudes. El ritmo clásico la llevó a ponerse de pie y acercarse.

Sentada a su lado, dejó su cabeza reposar en la esquina de su hombro. La masculina fragancia a colonia la hizo querer reír, estaba un poco acostumbrada a los enfrentamientos en el gimnasio, donde todos olían a sudor, sin embargo, esa tarde JungKook tenía un delicioso aroma que ningún otro adolescente podría alcanzar. Se vio envuelta por su asfixiante fragancia, no pudo identificar cuál era, tampoco es que conociese sobre perfumes, menos de colonias, pero le hubiera gustado pedirle el nombre del frasco para tener uno en su habitación y siempre que esté triste, olerlo.

La desconocida melodía fue quebrada abruptamente por el estruendo de una puerta siendo azotada. La luz del pasillo se filtró con la llegada de un desesperado Yug Jeom.

— ¡Chicos! ¡Los he estado buscando por toda la escuela, carajo!

Geon se levantó acalorada, fingiendo que nunca estuvo así de vulnerable.

— ¿Qué pasó? —JungKook lo miró con su ceño fruncido, nada contento de haber sido interrumpido cuando por fin se sentía cómodo junto a la Han— Y si es por el almuerzo, te dije que no tenía hambre para ello, aún sigo enojado contigo. —se cruzó de brazos.

— ¡No, estúpido! Es sobre… tus padres, ¡Ellos están aquí con los de Geon! Acaban de llegar y toda la escuela está hablando de eso.

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— holis, gracias a todos por seguir leyendo esta historia, espero que les este gustando tanto como a mi... ♡
— voten y comenten o jungkook queda lisiado xd